Mi lugar! (Nerox Kobayashi)

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

Llamar gato a un gato, no le parecía algo muy original que digamos, era como si a él lo hubieran llamaso niño, bueno quizá si era algo original pero definitvamente carecía de imaginación, estaba a punto de dar un rotundo no a la idea, cuando fue el mismo Byakuran quien cambio de parecer y decidió llamarlo figaro, no sabía porqyé, si había alguna razón en especial o tan solo le había cruzado por la mente el nombre, pero sonaba bien, inmediatamente quedó decidido se llamaría Figaro y por la carita del minino y falta de quejas del mismo, supuso que no habría problema

-jejejeje Figaro es un buen nombre, ¿verdad que si?

Le preguntó al gato a la par que lo tomaba entre sus brazos nuevamente, debían tomar un baño los dos, y al escuchar a Byakuran decir que iría por un café le hizo pensar que tendría un poco más de tiempo para relajarse y pensar mejor todas las cosas, lo vio salir del.cuarto de baño y se dedicó a sdesvestirse completamente, entranso luego en la bañera, habia dicho que despues del baño podria preguntarle lo que quisiera, la verdad tenia muchas preguntas, pero seguia sin saber cual era la manera correcta de formularlas, mientras tanto Figaro se revolvia un poco entre sus brazos, mientras intentaba bañarlo, era una pequeña pelea por limpiarlo lo quw le hizo despejarse de una ve zpor todas, centrando su atencion en el pequeño y su limpieza.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

Byakuran salió del baño y del apartamento, bajando a la calle y dejando al menor un momento a solas, momento que supuso necesitaba, ambos necesitaban, desde su celular hizo una llamada a una de sus cafeterías predilectas que trabajaba las 24hrs, al menos para él, para pedir un café cargado con apenas un pequeño toque de crema irlandesa, así como una cafetera de una reconocida firma Italiana, y claro está, medio kilo de su mejor y más refinada mezcla de café de molido, la bebida era probablemente la única cosa que le gustaba con muy poca azúcar y a decir verdad le resultaba una pena que al menor no le gustase pero en fin tampoco era un gran dilema y como había quedado demostrado, él era completamente capaz de solucionar el “problema” así que tras dar la dirección a la que debían llevar la entrega, el chico se recargó en la pared a la espera del pedido aprovechando para pensar un poco en cómo diablos iba a explicar las cosas.

La mente del peliblanco divagaba en muchas cosas, le gustaba su trabajo, debía admitirlo, pero ahora que había conocido a alguien especial, todo parecía haber dado un giro de 180 grados, él jamás se había preocupado por nadie que no fuera el mismo, a excepción quizá de sus padres cuando vivían, y ahora así de la nada había llegado Nerox a poner su vida de cabeza, en su mente las palabras “Te amo” resonaban con una fuerza indescriptible y sabia que debía responderlas y enfrentarlas tarde o temprano pero justo ahora y si era sincero no sabía cómo, resopló, las cosas por partes y poco a poco, fue lo que pensó primero que nada debía explicarle al menor sobre su empleo, ponerlo al tanto de todo y ver su reacción antes de decidir cualquier otra cosa.

Tras un momento el ruido de un motor, Byakuran se fijo en la calle y efectivamente se aproximaba una motocicleta tipo scooter de color blanco, una vespa, el chico rió satisfecho con ese detalle, en todos los aspectos esa cafetería trataba de recordar a Italia, incluso en las entregas, era por eso que le gustaba, le recordaba a su hogar. La moto se estacionó frente a él y de ella bajo un chico de aproximadamente su edad, el cual quitándose el casco lo saludó con un muy cordial “Buona Notte”, el repartidor, que ya conocía a Byakuran, le entregó un vaso térmico del cual salía el delicioso aroma de su café, así como un paquete de tamaño regular en donde venia el resto de su pedido.

A sabiendas que todo estaría en perfecto orden Byakuran no se molestó en revisar y mucho menos en pagar puesto que al ser un cliente reconocido tenía ciertos tratos especiales, como una cuenta personal por lo cual el asunto del pago estaba solucionado, así que solo se aseguró de darle una buena propina al repartidor -Buona notte e grazie- agradeció en su idioma dando igualmente las buenas noches en un gesto de amabilidad y cortesía, con una sonrisa juguetona y afable para enseguida regresar al departamento de Nerox. Bebiendo un trago de su café y soltando un suspiro, dejó el paquete en la mesa y fue a sentarse al sillón, comenzaba a sentirse un poco mejor.

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

Finalmente despues de unos 20 minuros de estarse bañando y terminar con arañazos en sus brazos logró descubrir el color original del minino, era un pequeño hermoso y por suerte se había quedado quietecito una vez que el baño habia terminado, ahora lo tenía abrazado contra su cuerpo enredado en una toalla, miwentras que él tenía una toalla enredada alrededor de su cuerpo.

-figaro, eres un travieso, mira nada mas como me dejaste los brazos, esta vez te la perdono por ser la primera, pero la proxima vez te voy a castigar, eh?

Se fue a su habitacion y dejo al gatito en la cama mientras el comenzaba a secarse el cabello, era curioso ver como el minino se le quedaba viendo para luego tratar de imitar sus movimientos tratando de secarse restregando su cabecita contra la misma toalla.

-jajajajajaja que lindo!!!!

Siguió jugando con el gatito y cambiarse pasó a un segundo plano, tan solo seguía fingiendo que se secaba mientras veía a figaro intentando imitarlo.

-jajaja perfecto! Ya estás seco, y te ves hermoso!

Volvió a cargarlo esta vez llevandolo hasta su guardarropa, abriendolo sacando de entre todas sus cosas un listoncito, los collares habían quedado olvidados despues del incidente con el tipo aquel, así que ahora tenía un listoncito negro con rayitas moradas el cual colocó como un moñito alrededor de su cuello.

-te ves divino, ahora vamos a buscar ropa mia que combine con tu moñito, Ok?

Si, quizá se escuchaba como un idiota hablando con un gato pero le emocionaba verlo y escuchar los ocasionales maullidos que daban como respuesta.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

Siguió bebiendo de su café, Byakuran se encontraba mucho más tranquilo ahora que tenia la humeante bebida en sus manos, además de que podía escuchar al menor hablar con el minino desde su recamara, sonrió el chico era demasiado adorable y dulce, le encantaba. Lo pensó por un momento y al final se puso de pie para caminar lo más silencioso posible rumbo a la habitación de Nerox, para espiarlo un poco desde la puerta, aunque su mirar solo alcanzaba hasta Fígaro frotándose contra la toalla, se movió un poco más buscando una forma de de tener mas campo visual sin ser detectado al mismo tiempo, aunque no podía lograrlo, hasta que el chico se movió llevándose al gato consigo rumbo al closet.

Byakuran aprovechó la ocasión para entrar sigilosamente y dejar los collares en la cama del chico, quizá ahora no querría usarlos pero aun así los dejo ahí, después de todo era su decisión si los tiraba o no, tras eso salió y caminó de nuevo hacia la sala, sentándose y buscando una posición cómoda al tiempo que se terminaba su café, soltó un muy largo suspiro ahora ya sabia claramente lo que le diría al chico, claro, esto si el menor se dignaba a apresurarse y salir, peor una chica, pensó y no es que llevase prisa o tuviese algo mejor que hacer, sino, que comenzaba a entrarle una ansiedad por no tenerlo entre sus brazos.

-¡Hey Gatito!- ¿Te falta mucho para salir?- le gritó de manera normal escondiendo por completo toda su ansiedad -Me aburro aquí sentado- insistió.

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

La verdad había perdido la noción del tiempo hasta que la voz de Byakuran le llamó, no sabía que había vuelto de haber ido a conseguir el café que quería, así que por eso se había estado tomando su tiempo.

-¡ah! perdón, ya voy.

Se acercó a la cama, dejando al gatito en la misma, para luego tomar rápido un par de prendas cómodas, se puso la ropa interior para luego ponerse un short de pijama y una camisa de tirantes que le quedaba más larga que el short, siendo honestos ya no saldría ese día, así que ya no había razón por la cual debía de arreglarse, peinó un poco su cabello con la mano frente al espejo, cuando de pronto escuchó el ruido de un cascabel en la cama, al voltear vio al pequeño jugueteando con los collares, pero... ¿cómo habían llegado hasta ahí? en un inicio no estaban, es más, el no los había tomado de nuevo y.... ¿Byakuran? pero... ¿en qué momento? Se arrodilló en el piso viendo los collares en la cama junto al minino, no sabía que era lo correcto ¿usarlos o no?.....

-¿quieres el tuyo?

Tomó el collar, cambiándolo por el listón que momentos antes tenía en el cuello el pequeño, vio luego el suyo, había dicho en un momento que no los necesitaban, pero en ese momento, después de haberse confesado de aquella manera, tomó el collar y lo colocó alrededor de su cuello, al igual que Figaro ahora pertenecía a Byakuran y a él, todo su ser ahora pertenecía al peliblanco, claro que como todo buen gato ese contrato no escrito se limitaba con un par de reglas las cuales solo él conocía en ese momento y que poco a poco le daría conocer al otro chico, finalmente bajó a figaro de la cama y caminó fuera de la habitación para reunirse con Byakuran, mientras tanto el pequeño podía hacer lo que quisiera.

-listo, perdona la tardanza.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

El gato al sentirse en “Tierra Firme” no tardó en ocuparse investigando su nuevo hogar pensando seguramente que lugares serían su cama a partir de ese momento.

Mientras tanto Byakuran al ver a Nerox no pudo evitar recorrerlo con la mirada y es que vamos todo el chico se le antojaba y más con esa ropa que dejaba al descubierto sus piernas, suspiró profundamente, debía controlarse tampoco quería que su relación, si, porque ya tenían una relación, se basara simplemente en sexo, no, a partir de ahora buscaría algo más, algo que, aunque jamás iba a decirlo, involucrara… sentimientos, resopló hasta el simple hecho de pensarlo le resultaba extraño y casi estúpido, pero en fin, además que tampoco era el momento para pensar en intimar con el menor, primero los asuntos pendientes.

Se había terminado su café así que con lentitud se puso de pie y miró sus ropas, no, en definitiva no iba a abrazar al chico así, por lo cual muy lentamente se fue desvistiendo, se quitó el calzado y lo dejo junto en algún sitio donde no estorbase, le siguieron los calcetines, la camisa y el pantalón, prendas que fue doblando lentamente y de manera pulcra y ordenada dejándolas sobre sus zapatos y escondiendo sutilmente entre la ropa su arma, quedó en solamente en sus bóxers negros y así volvió a acomodarse en el sillón -¿Tienes donde lavar la ropa? seria de mucha ayuda justo ahora- preguntó, pero no esperó a que le respondiera, simplemente extendió ambos brazos -Ven aquí- lo llamó con suavidad y con cariño quería sentirlo entre sus brazos, necesitaba saber y sentir que el menor estaba a salvo y que nada ni nadie lo dañaría.

Byakuran sonrió un poco al ver el collar en el cuello del menor y lo rozó levemente con sus manos -Te queda mejor de lo que imaginé- le comentó abiertamente y besó al menor en la mejilla en un gesto dulce -¿Cómo te sientes? ¿Estás mejor?-

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

Lo vio deshacerse de su ropa y definitivamente no pudo evitar sonrojarse ¿realmente intentaría seducirlo de nuevo? Bueno, no es como si en caso de que fuera intentarlo él fuera a poner demasiada resistencia, pero no era el momento, tenía demasiadas preguntas sin respuesta, aunque afortunadamente parecía que el otro pensaba igual que él ya que se limitó a extender sus brazos para abrazarlo, desde luego no fue mucho el tiempo que tardó en acercarse a él y sentarse sobre sus piernas, mientras lo abrazaba igualmente por el cuello.

-no, aun no consigo una lavadora, pero el edificio tiene servicio de lavandería.

Comentó sin poner mucha atención a la ropa del otro a final de cuentas, quería pasar más tiempo con él, aclarar sus dudas, aclarar su relación, la cual si bien habían acordado en algún punto, en ese momento no parecía del todo clara para él después de todos los acontecimientos recientes.

-si, estoy mejor, aunque.... confundido y.... un poco asustado....

Y esa era la verdad, si se ponía a pensar en las cosas, era obvia su confusión y mucho más que razonable su temor, pero por alguna extraña razón, el miedo que sentía no era infundado por Byakuran, es decir, no tenía miedo de estar a solas con él, o de que fuera a dañarlo, simplemente era un miedo que sentía por la situación reciente. Finalmente terminó acurrucándose contra el cuerpo ajeno, escondiendo su rostro en el cuello del chico, cerrando los ojos, estando así, entre sus brazos, se sentía un poco más seguro.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

Byakuran suspiró, era una pena lo de la lavadora pero en fin, ya vería como lavar su ropa, por ahora solo se limitó a abrazar a Nerox con fuerza, sin querer desprenderse de él, era algo estúpido ¿No? querer que el menor se quedara entre sus brazos por siempre y no solo eso, también desear ser indispensable, Byakuran quería que Nerox no pudiera vivir sin su presencia, sin sus besos y sin su cuerpo, su mente, ansiaba adueñarse de cada uno de los pensamientos del menor, de sus suspiros y de su respiración, si, era posesivo, ególatra, pero quería acapararlo única y exclusivamente para él, deseaba ser para el chico tan vital como el aire que respiraba, y como si con esos sentimientos no le bastase uno nuevo comenzaba a unirse a los demás…

El miedo.

Y aunque no lo sacaba a relucir, en el fondo estaba aterrado, todas estas sensaciones lo superaban, y más aun con todo lo que había acontecido en la plaza, en su mente no dejaban de dar vueltas miles de preguntas alrededor de Nerox ¿Y si en otra ocasión no podía protegerlo? ¿Y si alguien lo hería? peor aun ¿Y si el mismo perdía el control? no solo le daba miedo la seguridad del menor, si no también la propia, por primera vez en su vida se cuestionó sobre su salud mental, no deseaba que nadie, NADIE más tocara a su gatito y sabia que podría matar, no, que mataría al que se atreviera a herirlo así fuese con un minúsculo raspón, y eso le aterraba.

Él mataba sin remordimiento alguno si, mataba a quien fuese y disfrutaba del sufrimiento ajeno nunca iba a negarlo pero… tampoco podía andar disparando a cuanta persona se le pusiera enfrente a Nerox, corrección, si podía más no debía, ya que ¿Y el menor? si lo hiciera, Nerox terminaría apartándose su lado, se derrumbaría si tal cosa llegase a pasar, y era precisamente eso lo que alentaba un par miedos más, el primero a la dependencia, sabía que ya no podría vivir sin el chico aunque jamás iba a decírselo y él segundo y más importante de todos, el temor a que él, a que Nerox, SU Nerox le tuviese miedo, podría soportar que lo odiara, que lo repudiase , que le diera lástima si es que eso deseaba pero no resistiría que le que le temiera y para sus males eso era lo que había visto en su rostro tras haber matado a aquel tipo. Ocultó su rostro en el cuello de Nerox y un silencio profundo llenó la habitación, era demasiado.

-Mi dispiace- susurró en su idioma natal contra el cuello del menor con apenas un leve tono de voz, firme y masculino como de costumbre pero tan suave y pausado que denotaban claramente su sinceridad, “Lo siento”, fue lo que mencionó, lo apegó con más fuerza a su cuerpo, por primera vez Byakuran se estaba disculpando, él jamás lo hacía, el jamás se sentía culpable ni se disculpaba o pedía perdón, al menos no tan seriamente, no de una forma tan sincera y aunque no estaba del todo seguro si el menor le había entendido o no, era la única forma en la podía al menos por algunos segundos sentir un peso menos en su interior.

Byakuran esperó algunos momentos, en silencio, dedicándose a sentir su respiración y la de Nerox, no quería hacerlo, no quería explicarle, una parte de él deseaba borrar todo lo ocurrido pero supo que no iba a ser posible, el momento de enfrentar las cosas habia llegado, más rápido de lo esperado si, y había que enfrentarlo.

-Soy asesino- soltó de pronto apartándose del menor y mirándolo a los ojos -Mato personas, me pagan por ello y no me he arrepentido ni una sola de vez de hacerlo-finalizó con voz algo fría, casi cruel y mirándolo tan intensamente que estaba seguro de que podía llegar hasta lo más profundo de su ser con esa mirada tan penetrante y firme que era capaz de llegar hasta los más íntimos secretos refugiados en el interior de Nerox.

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

Abrazó a Byakuran una vez que esté se ocultó en sus brazos, era una sensación extraña, como si fuera él quien protegía al mayor y no al revés, pero no importaba, quería ser alguien especial para él, alguien que lo apoyara y que cuando el peliblanco necesitara alguien a quien abrazar, o en quien apoyarse, que pensara en él y que estuviera a su lado tal y como estaban en ese momento, le escuchó hablar y definitivamente no hablaba italiano, no sabía lo que había dicho, pero el tono con el que lo había dicho le hacía pensar que se estaba disculpando, pero no quería decir nada al respecto y que luego resultara que no había sido eso, no quería quedar como un tonto.

Sentir el cuerpo ajeno entre sus brazos junto a su respiración calmada por un momento le hizo pensar que todo iba a estar bien, incluso por un momento pensó que no le importaban las razones por las cuales Byakuran había asesinado a aquel hombre, tan solo lo quería a su lado, pero no estaba preparado para escuchar lo siguiente, su cuerpo se tensó al instante en cuanto escuchó las palabras "soy un asesino", la mirada ajena era fría y seria, hablaba completamente en serio, no mentía y lo sabía con ver la expresión en su rostro.

No quería creer lo que escuchaba, porque claro que lo creía, después de todo, ya lo había visto matar, pero... ¿vivía de eso? ¿ese era realmente su trabajo? debía admitir que era algo difícil de asimilar, no sabía que cara debía poner o que debía decir, sentía una fuerte opresión en su pecho y un hueco en el estomago, estaba nervioso y al mismo tiempo tenía miedo, estaba aterrado de poder perderle, no temía por su vida, si Byakuran fuera a asesinarlo, suponía que lo habría hecho cuando asesinó al otro hombre y no estarían pasando por esa situación, sin embargo, ¿que pasaría si Byakuran moría? ¿si se alejaba de él? era un sentimiento extraña, él, que tanto valoraba las vidas de los demás, no podía creer que a pesar de escuchar aquello, siguiera sintiendo un gran cariño por aquel hombre, ¿se estaría volviendo loco acaso?

-tu... ¿haz matado a niños?

Quizá sonaba a una pregunta estúpida para el otro, pero la verdad, necesitaba saberlo, quería pensar que todas las personas a las que mataban eran personas "malas" corruptos, otros asesinos, ladrones, violadores, no sabía... no quería saber si estaba en lo correcto o equivocado, pero simplemente si había matado a un niño, probablemente no soportaría volver a verlo, no podía creer que el hombre que lo había tratado tan dulcemente la noche anterior, el mismo que había salvado un pequeño gatito de las calles fuera un cruel asesino, en especial, no lo imaginaba matando a un niño que no tenía ninguna conciencia de la maldad del mundo, matar a un niño por dinero... eso si sería asqueroso y bajo.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

La sorpresa se notó de inmediato en el rostro del menor, pero él se mantuvo lo más sereno posible, sabía que su confesión iba causar esa reacción en el chico, lo que ahora le preocupaba era su segunda impresión, se percató también de la duda, de la confusión. Soltó un suspiro buscando hacerse de paciencia, no quería presionarle, debía esperar, si en verdad debían estar juntos las cosas debían seguir su propio curso. Esperó paciente e incluso suavizó un poco la mirada debido a la expresión de miedo que reveló la cara de Nerox, era lo que menos deseaba ver, lo que quería evitar y lo que al final, había conseguido.

El tiempo seguía corriendo y el menor no decía ni una sola palabra, Byakuran tampoco lo hacía, en la habitación solo podía oírse el ruido que hacían ambos al respirar, el peliblanco se cuestionó si acaso estaría enloqueciendo, el sentir tal apego por alguien, al punto de temer con una fuerza exorbitante perderlo no podía ser normal y menos aun el estar al cien por ciento seguro de arriesgar la vida propia, perderla incluso, con tal de protegerle, todo se estaba complicado demasiado, más de lo que alguna vez llegó a imaginar, pero en fin, las cosas ya estaban hechas y no iba a arrepentirse, lo mejor como siempre iba a ser enfrentar toda la situación aunque le resultase un fastidio.

Tras algunos momentos más, el menor finalmente se atrevió a hablar, la pregunta descolocó completamente a Byakuran quien no pudo ocultar su sorpresa, sinceramente no se esperaba que le preguntaran algo así, espera un rechazo, un golpe, quizá hasta un llanto desesperado pero ¿Esa pregunta? no, nunca se había planteado algo así, miró a los ojos del menor y supo de alguna, manera que su respuesta podría decir casi por el completo el rumbo de la situación, se puso ligeramente tensó pero tomó aire para responderle, la sinceridad ante todo.

-Nunca- respondió serio esperando que eso relajara el ambiente -No te mentiré, me lo han ofrecido muchas veces y por cantidades tan altas que con un simple trabajo tendría para vivir bien muchos años, y aunque estuve tentado en alguna ocasión, siempre me he negado- se explicó con voz monótona tranquila como si intentase hipnotizar a Nerox con su voz para calmarlo -No me resulta justo, ademas que es una estregía vil y repugnante, es parte de mi código personal, no matar niños y no matar por la espalda- finalizó esperando los comentarios del chico, deseando tener al menos algo a su favor al otorgarle tal respuesta.

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

La respuesta del peliblanco pareció quitarle un gran peso de encima, finalmente pudo respirar tranquilamente, Byakuran jamás había matado un niño y además tenía como "código" nunca matar a ninguno, era bueno saberlo, le hacía sentir más tranquilo, aunque, seguía sin entender el porqué era tan comprensivo con respecto al tema, el nunca había aprobado la violencia y mucho menos el matar a otra persona, pero muy dentro de él, esperaba que fuera un asesino de "personas malas".

-es bueno saberlo, la verdad no hubiera soportado saber que matabas a niños, yo... no me interesa saber que tipo de personas son las que asesinas, no creo que sea un tema del cual me guste hablar, o por el momento no me siento muy cómodo... por ahora creo que es todo lo que necesito y quiero saber....

Le dedicó una media sonrisa, la cual no era forzada, sino que simplemente el tema no le permitía sonreír de una manera más abierta, lo tomó de ambas mejillas y se acercó a su rostro dejando un suave y tierno beso en sus labios, podía ver lo inseguro y el miedo que tenía por su respuesta, quería hacerle ver que no lo perdería, que seguía igual de enamorado de él... a decir verdad, quizá esa era la razón por la que no le importaba el escuchar que era un asesino, porque estaba enamorado.

-agradezco tu confianza, e igualmente lo que desees saber de mi, te lo contaré.

Sabía que Byakuran estaba confiando ciegamente en él, ya que no lo había lastimado, le había explicado lo que pasaba e incluso se arriesgaba a que una vez solo lo delatara con la policía, cosa que claramente no haría, no le contaría a nadie al respecto.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

-Bien entiendo- fue lo único que se limitó a decir en cuanto el menor le comentó que no deseaba saber los detalles sobre su trabajo, eso relajó a Byakuran ya que él tampoco tenía muchos ánimos para contárselo y se sintió aun más tranquilo cuando Nerox le sonrió, no era una sonrisa completa pero era cálida y segura cosa que logró tranquilizarlo por completo. Se dejo besar sonriendo internamente, le daba algo de risa cuando Nerox lo besaba de esa forma, tomándolo por las mejillas, era algo posesivo, aunque todo indicaba que el menor no lo hacía con esa intención, y dulce a la vez, justo la mezcla perfecta.

Asintió con la cabeza y volvió a esconder su rostro en el cuello del menor, disfrutando de su calidez y de ese suavecito aroma debido a su recién baño, sonrió, de cierta manera le gustaba esa sensación de paz y podía imaginarse sin dificultad alguna regresando tras un largo y mal día de trabajo, o noche, cansado, probablemente sin muchos ánimos y con Nerox esperándolo ya en casa, Byakuran tras tomar su respectiva taza de café caminaría hasta el sofá y recargaría su cabeza en las piernas del menor e invirtiendo por unos momentos los papeles se dejaría “apapachar” mientras las palabras “Bienvenido a casa” salían de la boca del menor, quizá no iba contarle que tal su día, o los detalles del asesinato pero con tan solo ese simple gesto se sentiría completamente tranquilo.

Rió un poco en voz alta ¿Ese sentimiento era amor? ¿Cariño? o simplemente un anhelo estúpido, no lo sabía y a decir verdad le estaba mostrando a Nerox esa parte de él que muy pocos conocían y no tenía ni las mínima idea de porque lo estaba haciendo, recordó la confesión del menor, no le había respondido nada, lo apreciaba si, ¿Pero lo quería? o mejor dicho ¿Lo amaba?, la voz de Nerox diciendo aquel par de palabras, Te Amo, resonó en su mente logrando traer de vuelta esa calidez desconocida por él y muy, muy, muy en el fondo supo que correspondía esas palabras pero que aun no estaba preparado para decírselas en voz alta.

Se separó de él y le depositó un beso en la frente, apartándolo suavemente para enseguida levantarse y traer el paquete que antes habia dejado en la mesa -Si vamos a vivir… a frecuentarnos tanto es indispensable que tengas con que hacer café por las veces que yo venga- ¿Vivir? ¿Vivir juntos? por poco y decía eso, ¿En verdad ya planeaba que vivieran juntos? que mal estaba. Se acercó de nueva cuenta al chico sentándose a su lado y sacando una cafetera morada -Esto es una cafetera de expresso, pero no es una cualquiera, es una de diseñador y también prepara capuchinos, quizá el café cargado no te guste pero con esto podrás hacerte un delicioso café con leche o un chocolate caliente, se quedara aquí a partir de hoy ¿Si?- explicó mostrando el hermoso objeto, el uso era simple, solo se ponía en los compartimientos café, leche, agua, chocolate o lo que fuese dependiendo de lo que se quisiera preparar, se colocaba en la estufa, y tras algunos minutos el delicioso aroma comenzaba salir, listo para servirse.

-Te enseñaré a usarla y… si hay algo que quieras llevarte o tener en mi departamento solo dímelo y lo conseguiré o asegurate de llevarlo contigo cuando vayamos- bueno quizá no iba a decírselo en voz alta pero esta era su manera de medio formalizar su relación, dejó el objeto y se alargó para buscar en el bolso de su chaqueta un dulce, era un anillo que tenía un diamante de caramelo macizo, lo había comprado por que por alguna razón pensó en Nerox, no lo había entendido antes, pero ahora medio comprendía, lo sacó de la bolsita de plástico y con delicadeza tomó la mano del menor para colocárselo en su dedo -Bueno es oficial- fue lo único que dijo esperando que el menor entendiera a que se refería. Probamente estaba cometiendo el peor error de su vida pero justo en ese momento no le interesó.

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

"Si vamos a vivir..." esa frase le había terminado por formar la sonrisa completa, a final de cuentas había cambiado sus palabras, pero ahí estaba la idea, lo sabía, iba a decir "vivir juntos" no era tonto como para no darse cuenta, sin embargo lo dejó seguir hablando aunque su sonrisita decía un claro "sé lo que querías decir" y en cuanto lo pensó, le gustó la idea, despertar abrazado de Byakuran, verlo a casi todas horas, poder recibirlo en casa y con un beso darle la bienvenida, definitivamente sonaba de maravilla la idea, pero por ahora lo dejaría así, ya cuando Byakuran pensara que era buen momento entonces aceptaría que vivieran juntos, por ahora, era más que suficiente, tampoco quería apresurar las cosas.

-jejejeje está bien, intentaré hacer algún chocolate de vez en cuando, pero... creo que si deberías darme un curso en intensivo de como se manejan esas cosas, la verdad... soy un poco torpe manejando estos aparatos.

Lo cual era cierto, no tenía experiencia usando una cafetera, al igual que muchos otros instrumentos de la cocina, muchas veces terminó cortándose porque incluso el uso de un cuchillo era demasiado para él, una de las grandes desventajas de ser hijo único y para colmo uno muy mimado.

-y supongo que para llevar a tu apartamento..... ropa, eso es lo que necesitaría... ¡¡waa!! podría ir de compras y así tener un guardarropa nuevo! ¡que genial! pero entonces debería utilizar la tarjeta de crédito que me dio mi papi, pero si la utilizo no debo sobregirarme de nuevo o me va a regañar, si, entonces debo ponerme un límite, un límite.... ¿de cuanto estaría bien un límite? oh, no, mejor aún puedo tomar otro de esos trabajos de modelo y quedarme con la ropa que me den, el problema es que muchas veces no me gusta la ropa que modelo.. mnh... que dilema...

Si, había comenzado a divagar consigo mismo, imaginándose todo lo que iba diciendo, la verdad el solo y suelto andando de compras era un peligro para el crédito bancario de cualquier persona.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

Byakuran resopló mirando a Nerox con resignación y como no hacerlo si el chico traía en el rostro esa sonrisita del tipo “A mí no me engañas” y a pesar de que lo dejó pasar, el peliblanco sabía que el menor había terminado de hilar la frase inconclusa dentro de su cabeza, sin embargo no dijo nada, simplemente permitió que las cosas siguieran rumbo, no quería detenerse a pensar en eso, no aun, no cuando apenas medio había comprendido que acababa de iniciar una relación “formal” con alguien a quien tan solo conocía de un día. Se sobó las sienes con su dedo índice y pulgar, sin duda iba requerir de mucha paciencia.

-Podrás usarla no es nada del otro mundo, incluso yo que a pesar de ser guapo e inteligente, fui un chico que casi todo tuvo en bandeja de plata, si yo puedo tu podrás- sentenció en apenas unas palabras que parecieron entrar y salir por los oídos de Nerox quien más pronto que tarde comenzó a decir y hacerse el solo nudos sobre las cosas que deseaba llevarse al departamento. Byakuran lo miró con sorpresa y enarcando una ceja ¿Tarjeta de crédito? ¿¡Tarjeta de crédito sobregirada!? Ahora comenzaba a entender porque los hombres le huían a las relaciones formales, ya que de alguna manera supo que Nerox iba a ser dueño de sus “quincenas” ya habría pocas cosas que pudiera negarle. Resopló de nuevo. Paciencia. Paciencia.

Las palabras de Nerox siguieron fluyendo con agilidad casi sorprendente, Byakuran se preguntó cómo es que podía pensar en todas esas cosas al mismo tiempo y no podia hacer una simple taza de café, le quedaba claro que su gatito era un niño en exceso mimado e incluso se atrevería a decir malcriado de vez en vez, y eso no era todo, oh no, ya se visualizaba a su lado recorriendo tiendas y tiendas y tiendas Y TIENDAS en búsqueda de ropa, quizá sería bueno platicar un poco sobre ese tema ya que de ninguna manera pretendia ser cual perchero cargando bolsas. Atendió a cada una de las ideas que llegaban hasta sus oidos y cuando el menor llegó a la parte del modelaje su ceño se frunció. Ya, había sido suficiente.

Byakuran jaló de la playera al menor y unió sus labios con los del chico, obligándolo a abrir la boca para así colar su lengua y acariciar la Nerox de manera sugestiva, moviendo sus propios labios en un beso apasionado que buscaba acoplarse a la boca del otro, sintiendo la forma, las texturas y ese adictivo sabor que su gatito tenia, un sabor del cual a pesar de todo lo sucedido aun era dueño.

-Hablas demasiado- le susurró tras separarse mientras que su lengua aun buscando tentar un poco más a su “oponente” se deslizaba sutilmente por el cuello del menor.

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

Sus palabras surgían una tras otra sin que pudiera controlarlas, simplemente expresaba todo lo que pasaba por su mente, aunque de pronto hubo algo.... o más bien alguien, qien con sus acciones le había impedido el continuar hablando. Era un beso posesivo y el cual tenía la clara intención de callarlo, normalmente le molestaba que lo interrumpieran o lo hicieran calllar de buenas a primeras, sin embargo como muchas otras cosas que Byakuran hacía y a pesar de ser en un inicio de lo más molestas, ese beso le había encantado, incluso pensaba en que no le importaba cuantas veces lo callara, siempre y cuando fuera con un beso como ese, llevó sus manos al cabello del peliblanco acariciandolo suavement emientras sentía sus labios separarse de los propios apenas un poco y en contra de su voluntad, podía sentir su cálido aliento mientras le reclamaba el hablar mucho, lo cual le hacía confirmar la teoría sobre que lo había besado para silenciarlo, aunque ahora que los besos pasaban a su cuello también confirmaba su otra idea, amaba que lo callara de esa forma.

-ahhh... n..no es la primera vez que me lo dicen...

Es cierto, frecuentemente le decían que hablaba demasiado, aunque nunca se había sentido tan bien por hacerlo como en ese momento.

-mnhh... tu besas demasiado bien.

A pesar de no tener ningún otro beso con cual compara, y la verdad no le interesaba comparar, le facinaba sentir lo slabios del otro por su cuerpo, era algo exquisito que jamás cambiaría, para él no existía nadie mejor o siquiera comparable con Byakuran.

-¿cómo es que... con un solo beso lográs encenderme? Me haces perder la razón y tan solo puedo pensar en entregarme a ti..

Cntinuó acariciando el cabello ajeno, pasando las caricias hacía su cuello y luego a su espalda, disfrutando de la cálidez de su piel, la cual sintió la tentación de arañar kuy suavemente ronroneaba por los besos en su cuello.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

El peliblanco soltó una risa suave, amena y notablemente relajada dejándose acariciar el cabello después de todo le resultaba agradable sentir las manos del menor -Pues entonces deberías hablar menos- le dijo como un pequeño regaño percatándose de la molestia que su beso había causado al principio, lo cual le arrancó otra sonrisa, adoraba hacer refunfuñar a Nerox, admitía que era adorablemente divertido ver como se molestaba y era aun mejor quitarle ese “enojo” pues Byakuran se sabía completamente capaz de hacer sentir mejor al chico y eso aumentaba su orgullo.

Siguió la línea que marcaba el cuello de Nerox depositando pequeños y cálidos besos en su piel, disfrutando de ese momento de intimidad entre ambos, de esa reconciliación si es que así desean llamarle, sus manos delinearon los costados del chico para después colarse por debajo de su playera y así acariciar la tibia piel que se escondía tras la prenda, sutilmente, en una caricia que buscaba además de provocarle, conocer mejor el cuerpo del otro. Rió contra su cuello por las palabras mencionadas y se separó tan solo lo suficiente para poder mirarlo con una media sonrisa juguetona.

-Es un don especial gatito- dijo con seguridad y con un toque fingido de egolatría mientras besaba su frente un poco y reia en voz baja por los ronroneos que llegaban hasta sus oídos -No quiero que pienses en nada más- le besó la mejilla hasta llegar al lóbulo de su oído -Y ten por seguro que nadie, jamás, te besará o te amará como lo hago yo- agregó con seductora firmeza antes de atacar de nueva cuenta sus labios, con más ímpetu que antes, con pasión desesperada y con una incontrolable ansiedad de saborearlo y de adueñarse con sus manos inquietas, que subían por debajo de la playera, de cada milímetro de piel. Deseando así olvidarse de todo y de todos exceptuando al chico con quien compartía tal desborde de emociones.

No solo era Byakuran quien lograba que el menor perdiera el juicio. Nerox lo enloquecía, lo enardecía con cada gesto, con cada beso y con cada maravilloso suspiro que salía de sus labios, ya era demasiado tarde, le pertenecía por completo.

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

En un inicio pensó en "indignarse" por el comentario de que debía hablar menos, pero siendo honestos, no le importaba estaba más contento con sus caricias y besos los cuales le hacían sentir realmente querido, no es que no se hubiera sentido querido antes, había tenido una infancia llena de amor paternal, pero definitivamente no era ni por asomo parecido al amor de pareja que experimentaba ahora, sentirse estremecer por una caricia, que su corazón se acelerara a mil por hora por sus besos, todo era algo nuevo, que Byakuran le ayudaba a descubrir y le gustaba la manera en la que lo descubría junto a aquel hombre que era su primer amor.

-y yo jamás amaré a nadie, como te amo a ti Byakuran.

Y era cierto, su amor era inexperto, primerizo y ciego, estaba dispuesto a entregarse completamente sin restricciones, era la primera vez que sabía como era estar enamorado y daba todo de si, si corazón, su cuerpo y su alma, ya no podía evitarlo sus sentimientos eran como una pequeña bola de nieve que dejan rodar cuesta abajo en una montaña nevada, no podía detenerse y poco a poco iba creciendo cada vez más, dejaba que las manos ajenas lo tocaran cuanto quisieran, disfrutando su roce, dejándose llevar una vez más por la pasión de su cuerpo, apenas unos minutos le había llevado concertar una "cita" con Byakuran, apenas una hora entregar su cuerpo y después de un día a su lado ya había entregado todo al peliblanco, probablemente a esas alturas su vida ahora se dividía en un antes y después de conocer a ese hombre que lo tenía entre sus brazos.

-te amo... Byakuran, te amo demasiado...

Susurró contra sus labios antes de besarle una vez más mientras lo sostenía nuevamente de las mejillas, de una manera en la cual sabía que era suyo.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

Creer en las historias de hadas o en los cuentos de princesas no era lo suyo, seamos realistas, le parecía increíblemente absurdo que así de la nada y con tan solo una mirada las personas se enamoraran, se juraran pasar una vida juntos, tampoco creía en el príncipe que rescataba a la princesa, a su parecer la princesa no era más que una tonta por no haberse largado antes a buscar su amor y a vivir su vida con y por sus propios medios.

Pero… ¿Y entonces?

En su mente el peliblanco luchaba con la idea de que Nerox se hubiese enamorado de él tan fácilmente, con tan solo haber cruzado unas simples palabras y haber tenido una sola “Cita” peor aún, que él mismo se había enamorado del menor en tan corto periodo de tiempo “Como en un cuento”, es que no podía ser, ¡No podía creerlo! todo esto debía ser algún truco vil y sucio de su cerebro puesto que jamás se hubiese imaginado sentir tal afecto por alguien, ¡Nunca paso por su mente!

Y sin embargo ahí estaba, Byakuran Millefiore audaz asesino besaba con ansiedad, con pasión y si, con amor, a alguien que había conocido en un bar ¡Un bar! No es que fuera la primera vez que se besuqueaba o llegaba aun mas lejos con alguien desconocido que le resultaba atractivo, la diferencia era que ahora realmente le importaba la persona con quien se estaba involucrando. Era tonto, inverosímil, estúpido y era su maldita culpa, él mismo era el culpable de encontrarse en esa situación.

No, un momento, no era su culpa. Culpaba al chico, si, a ese niño enamoradizo e inexperto que había logrado cautivarlo con su actitud atrevida e inocente a la vez, con su repentina confesión de amor que insistía en repetirle, grabando con fuerza las palabras en su mente “Te amo… te amo demasiado” ¡Si! era su culpa y punto a partir de ahora todo lo que sucediera con respecto a sus sentimientos seria culpa de Nerox, the end, fin, finito, punto final.

Byakuran se limito a sonreír con un toque de perversidad tras recibir el beso en los labios, con una de sus manos apartó uno de los mechones del cabello de Nerox, SU Nerox, le besó la frente, la nariz y las mejillas hasta depositar suavemente un beso en sus labios, primero un roce, algo sencillo, puro y sin malas intenciones, soltó una pequeña risa irónica contra la boca del menor -Es tu culpa- reafirmó más para sí mismo que para el menor y como ya venía siendo su costumbre no le dejó tiempo para reclamos, sino que atacó su boca jalándole el labio inferior mientras finalmente le subía la playera de tirantes para aventarla por algún sitio, era demasiada tentación no podía ni quería resistirse, como pudo se fue acomodando en el sillón a manera de quedar sobre el chico, sin dejar de besarlo ni por un segundo sin importar que les faltara el aire, no deseaba perderse ni un segundo de su sabor, una de sus manos ya recorría el torso del chico mientras que la otra le acariciaba la mejilla con delicadeza, algo totalmente contrario a su beso, demostrando así un secreto cariño, demostrándole que el sentimiento aunque no era expresado con palabras, era correspondido.

{Le contestare a Miharu el post por poco y me olvido de ese rol perdon ;_;}

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

Byakuran parecía decidido a confundirlo y luego besarlo, hacerle perder la cabeza, tenerlo loco por un beso, un toque, una caricia, una palabra, no importaba que hiciera lo hacía disfrutar su compañía, sonreír... amarlo, y era en serio lo amaba como jamás amaría a nadie, era un sentimiento incomparable el enamorarse por primera vez, la sensación de entregarse a alguien y realmente disfrutarlo, sentirse tan unido a alguien, a pesar de ser tan solo un día lo que tenían juntos había sido un día tan intenso, había conocido cosas oscuras sobre el chico a su lado y no le había importado, se habían amado con pasión, se había enojado con él y lo había perdonado, había llorado, había reído, ahora tenían una mascota y sabía que tan solo estaban a un paso de comenzar a vivir juntos o si bien no compartirían un techo era casi seguro que pasarían más tiempo durmiendo uno en la casa del otro que por separado, todo era como si más que un día ya tuvieran una vida juntos y para él, eso era fantástico y perfecto.

Sintió la camisa desaparecer como barrera entre ambos y no se resistió en lo más mínimo, no tenía pena de estar al desnudo frente a Byakuran, ya lo había estado una vez, además lo hacía sentir tan hermoso, tan deseado que no había necesidad de cubrirse, si alguna vez había pensado que tuviera alguna clase de defecto, algo que no le gustara, estando con Byakuran todo defecto desaparecía, lo hacía sentir tan bien consigo mismo que en consecuencia se sentía de maravilla a su lado.

Sintió la mano recorriendo su mejilla mientras sus labios se encontraban ocupados con los de su acompañante, alzó la mano y tomó aquella con la propia, buscando la manera de acariciarla, entrelazar sus dedos, haciéndole saber que entendía sus sentimientos, entendía su amor, a pesar de no escucharlo de su boca todas sus acciones se lo hacían saber y quería que lo supiera, no lo avergonzaría diciéndolo en voz alta, simplemente se lo diría en su idioma, silencioso y gentil, de la misma manera que podía ser dulce podía ser alguien realmente libidinoso y lo comprobaba por el beso y caricias en su torso.

Se separó de sus labios para luego ser él quien atraía al otro con su mano libre hacía su cuerpo, comenzando a besar su cuello, dando suaves mordidas mientras disfrutaba la suavidad de la piel ajena.

-you're so perfect to me.

Susurró en su oído antes de volver a sus labios, besándolo de nueva cuenta, entregando todo de si en ese beso.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

Byakuran sonrió ampliamente ante las respuestas a sus caricias y le permitió al menor entrelazar sus dedos con su mano que hasta entonces acariciaba su mejilla, era cálido y eso le gustaba en demasía, por un momento dudó en que Nerox le permitiría desvestirle, no después de todo lo que había sucedido y a pesar de que medio se habían aclarado las cosas, y era adecuado decir medio porque la verdad era que habían muchas sin mencionar, como los riesgos que corría estando a su lado o el asunto con su compañero de trabajo del bar, con quien al parecer se había llevado bien, cosa que al peliblanco no le agradaba ni en lo más mínimo, pero ¿Qué podía él hacer al respecto?, nada, absolutamente nada, al menos no de momento, por eso tuvo por un momento la sensación de que el otro lo miraría con temor, pero no fue así, para su fortuna, ya que justo ahora teniendo a Nerox semi desnudo bajo cuerpo no podía pensar en una solución lo suficientemente coherente.

No dejó de besarlo ni un momento, ni si quiera para respirar pero finalmente fue el menor quien cedió ante el contacto dejándose llevar por la falta de oxigeno, apartándose lo suficiente de él para poder llevar acabo tan valiosa necesidad de respirar, el peliblanco lo miró a los ojos sin despegarse de él, pegando su frente a la del chico y mirándolo con profunda intensidad durante unos segundos, sabia que no había necesidad de querer dominar a Nerox, no ganaría nada con siquiera intentarlo, pero sabia que si lo miraba justo como lo hacia ahora, el chico por sus propios medios se entregaría a él completamente y eso lo extasiaba, adoraba tener esa pequeña clase de control y le encantaba aun más que Nerox, aunque secretamente, también tenia el poder de controlarlo, aunque fuese mínimamente, con su explosiva personalidad, como ahora, que era el chico quien había tomado la “iniciativa” y se dedicaba a besarle y morderle cuello, gesto que lograba encenderlo aun más y después… después le susurraba aquellas dulces palabras, libres de toda lujuria, de todo deseo carnal y llenas de tanta sinceridad que lograba que su corazón latiera sintiéndose más vivo y… feliz que nunca.

Le respondió de nueva cuenta el beso, colando su lengua dentro de la boca del chico para juguetear un poco y poder explorar todos y cada uno de los rincones que podía, su mano, la que no estaba entrelazada con la Nerox, se deslizó sutilmente por la piel del torso hasta llegar con un nuevo objetivo, la entrepierna del menor, la cual no dudo en presionar firmente, buscando que así como los labios y el cuerpo de Nerox, respondiera a sus toques, jactándose además de saberse el único que podía excitar al menor en tan poco tiempo, con tan solo un roce. Se apartó de sus labios para bajar a su cuello, el cual mordió con algo de fuerza, con toda la intención de dejar una clara y notoria marca en el sitio, que mostrara ante el mundo entero de ser necesario que él era su dueño y que nadie, absolutamente nadie más podía tocar a su chico, quizá su gesto y su ansiedad por marcarlo podían parecer exagerados, gestos territoriales, y es que no lo admitiría, pero era increíblemente celoso y no porque le faltase la autoestima, oh no, mas bien porque odiaba que le quitasen lo que por derecho le pertenecía.

Siguió su camino de mordidas y lamidas por el largo del cuello del chico mientras su mano masajeaba la entrepierna del menor, de manera lenta, aun sobre la molesta tela, rozando “accidentalmente” su entrada, buscando que se sintiera tormentosamente ansioso, se inclinó hacia uno de los pezones y paso su lengua rodeando aquel pedacito de piel, soplando después para incrementar la sensación y enseguida sin darle tiempo, morderlo y jalarlo con sus dientes, soltó la mano que enlazaba con la de Nerox para poder ocuparla también acariciando el otro pezón del menor, no quería dejar ningún detalle sin atención. Se acomodó un poco mejor sobre el chico, estando en el sillón tenían un espacio algo reducido pero no planeaba moverse de sitio, subió la mirada para ver el rosto de Nerox, le encantaba mirar las expresiones que ponía cuando hacían el amor y claro estaba también adoraba escucharlo jadear y gemir. No quería perderse de nada.

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

Caricias, besos, su respiración agitada o entrecortada, sentir como le robaba el aliento, todo era perfecto, le encantaba sentirlo, era una sensación única, era casi como estar en un escenario siendo admirado y apreciado por su trabajo, sin embargo en este escenario solo estaba el sofá en el que a duras penas cabían y su único público era el mismo Byakuran, y no tenía que ser perfecto, tan solo tenía que ser él, dejarse llevar por el peliblanco que parecía saber exactamente lo que deseaba, pasando sus labios a su cuello, dejando marcas las cuales no le molestaban, al contrario, las presumiría posteriormente utilizando ropa que permitiera a los demás ver que había alguien en su vida, alguien de quien no se avergonzaba que cuantos lo vieran supieran que lo había poseído la noche anterior.

-mnghhh.. Byaku...

No podía evitar gemir su nombre y abrir un poco más las piernas permitiendole tocar y admirar todo de su cuerpo, le pertenecía completamente al peliblanco y no se preocupaba por algún prejuicio de su parte, le gustaba ser atendido, ser amado, era como un gatito buscando cariño, no dependía tan solo de ese cariño, pero se dejaba querer y mimar completamente, cerró los ojos y gimió suavemente sintiendo que jugaba con sus pezones, la mano que antes entrelazaba sus dedos ahora se encontraba acariciando su cabello, guiándolo por su pecho diciéndole de esa manera donde deseaba recibir atenciones ahora y sin pensarlo siquiera poco a poco lo fue empujando hacía abajo, quería sentir los besos más "hacia el sur" aunque por supuesto las caricias de su mano eran demasiado buenas y lo satisfacían realmente.

-ahh... quiero más.. Byakuran... más..

Entreabrió los ojos viendo directamente al otro y no pudo evitar sentirse más excitado, el simple hecho de verlo, saber que lo veía, que lo tocaba, saber que el mismo Byakuran se excitaba al verlo, lo hacía sentirse deseado.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

Sus caricias seguían ansiando borrar los vestigios de aquel tipo en la piel del menor, si bien no lo había tocado “Demasiado”, el peliblanco tuvo la necesidad de hacerle saber a Nerox que jamás iba permitir que algo así ocurriera de nuevo, que otros labios u otras manos lo tocaran, no sin su consentimiento. ¿Ven a lo que se refería? a ese pequeño control que Nerox tenía sobre él, era obvio mientras sentía como el menor lo empujaba con sutileza hacia abajo, guiándolo discretamente hacia los lugares en los que deseaba ser acariciado, rio un poco y “obedeció” a esa silenciosa petición del chico, dejando sus pezones para bajar lamiendo y depositando suaves besos en su vientre hasta el borde del molesto short que cubría su intimidad. Le devolvió la mirada, cálida, juguetona y claro esta lujuriosa, como previniéndolo de lo que estaba por acontecer, diciéndole sin palabras lo mucho que lo desea, lo mucho que lo quería.

Las manos de Byakuran deslizaron hacia abajo la tela del short, besando poco a poco lo que iba dejando al descubierto, el bulto oculto aun por la ropa interior, sus muslos, sus rodillas, hasta finalizar en sus tobillos, sacando por completo la prenda, ahora ambos estaban en iguales condiciones, solamente en ropa interior, le sonrió un poco y regresó por el mismo camino de besos acariciando sus suaves piernas como si temiese que con tan solo ese roce Nerox pudiera desaparecer.

Se inclinó de nueva cuenta a su entrepierna, la cual comenzó a besar y a lamer aun sobre la tela del bóxer, aprovechando la apertura de piernas del menor para acomodarse un poco mejor y de igual forma poder empujar con sus dedos suavemente en la entrada del chico, provocándolo, buscando torturarle un poco a pesar de que el mismo ya se encontraba bastante excitado y estaba haciendo uso de todo su auto control para no poseerlo de inmediato, no, primero quería a hacerlo sentir, quería desearlo antes de poder llevarlo al límite. Sonrió un poco cuando le pidió más ¿Había mencionado ya que le encantaba oírlo? Sin más finalmente se deshizo de la última prenda de Nerox y sin pensarlo mucho cubrió con su boca el miembro del chico dando una pequeña succión antes de empezar a moverse lentamente mientras sus manos se dedicaban a acariciarle.

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

Sintió que su aliento se iba cuando vio como lentamente retiraba el short, relamió sus labios ansioso de sentirlo, sus manos bajando lentamente por sus piernas mientras la prenda desaparecía, aunque el boxer continuaba en su lugar, estaba excitado y aunque nunca le había provocado excitación o placer ver su propio cuerpo, en ese momento ver el bulto bajo su boxer le hacía desear más, no por alguna clase de pensamiento narcisista, sino por saber que sería "atendido" por Byakuran, eso era lo que hacía su cuerpo arder de placer, sintió los dedos del peliblanco jugando superficialmente con su entrada y se sintió estremecer, quería más, pero ahora parecía que su voz se había perdido y solo daba paso a roncos gemidos y su cuerpo tan solo se estremecía de placer mientras trataba de mantener sus ojos abiertos para ver al otro jugando con él, y cuando el bóxer desapareció, cerró los ojos un momento, no avergonzado, sino deseoso de lo que seguiría.

-ahh!

La boca de Byakuran se sentía caliente en torno a su miembro lamiendo y succionando, abrió los ojos y no pudo evitar apoyarse un poco sobre sus codos para tener una mejor vista, quería verlo todo, ver como Byakuran tragaba su miembro, lo acariciaba, estaba al limite del orgasmo tan solo con aquella visión, ¿eso lo convertía en un vouyerista? deseaba verlo todo, y entonces por un momento imaginó como debía verse Byakuran penetrándolo de la misma manera en la que en ese momento su miembro entraba en su boca, movió un poco sus caderas demostrándole que le gustaba lo que hacía, ¿dónde estaba su celular en ese momento? quería grabarlo, quería tenerlo en vídeo, Byakuran lamiendo y succionando su miembro dandole tanto placer que no creía posible, maldito celular fuera de su alcance.

-ahhh... mnnghh... m..me encanta ver... ahh.... y es tu culpa...

Susurró suavemente, mientras seguía disfrutando, sintiendo que estaba a punto de terminar, sentía que se estaba volviendo un pervertido, jamás imaginó que sería así en la intimidad, pero lo era, un pervertido que no se negaría a los pedidos de Byakuran y que por supuesto intentaría cosas nuevas que les brindaran placer a ambos, luego le pediría permiso para que se grabaran, por ahora tan solo disfrutaría, cerró los ojos un momento, tratando de no correrse en la boca del peliblanco, pero era inútil seguía sintiendo sus caricias y podía imaginarlo perfectamente, mordió sus labios y trató de contenerse, pero era demasiado y sin poder aguantar más terminó en la boca del otro, gimiendo una vez más y sintiendo el delicioso espasmo recorrer su cuerpo, tensándolo y relajándolo al mismo tiempo, esa sensación única que solo Byakuran era capaz de provocar en él, había terminado rápido, pero a él no le molestaba, habían sido tan intensas las sensaciones y la vista que le había ofrecido el peliblanco, que no le importaba el tiempo en ese momento.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

No se detuvo, Byakuran continuó brindándole atenciones al miembro del menor, succionaba y lo metía y sacaba de su boca asegurándose de pasar sus dientes por el largo, miró de reojo la expresión en el rostro de Nerox y sonrió internamente, sin duda era su placer personal escucharlo y verlo gemir única y exclusivamente para él. Podía sentir claramente los pequeños espasmos en el cuerpo del menor, indicadores de un ya cercano orgasmo por lo que incremento más sus movimientos, probando aquel líquido que comenzaba a salir de la punta de su miembro y como suponía no tardo en ocurrir. Se separó de Nerox mientras un poco de su semen le escurría por los labios, lo había tragado por supuesto, rio un poco y se relamió los labios mirándolo con perversión. -Eso fue rápido- le comentó con una sonrisa picara que después se convirtió en una risa.

Subió lamiendo por el cuerpo del menor para después besarlo en los labios y pasar a su oído -No me culpes de tus perversiones gatito- le dijo de buen ánimo, si alguien viera a Nerox por la calle o durante su trabajo no se pensaría que tuviera una mente tan pervertida como justo ahora le demostraba, actitud que además de todo le fascinaba, pues le daba pie a poder intentar muchas cosas junto con el menor durante sus momentos de intimidad, los cuales ya se aseguraría fueran varios.

Regreso de nuevo su boca a los labios del menor, mordiéndolo y besando con pasión, introduciendo su lengua a la boca del otro para poder conocer mejor esa área, el mismo se encontraba ya tremendamente excitado y se aseguró de hacérselo saber al chico apegando su entrepierna aun cubierta con la tela al cuerpo de Nerox, su manó viajo rápidamente hasta el trasero del chico, apretándolo un poco para después meter de golpe dos dedos en su interior, abriéndolos como tijeras y besándolo con más intensidad para que ahogara sus gemidos en ese beso mientras se dedicaba a tocarlo.

-Me asegurare de cumplir tus fantasías- le jadeó en su oído al tiempo que sacaba sus dedos y se deshacía de su propia ropa interior, lo miró intensamente y le abrió las piernas al menor con algo de brusquedad, jalándolo un poco más a su cuerpo para después penetrarlo con firmeza, no por completo, pues sabía que el menor aun no estaba acostumbrado a una entrada tan tosca, por lo que se contuvo y lo hizo poco a poco pero con precisión, asegurándose de que el menor pudiera sentir cada milímetro de su ser en su interior, gimió un poco, la estrechez del chico era deliciosamente irresistible, volvió a besarlo mientras terminaba de entrar, extasiado al sentirse de nueva cuenta unido con la persona que hasta el momento más quería.

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

-tonto....- Susurró casi para si mismo cuando dijo aquello de haber sido rápido, sabía que era verdad, pero no le interesaba mucho ese problema, así que tan solo cerró los ojos un momento, dejándolo hacer, sintiendo como su lengua subía, dejando un camino húmedo a su paso, el cual por cierto, le encantaba.

-mngghh.. claro que es tu culpa...

No sabía de que manera podría ser culpa de Byakuran, pero tampoco quería admitir del todo que era, tal y como el decía el otro, sus propias perversiones, pero no era momento de preocuparse por eso, tomó sus mejillas y correspondió el beso, permitiendo que su lengua paseara por su boca, tensándose un poco al sentir la entrepierna del otro pegarse a su cuerpo, estaba duro y de tan solo sentirlo deseaba tenerlo dentro, aunque parecía que el sentimiento era el mismo, ya que no tardó mucho en sentir los dedos de Byakuran dentro de él, acostumbrándolo poco a poco a la invasión.

-más te vale...

Susurró con la voz ronca por el deseo, sintiendo como era un tanto brusco en sus movimientos, cosa que no le molestaba del todo, aunque cuando lo sintió entrar casi por completo no pudo evitar tensarse y abrazarse con fuerza al chico.

-aghh!! mnnghh... Byaku....

No pudo evitar sentirse algo incómodo al sentirlo entrar con fuerza, dolía y era extraño, como la primera vez, pero eso no evitaba que le gustara, en especial cuando sabía el placer que sentiría una vez que su cuerpo se acostumbrara, lo abrazó fuertemente y lo besó algo torpe mientras sentía como entraba lentamente, adoraba eso de él, que fuera dulce cuando debía serlo, que se preocupara por él, eso era lo que hacía que se enamorara más a cada momento.

-ah... te amo Byaku...

Susurró contra sus labios, moviendo un poco sus caderas una vez que su cuerpo estuvo más relajado.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

Le respondió el beso con sencillez y de manera no tan esmerada, solamente con un toque de dulzura para ayudarle a tranquilizarse un poco y a olvidarse del dolor que le había provocado ¿Cuántas veces lo habían hecho ya?, no eran tantas como su perversa mente suponía sin duda alguna pero aun así en parte se sorprendió que el chico aun pudiera sentir algo de dolor, vamos, básicamente era porque no estaba acostumbrado a ser cuidadoso por la otra persona y generalmente como le importaba nada el daño que pudiese causarle nunca se había preocupado por atender a los pequeños gestos de dolor de la persona con la que se enrollaba, pero en fin, esos eran otros asuntos que quería por ahora dejar atrás, principiante o no, su prioridad en este instante era Nerox y su cálido y excitante interior.

Rodeó con uno de sus brazos el suave y desnudo talle del menor para apegarse un poco más y de esa forma poder empujar su pelvis con firmeza en una primera embestida una vez que lo sintió relajarse, ahogo un gemido contra los labios de Nerox y hundió un poco sus dedos en su piel, era algo increíblemente delicioso, adictivo, y apenas había comenzado a moverse.

Byakuran le sonrió -Perfecto- murmuro en el oído del chico mordiéndole suavemente el lóbulo de la oreja mientras una nueva embestida acontecía, seguida de otra y otra a un ritmo si bien no rápido, si constante y certero, su mano libre bajó recorriendo el cuerpo de Nerox hasta encontrarse de nueva cuenta con su miembro el cual comenzó a acariciar muy suavemente en sutiles provocaciones para excitarlo aun más.

No había pasado por alto claro, aquel “Te amo” que fue pronunciado por la boca del menor y aunque el también lo amaba, cosa que había dejado salir sin querer momentos antes, no se sintió lo suficientemente preparado para decirlo así tan abiertamente en un momento tan intimo, así que limitó a besarlo con todo el cariño que pudo demostrarle con tal gesto.

{Off: Perdona la tardanza he estado en cama con bronquitis todas mis vacaciones ;_; }

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

Podía sentir la suavidad y cariño con el que Byakuran lo trataba y esa era otra de las cosas que lo volvía loco, sentía como realmente se preocupaba por él y lo cuidaba y mimaba en todos los sentidos, poco a poco el dolor fue cediendo gracias a su cuidado, los brazos del otro alrededor de su cintura y los movimientos suaves de cadera lo hacían enloquecer y estremecer, cerró los ojos y por un momento recordó esas escenas de las películas románticas donde los toques eran suaves roces de piel y la protagonista estaba feliz por ser una con su amado y entonces supo que si era real, que en la vida real también podrían suceder las películas románticas, con sus momentos de acción y suspenso, en ese momento estando en los brazos de Byakuran estaba seguro de que su vida en ese momento era más de lo que jamás hubiera imaginado, era perfecta por el simple hecho de estar en los brazos del otro y el murmullo en su oído lo confirmó a la vez que el movimiento de caderas y caricias le robaban suaves gemidos.

Sus brazos aflojaron el agarre tenso de antes, acariciando un poco el cuerpo de Byakuran con suavidad, y aquel beso fue lo suficientemente dulce para sentirse derretir en los brazos del peliblanco, sabía que no había contestado a su "te amo" con palabras, pero en ese poco tiempo juntos sentía que lo conocía lo suficiente como para poder estar al 100% seguro de que ese beso era su respuesta, él también lo amaba, lo amaba tanto como para poder besarlo de esa manera tan suave y tierna que hacía su corazón palpitar a mil por hora y a la vez robarle el aliento. Le correspondió con el mismo cariño haciéndole saber que lo entendía, sabía que ese beso era su respuesta, la verdad es que en un cierto punto las palabras sobraban y sentía que ese era justamente el momento, sus manos recorrieron sus brazos suavemente, acariciándolos, sin dejar de besarlo, no quería ser él quien rompiera el beso esta vez, quería seguir besándolo hasta que ambos estuvieran llenos de los labios del otro, aunque eso parecía imposible.

(Off: No te preocupes, yo también he andado mala x.x)

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

Siguió con el beso lo máximo que le fue posible, disfrutando también de las caricias que el chico le brindaba con mucho cariño, al final rompió aquel contacto preso por la necesidad de oxigeno y de un movimiento de caderas más acelerado, le dirigió un suave y cálida sonrisa, robándole un rápido beso antes de sujetarlo con firmeza para poder embestirlo con más fuerza y ansiedad, buscando tocar de nueva cuenta ese punto en el que el menor explotaba de placer.

Mientras, sus labios se deslizaban por la mejilla de Nerox, besando su oreja y mordiéndole el lóbulo también, brindándole pequeñas estimulaciones a esas zonas erógenas. Las penetraciones fueron en aumento mientras el peliblanco ahoga sus gemidos en la boca de Nerox, recorriéndola con sus labios y con su lengua, absorbiendo todo de ella, lo máximo que le era permitido, una de sus manos se encargaba de mantener el equilibrio mientras que la otra se ocupaba en atender el miembro del chico con sutiles pero experimentadas caricias que pretendían arrancarle más de esos deliciosos gemidos que tanto le encataba oir.

De manera que así, cuidaba que ambos pudieran disfrutar mejor de ese encuentro que para gusto de Byakuran no era fortuito, era real, serio, y podría repetirse las veces que deseara, que ambos desearan, lo cual lo hacía tan inmensamente y estúpidamente feliz que por un momento se sintió algo patético, pero trató de dejar eso a un lado, despues de todo ¿Quién dice que no se puede ser feliz y estúpido por un dia? Nadie, asi que se dejo llevar, se dejo guiar por todas esas nuevas y fabulosas sensación que le provocaba Nerox, se dejó arrastrar cual casa por un tornado o un huracán, y no le intereso nada más que su presente, el ahora que estaba viviendo junto al menor.

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

-ahhh...

No pudo evitar soltar un sonoro gemido cuando el ritmo cambió del suave y lento a algo más brusco y profundo, claro, esto no significaba que no le gustaba, sino que no lo había esperado, cerró los ojos un momento y se dejó hacer mientras seguía abrazando y acariciando la piel del peliblanco, era suave y tersa, se dejaba besar y poco a poco se acercó a sus labios, correspondiendo el beso, ahogando sus gemidos contra los labios del otro, sintiendo como los gemidos de ambos se ahogaban en aquel nuevo beso.

-mnngghh.. Byaku....

Arañó suavemente la espalda del otro, quería marcarlo como suyo, saber que solo le pertenecía a él, a pesar de que nadie vería su espalda, no le importaba, Byakuran era posesivo con él y él también lo era con el peliblanco, lo amaba y lo deseaba tal punto que pensaba que era posible que aquello se convirtiera en una obsesión, pero no le importaba, le encantaba sentirse así por él, en especial en ese momento en que sus cuerpos eran uno y podía sentir su cuerpo excitado, sintiendo como el otro golpeaba en su interior una y otra vez, sintiendo de pronto como golpeaba un punto más sensible que le hizo aferrarse al cuerpo del otro y gemir sonoramente.

-¡ahh!

(perdóoooooon por tardar, pero no había podido inspirarme con Nerox DX pero ya lo logré 8D)

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

Aumentó el ritmo, más rápido, más fuerte, más profundo. Más, más, más. Quería estar completamente saciado de Nerox, aunque comenzaba a creer que no iba a estarlo jamás, tuvo también la repentina necesidad de no solo poseerlo, también de hacerle saber que no iba permitir que se fuera, que no dejaría que se apartase de su lado si es que podía evitarlo. Lo quería, quería a ese chico con una pasión y una locura desenfrenada que le era tan difícil de entender causándole a la vez cierta angustia por perderle.

Byakuran lo miró a los ojos en medio de aquel arranque pasional que ambos compartían y lo besó con ansiedad como si aquel fuera el único y último momento que iban a compartir, lo acarició, lo miró y lo besó como si no hubiese un mañana y al mismo tiempo con tanto deseo y lujuria que en mezcla eran una explosión de emociones que se liberaban por todo su cuerpo en ligeros espasmos y gemidos de placer que le anunciaban que estaba por llegar a su límite, resistió un poco ese impulso placentero, buscando que Nerox llegara al mismo nivel, estimulándolo un poco más con sus carias en su miembro y sus embestidas que no cesaron ni un momento, gimió un poco al sentir el arañazo en su espalda, había sido suave pero lo aun así sabia que le dejaría una marca, le fascinaba ese carácter tan posesivo y atrevido de Nerox.

-Hmm Nerox…ya no puedo resistirlo más- gimió casi contra el oído del otro al tiempo que finalmente terminaba en el interior del menor, dejándose llevar y disfrutando de un delicioso orgasmo. Se dejó caer con suavidad sobre el chico aun jadeando, y se tomo la libertad de cerrar los ojos un momento, solo disfrutando del contraste del cuerpo tibio del menor con el suyo que a pesar de todo, se encontraba a una temperatura algo más baja.

Soltó un suspiro y sonrió, todo era una locura, una maravillosa locura.

{No te preocupes ^^}

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