Reconoiciendo el lugar.. [Libre]

Se bajó del autobus que había tomado.. en realidad no sabía exactamente la ruta que éste llevaría pero sin duda algo atrajo su atención mientras miraba por la ventanilla, que le provocó bajar en ese lugar, la plaza.

El día estaba bastante tranquilo, no se veía demasiada gente en las calles.. se lamentó un poco por ello, ya que tenía pensado hacer un 'ejercicio' de observacion.. debía escribir algun articulo para la revista en la que colaboraba y no le vendría mal algo de inspiración, ya que era nuevo en la ciudad quizas podría hacer gala y uso de lo mejor que algo nuevo puede ofrecer, la sorpresa.

Se dirigió a una de las bancas que estaban por allí, parecía que había llegado algo tarde pues algunos de los pequeños establecimientos montables ya estaban recogiendo...
- Aahhh~ vamos, no puedo tener tanta mala suerte! -suspiró- mm.. bueno quizá tenga la oportyunidad de ver uno de esos espect'aculos callejeros que suelen hacerse en estos lugares... hace mucho que no veo algo así.. - se dió cuenta de que sus pensamientos estaban siendo expresados en voz alta y se limitó a sacudir la cabeza...

Comenzaba a ver gente llegando a la plaza "aahh, parece que esto mejora", pensó, se acomodó en la banca y sacó su cuaderno, nunca salía sin uno. Comenzó a garabatear algunas cosas, no era un gran dibujante pero a veces salía algo bueno.. garabateaba y permanecía observando la plaza y a las personas que pasaban... esperando que sucediera algo interesante...

Había terminado su turno temprano ese día, quería despejarse de todo el trabajo que representaba el restaurante, no había sido un día malo, pero si se había encontrado lleno de gente, así que sin más decidió respirar aire fresco y relajarse, aunque había olvidado que en la plaza ese día no era tan tranquilo, había ciertos eventos para atraer más clientes y turistas, lo cual le hizo maldecirse internamente, aunque... a final de cuentas eso sería algo agradable para relajarse, observar los espectaculos, después de todo... eran gratis.

Una débil sonrisa asomó a su rostro y se acercó al lugar donde se empezaba a llevar a cabo el primer espectaculo, unos chicos con trajes coloridos comenzaban a posicionarse en el centro para luego comenzar a hacer unas cuantas piruetas, el espectaculo le había parecido divertido, sin embargo al poco tiempo comenzó a llenarse de gente y... él no era muy alto.

Poco a poco se vió desplazado por la demás gente, hasta que en un empujón una chica le empujó y terminó cayendo sobre una banca... demasiado blanda a su parecer.

De un momento a otro la plaza ya estaba llena.. ¿de dónde habría salido tanta gente tan de repente? Dejó los bosquejos y el párrafo para después, se dedicó a admirar, si esa era una buena palabra para describir lo que hacía, el contrastante movimiento de la multitud en comparación con la armonía de las danzas y piruetas de los muchachos que hacía poco habían comenzado su espectáculo. Quería verlo mejor así que sin prestar mucha atención a los que estaban cerca, decidió levantarse, pero antes de que lo hiciera sorpresivamente sintió caer un peso muerto sobre su regazo que le impidió levantarse, volviendo a caer sentado en la banca

-.. Oye, oye.. - vaya, era un jovencito lo que había caído sobre él, aparentemente empujado por la multitud sin posibilidad de poder detenerse - ¿te encuentras bien? - dijo aun sorprendido mientras le ayudaba a enderezarse, estando aún en su regazo, y revisaba con un primer vistazo que no estuviera herido - parece que estuvo buena la caída, no te lastimaste, cierto? - le echó un ultimo mejor vistazo, prestando más atención a sus facciones y sonrió de medio lado. El día parecía estar mejorando...

Bien, inicialmente el no sentir el golpe tan duro como lo había imaginado pareció ser algo bueno, sin embargo al escuchar que una voz provenía de su espalda le hizo sentirse realmente apenado y se levantó lo más rápido que pudo, estaba avergonzado y no estaba muy seguro de como expresarse al respecto, así que terminó por simplemente contestar a las preguntas del otro.

-estoy y disculpa, fue un accidente, ¿y tú? ¿te encuentras bien?

Si, no se le había ocurrido nada más inteligente que hacerle la misma pregunta de vuelta, pero bueno, no era muy dado a las conversaciones o al trato con las personas, al menos no fuera del trabajo y con hipocresía (debido a que debía mostrarse amable frente a todos en el trabajo) de por medio.

Ahora no sabía que más decir, o como debía disculparse correctamente, así que terminó por enrojecer levemente, debía aprender a tratar más con las personas.

Al notar el leve sonrojo del chico, sonrió con humor y cierta.. ¿satisfacción?

- Seee.. estoy bien.. no fue la gran cosa... de hecho podría decirse que me caíste en buen momento - le guiñó un ojo, a modo de hacerle notar su simpatía y que no estaba molesto por el accidente..

- Me imagino que estabas viendo el espectáculo, no? .. y qué te parece, te gusta? - dijo mirando hacia la multitud. Podía alcanzar a ver los movimientos y piruetas de los bailarines hasta que notó cierto gestó en el rostro del chico.. era algo más bajito que él y por supuesto más delgado.. era obvio por qué razon había sido sacado de la multitud de esa manera - Si quieres ver mejor puedo cargarte en mis hombros.. te aseguro que no será ningun problema.. ¿qué dices? - bueno quizas era algo 'atrevido' pero le pareció que el baile le tenía entretenido - Por cierto, mi nombre es Quinn, mucho gusto.. ¿puedo saber tu nombre?

Le tenía sin cuidado que se rehusara a cualquiera de las dos proposiciones.. despues de todo eran desconocidos.. era solo que.. a veces salía ese lado suyo protector y afectivo.. quizá porque había empezado bien el día y se encontraba de buen humor...

La situación se ponía un tanto extraña para su parecer, es decir, la conversación, sobre el espectáculo estaba bien, pero... ¿cargarlo? Eso solo hizo que el bochorno aumentara, es decir, quizá sería divertido y podría ver mejor las cosas, pero... bueno, no que le acomplejara su altura pero en momentos así le era un tanto molesto no alcanzar a distinguir cosas que los demás si podían.

-eh... si, me gustó el espectáculo, lo hacen cada semana, bueno, los mismos chicos, pero distinto performance, y... creo que no me sentiría muy cómodo con tu cabeza entre mis piernas....

Si, maldita sinceridad la suya, eso era lo que más le incómodaba, más allá de sentirse enano, la sensación de tener la cabeza de un extraño entre sus piernas... bueno... podía sonar excitante en otras circunstancias, aunque en público, sin conocerse y de buenas a primeras... no.

-miharu rokujo... puedes llamarme mir.... llamame haru, si gustas

No quería volver a ser llamado Miru.

Le asombró que diejra algo como eso tan de repente.. la verdad él no había pensado en eso en lo absoluto..Por el gesto en la cara del mas joven se imaginó lo que pasaba por su mente y decidió seguir el 'juego'; poniendo su cara 'seria', haciendo uso de su envolvente mirada, se acercó lo suficiente para susurrarle a modo de que solo él le escuchara

- Dime, acaso lo harías si no estuviéramos en publico.. apuesto que tienes unos muslos suaves..- Sealejó lentamente, sosteniendole la mirada un buen rato... pero vamos que no quería intimidar al chico, no era un pervertido... además estaba ahi por otras razones, no tenía humor, tiempo, ni ganas de hacer alguna tonteria o dejarse llevar por sus impulsos.. asi que en seguida soltó una sonrisa

- Rokujo... me gusta como suena.. bien.. entonces Rokujo, dime.. quieres que te invité algo de beber .parecía algo cansado.. - ya que no quieres tenerme entre tus piernas.. supongo que ver el baile será casi imposible.. si no quieres ir esta bien.. aqui hay aun muchos puestos ambulkantes.. vamos dejame invitarte algo..

Su comentario si bien no iba malintencionado le hizo enrojecer al escuchar como el otro susurraba tales palabras, se separó un paso de él tratando de despejar su mente, maldición, que cosas le decían, sin embargo no parecía mal chico, tan solo esperaba que hubiese sido una broma momentanea, respiró profundamente y trató de tranquilizarse y autoconvencerse con un "no pasa nada".

-el estado de mis muslos por el momento no es de tu incumbencia, y por supuesto que no dejo que cualquiera este entre mis piernas, sin embargo... acepto la bebida, pero... debo advertirte que necesitarás más que eso si realmente quieres llegar a conocer si mis muslos son suaves o no.

Una vez recobrada la compostura pudo actuar un poco más acorde a como solía ser, aunque ya pensando mejor aquello, era... divertido y le agradaba el chico, aquella prometía ser una tarde agradable, le ayudaría a desestrezarse y aprender a disfrutar de la compañía de alguien.

-por cierto Rokujo es mi apellido si gustas llamarme así esta bien, aunque... sería algo extraño, bueno, para mi

- Já! Já! Vamos chico.. ¿en verdad crees que si quisiera algo como eso contigo te abordaría de esa manera? – Era más que obvio, no? En realidad le tenia sin cuidado la situación de sus muslos.. hasta el momento solo le parecía un chico interesante y vaya que le caía bien – .. te aseguro que en mis palabras no escondo ninguna doble intensión.. – guardó su cuaderno en la bolsa que llevaba (D: no sé como se llaman, pero de esas que son como tejidas que se ven medio hipiosas xD )

Le hizo una seña con la mano para indicarle que lo siguiera y comenzó a caminar, hacía poco había visto un establecimiento que le llamó la atención y quería probar algo de lo que ahí vendían. Ahora que lo pensaba este sería su primer ‘comida’ en la ciudad, ya que generalmente él mismo se encargaba de preparar sus alimentos. A parte de resultarle más económico, le gustaba cocinar..

- De verdad te molesta que te diga Rokujo?.. Me gusta, creo que tiene presencia.. pero no quiero incomodarte.. Así que supongo que te llamare Haru.. si no me equivoco eso significa primavera.. – se le ocurrió que a pesar de ser joven, el chico no lucía como alguien que disfrutara de la primavera de sus días.. los problemas sentimentales suelen hacer eso.. él bien lo sabía tanto que se había brincado de estación… ymejor se interrumpió a sí mismo antes de decir algo que quizás incomodase a su interlocutor – ahh.. mira, es ese lugar al que quiero llevarte, se ve pintoresco , creo que convina perfectamente con el espectáculo que estábamos viendo.. – dijo señalando al pequeño local decorado con en las paredes con un collage de escenas festivas y colores vibrantes, pero claro my armónicamente colocados.

Hizo caso a lo que decía el chico, si, es cierto, que si alguien deseara conquistarlo, no hubiera sido un buen comienzo, aunque debía admitir que se estaba diviertiendo con aquel encuentro, y la idea de comer algo le parecía atrayente, podrían conocerse mejor y despejaría su mente, sin más le siguió en su camino hacía el lugar donde comerían.

-no me molesta que me llames Rokujo, es solo que nadie lo hace, esta bien si me llamas Haru, o por mi apellido.

Vió el lugar al que deseaba llevarle a comer, era un lugar atractivo y llamativo, al instante hacía tener deseos de probar algo de lo que vendían, definitivamente tenían un concepto atrayente.

-si, combina perfectamente, y exactamente ¿que venden?

si bien podía verse muy bien el local, no estaba seguro sobre que clase de comida ofrecían en el mismo, además, no podía dejar que fuese el otro quien comprara todo lo que fueran a consumir, al menos debía poder ayudar con un poco del precio.

- Oh, pues mira tiene mucha variedad de platillos, las ensaladas son lo mas destacable, las preparan con ingredientes naturales, sin conservadores ni pesticidas, tienen un delicioso vino y gran variedad de bebidas naturales, lo mejor sin duda es la salsa especial con la que preparan sus pizzas caseras, aunque según sé, se especializan en platillos de tipo italiano.. – todo eso lo sabía gracias a un viejo amigo suyo que gustaba de probar la cocina de distintos lugares, un futuro chef, que aun así, disfrutaba de la cocina de Quinn, después de todo había tenido que complacer el paladar de la persona mas importante para él…

Miró al chico que lo observaba incrédulo, difícil creer que supiera tanto sobre eso, sonrió…

- En realidad nunca he comido aquí, pero he escuchado excelentes críticas, uno de los sujetos con los que trabajo vino aquí de visita hace algún tiempo y me aseguró que ese lugar era muy bueno… imagínate, dijo que podría hacer un artículo sobre ello.. creo que exageró un poco pero logró despertar mi curiosidad. No quita que sea buen lugar para comer y pasar un agradable rato en compañía.. aunque si conoces un mejor lugar, te seguiré con gusto, lo cierto es que soy nuevo en la ciudad…
Esperó escuchar la respuesta del joven, quizá preferiría ir a un lugar familiar o tenía un restaurant preferido.

- Esta vez va por mi cuenta.. Haru

Era sorprendente que supiera sobre el menú de aquel lugar, aunque, bueno, quizá era su lugar favorito para ir a comer, sin embargo, aunque esa fue su primera impresión, le sorprendió escuchar que era nuevo en la ciudad, sin embargo su criterio anterior había sido por alguien que había comido antes en ese lugar, bueno, quizá sería bueno onocer nuevos lugares, no es que fuera a aproveharse de que el chico invitara, pero, bueno, era una oportunidad.

-gracias y no te preocupes, tampoco tengo mucho tiempo en este lugar, donde vivía con mi tía no era un lugar muy grande, así que, me parece bien probar a comer en un lugar nuevo, estoy harto de comer las sobras del restaurante.

Y era cierto, su sueldo no era suficiente para mantenerse del todo, así que las cosas que sobraban en la cocina (claro que no la comida de los clientes, aún tenía dignidad) decidía comerlas en lugar de desperdiciarlas, y aunque los chefs del lugar tenían buen sazón, pues... llegaba un punto en que hartaba y se deseaba probar algo nuevo.

-y creo que las ensaladas del lugar suenan bien.

Le dedicó una media sonrisa al otro señalando hacía algún lugar donde pudieran tomar asiento, indicandole al otro que escogiera la mesa.

- Asi que solías trabajar en un restaurante.. me parece bien que un chico de tu edad comience a hacerse cargo de si mismo.. no muchos lo hacen por voluntad propia.. - dijo sonriendo de medio lado, caminando hacia una de las mesas, indicándole a Miharu que se sentara, luego él tomo asiento.

-Entonces será una ensalada - el mesero acercó con los menús y se los entrego a cada uno. En la sección de ensaladas había gran variedad: ensalada de canonigo, de bacalao y escarola, de mango, de patatas a la suecia, rusa, de champiñones, en fin.. eran demasiados ingredientes para conocerlos todos si no conocías del tema. - veamos, pediré la ensalada de endibias y queso- miró a ver al chico - te recomiendo una ensalda de naranjas y remolachas, el cítrico le da un delicioso sabor, aunque tambien la ensalada de patatas a la sueca es deliciosa... te apetece un cóctel centre court?.. - una bebida sin alcohol, obviamente, pero el chico parecía no estar al tanto al cien por ciento del tipo de bebida que era, o qué llevaba.. o al menos eso fue lo que le pareció a Quinn - Es una bebida que lleva fresas, natilla, agua mineral y un poco de azúcar y jengibre.

Tomó asiento frente al chico, mientras paseaba su mirada por el lugar, le gustaba la manera en la que estaba decorado y esperaba que igualmente la comida fuese de su agrado.

-bueno, no era, más bien soy, terminé mi turno hace poco, y simplemente, quería... huir...

Soltó un pesado suspiro, aunque trató de olvidarse rápidamente de aquello que le hacía sentir una carga sobre sus hombros y se dedicó únicamente a ver el menú frente a él y hacer caso a la recomendación que el chico le daba.

-confiaré en ti y pediré una ensalada de naranjas y.... ¿porqué no? también el cóctel.

A pesar de trabajar en un restaurante no conocía mucho sobre la cocina, él tan solo se dedicaba a anotar y entregar las órdenes, así mismo como de las cuentas, por lo tanto no estaba muy conciente de lo que llevaba cada platillo y mucho menos las bebidas.

- Bien, tráiganos entonces una a ensalada de endibias y queso y una ensalda de naranjas y remolachas.. y para beber cóctel centre court para ambos- le indicó al camareroque anotaba en su libreta el pedido.

- Mmmm.. así que huir... - observó al chico.. lucía algo decaído y desanimado.. pudo entender que quizá no pasaba por un buen momento.. uff y vaya que el sabia de malos momentos.... pero esa es otra historia - bueno y que te parece si hacemos algo después de comer la ensalada, que por cierto podría apostarte que te gustará y mucho.. y si no te invitaré a donde tu quieras ir la siguiente vez..- sonrió para luego revolverle un poco el cabello

- Aunque creo que en ambos casos salgo ganando yo - sonrió seductoramente recargando el mentón en su mano izquierda.

El mesero regresó con una cesta tejida a mano con aperitivos y dos vasos de agua para esperar mientras la orden estaba lista. En el lugar sonaba música de ambiente..

No pudo evitar que una leve sonrisa asomara a sus labios, acompañado de una tenue risa, mientras seguía viendo al otro chico.

-¿ah si? ¿y exactamente cómo sales ganando? además, debes tener cuidado con esas promesas, imagina que luego puedo tomarte la palabra

Su sonrisa correspondió a la ajena, mientras tomaba un poco de agua, pensando en la idea de volver a verle, parecía algo bueno, es decir, el chico era agradable y le estaba sacando de la rutina que su vida comenzaba a adquirir.

-de acuerdo, entonces si me gusta la comida, entonces seré yo quien invite, ¿de acuerdo?

Ahora estaba la escusa perfecta para volver a verse, ese chico parecía ser de los que valen la pena conocerse.

- vaya, vaya! mira que te he sacado una verdadera sonrisa, bueno, con eso me doy por bien servido... - no, no se sentía como un payaso o algo parecido que necesitara hacer reir a las personas para sentirse bien él mismo, simplemente no le gustaba verle deprimido o cavisbajo, lo mismo a cualquiera que le despertara cierta simpatía.

- en cuanto a eso.. no me molestaría que me tomaras la palabra, puedes hacerlo cuando quieras... - tomó un bocadillo y otro después de ése, eran una especie de pequeño pan tostado y condimentado, de sabor mas bien salado, exclusivo de ese establecimiento.

El joven camarero no tardó mucho en regresar ya con las ordenes listas y luego hizo una ultima vuelta más para entregar las bebidas y se marchó de nuevo.

-.. mmm... no es mi costumbre dejar que un niño me invite.. pero está bien haré una excepción.. lo que significa que si te gusta lo que vas a comer ahora.. tendré la oportunidad de verte de nuevo.. eres bastate agradable, Haru..

Igualmente tomó uno de los bocadillos mientras continuaba sonriendo, y es que recién caía en la cuenta de que la sonrisa simplemente no se iba, aunque tampoco es como si quisiera que se fuera.

-entonces me temo que deberé hacerlo, y no soy un niño, y en todo caso sino deseas que te invite una comida, entonces quizá podría prepararte algo de comer pero debo admitir que no soy precisamente "bueno" en la cocina.

No recordaba nunca haber charlado tanto con alguien, y era la verdad, a pesar de las pocas palabras que habían intercambiado, para él eso era una conversación larga, y sumando su sonrisa.... no recordaba haberse sentido tan a gusto con alguien antes.

-tu también eres muy agradable Quinn... a todo esto ¿qué edad tienes?

Bueno, si le llamaba niño, quería estar seguro de cuantos años le llevaba, a su parecer no era tanta la diferencia, aunque claro, no podía estar seguro de ello.

-- ¿En serio cocinarías algo para mí?.. ahora que lo pienso.. en realidad nunca nadie ha cocinado para mí.. creo que me siento alagado... - y decía verdad, pues siempre, incluso en sus relaciones amorosas, él siempre se encargaba de la cocina, había adquirido gusto por cocinar y no lo hacia nada mal... todo por aquella persona, por eso siempre se esforzaba en hacerlo lo mejor posible

- creo que entonces preferiría que me cocinaras tu y por eso de ser no tan bueno.. no te preocupes, tengo un estomago resistente - bromeó con el chico llevandose una mano al vientre, la verdad, ya era suficiente con su propuesta, aunque no pareciera ser gran cosa, le agradaba esa idea y se sentia feliz, por qué no decirlo.

-- ¿mi edad? Mmm.. casi nadie me pregunta eso a menos que sea por trabajo.. parece que luzco más joven de lo que soy.. aunque a veces eso es bueno je je pero esta bien.. te lo diré solo por ser tu. Tengo 22 años, no es mucho pero pero han sido vividos intensamente, y a veces parecen demasiados .. - si, lo decía por aquella faceta de su vida en que un perro callejero era mejor tratado que él e incluso mejor visto...

- Y tu? Te calculo unos 16 máximo, aunque no soy muy bueno con eso de las edades -

-jajajaja que bueno que tienes estómago resistente, no me gustaría ser culpable de una indigestión, intoxicación, o algo así, aunque no soy tan malo, a veces solía ayudarle a mi tía en la cocina, aunque no mucho, era más lo que trabajaba de mesero que como cocinero.

Se sentía feliz de pensar en cocinar para alguien, es decir, no para alguien como un cliente, sino alguien, como... un amigo, un novio, o bueno, alguien íntimo, aunque el escuchar su edad dejó escapar un suave silbido, demostrando su sorpresa, él le había calculado alrededor de unos 19 años.

-vaya, pues para no ser bueno con las edad, si, en efecto tengo 16 años, 22 años... no eres tan viejo, aunque yo pensaba que quizá tendrías 19 y es bueno vivir intensamente, creo que te entiendo....

No pudo evitar el un pesado suspiro al recordar cierta cosas de su vida, aunque trató de reponerse casi al instante, mejor no recordar cosas como aquellas cuando se estaba teniendo un momento agradable.

-solo, que, lamento decirte que si esperas que te cocine debería ser en tu casa, o... en la cocina del restaurante donde trabajo después de que cierre.

Se había olvidado ese "pequeño" problema.....

Le sorprendió haber acertado en la edad, ya que solo lo había dicho por decir
- Ja, ja.. créeme hubo un tiempo en el que no lucía precisamente joven.. y podría decir que ni humano… - pronto se dio cuenta que comenzaba a hablar de aquellas cosas ‘desagradables’ por las que había pasado y que no venían al caso, no ahora y no con el chico que nada tenía que ver con aquella basura. Este era el presente.

- … En cuanto al lugar, no te preocupes, podemos ir a mi departamento si no te importa – llevó con el tenedor una buena porción de la ensalada, como esperaba, su amigo, aunque exagerado, había dado en el clavo, vaya si le conocía bien. Hizo un gesto de satisfacción, la comida era de su agrado, ahora faltaba ver si su joven acompañante opinaba lo mismo de la suya. El sabor de la naranja le daba un toque dulzoso a la ensalada sin que este la dominara por completo en contraste con su sabor ácido y el propio de los demás ingredientes, una combinación bastante agradable, silvestre.

- aunque claro, como vivo solo.. no es la gran cosa – en verdad era solo un pequeño departamento de soltero, algo desordenado por falta del ‘toque femenino’ y sin muebles ostentosos, pues no era una persona pretenciosa, tenía solo lo que a él venía cómodo – pero eso sí en la cocina no hace falta absolutamente nada para no preparar un buen banquete – devolvió la mirada al chico – así que trabajas en un restaurante como mesero… hace mucho que trabajas ahí? Quizás algún día me pase por allí - sonrió de medio lado.

Entendía a lo que se refería el chico con no lucir joven y con el hecho de no parecer humano, había ocasiones en las que se sentía a un paso de caer en ello, pero no debía pensar demasiado en ese momento, se encontraba bien, disfrutando de una deliciosa comida en compañía de aquel chico, sin más se apresuró a probar la ensalada que le habían traído, y el sabor era delicioso....

-mnhh... vaya, creo que te debo una comida, y la próxima ocasión nos veremos en tu apartamento.

Sin más le sonrió, probando nuevamente la ensalada, la cual era la mezcla perfecta de ingredientes, volviendose un platillo exquisito, escuchó lo que le decía el otro, quizá no era la gran cosa, pero tenía un lugar para vivir.

-si, cuando gustes puedes ir, no queda muy lejos de aquí en realidad y, se podría decir que no tengo mucho tiempo trabajando y por tu departamento, no te preocupes... la verdad, hace poco que me fui de casa, fue entonces cuando conseguí un empleo, hasta hace poco vivía en un hostal, sin embargo... alguien me ofreció compartir su casa, pero.... no funcionó y bueno, pues por el momento, se puede decir que no tengo un lugar fijo, pero me las arreglo.

No sabía porque le estaba contando aquello al chico, pero en fin, mejor desvió la atención de sus palabras y comenzó a comer nuevamente, sonriendole un poco para demostrar que le agradaba la comida.

Sonrió complacido al oír que la comida había sido de su agrado, tratándose de alimentos, no solía equivocarse y esta vez le alegraba sobremanera haber acertado.
- Me alegra que te guste.. entonces me debes una comida.

Al escuchar aquella parte de la historia de Miharu, no pudo evitar sentirse algo preocupado, después de todo no era apropiado que un chico de su edad anduviera por ahí vagando sin tener un lugar fijo dónde vivir.
- Ya veo... así que no tienes un lugar donde quedarte... bueno, no espero que me digas tus razones- dijo tomando un tono más serio sin dejar por completo la jovialidad para no incomodarle –… ya que nos acabemos de conocer, pero me preocupa eso que dices… – ser protector era algo innato en él, hacía mucho que no sentía la necesidad de cuidar de alguien así. Notó la manera en que el chico desviaba el tema. Le agradó ese gesto de… ¿confianza? Pero era evidente que no diría más, no le culpaba, él mismo jamás comentó a nadie sus problemas, era un milagro que llegara a donde estaba ahora.

Sacó de su billetera una pequeña tarjeta de presentación y escribió algo en la parte de atrás con una pluma - Tal vez no quieras contarme… ahora… y supongo que tampoco aceptarías de buena gana mi ayuda justo en este momento… - le tendió la tarjeta – pero no significa que mis puertas no estén abiertas para ayudar a un nuevo amigo… - espero a ver la reacción del más joven, pero no dejo correr mucho tiempo para continuar hablando – y bueno, de todos modos me debes esa comida, ahí está mi dirección espero sepas llegar.. aunque sino, mi numero acabo de apuntarlo ahí… que no te apene ir… serás bien recibido en cualquier momento. Mi casa y mi cocina estan a tu servicio... y creeme que no le digo eso a cualquiera - oh, no.. la cocina tanto como su estudio eran terreno prohibido incluso para sus mejores amistades.

Darle aquel ofrecimiento así de repente había sido precisamente tan espontaneo que no sabía qué reacción esperar del más joven, tal vez estaba entrometiéndose demasiado pero no quería dejarle solo, pero hubiese sido más extraño y por qué no, sospechoso –si las madres de hoy educaban a sus hijos de la misma manera que las de ayer, al no confiar en extraños- que le ofreciera vivir en su casa sin conocerse bien. Cada quien debe vivir ciertas cosas para superarse a si mismo y crecer, eso pensaba, y no quería tampoco, robarle esa oportunidad… pero una ayuda(apoyo) nunca está de más, eso puede ser la diferencia entre una tragedia y un progreso

Seguía sin estar del todo seguro de porque repentinamente había terminado por contarle al chico sobre sus problemas, aunque... sinceramente no había esperado esa reacción de parte del otro y no pudo disimularlo, sus ojos estaban bien abiertos y sus facciones denotaban la sorpresa que sentía, trataba de pensar un poco mejor en aquello, el chico le había ofrecido ayudarle y.... la verdad le vendría de maravilla tenía 2 días durmiendo en el sofá de un compañero de trabajo y... este parecía ya no estar muy contento con el hecho, no podía aceptar de buenas a primeras, parecería desesperado, pero... la verdad es que lo necesitaba, fue entonces que se dió cuenta del silencio que sus pensamientos habían causado y terminó por tomar la tarjeta, rozando un poco los dedos ajenos sin intención alguna, aunque por alguna razón decidió prolongar un poco ese tacto.

-gracias, agradezco el gesto, aunque no estoy muy seguro de la oferta, no es que desconfíe de ti -y era verdad- pero no quiero comenzar a volverme una molestia tan rápido, dime, ¿te parecería ir a caminar después de la comida, o tienes algo más que hacer?

Finalmente guardó la tarjeta en su bolsillo y le sonrió una vez más, aunque tal y como cada persona tiene un punto "intocable" en torno a su vida, el suyo era ese precisamente, su vida, él mismo era lo que deseaba mantener alejado de los demás, sin embargo trataba de volverse más sociable, y ese chico le hacía sentir una tranquilidad que pensaba sería difícil volver a conseguir, se sintió un poco tonto sonriendo de aquella manera y nuevamente volvió a su comida, en su mente solo cruzaba el pensamiento de que seguramente, esa era la ensalada más deliciosa que hubiese probado en su vida.

Alzó la mirada una vez más para ver al chico y sin esperar a que la respuesta a su anterior pregunta fuese formulada se atrevió a hablar, o más bien, sus labios se desconectaron de sus órdenes y sin su permiso se dieron la libertad de agregar algo más, apenas si había sido un susurro, aunque también podía ser una señal que el mismo se daba de que ya no soportaba cargar todo el solo.

-la verdad... creo que lo que más necesito es hablar con alguien.

Necesitaba desahogarse y no era el simple hecho de que Quinn hubiese aparecido en el momento preciso y en el lugar indicado, sino que quizá también era la persona indicada con quien hablar, en el fondo, por alguna extraña razón, sentía que quizá le entendería y podría descifrar el silencio grito de auxilio que su mirada y sus palabras habían lanzado sin su permiso.

En realidad no tienes por qué sentirte tan comprometido con ello… de todos modos mi casa está abierta para ti cuando lo desees – piso su otra mano sobre la del chico y la estrechó fuertemente, retiró la mamo para que se guardara el papelito donde mejor le pareciera y tomó un sorbo a su cóctel – Y bueno, no sería una molestia… - reflexionó, ya estaba acostumbrado, la mejor época de su vida había sido precisamente aquella en la que había cuidado de la persona más querida para él.. y ahora que lo pensaba, desde hacía siete años había estado viviendo solo , salvo por aquellas brevísimas ocasiones en las que algún amigo iba a resguardarse con él.

Comió una poción generosa de su plato, notó la inquieta mirada en los ojos de esmeralda fundida del su joven amigo e incluso le pareció notar un ligero temblor en sus labios que al final lograron articular su angustia.

- Mm.. Salgamos a caminar después… es buen ejercicio no solo para el cuerpo, además así podremos hablar más tiempo, te aseguro que no soy de esas personas que juzgan a otras por ningún motivo, asi que no te preocupes, puedes decirme lo que gustes... si te soy sincero, me alegra que hayas sido honesto conmigo, por lo que me di cuenta- por el lenguaje corporal, en lo que era lo bastante bueno - no eres de esas personas que suelen hablar asi con cualquiera - su pasado, presente, modo de vida o expectativas de futuro… eran cosas que iban de acuerdo a la moral de cada individuo, además él no era precisamente alguien que ‘limpio de toda culpa’ – por ahora termina de comer esto, que buena falta te hace… después ya dejaremos que el viento nos indique el mejor lugar para dirigirnos – dijo por ultimo mostrando esa sincera sonrisa que pocos lograban ver acompañada de una mirada cálida. Devolvió su atención al resto de su ensalada, ya no quedaba mucha, en verdad hacía un buen tiempo que no comía esa ensalada, aunque no llevaba mucho tiempo en prepararse, era algo que no solía preparar a menudo.



Inspeccionó al mas joven de nuevo - uuhmm... en verdad necesitas comer bien.. vamos di 'aahh' - dijo acercando el cubierto con una porción de su ensalada -que tambien estaba deliciosa, tenía un sabor algo mas sobrio pero no dejaba de ser delicioso al paladar- a la boca del chico.

Una vez más las palabras ajenas le robaron una sonrisa más, estaba seguro que él ahora debía ser la persona a la que le había sonreído más veces en tan poco tiempo, e igualmente ver la sonrisa ajena le hacía sentir mejor, todo iba muy bien a su parecer en especial porque había aceptado ir a caminar con él, aunque cuando se dispuso a darle de comer en la boca sus mejillas se sonrojaron, aquel era un gesto muy... dulce, estaba avergonzado como nunca sin embargo terminó por abrir los labios y comer la ensalada que Quinn le ofrecía, era deliciosa, sin embargo en esos momentos solo podía pensar en el gesto que el chico había tenido, anteriormente se hubiera molestado o sentido insultado por un gesto como aquel, sin embargo, aquello... había sido muy lindo a su parecer.

-sabe... muy bien...

Desvió la mirada avergonzado para luego comer de su propia ensalada, trataba de controlarse y solo podía pensar en lo ridículo que debía verse con las mejillas todas rojas, tomó un poco más de su bebida y la frescura de la misma terminó por ayudarle a relajarse, sin embargo en cuanto volteó a ver una vez más a Quinn sus mejillas se sonrojaron una vez más y no pudo evitar una risilla nerviosa.

-jejeje perdona... es solo que, ah... que vergüenza...

Llevó una mano a su cabello y ocultó su rostro con su mano y cabello, y fue entonces que notó que no podía dejar de sonreír, ya fuese por lo que había hecho el joven o por la pena que sentía.

-nadie nunca me había tratado así

Comió él el resto de su platillo generosamente servido

--Verdad que sí… - sonrió para sus adentros, miro el rostro del chico y deleitose al ver el carmín en sus mejillas – no hay nada de qué avergonzarse, como yo lo veo, tu cuerpo expresa mejor lo que sientes que tu mente o tu boca… además tienes una linda sonrisa… - dijo esbozando una sonrisa sin quitarle la mirada de encima.


La actitud del chico le agradaba, el ademán para cubrir su rostro le pareció lindo, no quiso incomodarlo descubriéndole, aunque pudo y estuvo tentado a hacerlo, se notaba que era ya bastante para un solo rato, prefirió no estirar más la cuerda, aunque no había garantía de nada.

Bebió del cóctel ya que había terminado con su ensalada, saboreando el liquido embelesador, siempre disfrutaba de una buena bebida debidamente preparada -la simplicidad no era una opción - y más aún si llevaba jengibre. Le gustaba la buena comida y no siempre estaba cómodo en cualquier restaurante. Dirigió su mirada a la calle, el espectáculo callejero parecía estar terminando, lastima, la siguiente vez, debía llegar antes, o al menos estar más atento. Pero no estaba arrepentido de perderse la función, había sido un día con suerte.

- Y dime, a dónde te gustaría ir? tu conoces mejor esta ciudad que yo.. sera un placer que me acompañes a conocerla mejor. Por ahora, un lugar tranquilo sería ideal... no crees? - le miro con complicidad, le había prometido al chico escucharle, y en realidad, quería hacerlo, quería saber un pco más...

El último comentario sobre su sonrisa le había terminado por avergonzar aun más, sin embargo agradecía que el chico hubiese parado no sabía como reaccionar ante aquello, ni que debía decir o hacer ahora, simplemente seguía con la sonrisa grabada en sus labios y con un tenue dolor en mejillas y su quijada, demostrándose a si mismo que en efecto nunca había sonreído tanto y de manera tan sincera.

-ah, mis mejillas...

Susurró suavemente, aunque de manera audible para el chico mientras sus manos daban caricias a sus mejillas para intentar relajarlas y que su sonrisa se borrara, pero era inútil, simplemente el ver el rostro ajeno le hacía apenarse y que la sonrisa volviera a sus labios.

-nunca había sonreído tanto en toda en mi vida

Terminó por confesarle al otro no es que fuera un gran secreto, pero era la verdad, finalmente logró controlarse un poco, mientras comía lo último que quedaba de su ensalada y daba un trago más a su bebida, entonces notó como el chico veía hacia fuera notando que la función había terminado.

-no te preocupes hay un espectáculo nuevo cada semana, aunque el próximo mes viene un festival y habrá más eventos.... si gustas podemos venir juntos a verlos, bueno.... sino tienes nada mejor que hacer, y si... eh...

Nunca había hecho planes a futuro, no confiaba lo suficiente en ninguna persona como para pensar que seguiría viendole durante tanto tiempo, sin embargo, hacer un plan para el siguiente mes, era.... agradable... bueno, siempre y cuando el chico aceptara.

-bueno, y pues sobre la caminata podemos ir a donde gustes, al parque, o ir cerca del lago, o quizá cerca del monumento de la ciudad, o.... no lo sé.

Al escuchar la voz del chico, regresó hacia él su mirada. Sonrió en sus adentros al ver a Miharu –en su momento de más sinceridad- haciendo aquel gesto con las manos..

- … Aahh… Pero sabes… creo que deberías sonreír así más seguido, realmente te queda muy bien – dijo pícaramente, en respuesta al ‘susurro’ del chaval

Retomando el tema del espectáculo, escucho con algo de sorpresa -aunque no tanta- la propuesta del más joven. Aquella ‘invitación’ le parecía buena idea, si bien acostumbraba andar solo por ahí la mayor parte del tiempo, por extraño o no que pareciera, aquella idea le pareció simplemente encantadora, si podía utilizar esa palabra.

- Gustarme, pero por supuesto, a decir verdad estaba pensando en invitarte a salir para poder disfrutar del próximo espectáculo, lo cierto que me gustan mucho ese tipo de cosas… les tomé el gusto en alguna parte de mi vida y podría decir que me he vuelto un fanático de ellos (los espectáculos, por si acaso xD)

La verdad no recordaba cuándo había descubierto tal afición, simplemente hubo un día en el que no pudo dejar de ir a ver ese tipo de shows callejeros ni exposiciones independientes. Ese era su único vago rayo de sol, en aquellos tiempos de oscuridad… Tomó un sorbo de agua.

– Respecto al lugar, dejaré que decidas –dijo sin más.

[Perdón por la tardanza, esta semana ha sido por demás estresante.... y lo que falta D:]

Trató de no prestar mucha atención al comentario sobre su sonrisa, aunque, debía admitir le hacía sentir un "poco" bien, eran palabras lindas, aunque por ahora debía centrarse en calmarse y no comenzar a comportarse como colegiala enamorada y atontada.... aunque pensándolo bien y a juzgar por la sonrisa que negaba a irse de sus labios, quizá ya era algo tarde para ello.

-vaya, pues, yo no creo que pueda decir que soy un fan de ellos, ya que no he tenido gran oportunidad de ver espectáculos, donde vivía antes, bueno, no es un lugar muy grande y del restaurante hay veces que termino turno pasada la media noche.

Se encogió de hombros restandole importancia a su horario de trabajo, sin embargo sería capaz de cambiar durante una semana el turno a noche, o doblar turno, siempre y cuando pudiera tener la tarde en que fuera a salir con Quinn libre.

-si yo elijo el lugar.... vayamos a la playa....

No era precisamente temprano, sin embargo deseaba ir, sentir la brisa del mar, el agua en sus pies, y por supuesto mientras más tarde, menos gente habría en el lugar, su sonrisa ahora era un poco menos vergonzosa y su mirada parecía decidida ante el lugar al que deseaba ir.

-¿y bien?

[no te preocupes, te comprendo XDD]