Mi lugar! (Nerox Kobayashi)

Resopló de mala gana cuando tomaron el taxi, vamos que no le hubiese molestado caminar un poco más sujeto a la cintura del chico, además que le resultaba deleitable observar las reacciones de la gente en la calle al percatarse de que ambos eran chicos, pero en fin lo mejor era mirar el lado positivo del asunto, así que simplemente le restó importancia hasta llegar al edificio en el que Nerox vivía, lo miró morderse el labio de nuevo y sonrió sincero, comenzaba a gustarle ese gesto, le daba al chico un toque de inocencia que resaltaba de maravilla con su aire extrovertido.

Finalmente llegaron al piso, el peliblanco se hizo a un lado permitiéndole abrir la puerta e iluminar el sitio para después adentrarse en la residencia, Byakuran de inmediato pensó que el chico exageraba al decir que no era la gran cosa, claro que era notablemente más simple y pequeño que su apartamento pero no estaba tan mal, las combinaciones de color eran perfectas, al igual que los muebles y esas marcas en la pared le recordaban sin duda alguna a Nerox, el departamento parecía acoplarse a la perfección con el pelirosa. Se tomó la libertad de recorrer un poquito el sitio sin ir demasiado lejos, solo haciendo una veloz valoración del lugar. - Me gusta tiene lo básico para un joven soltero y creo que te va muy bien- dijo sonriendo.

Byakuran enarcó una ceja y miró directo a los ojos del chico, que amablemente le ofrecía bebida, parecia que toda esa iniciativa estaba desapareciendo y que las cosas amenazaban con enfriarse, cosa que obviamente no le gustaba, si ya habían empezado algo ahora debían terminarlo, asi que negó con la cabeza y se acercó a Nerox para rodearle la cintura por detrás, subiéndole la camisa un poco para tocar directamente la piel de su vientre al tiempo que le mordía con suavidad el lóbulo de la oreja -tenemos asuntos pendientes gatito- le susurró de forma sensual, con voz lenta y algo rasposa para provocarle -Asi que cuéntame ¿Qué tan inexperto eres en esto?- cuestionó puesto que él tenia una tendencia a ser algo brusco y sinceramente no quería arruinarle la velada al chico haciendo algo demasiado agresivo y menos aun si el pelirosa no había tenido antes un encuentro similar.

-Se sincero gatito- advirtió casi con un deje de cariño -dime si como mínimo te han dado un beso en los labios-.

Se sorprendió un poco por las palabras del chico, quizá era que su mente ya le jugaba una mala pasada pero aquel “me gustas” le había sonado bastante sincero, y no solo por el aspecto físico, vamos ¿Acaso eso era posible? ¿podría gustarle a alguien con tan solo un par de horas de conocerse? sonaba algo ilógico si lo veíamos con claridad, pero en fin se preocuparía mas tarde de eso, por ahora solo le interesaba el cuerpo que se encontraba bajo de él, quería escuchar salir de los labios de Nerox esos suspiros de placer.

Su mente se olvidó de esos pensamientos en cuanto sintió como era sujetado por el mentón y besado, sonrió correspondiendo y tomó la mano del chico para entrelazar sus dedos, debía insistir, como era posible tal combinación, Nerox lo besaba y lo provocaba sin duda, pero a la vez era penoso y al parecer internamente se debatía por todo lo que estaba sucediendo, sin contar además el hecho que no podía quitarle ni el chaleco lo cual le pareció aun más tierno.

-Déjame ayudar- dijo Byakuran mientras se quitaba el chaleco dejándolo por ahí, algo que en otra situación no haría puesto que su ropa era cara y fina y odiaba dejarla botada por cualquier lugar, enseguida llevó la mano del menor hasta los botones de su camisa negra ayudándolo de esa manera a abrirla sin despegarse ni un segundo de sus labios, se acomodó un poco y coló su mano libre dentro del pantalón del chico presionando su entrepierna suavemente y haciendo pequeños movimientos circulares sobre los bóxers del menor, buscando provocarlo.

Se separó de sus labios y recorrió, dando pequeños besos, el camino hasta su cuello, descendiendo por este hasta alcanzar el pecho del menor, subió la mirada para fijar sus ojos en los de Nerox y mirarlo con travesura antes de envolver con sus labios uno de esos pequeños y rosados pezones que se le antojaban a mas no poder, lamiéndolo y succionándolo suavemente.

-¿Voy muy rápido gatito?- preguntó, jalando con sus dedos el otro pezón, después de todo y aunque en realidad le parecía extraño, quería que el menor disfrutase, le importaba tener esa clase de consideraciones con él y quería que tuviera el tiempo de responder a sus caricias aunque él ya estuviese desesperado por hacerlo suyo, y solo suyo, de una buena vez.

Los gemidos del menor eran como música sus oídos, sonrió ampliamente al tiempo que le correspondió el beso, pasional, devorando su boca por completo, aprisionando su labio inferior con sus dientes y acariciando la lengua del menor con la propia, nada importaba en ese momento, se olvido completamente de todo en su mente solo existía alguien y ese alguien era Nerox.

Byakuran sujetó una de las piernas del menor para colocarla sobre su hombro permitiéndole de esa manera profundizar más y embestirlo más fuerte y rápido, saliendo casi por completo del chico para enseguida penetrarlo con firmeza, se separó de su boca y bajó hasta el hueco de su cuello el cual saborea con su lengua y muerde asegurándose de dejar marcas, no solo de grabar aquella primera vez en la mente del menor si no también en su cuerpo.

Miró la expresión de Nerox, deleitable, era simplemente cautivante tenerlo así, bajo su cuerpo, ambos ligeramente sudados y exclamando gemidos de placer - ah… júrame que... que no dejaras que nadie más te vea en estado- gimió con un toque de autoridad - Promete que no permitiras que otras manos te toquen ni que otros labios te besen- apenas y era consciente de sus palabras, solo expresaba lo que sentía.

Su mano subió hasta el pecho del chico para jalarle los pezones y bajar nuevamente a su miembro, aumentó la intensidad de las caricias en la zona, al igual que de fuerza y velocidad sus embestidas, podía sentir su orgasmo bastante cerca y atacó su boca con desesperación esperando el momento justo para terminar a la par del menor.

No tardó mucho en sentir como su miembro era apretado por las paredes del menor, soltó un fuerte gemido y terminó dentro de Nerox, llenándolo por completo de su semen y dejándose caer cuidadosamente sobre su cuerpo aun jadeando y temblando un poco por el placer, se tomo un momento para normalizar su respiración y después lo beso en los labios, con dulzura y cariño saliendo cuidadosamente de él, deteniéndose a mirar su cuerpo sudado y su respiración agitada, sonrió satisfecho al saber que el había sido el responsable, de nuevo le beso los labios y se dejo caer a su lado cerrando los ojos.

-Nada mal gatito- le dijo cariñosamente en una especie de cumplido y soltó un largo suspiro, pensando en que iba a hacer ¿Debía irse ya? no, no tenia ánimos, quizá se fuera en la mañana muy temprano, por ahora se quedaría al lado de Nerox no quería arruinar la linda experiencia -Sin duda lo repetiremos alguna vez- agregó con seguridad y finalmente se giró un poco para mirarlo, sonriendo levemente mientras iba siendo poco a poco consciente de las palabras que habían salido de su boca durante ese momento de pasión, sorprendiéndose bastante, ¿Había sido solo sexo no? nada que involucrara sentimientos, pero entonces… ¿Por qué le importaba tanto? ¿Por qué la simple idea de que otro más estuviera en la cama del chico le enloquecía de ira? jamás se había preocupado por persona con la que se hubiese acostado, vamos solo era pasar un buen rato, vestirse e irse ¿Por qué con Nerox era diferente?.

Byakuran suspiró, quizá solo fuese la mezcla de sensaciones que aun corrían por sus venas, mañana seria otro día y ya no le preocuparía tanto, después de todo ambos sabían claramente cuáles habían sido las condiciones de su encuentro por lo tanto no iba a haber arrepentimientos ni remordimientos, se acomodo mejor en la cama del chico cubriendo su cuerpo con las sábanas al tiempo que evitaba mirarlo, cosa en la que terminó fallando, suspiró resignado y con pesadez.

-Ven aquí- lo llamo a sus brazos, invitándolo a que se recargara en su pecho, de nuevo…cosa que a nadie le había permitido -Vamos a dormir fueron demasiadas emociones por una sola noche- le dijo con voz tranquila mientras se acomodaba mejor.

Byakuran notó de inmediato la preocupación y una especie de dolor en el rostro del chico, sabia los motivos pero no comentó nada, no era el momento así que simplemente dejó que el menor lo abrazara con fuerza, dudo por momento pero al final correspondió ese abrazo con suavidad, intentando no pensar en nada, miró al techo sintiendo el cuerpo de Nerox a su lado, muchísimo más tibio que el suyo, se mantuvo quieto, tranquilizando su respiración y su corazón hasta alcanzar un ritmo lento y acompasado, no supo cuanto tiempo se quedo mirando al techo sin pensar en nada, pero cuando “reaccionó” de aquel trancé y bajó la vista al menor, vio que se había quedado profundamente dormido, una sonrisa se marco en sus labios, se veía lindo dormido y abrazado a él, le gustaba, sinceramente le gustaba mucho sentirlo a su lado y no solo físicamente, no, era algo más que simplemente no podía explicar, o mejor dicho no sabía cómo.

Suspiró profundamente y acarició la espalda de Nerox con cariño, ¿Hacia cuanto tiempo que no se sentía de esa manera? demasiado probablemente, se había olvidado por completo de lo que era sentir sincero cariño por alguien, sentir las ganas de querer proteger a alguien, de querer estar con alguien, su profesión había contribuido a que se formase una personalidad cerrada en cuanto a sentimientos y aunque eso no iba a cambiar de un día para otro, seamos realistas, lo cierto era que por más que lo negara el chico le importaba, de alguna u otra forma era así. Lo miró una última vez, y finalmente cerró los ojos rindiéndose al sueño, ya en la mañana vería que hacer.



Cuando abrió los ojos y miró a la ventana, notó que aun era temprano, el sol todavía no había salido, adormilado ni se fijo que no era su habitación y como no tenía muchos ánimos de hacer algo, se movió dispuesto a volverse a dormir cuando se percató de un cuerpo a su lado, sorprendido, bajó la vista y vio a Nerox, aun dormido, recordó entonces todo lo que había pasado la noche anterior, las miradas, la cancion, los coqueteos del bar, todo, sonrió levemente pensando en si debía irse o no, la condición fue que se marchara antes de que el menor despertara, cosa que aun no había sucedido por lo tanto si había algún momento para irse era justo ahora, sin embargo no se movió, aun dudando sobre que iba a hacer, miró la hora, temprano sin duda, calculaba que el menor no despertaría hasta dentro de un par horas, lo miró de nuevo y apartó un mechón de cabello rosa de su frente, entonces lo decidió.

Muy lentamente se apartó de Nerox cuidando no despertarlo, buscó su ropa por el suelo y miró hacia la puerta que supuso conducía a la ducha, quería darse un baño pero no, no había tiempo para esas cosas ya se bañaría al volver o en su casa o algo así, lo que ahora importaba era salir antes de arrepentirse, se puso los bóxers, el pantalón y la camisa, que fue lo que encontró, su chaleco debía estar por ahí y la corbata parecía haberse quedado en el bar, no recordaba, pero en fin, tenia lo básico, salió de la habitación procurando no hacer ruido y se dirigió a la cocina para echarse un poco de agua en el rostro y en el cabello, se aseguró de tener su cartera y su celular para finalmente salir del apartamento, si todo resultaba tenía pensado volver pero primero quería hacer algo y suponía que no tardaría mucho, así que una vez en la calle detuvo un taxi indicándole una dirección, aprovecharía ese pequeño momento para pensar un poco y ordenar sus ideas.

Tras hacer un par de paradas, una de ellas fugaz en su departamento solo para tomar algo de ropa limpia, Byakuran se dispuso a regresar al hogar del menor, no tuvo que esperar otro taxi, el mismo que había parado temprano en la mañana había aceptado con amabilidad, y con una cantidad económica considerable, esperarlo mientras hacia un par de compras y pasaba a su departamento, en el camino de regreso nuevamente se pregunto qué demonios estaba haciendo, él jamás se comportaba a así y aunque debía admitir que tuvo la tentación de pagar y no salir ya de su apartamento, simplemente sintió una especie de…. “remordimiento” bueno no precisamente eso, más bien una especie de incomodidad e inconformidad al respecto así que al final decidió seguir el plan inicial y volver.

Le resultaba complicado lidiar con tales emociones pero de solo imaginar el rostro del menor sonriendo, se olvidaba de todo lo demás e incluso se sentía feliz, extrañamente y patéticamente feliz y era por esa razón que ahora iba con un par de bolsas y una muda de ropa limpia rumbo a la casa de Nerox, porque lo hacía feliz y le encantaba sentir eso, le encantaba estar junto a ese chico tierno y extravagante, miró su reloj, no le había tomado mucho tiempo afortunadamente, una parte de él esperaba encontrarse con el menor aun dormido para sorprenderlo mientras que la otra, la cual intentaba ignorar olímpicamente, no dejaba de repetirle lo idiota que era.

Finalmente el peliblanco llegó al edificio le pagó al taxista la cantidad acordada, la cual sin duda era exagerada pero le restó importancia, tomó sus cosas y entró al edificio para subir al piso del menor, se paró en la puerta y suspiró sonriendo antes de hábilmente abrir la puerta sin necesidad de llave o de romper la cerradura, nuevamente gajes del oficio, ya se aseguraría de que el menor instalara una chapa de seguridad más elevada ya que la simple idea de que alguien irrumpiera en su departamento para hacerle algo le desagradaba bastante, pero en fin, entró en silencio mirando que el menor no se encontrara en la sala, cerrando la puerta tras de sí, evitando hacer ruido.

Caminó unos pasos y dejó las bolsas que contenían el desayuno en la cocina, iba a servir todo pero la tentación de ver a Nerox pudo más así que se encaminó a la habitación del chico, sin embargo conforme se iba acercando notó varios sonidos, su mente, en tan solo un par de segundos comenzó a procesar cada sonido, sus pasos acercándose, el ruido del agua caer, la ducha seguramente pero lo que lo alertó fueron los sollozos que provenían de la habitación, corrió los últimos pasos que lo alejaban del cuarto de Nerox, soltando incluso la pequeña maleta en donde traía su ropa limpia y comenzando a entrar completamente en pánico, temiendo que algo malo le hubiese pasado y maldiciéndose por no haber escuchado el llanto al entrar, estaba demasiado distraído.

Al no verlo en la cama, se aterró aun más y sus pies automáticamente lo llevaron a la puerta del baño la cual abrió sin mucha delicadeza, adentrándose en el sitio y velozmente a la ducha, parando en seco al ver al menor en el suelo abrazado a sí mismo y llorando, sin importarle mojarse se metió y se inclino junto a él colocando sus manos en sus hombros con firmeza -Nerox ¿Qué pasa? ¿Te caíste? ¿Estás herido? ¿Alguien entró? ¿Te hicieron daño? – preguntó sin poder ocultar su preocupación mientras ya ingeniaba como se vengaría de quien se hubiese atrevido a poner un dedo sobre el menor.

Se sorprendió al oír al menor y lo miró confuso mientras le tocaba el rostro y lo abrazaba, Byakuran poco a poco fue calmando su preocupación y solo atinó a rodearlo en un abrazo protector, apegándolo a su pecho buscando con eso darle una pequeña estabilidad, sorprendiéndose cada vez mas por sus palabras -¡Idiota!- le gritó sin proponérselo, simplemente estaba sacando toda la angustia que había tenido -¡Me asustaste!- vociferó, estaba por gritarle de nuevo pero se obligó a calmarse y soltó un largo suspiro -Solo fui por ropa tranquilo no te dejaré- le dijo ya con voz más suave, percatándose de que su ropa estaba mojada y de que el agua estaba helada, lo apartó suavemente de su pecho y así en el piso le limpió las lagrimas con su dedo pulgar y le sonrió -Tonto ¿Acaso quieres enfermarte? esta agua está congelada ¿Cómo se te ocurre?- lo reprendió con ternura y le ayudo a ponerse en pie sujetándolo con cuidado para evitar lastimarlo, pues suponía estaba adolorido, y para que no cayera.

Lo dejó a un lado y se acercó a las llaves de la regadera para girar la del agua caliente para dejarla a buena temperatura, ya calientita, el baño comenzó a llenarse de un suave vaporcito -Así está mejor- informó, la rpa humeda se le pegaba a la piel, marcando su cuerpo, por lo cual mientras se sacaba los zapatos, se alegraba de haber traído ropa, lentamente fue desabotonándose la camisa, la cual resbaló por sus hombros hasta dar al piso, seguida del pantalón y por último los bóxers, así desnudo se acercó a Nerox y lo atrajo a su cuerpo abrazándolo con cariño mientras se acomodaba de manera que a ambos les cayera el agua tibia.

-No vuelvas a asustarme de esa manera, creí que te había pasado algo malo- le dijo sintiendose más tranquilo al encontrarlo sano y salvo -Te aseguro que no fué un encuentro ocasional, ¿No te das cuenta? aunque quiera ya no podre dejarte- susurró en su oído depositando un pequeño beso también mientras le acariciaba la espalda en una muestra de afecto.

-Tonto, fíjate la próxima vez, no quiero que te enfermes- dijo el chico sonriendo mientras se dejaba abrazar por el menor -¡¿O acaso me estabas chantajeando para que me quedara cuidándote?- bromeó con buen ánimo más no le dejo contestar pues rápidamente se concedió el placer de robarle un dulce beso en los labios, esos labios cálidos que tanto le fascinaban.

Tomó una esponja a la que agregó jabón para comenzar a pasarla por el cuello y hombros del chico suavemente mientras pensaba en cómo responderle, no quería darle falsas respuestas ni hacerlo emocionar, así que lo mejor iba a ser hablar con sinceridad, al menos la mayor posible -No te puedo dar un sí definitivo puesto que no estoy seguro de lo que hago o de lo que quiero, me tomará un poco tiempo razonar todo esto así que por el momento no sé cómo responderte-- se explicó lo mejor posible y sonrió levemente.

-No me mal entiendas gatito, yo en verdad deseo estar contigo y se que no es simple deseo sexual lo que siento por ti, pero requiero de tiempo, vamos a conocernos mejor ¿Te parece? sabemos muy pocas cosas el uno del otro así que no estaría mal averiguarnos un poco más, quizá no es por siempre o definitivo pero hoy soy solo tuyo- dijo Byakuran mientras pasaba la esponja ahora por los hombros de Nerox.

Siguió pasando la esponja por el cuerpo del menor bajando ahora a su espalda hasta llegar a su trasero, bajó su vista a su propia nariz ahora cubierta de espuma y miró a Nerox con malicia -¿Lindo? querrás decir increíblemente guapo y sexy- dijo jactándose de ello y se limpió la espuma de su nariz para colocar un poco en la del chico -Hum… tu sí que eres lindo- le aseguró y se inclinó para besarlo, le encantaba, era como si sus labios fueran un imán que lo atraía inevitablemente, se separó despues y junto su frente con la del menor mirándolo directamente a los ojos, en verdad era lindo, jamás creyó poder pensar algo así de alguien, al menos no tan sinceramente, era extraño como con solo mirarlo el menor lograba hacerlo sonreír.

Byakuran sintió de pronto una repentina necesidad de abrazarlo, así que lo hizo, lo rodeó con fuerza apegándose a él, con posesión, como si sintiera que en cualquier momento fuera desaparecer, era extraño, por un segundo sintió que su vida dependía del chico que estaba frente a él, le asustó, jamás había sido dependiente de alguien ¿Por qué ahora este sentimiento? porque ese repentino ¿Miedo? de perderlo para siempre, eran demasiados sentimientos, no podía lidiar con todos al mismo tiempo, suspiró profundamente y lo soltó suavemente mirándolo y después soltando una carcajada.

-Pareces el hombre de espuma- le dijo riendo puesto que Nerox estaba totalmente cubierto de jabón lo cual a ojos del peliblanco lo hacía verse más encantador -Eres lindo sin proponértelo, me gusta- le aseguró mientras comenzaba a pasar la esponja por su propio cuerpo -Démonos o prisa o si no me entraran ganas de hacerte algo y el desayuno se enfriará- dijo sin mayor problema recorriendo el cuerpo del menor con la mirada, en verdad se le antojaba.