Mi lugar! (Nerox Kobayashi)

No pudo evitar reír, todo lo que hacía el menor era lindo y felino a sus ojos, además que tenía unos gustos algo extravagantes y porque no, también tenía un aire femenino, no es que le importase mucho realmente tampoco era que Nerox no fuese su “tipo” de chico, en realidad no tenia del todo un modelo a seguir, pero lo que le importaba era que no podía dejar de sorprenderse ante su propio comportamiento con el joven, estaba actuando dulce, gentil, preocupado, cariñoso e incluso reía alegre y abiertamente como jamás o casi nunca lo hace y si, sonaba ya repetitivo e incluso trillado pero era la verdad… o algo así.

Byakuran miró a Nerox quitarse el exceso de jabón mientras le hablaba, la pregunta logro arrancarle una media sonrisa y por primera vez se preocupo acerca de lo que podría suceder al dar su respuesta, vamos no le interesaba ni en lo más mínimo lo que pensaran los demás acerca de su empleo y quizá tampoco le consternaba mucho si a Nerox le iba a agradar o no, más bien lo que le preocupaba era que el menor se alejara de él o algo peor, y lo más sorprendente a su parecer, le preocupaba que pudieran herirlo a causa de su trabajo, el ser asesino era un profesión dura y peligrosa desde el principio te enseñaban a ser calculador a evitar casi del todo cualquier relación que pudiera afectar tu calidad de trabajo, Byakuran confiaba plenamente en su capacidad, pero ahora el preocuparse de una manera tan intensa, seriamente y sinceramente por otra persona bueno… traía un leve desnivel a su balanza “tradicional” era digamos algo diferente, suspiró con pesadez, demasiados cambios en su persona y en muy poco tiempo.

-¿No pudiste elegir algo más sencillo gatito?-dijo el chico sin proponérselo mientras ahora era él quien pasaba a enjuagar su cuerpo jabonoso, pensó en mentirle aunque no estaba del todo convencido ya que la idea de que el menor se enterara de mala manera o por culpa de alguien desagradable sería nefasto, no, se lo diría, pero todo con calma y a su debido tiempo.

-Mi familia dirige varias empresas y tienen negocios de importancia considerable, yo seguí ese rumbo, me encargo de algunas compañías y negocios propios aunque fui iniciado en este mundo gracias a mis padres- respondió, no era una mentira, más bien una verdad a medias, ya después con calma le contaría más al respecto hasta decírselo del todo.

Salió de la ducha y envolvió una toalla en su cintura mientras que con otra se secaba el cabello -Ahora dime porque llorabas, ¿Fue porque no desperté a tu lado o fue por temor a que no volviera?- preguntó mirando al menor con intensidad, esperando su respuesta para poder tomar cartas en asunto.

Escuchó al menor con atención y con una sonrisa que se ocultaba tras la toalla con la que se secaba el rostro, si, un empresario, linda manera y sutil manera de manejar parte de la realidad. De pronto en su pecho sintió como si su corazón diera un pequeño brinco conmocionado al saberse responsable del daño causado, terminó de secarse el cabello y miró al menor con atención, se sentía culpable, era tonto, cuando mataba jamás se sentía culpable y ahora así, de la nada Byakuran sentía culpa por haberle causado un momento de dolor al pequeño… corrección a SU pequeño, frunció el ceño ahora molesto consigo mismo.

-Tú vales muchísimo más que la gran mayoría de las personas que conozco, volvería siempre con tal de pasar un momento contigo- dijo algo brusco y sin pensar mucho en sus palabras hasta momentos después en los que se regaño mentalmente, debía ser precavido con Nerox, ya que lograba colarse a su corazón y mente y sacar a relucir sus sentimientos de una manera increíblemente sencilla.

Se encaminó hacia el chico avanzando los mínimos pasos que los separaban y lo sujetó por la muñeca para enseguida jalarlo fuera del baño, sin decir nada caminó casi arrastrando a Nerox hasta llegar al borde de la cama, lo levantó levemente, solo lo suficiente para poder recostarlo, Byakuran rodeó la cama y se acomodó a su lado para después cubrirse con las sábanas y abrazar al menor por cintura, atrayéndolo a su cuerpo para que se recostara levemente contra su pecho, justo como en la noche anterior.

-Ahora cierra los ojos- le pidió aunque más sonó a orden -Imagina que recién despiertas- si, esta era su manera de pedirle una disculpa y de solucionar las cosas.

Lo apegó más a su cuerpo y le sonrió, si, esto era extremadamente cursi, pero poco le intereso -Buenos días – le devolvió el saludo con cariño mientras depositaba un beso en su frente y lo miraba con ternura, aparatando un mechón de cabello rosa de su frente pensando en que definitivamente podría acostumbrarse a despertar así.

Enseguida le beso los labios rápidamente, en un cálido beso mañanero -Vamos a desayunar gatito y después daremos una vuelta por algún lugar- le dijo con dulzura aunque tardó en moverse puesto que estar así en la cama con el menor desnudo y cálido debido a la anterior ducha, lo estaba provocando en extremo pero se obligo a controlarse, al menos por un rato, ya después se aseguraría de repetir la situación apasionada de la noche anterior, con delicadeza se levantó, no sin depositar otro beso en los labios del menor y se encaminó al pasillito en donde había dejado botada su maleta con su ropa limpia, saco unos bóxers negros y se los puso para enseguida enfundarse por las piernas un pantalón color marrón, no se puso camisa, no tenía ganas de ponérsela aun, acostumbrado además a andar sin la mencionada prenda por su casa, así que solo esperó a que el menor se vistiera para salir de la habitación rumbo a la cocina.

Miró a Nerox mientras que de las bolsas que había traído sacaba varios recipientes, no le costó mucho adivinar en donde estaban los platos y demás, todo en la cocina estaba perfectamente a la mano, así que tomó dos platos extendidos y un tazón pequeño y con calma comenzó a acomodar todas las cosas, en el tazón la fruta cortada en bolitas que parecía un curioso arcoíris y en cada uno de los platos un waffle de tamaño regular, sacó un pequeño bote que contenía helado de vainilla y colocó sobre cada waffle una bolita, sirvió despues en un par de vasos un poco del jugo de naranja y en otros un poco de leche sacada del refrigerador del chico.

-No es la gran cosa- explicó mientras sacaba unas pequeñas jarritas que contenían mermelada, miel caramelo y chocolate -pero los waffles de esa cafetería son deliciosos y no pude resistirme- comentó mientras comenzaba a llevar todo a la mesa -Espero que te guste prometo que la próxima vez seré yo quien haga el desayuno, con mis propias manos- dijo sonriendo molesto,¿ De cuándo acá él prometía tales cosas?.

No pudo evitar recorrer con la mirada a Nerox al verlo ataviado con esa camisa que le llegaba el muslo, el menor lo provocaba y no era ni mínimamente consciente de ello, resopló buscando no saltarle encima trataba por sorprendente que parezca ser y actuar medianamente “decente” y aunque en el fondo se reñía por su comportamiento algo al mismo tiempo le indicaba que debía llevar las cosas con calma, como quien dice “Todo a su tiempo”…o algo así.

El peliblanco sonrió y se sentó mirando como el menor comía con una sonrisa y confirmaba lo bueno de los waffles, el mismo Byakuran tomó un poco del caramelo para verterlo en su desayuna y probar, consistencia perfecta, esponjaditos y con un delicioso sabor, sin duda eran de los mejores que había probado. Rió ante las palabras de menor, no le importaba si era bueno o no y aunque no iba a decirlo en voz alta, sin duda alguna se comería todo lo que Nerox cocinara, así tuviera un delicioso sabor o fuera casi veneno.

Su mirada se posó de nueva cuenta en las piernas del chico las cuales veía un poco más al subirse la camisa cuando Nerox se sentó, Byakuran se acercó un poco más y de manera discreta al chico que desayunaba cual pequeño emocionado…. Al diablo con el “Todo a su tiempo” con la moralidad y la decencia, era demasiada tentación a tan temprana hora. Sin pensarlo mucho más tiempo el peliblanco junto sus labios con los Nerox, ahora con sabor a helado y caramelo, en un beso desesperado y pasional mientras que sus manos curiosas ya subían por los tersos muslos del menor.

{Perdona lo cortito ando trabajando ^^U}

Se sintió satisfecho ante las reacciones del menor, jactándose internamente al saber que también podía provocarle y de una manera no tan sutil, adoró por completo tomarlo por sorpresa y estaba seguro que provocarlo iba a ser a partir de ahora una de sus actividades favoritas. Su mano siguió acariciando los muslos del menor acariciándolos sintiendo con profundo deleite esa forma y esa piel tan suave, subió un poquito más solo para rozar la orilla de la ropa interior del menor mientras subía la intensidad del beso que ahora le era totalmente correspondido.

Sin pedir permiso su lengua se adentro en la cavidad de Nerox buscando encontrar una fiel compañera para enredarse en una danza pasional, tal parecía que nunca iba a poder saciarse del menor, su mente comenzó a nublarse levemente y alargo el beso hasta que la respiración le pasó factura y lo obligó a apartarse solo un poco, pues mantuvo su frente unida a la del menor y lo miró con una chispa de seducción en los ojos mientras le sonreía.

-Nos olvidaremos del desayuno- le dijo no como pregunta o como sugerencia si no más bien como una afirmación mientras lo jalaba rumbo al sillón atacando de nueva cuenta sus labios y tratando de sacarle la estorbosa camisa.

{Aaaw graciaas que linda eres >.<}

Sus besos eran correspondidos de una mejor manera lo cual le agradó, al parecer el menor aprendía rápido y eso era algo excelente, ya en el sillón se acomodó sobre él y besó sus mejillas sonrojadas, no era una posición muy cómoda pero no le interesó y menos aun cuando pudo sentir sus pechos rozándose, la piel tibia y suave del menor con la de él mas fría y marcada, descendió de sus mejillas a su cuello repartiendo pequeños besos y tomándose un tiempo para disfrutar el sabor y el aroma del gatito, de SU gatito, porque era suyo y de nadie más, pasara lo que pasara se prometió en secreto silencio que no iba a permitir que otra persona lo tocara, le hablara o lo mirara con malas intenciones, se juró que siempre iba a dejarlo fuera de su trabajo y que lo protegería de todo y de todos… lo extraño ahora era que dejaba de interesarle si su comportamiento era el adecuado o no, Byakuran quería a Nerox y punto, eso era lo único importante.

El peliblanco acarició entonces el pecho de Nerox dando con sus pulgares pequeños y sugestivos roces a esos pezones que deseaba morder y saborear cuanto antes, obligándose a sí mismo a calmarse primero quería provocarlo un poco más, en una especie de venganza injustificada, si, pero sumamente divertida.

Nuevamente atacó sus labios mordiéndolos como el menor lo había hecho antes, con un poco de brusquedad pero sin llegar a herir, una de sus manos se dirigió a la entrepierna del menor acariciando sobre la tela de manera muy tenue mientras se apartando algo agitado y lo miraba directamente a los ojos con algo de lujuria y juego.

-¿En que estábamos? ah si en lo de conocernos mejor- dijo mientras seguía tocando “distraídamente” aquella zona tan intima del menor -¿Color favorito?- preguntó pero justo en el momento en el que el chico estaba por responderle, presiono con algo de fuerza su entrepierna, si, estaba jugando a provocarlo e iba a ser bastante divertido.



{jajaja esque es lindo que entiendas, jaja no se ^^ jaja}

Rió con ganas y se inclinó para lamerle el cuello mordiéndolo y dejando varias marcas a su paso, asegurándose de que fueran visibles para los demás, era su gatito y no permitiría que nadie se le acercara o se atreviera siquiera a mirarle con perversión. Sus manos dejaron de presionar para retomar las caricias sencillas, en pequeños círculos que medio formaban el contorno de lo que se encontraba tras aquel pedazo de tela.

-Hum… excelente- jadeó con voz ronca y cargada de deseo en el oído de Nerox, en verdad que usaba todo su auto control, como pudo, bajó tan solo un poco la prenda interior del chico acariciando juguetonamente lo poco que dejo al descubierto, aun provocándole quizá con algo suerte el gatito se desesperara, podía resultar interesante medir esa reacción, a como Byakuran lo veía Nerox podía o bien molestarse o bien excitarse hasta un punto de poco control.

Descendió un poco mas con sus besos lamiendo un poco y cerca de los pezones del chico -¿Postre favorito?- preguntó ahora y aunque de manera casi imperceptible en su voz también había desesperación por poseer al chico, nuevamente antes de que contestara lo atacó, esta vez mordiendo uno de sus rosados pezones succionando un poco y atendiéndolo con su lengua tambien, todo esto sin dejar de mirarlo a la cara, quería tener en su memoria cada expresión que su gatito mostrara.

Podía ver la molestia y la desesperación en el rostro de menor, este jugueteo le estaba fascinando y ademas excitando tambien, el ver a Nerox en tal situación hacia que su libido se encendiera y más aun al saberse responsable de todas y cada una de sus reacciones, si, se sintió orgulloso y ególatra al ser él y nadie mas quien hiciera sentir tales cosas al menor najo su cuerpo. Pasó de uno de sus pezones a otro alternadamente mientras su mano seguía acariciando lo poco descubierto bajo la prenda interior de su gatito, colocó su rodilla entre sus piernas obligándolo a abrirlas un poco, lo suficiente para poder hacer una suave presión en la zona la cual ya notaba firme y ansiosa.

Se separó de sus pezones pero no dejo de acariciarlos con sus dedos hábiles mientras fingía un desinterés, como si no se diera cuenta o pretendiera darle al menor esas atenciones, aunque sin duda el bulto oculto tras su pantalón y su voz ronca lo delataban. -Hum… ¿Mi color? que difícil seria elegirlo, hay tantos y todos son… bueno pues.. coloridos jajaja- dijo obviamente a propósito para seguir desesperando al menor, con la voz cargada de deso y con su mano aventurándose a bajar la ropa interior de nerox por completo -Creo que mi color favorito es… hum… el negro o quizá el blanco y el morado- dijo Byakuran sonriendo y se apartó del menor mirándolo como si ya no fuese a seguir.

-Adoro el chocolate y los dulces creo que ya lo has notado gatito- le dijo con cariño y lo beso en la frente sonriéndole despues para inclinarse -¿Fantasía sexual?- le pregunto sin ningún reparo mientras lamia un poco la punta del miembro del menor, en apenas un ligero toque dispuesto a seguir con la tortura.

Siguió dando pequeñas lamidas en el miembro del menor hasta que dijo lo de las órdenes, se detuvo y lo miró atento, había logrado sorprenderlo, vamos no es que fuese la primera vez que escuchara algo como eso pero sin duda haberlo escuchado por parte de Nerox le había fascinado, sonrió sintiendo como su ego aumentaba un poco al tener ahora un dato más sobre como excitar al menor y ademas estar satisfecho por ello porque sabía que no iba gustarle dar órdenes “especiales” a otro que no fuera su gatito, quizá porque le atraía, quizá porque comenzaba a quererlo y quizá porque sabía que Nerox era “atrevidamente sumiso” por llamarle de alguna forma y esque justo en ese momento Byakuran sentía que el menor no solo iba a obedecer sus ordenes si no que también en algún momento iba a desafiarlas y eso le gustaba, lo repetía de nuevo, adoraba esa combinación dulce e ingenua con atrevida y extrovertida que Nerox poseía y que sin duda alguna había logrado atraparlo en una red tan fuerte de la cual comenzaba a creer le iba a ser imposible escapar.

Una media sonrisa se formó en sus labios y lamió un poco el vientre del menor depositando pequeñas mordiditas -No sabes lo mucho que me gusta oir eso- admitió arrastrando las palabras muestra de su deseo y de su propia excitación, su pantalón le comenzaba a resultar estorboso así que se abrió los botones y el bajó el cierre para tener un poco mas de libertad mientras se inclinaba nuevamente para poder cubrir por completo el miembro del menor con su boca, succionando un poco y comenzando a moverse, sacándolo y metiéndolo, pasando incluso los dientes por su largo pero sin llegar a lastimarle probando ese liquido que levemente comenzaba a salir como una anticipación al orgasmo, mientras que sus manos acariciaban los testículos del menor, masturbándolo para incrementar esa sensación placer.

Por primera vez en mucho pero mucho tiempo Byakuran disfrutó junto con el menor, disfrutó de atenderlo mientras se deleitaba con la desesperación y los gemidos de Nerox, los cuales le excitaban a sobre manera, cuando estaba a su lado sentía que iba a perder todo su auto control.

Se apartó de la entrepierna del menor y presiono la punta para evitar que terminara, quería desesperarlo aun más -Se te olvidó hacer una pregunta- mencionó riendo y se levantó recorriendo con la mirada el cuerpo desnudo del chico extasiándose con lo que sabía era suyo y de nadie más para después ponerse a un lado de el, sentado sobre el sillón buscando una posición que le fuera comoda antes de hablar -Siéntate- le ordenó mientras se daba unas palmaditas en las piernas suponiendo que el menor comprendería, un bulto se podía notar bajo sus bóxers, sonrió, quería que el menor sintiera con mas claridad lo mucho que le provocaba.

Sonrió un poquito por el puchero del menor, le encantaba, simplemente le encantaba esa reacción, le gustaba verlo molestarse, quizá lo provocaría de diferentes maneras con tal verlo mostrar esos pucheros en el rostro que se le veían en exceso adorables, la mente de Byakuran dejó de pensar lógicamente y una vez más, justo como la noche anterior, comenzó a centrarse en el momento que estaba viviendo, en su gatito sentado sobre sus piernas, desnudo, sonrojado y sin duda alguna excitado.

El peliblanco acarició mínimamente la lengua de Nerox cuando este le lamio los labios en lo que sin duda era una caricia sumamente seductora seguida de un beso que no tardó ni un segundo en responder. Rodeó la cintura del menor apegándolo un poco más a su cuerpo, riendo una vez terminado el beso que había cortado la respuesta a la pregunta que le había hecho -Hum… esa es una pregunta invalida- le respondió con una sonrisa depositando pequeños besos y mordidas en el cuello del chico mientras que sus manos inquietas tocaban la punta de su miembro en muy suaves caricias que buscaban provocarle -Además contarte sería demasiado aburrido, mejor te lo muestro con todos los detalles- dijo mordiendo el hombro y recorriendo con su lengua aquella línea que resaltaba su clavícula debido a la buena figura que poseía, hasta llegar de nuevo a sus pezones los cuales mordió con fuerza, pero sin herirlo, solo en un leve tirón.

Sus manos se apartaron de su miembro recorriendo su cintura hasta llegar a su trasero el cual apretó con firmeza, empujando un poco para que ambas entrepiernas se friccionaran con una lentitud desesperante y extaciante, las prendas que los separaban del contacto, básicamente el bóxer de Byakuran ya que el pantalón había ido a parar lejos en algún momento, solo hacían que creciese la espera, la ansiedad, el deseo entre ambos. Podía sentir claramente el temblor del cuerpo del menor, disfrutaba de esos pequeños escalofríos de placer que le recorrían la espalda, disfrutaba de verlo así, excitado y ansioso por sus roces y atenciones, y también disfrutaba sus propios sentimientos, su enorme deseo de poseer al menor y esa deliciosa ansiedad que el chico le provocaba con tan solo una mirada.

Continuó con aquel suave vaivén y Byakuran miró a los ojos de Nerox por un segundo antes de besarlo, con lujuria y desespero sí, pero también con cuidado y atención, lo besó con aquel deleite con el que un amante besa a su amado intentando grabar en su mente la forma de sus labios, de cada milímetro de piel, haciéndolo sentirse tremendamete deseado. Se separó un momento para mirarlo nuevamente, y para su sorpresa vio en la sonrisa del chico y en aquel destello en sus ojos que delataban que lo que sentía por él, que el menor no solo quería ser deseado, si no también amado, que Nerox no queria una simple y banal relación basada meramente en lo físico. Sintió como si de pronto alguien le diera una fuerte bofetada en el rostro, fue como si algo en lo mas profundo de su ser tratara que de esa manera se diera cuenta de lo que sucedía, de la oportunidad que se le presentaba con Nerox y sin embargo Byakuran...

No se dio cuenta.

Tendrán que disculparlo, tendrán que perdonar su idiotez e incluso su inmadurez pero no se percató de lo importante que podría ser lo que le estaba pasando con Nerox, no lo vio, porque simplemente nunca lo había visto antes y si bien sabia de los sentimientos del chico hacia él, el haber pasado toda una vida entre sangre y deficiencia de muestras de afecto, lo habían hecho “resistente” a esa clase de sentimientos y de momentos, hacia los cuales no tenía ninguna percepción. Podía notarlos claramente en otras personas pero no en su propio ser ¿Irónico verdad? Por eso no lo vio, por eso no notó que él mismo quería hacer sentir a Nerox mas que deseado y a pesar de que sonreía con alegría no pudo ver lo más importante, sus propios sentimientos.

Le mordió el labio inferior y enseguida se inclinó hacia su oído -Y es justo aquí cuando te dejo con ganas- dijo arrastrando las palabras y burlándose levemente del menor aunque no con malas intenciones, bueno no muchas, le acarició la mejilla y después se la besó con suavidad para después apartar al menor de sus piernas -Vistámonos no hay mucho tiempo- comentó infantil y juguetón levantándose para ponerse su pantalón e ir por su playera y aunque la verdad por la que había detenido el ya iniciado encuentro era otra, Byakuran fue demasiado orgulloso como para darse cuenta.



{No te preocupes a todas nos pasa ^w^}

Byakuran enarcó una ceja en cuanto Nerox se puso de pie notablemente molesto pasando a su lado sin siquiera mirarlo, suponía que el menor iba a molestarse pero ¿En verdad era para tanto? ¡Demonios! si él también se había quedado con ganas y con muchas a decir verdad, y aunque le causaba algo de gracia la manera en la que el menor se había retirado, desnudo excitado y molesto, debía admitirlo en parte fue una escena cómica, sinceramente no comprendía el motivo de tal enfado al grado de encerrarse en su habitación. Byakuran soltó un suspiro, el segundo error de la mañana… un momento ¿Error?... bueno si, error o como fuese el punto es que de nuevo tenía esa sensación de haber hecho algo mal, sensación que netamente comenzaba a odiar.

Caminó hacia la puerta de la habitación del chico y tocó un par de veces -¿No crees que es tonto molestarse por algo asi?- dijo en voz alta, lo suficiente para que el menor lo escuchara claramente, no sanaba molesto o divertido, solamente neutral, esperaba con eso tranquilizar un poco al chico para que como mínimo se animara a salir, pero parecía que el menor estaba envuelto en un dilema -Vamos vamos sal ya, prometo que después terminaré lo que iniciamos y te hare mío ahora sal- la verdad eso no había sonado nada bien, sonó como si solo le interesara el sexo, el peliblanco resopló comenzando a exasperarse, no estaba acostumbrado a rogarle a las personas.

-Nerox o sales o…- estaba a punto de tirar la puerta a patadas cuando su celular sonó, lo tomó y miró la pantalla, rodó los ojos todo indicaba que un nuevo “error” venía a sumarse a la lista, solo que ahora no era suyo, optó por no contestar la llamada pero fue tan insistente que no le quedó otro remedio más que contestar aunque ya se imaginaba lo que iban a decirle, no iba a ser nada agradable.

-Hola… obviamente soy yo ¿Qué quieres?- su voz sonaba seria, fría e incluso molesta -Si, entiendo… lo arreglaré… si… dame veinte minutos… excelente… si, adiós- resopló de mala gana, ahora tenía que ir a arreglar un error de un incompetente lo cual sin duda era un fastidio para su persona sin decir también una pérdida de tiempo, miró la puerta de la habitación aun cerrada y negó con la cabeza, de momento tendría que dejarlo para después.

Tras pensar en si debía despedirse o no, el peliblanco se alejó de aquella habitación rumbo a la puerta principal, detuvo su camino mirando el desayuno a medio terminar y las dos prendas del menor botadas en el suelo. Suspiró y tomó una servilleta mientras buscaba una pluma o algo que anotar.

“6 pm Plaza de la ciudad”

Anotó con pulcra y perfecta caligrafía, dejó la nota en un lugar que fuera visible y sin más se dirigió a la entrada del departamento mirando de reojo por última vez el pasillo que llevaba a la habitación del menor, no estaba seguro de si el chico asistiría a la cita, pero de momento era lo único que Byakuran podía hacer.


{¿Abres tú el tema? ^^}

{Venimos de ¡Plaza! }


Tras un viaje relativamente pequeño y tras tener que responder con “Fue un tropezón” al conductor del Taxi cuando pregunto el porqué de la extraña apariencia de la pareja, finalmente arribaron al departamento de Nerox, Byakuran pagó la cantidad y se apresuró a bajar del vehículo cuidando no herir ni dejar caer al menor ni al gato que ahora dormía igual que su dueño. El peliblanco suspiró y subió las escaleras tan delicadamente que apenas se percibían sus movimientos, no quería despertar a Nerox, no cuando esperaba que ese pequeño momento de descanso ayudara un poco al chico a relajar su mente, así que unas vez frente a la puerta del apartamento, el mayor ni se molesto en buscar la llave o en despertarlo para pedírsela, igual que la vez anterior abrió la puerta usando un viejo ´pero muy útil truco aprendido durante el entrenamiento, resopló molesto, con lo ocurrido le quedaba más que claro que el asunto de cambiar la cerradura era una prioridad.

Byakuran se adentró a la vivienda cerrando la puerta tras sí y caminó con cuidado para dejar al menor sobre uno de los sillones, pensaba llevarlo a su cama pero al final se arrepintió pues sentía que necesitaba tenerlo a vista, además que en caso de que las cosas salieran mal la puerta estaba más cerca para poder asi retirarse, en fin, le quito los zapatos y lo cubrió bien con su chaqueta, mirándolo incluso con cariño y preocupación, le acarició un poco el cabello y la frente y finalmente se apartó de él para ir directo a la cocina, necesitaba un café con urgencia y aunque su paladar era exigente al respecto, justo ahora cualquier cosa le caería de maravilla asi que comenzó a buscar en los estantes y demás muebles de la cocina esperando que el chico tuviera algo con que prepar una muy cargada taza de la bebida.

Seguía en su búsqueda del café, de seguro lo hubiese encontrado hacia mucho pero justo ahora su mente estaba distraída como para poder concentrarse en el café, escuchó al menor acercarse a pesar de su cautela pero no se volteo, probablemente lo había despertado el ruido de las cosas que movía, enarcó una ceja al oír la manera tan brusca en la que Nerox le habló, si bien estaba en todo su derecho, Byakuran se sintió extraño e inclusive ligeramente regañado, sensación que para su fortuna pasó rápido.

Así que finalmente y tras que el chico hablara en un tono más suave, aunque aun parecía molesto, Byakuran se giró despacio para mirarlo, le hizo un examen rápido de pies a cabeza, su cabello estaba algo alborotado lo normal tras haberse quedado dormido, su mejilla aun roja e inflamada, pasó por su cuello, afortunadamente las únicas marcas ahí eran las que el mismo había hecho la anterior, su vista paso por la playera rasgada del chico que descubría su pecho, por sus caderas y piernas hasta llegar a sus pies descalzos, Byakuran suspiro como si estuviese tranquilo de que el menor estaba ahí frente a él de pie y seguro.

-Café- respondió con voz tranquila y con simpleza acercándose muy lentamente al menor pero manteniendo una distancia prudente, no quería presionarlo, se formó un silencio entre ambos, algo frio e incomodo hasta que Byakuran se animó -Te prepare el baño para que te des uno con agua caliente y de paso le quites la mugre a eso- informo y señaló al gato que trataba de bajarse de sillón -Después de eso y si lo quieres hablamos- finalizó mientras pasaba a su lado en dirección al baño, quería asegurarse de que fuera agua caliente debido al incidente de la mañana, también él mismo quería ducharse pero por ahora Nerox era su prioridad.

Sin café, eso sin duda era algo malo para él en estos momentos, pero ya encontraría la manera de conseguirlo quizá podría salir o pedirlo, después de todo él tenía sus contactos, aun así, se aseguraría de traer café y una cafetera al departamento del menor, por si se le antojaba algún día, tener los materiales para prepararlo a la mano.

El paso de Byakuran rumbo al baño fue cortado cuando sintió unos cálidos y delgados brazos rodeándole, se quedo quieto sin girarse escuchando las palabras de Nerox, en especial las ultimas “Te amo”, su corazón se detuvo por un momento y después sintió algo muy similar a la calidez, era extraño pero esa sensación que duró apenas un par de segundos le había agradado demasiado aunque no sabía porque, no entendía nada ¿Por qué alguien tan lindo como Nerox lo amaba a él? a una persona fría y casi, casi sin corazón , a un asesino que probablemente no merecía su afecto, el chico debía estar completamente desquiciado como para decir que lo amaba con tan solo un par de días de conocerse, pero entonces… ¿Por qué le gustaba tanto esa sensación? sin duda alguna esas palabras, el saberse amado por Nerox hacían que su ego se elevara bastante al igual que la duda de si debía o no corresponderle, o más bien si podía o no.

Soltó un suspiro, las cosas estaban poniéndose demasiado difíciles y aun así no podía evitar sentir algo por ese chico tan extravagante. Byakuran se giró muy lentamente sin deshacer el abrazo que el menor le daba, le acarició el cabello en un gesto conciliador y después lo besó en la frente - No me iré, lo prometo- le dijo con voz suave asegurándole que estaría en el departamento -Anda vamos a ver lo de tu baño- le dijo retomando el rumbo solo que ahora con el menor abrazado a su cintura.

Byakuran giró la llave del agua para que comenzara a entibiarse mientras el menor salía, suspiró, quizá sería bueno que él también se diera un baño pero no traía mas ropa que ponerse y sin duda alguna ponerse la misma seria un caos estaba demasiado sucia, en fin no había mucho que hacer. Se giró para ver el menor que traía al gato en brazos, no pudo evitar sonreír un poco, ambos eran sumamente adorables, aunque claro nunca iba a admitirlo en voz alta, al menos no de la mascota.

El peliblanco notó a la perfección esa clase de tención entre ambos, como si trataran de entrar en tema pero al mismo tiempo evadirlo, Byakuran suspiró y tomó al gato como lo venia haciendo desde que lo encontró, por la piel y sin lastimarlo, para ponerlo a la altura de su rostro y mirarlo bien, no se le ocurria nada que no tuviera relación con la palabra molestia o lodoso, trató de imaginarse nombres pero nada “positivo” llegaba a su mente.

-¿No se puede llamar gato?- sugirió con un poco de fastidio aunque de manera juguetona, pero no permitió que Nerox respondiera -Te llamaras Figaro te guste o no- le dijo al gato y con su mano libre le jaló un poquito la oreja para hacerlo enojar antes de entregárselo a Nerox de nueva cuenta mientras que el cuarto comenzaba a llenarse de un muy tenue vaporcito. -Anden los dos al baño o si no estaremos tirando el agua a lo tonto- dijo el mayor haciéndose a un lado para que Nerox pudiera pasar.

-Yo esperaré afuera mientras veo la manera de conseguir café, en cuanto salgas responderé lo que quieras ¿Te parece?- sugirió