Noche muerta ~Libre~

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

Era su primera noche en el bar, eran cerca de las 11 de la noche y no había mucha gente, al parecer era una noche muerta, lo cual era natural al ser una noche entre semana, claro, que había un par de clientes, sin embargo casi no había mucho que hacer con solo 1 mesero era más que suficiente para los pocos clientes que había, volteó a la tarima donde se encontraba el karaoke, el micrófono parecía seducirlo desde su base, mordió su labio inferior y desvió la mirada, estaba en horas de trabajo... aunque, realmente no había mucho trabajo y, bueno, quizá podría "entretener" a los clientes.

Sin más se acercó al Karaoke y observó la lista de canciones que se encontraban en el catalogo, la verdad nadie parecía prestarle atención, inclusive parecía que solo fuese a verificar el equipo, aunque cuando terminó por encender el micrófono y escoger la canción el sonido del ritmo llamo la atención de los pocos presentes.

Esa noche vestía un tanto provocativo, unos pantalones a la cadera de cuero, una camisa de tirantes rosa fiusha, la cual dejaba ver su abdomen plano, un chaleco negro el cual traía abierto, un collar, guantes con los dedos descubiertos, su cabello teñido de rosa mientras hacía uso de todos sus piercings y finalmente su tatuaje temporal con el número 96 en la mejilla.

Vio a los presentes con una amplia sonrisa y comenzó a cantar, a la par que movía sus caderas provocativamente comenzando un suave baile que iba al ritmo de la música mientras se movía en el escenario, cualquiera podría jurar que era una mujer, sin embargo su pecho plano y voz ligeramente gruesa le delataba como un hombre.

Sentía como la música le envolvía y cerró los ojos cantando para si mismo, con todo su corazón, no necesitaba ver la letra, conocía la canción muy bien, era simplemente maravillosa la sensación de ser escuchado por los demás.

La canción: youtube. com/ watch?v=SCMTLyIBvDQ (quitar el espacio, que no me deja postearlo de otra forma XD)

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

El chico llevaba ya varias horas en bar y a decir verdad comenzaba a frustrarse, sus últimas indagaciones lo habían llevado hastatal sitio y esperaba toparse finalmente con esa persona que llevaba bastante tiempo buscando, ese chico que sin saberlo se le escabullía a cada segundo, miró a su alrededor, había poca gente, lo más normal en una noche a mitad de semana y para su colmo no había nadie interesante, un par de hombres de negocios decentes en una esquina, otros más bebiendo solos y uno dormido sobre una mesa, Byakuran resopló había sido una de sus peores noches a lo largo de su búsqueda, estaba fastidiado y por demás aburrido, se acomodó el chaleco blanco que traía sobre su fina camisa negra y se quitó la corbata que ya comenzaba a molestarle dejándola sobre la mesa, suspiró y bebió un poco más de su copa de vino, si no pasaba algo interesante en menos de dos segundos se largaría incluso sin pagar la cuenta.

Sin embargo, y como si el destino hubiese estado a su favor, algo finalmente pasó, Byakuran siguió con la mirada a una persona que caminaba hasta el escenario, de primera creyó que era una chica pero tras mirar con precisión se percató que se trataba de un chico, se sorprendió, lo recorrió con la mirada analizándolo por completo, no, no era el chico que buscaba no tenía la pinta pero era cierto que se veía interesante ¿Cómo es que no lo había notado antes? el aburrimiento en verdad le estaba afectando porque vamos era casi imposible no notar a ese chico con tal aspecto, el cual no estaba muy seguro si le parecía era de mal o de buen gusto, más bien la palabra a utilizar era extravagante, si, aquel chico era muy extravagante, lo observó subir al pequeño escenario dispuesto para el karaoke, el peliblanco apoyó un codo en la mesa y recargó su cabeza en la palma de su mano mirando atento al chico que parecía dudar que hacer a continuación aunque lo cierto es que ya había capturado la atención de los presentes.

Lo que vino a continuación logró arrancarle una media sonrisa, de esas clásicas que está acostumbrado a mostrar y es que el chico tras superar lo que le pareció un nerviosismo inicial, seleccionó una canción y comenzó a cantar de forma bastante aceptable y a mover las caderas al ritmo de la música, al parecer sin importarle las miradas pervertidas de un par de “caballeros” situados en la barra, negó con la cabeza, ciertamente le causaba curiosidad como se desenvolvía de tal manera, tan libre como si no le importara nadie más que el mismo y su la melodía que entonaba, lo miró, un chico sumamente extraño, se puso de pie, con elegancia y se acercó un poco más al escenario, ocupando la primera mesa, al parecer la noche comenzaba a ponerse interesante ¡Al fin!.

Invitado

Suspiré con pesadez mientras caminaba por las calles, era tarde y de nuevo andaba vagando sin mucho que hacer, últimamente mi insomnio se había incrementado al borde de que si no dormía pronto unas ocho horas seguidas o incluso más podría darme un ataque o algo así y terminaría colapsándome contra el suelo, las calles estaban tranquilas, un par de personas regresaban de sus empleos apenas y la gran mayoría descansaba ya dentro de sus hogares, que afortunados aquellos que ya dormían plácidamente en sus camas, no entendía porque no podía dormir, era común que tuviera una o dos noches de mal sueño pero nunca un insomnio tan largo como este, ya que como mínimo dormía un poco, mal, pero lo hacía y ahora ni a eso podía alcanzar y para mi colmo era mi día libre así que no tenía la excusa del trabajo.

Finalmente y casi por inercia terminé llegando al bar, vestía un simple pantalón y una sudadera gris, nada del otro mundo, ropa cómoda simplemente, me paré frente a la puerta quizá y con buena suerte hubiera gente y de esa manera podría quedarme a trabajar un turno extra, bueno que dada mi situación trabajaría aunque no me pagaran el tiempo adicional solo por tener algo que hacer, el problema era el uniforme, no llevaba el uniforme de mesero, suspiré bueno no perdía nada con intentar.

Al abrir la puerta mis ánimos se fueron directo al suelo, incluso aun mas abajo si es que eso era posible y es que el lugar estaba casi desértico, suspiré frustrado, no era mi noche de suerte, aun así avancé adentrándome en el bar, me tomaría algo, como mínimo un vaso de agua y aunque consideraba seriamente ahogarme en alcohol y ver si con eso podría dormir, no me pareció buena idea ya que mi consumo del alcohol no era para nada aceptable y que tampoco quería que algo mas me sucediera por andar ebrio a altas horas de la noche y en la calle. Suspiré y me encaminé a la barra para saludar al chico que ahí atendía hasta que llegó a mis oídos una voz melódica y agradable, mi vista se posó en el escenario del karaoke y más exactamente en la persona que tenía el micrófono, era un chico, lo conocía, o bueno algo así, lo había visto una vez al llegar a mi turno una noche, suponía que estaba pidiendo empleo o algo así no le había prestado mucha atención pero lo recordaba.

Sonreí ¿había conseguido el puesto entonces? pues no estaba del todo seguro, quizá y simplemente el chico estaba de paso disfrutando de la noche en el bar como cualquier otra persona, tenía una voz maravillosa, en mi opinión el chico tenía talento, tomé mi vaso de agua y caminé como atontando acercándome para poderlo mirar y escuchar mejor, colocándome a unos cuantos metros de la mesa más cercana al escenario.

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

Podía sentir las miradas de los presentes fijas en él, no le importaba de que índole fueran, sabía que lo miraban y eso le gustaba, seguía cantando con todo su corazón, el micrófono era inalambrico así que no se redujo al diminuto espacio del escenario y bajó dando un suave saltito, le sorprendió un poco ver a un chico de pelo blanco justo en la primera mesa, ya que le había visto antes en el rincón, le sonrió de manera algo coqueta sin dejar de cantar, aunque en esta ocasión pareciera que lo hiciera exclusivamente a él, antes de pasarse a seguir cantando cerca de la barra, donde con ayuda de uno de los hombres presentes terminó subiéndose a la misma usándola igualmente como escenario para continuar con el sensual baile mientras continua cantando esta vez en dirección a los clientes más cercanos.

El final de la canción se acercaba y lo sabía, caminó a lo largo de la barra, usando un banquillo como escalón para bajar y regresar al pequeño escenario, cuando la última nota de su voz salió, terminó con una amplia sonrisa, viendo a los presentes, eran pocos, pero, agradecía infinitamente que lo hubieran escuchado y no le hubieran abucheado.

-eh... muchas gracias por escucharme

Terminó diciendo tímidamente a la vez que se aferraba fuertemente del micrófono, estaba un poco nervioso ahora, era la primera vez que cantaba en vivo, frente a una audiencia real, sin embargo no podía borrar la sonrisa de su rostro.

-si, alguien gusta pasar a usar el karaoke.... no teman hacer el ridículo, de eso ya me encargué yo jejejejeje

Dejó el micrófono en su lugar y se bajó del escenario, dispuesto a ir a la barra para seguir atendiendo a los clientes.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

El espectáculo continuó y se puso cada vez entretenido, el peliblanco sujetaba la copa de vino con su mano derecha, moviéndola en pequeños circulitos sin despegar la mirada del escenario hasta que el chico que cantaba decidió moverse, lo siguió con la mirada, atento, incluso su caminar era algo sugestivo, Byakuran enarcó una ceja cuando el peli rosa lo miro de esa manera casi insinuante, rió suavemente, estaba acostumbrado a recibir esa clase de miradas “indecorosas” y lo cierto era que la proveniente del chico le resultó más que nada algo cómica, no sabía porque pero así era, su mente y su vista estaban ahora centrados en el joven que bailaba sobre la barra, tenía un cuerpo esbelto, agradable y si, algo femenino para un chico pero llegó a la conclusión que eso colaboraba para capturar la atención de los presentes, de los cuales no dudaba que algunos aun creyeran que era una chica, rió, los humanos a veces eran tan estúpidos.

El joven estaba entretenido mirando al cantante que apenas y había notado al chico que se colocó junto a él, claro, obviamente que se percató de su presencia, después de todo siendo un asesino desde hacia tantos años, había logrado desarrollar aun más todos los sentidos, pero simplemente no le prestó importancia, gran error.

Finalmente, la música fue cediendo al igual que la copa en su mano quedaba vacía, bueno al menos la noche había tenido algo benéfico, miró al joven extravagante que se dirigía al público ahora con nerviosismo, que fascinante cambio de actitud, ahora toda la seguridad que había demostrado habia desaparecido aunque los aplausos y los silbidos no se hicieron esperar, Byakuran aplaudió un poco también sin apartar la mirada de los ojos del chico hasta que este se fue en dirección a la barra.

Byakuran se puso de pie con calma, dejó la copa en la mesa con una sutil elegancia y reacomodando su ropa se encaminó hacia el escenario para tomar el micrófono y revisar la lista de canciones, jamás en su vida había cantado en público ¿Por qué lo hacía ahora? no tenía ni la más mínima idea, simplemente se le antojaba hacerlo, salir de la rutina, hacer una tontería, seguir sus impulsos, reviso la lista, nada le gustaba y estaba a punto de fastidiarse y romper el micrófono pero finalmente eligió una canción, sonrió con algo de perversidad y levantó la vista hacia la poca clientela, posando sus ojos persona por persona, mirándolos con intensidad y con amenaza, le encantaba ver en los demás esas reacciones de miedo, en cuanto sus ojos se posaron en el joven de la mirada coqueta, le sonrió de medio lado devolviéndole el mismo gesto y guiñándole un ojo, como si buscara seducirlo.

Finalmente posó su vista en la última persona del bar, un chico delgado de cabello negro y mirada brillante y rubí, lo reconoció al instante, era él, no había duda alguna, era idéntico al chico de la fotografía que estaba en su expediente, quizá un poco mayor pero estaba seguro que era el mismo, esa mirada no la tenían muchos ¡Pero qué estúpido! lo había tenido a menos de un metro de distancia y hasta ahora se percataba. Entre las personas nerviosas y las expectantes el silencio se hizo en todo el bar, Byakuran miró al chico primero con sorpresa pero después furia y con venganza, un par de hombres cercanos retrocedieron a las mesas más distantes del lugar, como si presintieran que algo no iba bien, por instinto llevó su mano a su costado en donde guardaba una de sus mejores pistolas, apenas la rozó con sus dedos quería sacarla y dispararle, quería volarle los sesos de una buena vez pero se controló, quería un momento a solas, quería primero investigar más sobre él, quería y debía hacer las cosas bien, matarlo en impulso sería estúpido así que lo mejor era no levantar sospechas si es que no lo había hecho ya.

-jajajaja lo lamento estoy nervioso perdón, perdón-- dijo de pronto con una risa un poquito exagerada pero creíble y haciendo un gesto de disculpas con las manos algo infantil y nervioso, los clientes solo atinaron a reír como si en verdad comprendieran la situación, tranquilizándose enseguida.

-Bueno…. creo que tengo derecho a pedir un comodín, es mi primera vez en esto- prosiguió y señaló al chico de antes, el delgado y atrevido -Tu ven aquí ¿Me ayudarías? al menos quedate junto a mi para darme animos- le pidió sonriéndole de manera cautivadora, además que con eso lograría distraer su mente, el menor de la ropa seductora realmente le llamaba la atención. -Es una canción en ingles ¿Podrás?- le cuestionó mostrándole la canción que había seleccionado.

Cancion ^^
Con letra

Invitado

Aplaudí con cuando el chico terminó de cantar, fue muy lindo, me parecía curioso como alguien con su voz estaba en un bar ¿Acaso era una estrella famosa y estaba encubierto? ¿Tendría problemas con la prensa? ¿Amoríos prohibidos?, reí internamente y negué con la cabeza, pero que tonterías estaba diciendo no era correcto hacer esa clase de suposiciones, tenía una imaginación demasiado activa, quizá y lo más lógico y probable fuera que el chico aun estuviera en búsqueda de una oportunidad para mostrar su talento o que simplemente disfrutase de cantar como un normal y común pasatiempo, fuera cual fuese la situación no debía andar indagado demasiado así que solo le aplaudí y en cuanto se dirigió a la barra me dispuse a seguirlo para cuestionarle si había o no conseguido el empleo en el bar.

Sin embargo apenas y había dado un par de pasos cuando sentí una penetrante mirada sobre mí, un escalofrío me recorrió la espalda, era algo muy intenso e incomodo, giré mi rostro de nuevo al escenario y me tope con una mirada grisácea fría y calculadora, me estremecí, ¿Quién ere ese chico? ¿Porque me miraba así?, le sostuve la mirada con mucho esfuerzo, podía percibir claramente el odio en ella más no entendía porque, mis sentidos de alerta se activaron instante, indicándome que estaba en peligro que aquel chico alto y desconocido estaba a punto de atacarme, me sentía confundido me fijé en cada una de las acciones del chico, tenía un arma e iba a sacarla, me alteré un más y no pude evitar retroceder un par de pasos, mirándolo con cautela y disponiéndome a protegerme, porque estaba casi seguro que yo era el blanco principal.

Estaba a punto de gritarle a los pocos clientes que se tiraran al suelo cuando el mayor sonrió tranquilo como si nada y apartó su mirada de mi, disculpándose ante la audiencia de una manera que no me terminaba de convencer para enseguida llamar al otro chico, al que había cantado antes, me preocupé, sentía que ese chico ocultaba algo, y aunque no entendía ni sabía que era me quedaba claro que era algo demasiado grave o poderoso. Miré atento las reacciones del joven de cabello rosado, quería decirle que no se acercara, también consideré seriamente ir por el guardia de seguridad pero con eso solo alteraría a los clientes, no, al parecer las cosas se habían tranquilizado, caminé hasta la barra y pedí otro vaso de agua, con muchos hielos, con todo esto el insomnio se me había olvidado y aunque mi razón me decía que debía salir de aquel lugar, opté por quedarme puesto que si aquel chico traía un problema conmigo podría lograr que saliéramos antes de que alguien más resultara herido y secretamente debía admitir que daba curiosidad, que estaba intrigado, así que me senté y espere a ver que mas iba a ocurrir.

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

Apenas había llegado a la barra dispuesto a seguir sirviendo las bebidas y demás, cuando notó que a final de cuenta alguien más se había animado a cantar, lo cual le pareció bien, al parecer si se había animado un poco la noche después de todo, un par de clientes se acercaron a él, buscando hablarle más que pedir más bebidas, no es que realmente le molestara, pero si le hacían ponerse ligeramente nervioso, así que se limitaba a sonreír amablemente, mientras esperaba a ver al chico que ahora ocupaba el escenario, parecía un tanto desubicado, como si no estuviera seguro sobre que debía hacer, él mismo había experimentado esa sensación sobre el escenario, aunque no tenía ni idea que se debía a una situación completamente distinta, finalmente cuando se disculpó por los nervios no pudo evitar sonreír un poco, pero definitivamente no esperaba que le invitara a pasar al escenario a su lado, sin embargo... ¿cómo negarse a esa sonrisa?

-v..vaya....

Acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja a la par que le sonreía tímidamente, y se acercaba al escenario nuevamente, una vez a lado del chico, observó la canción que estaba a punto de poner y asintió.

-no te preocupes conozco la canción, y mi inglés es bueno.

Comentó sin dejar de sonreirle en ningún momento, no estaba tomando en cuenta que parecía estarle coqueteando, la verdad así era su manera de comportarse, mordió suavemente su labio inferior, viendo hacía el frente, ahora tenían la atención de todos en el lugar, volteó de nuevo con el peliblanco y le indicó que estaba a punto de comenzar la canción y que sería su turno para comenzar.

-adelante, cautivalos.

Una vez que empezó la canción le dejó comenzar el solo mientras repetía la letra para si mismo, buscando la manera de "darle su apoyo" a pesar de que no estaba seguro de como lograrlo, tan solo permanecía a su lado, sonriendole, aunque en algún momento y sin pensarlo, terminó por tomarle de la mano.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

Sonrió ampliamente cuando el chico se le acercó, tímido pero con decisión, sus ojos se posaron en ambas personas, en el chico que ahora iba rumbo a la barra y en el que se encaminaba hacia él, “Control Byaku, control” fue lo que el joven se dijo internamente, le sonrió de medio lado al chico a su lado y se tomó la libertad de recorrerlo con la mirada y con un notable descaro, mas no de de manera pervertida tampoco quería incomodarlo demasiado aun, aparte que era su distractor y de que no podía negar que tenia un cuerpo deleitable, también suponía que ya bastante tenía con los otros hombres que antes se le habían acercado, pero en fin eso quedaba ahora en segundo término por ahora debía centrarse en cantar la canción que había seleccionado.

Byakuran miró directo a los ojos del chico y le sonrió al tiempo que sonaba el inicio de la canción, una de sus partes favoritas sin duda alguna, lo miró con intensidad y casi, casi con un toque de fingido deseo, buscando simplemente descolocarlo un poco y después asintió ante sus palabras con la cabeza y se giró para mirar a la audiencia, al principio nervioso pero después tornándose ligeramente serio, aunque aún mantenía esa sonrisa suya tan característica. - You'll never make me stay so take your weight off of me, I know your every move so won't you just let me be…- comenzó a cantar con una voz firme pero sutil y afinada, era una de sus canciones predilectas así que la sabia de memoria por lo que no se fijo en la letra y se dedicó a cantarla de la mejor forma posible y vamos que el peliblanco estaba completamente consciente de que no lo hacía mal pero no tenia animos de jactarse al respecto.

Pasó su mirada por cada uno de los presentes, mirando al pelinegro con una fingida indiferencia y después nuevamente con odio la mano que sostenía el micrófono le tembló un poco a causa de la furia pero un calorcito poco común en su otra mano le hizo volver la atención al chico a su lado, así que se giró un poquito de perfil para poder centrar su atención quedando frente a frente con el joven y llevó la mano del menor a su hombro, mirándolo a los ojos y cantándole directamente a él con una voz más lenta y cautivante pero sin perder el ritmo, seduciéndolo sutilmente y a propósito solo por diversión, jalándolo un poquito a su cuerpo puesto que para el gusto del peliblanco tomarse simplemente de las manos no iba para nada en tono con la canción.

Iba a empezar el primer coro así que se apegó un poco más al chico y le colocó en su mano libre un micrófono para que ambos pudieran cantar juntos, después todo también quería escucharlo cantar y ver como se comportaría esta vez, con una canción diferente y con un acompañante que buscaba claramente provocarlo, jugar con las reacciones de la gente era uno de los pasatiempos preferidos de Byakuran.

Invitado

La canción comenzó y mis ojos no se despegaron del escenario en donde se encontraban ambos jóvenes, bebí con rapidez mi vaso de agua y pedí uno más de pronto me había entrado una sed insoportable, supuse que eran los nervios y casi podría jurar que mi corazón latía con demasiada fuerza, definitivamente más de la normal, pero como siempre me limité a estar ahí sentando mirando a los clientes de forma amble sin dar denotes de mi nerviosismo, mi curiosidad o mis preocupaciones, aparte de todo el chico que había comenzado a cantar no lo hacía del todo mal, reí un poco, que rápido se le había pasado el nerviosismo de principiantes ¿No?.

Y ahí estaba de nuevo esa mirada, ¿Pero qué diablos estaba pasando?, no lo comprendía, hice un esfuerzo por recordarlo, en verdad que lo hice pero nada mas no podía hallar si es que ya conocía a ese chico, no recordaba haberlo visto nunca antes ¿Seria de la agencia? no, éramos muchos pero me parecía que recordaría un rostro y un aspecto físico como ese, le devolví la mirada con firmeza aunque en verdad me costaba trabajo sostenérsela pero finalmente lo que rompió esa silenciosa guerra fue al parecer el chico del cabello rosa, suspiré un poco, era demasiada tensión para una noche y comenzaba a creer que lo mejor iba a ser irme pero no, tenía que ser tan insistente para saciar mi curiosidad que no podía dejar las cosas, miré los diferentes licores de la barra con algo duda, la idea de tomar algo mas “fuerte” comenzaba a tomar camino dentro de mi cabeza pero seguí tratando de mantenerme al margen así que pedí un vaso con hielos y lleve uno de los cubitos dentro de mi boca para morderlo, eso debería calmar mi ansiedad.

Seguí mirando al escenario con sorpresa notando como el peliblanco seducía al menor de manera mitad sutil y mitad directa, tenía una forma de acercarse bastante interesante y aunque algo me decía que quizá lo hacía apropósito no pude evitar que un muy, muy leve sonrojo cubriera mis mejillas, claro que sabía que toda esa atención no era para mí, y sinceramente tras las miradas anteriores del chico no deseaba acaparar de ninguna manera su atención, pero lo cierto era que no solo yo, si no que varios clientes miraban a la pareja con algo de bochorno y aunque no estaban haciendo absolutamente nada, la canción y la forma en que el mayor miraba al otro chico provocaban esa reacción, me quedaba muy claro que el joven peliblanco sabia como acaparar las miradas, la atención de los demás, quizá a él en verdad le gustaba aquel chico, pero quizá no y eso me hizo preocupar aun mas por el menor que lo acompañaba a cantar, me volví a hacer la pregunta ¿Qué estaba pasando? o mejor dicho ¿Qué iba a pasar?

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

La manera en la que había comenzado a cantar el otro le había sorprendido un poco, la verdad cantaba muy bien, su tono de voz le envolvía y le parecía agradable, sintió como le jalaba contra su cuerpo y la verdad, no se resistió, dejó que le pegara a su cuerpo, sus mejillas se sonrojaron sin proponerselo y no podía borrar la sonrisa de sus labios, ligeramente coqueta, aunque denotando mayormente timidez, a pesar de todo, era la primera vez que se encontraba en una situación como aquella, se estaba dejando manejar completamente por el peliblanco y cuando el micrófono estuvo como intermediario entre sus cuerpos se acercó al mismo cansando con voz fina y un tanto sensual, sin llegar a ser vulgar en lo más mínimo.

Dejó pasar el coro y nuevamente guardó silencio, embriagandose en la mirada ajena, perdiendose en la calidez de sentir el aliento ajeno tan cerca del propio, cantando de aquella manera, finalmente llegó el momento de intervenir en la canción, cerró los ojos y cantó, como si las palabras a "narrar" fueran las propias.

-That's Ok, Hey Baby Do What You Want, I'll Be Your Night Lovin' Thing, I'll Be The Freak You Can Taunt, And I Don't Care What You say, I Want To Go Too Far,I'll Be Your Everything If You Make Me A Star.

Relamió sus propios labios un poco, pegando inconscientemente su cuerpo al del otro, a esas alturas, la verdad ya no estaba consciente de la gente a su alrededor, la canción era sensual y quizá en ese momento esta interpretando demasiado bien el papel de Diana, sentía su corazón palpitando acelerado, sus labios secos una vez más, así que mientras el coro era cantado en esta ocasión por el otro chico solo, trató de humedecer su boca, abriendo los ojos tan solo para comprobar que lo único que les hacía mantener distancia era el micrófono que se encontraba entre ellos, permitiendo así que la voz de ambos sonara en el lugar y nuevamente al llegar el momento cantó la parte de la canción correspondiente a la mujer.

- I Have To Go Home, 'Cause I'm Real Tired You See, Now I Hate Sleepin' Alone, Why Don't You Come With Me?

Al momento de cantar la estrofa dio un tenue apretón al hombro ajeno, casi imperceptible, su voz había sido acorde a la canción, sin embargo la sonrisa en sus labios, junto a aquel ligero apretón a su hombro denotaban que la letra de aquella canción había terminado por encajar en una verdadera invitación, aunque un tanto sutil, así en caso de verse rechazado, no se sentiría mal, podría "dejarse pasar" simplemente, no era la clase de chicos que haría eso y se iría con cualquiera en su primera semana de trabajo, sin embargo había algo en la voz ajena y en su mirada que le habían dominado completamente, parecía un hombre peligroso, excitante y divertido, y... por una vez en su vida quería hacer algo realmente loco y espontaneo.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

Ah que maravillosas las reacciones humanas, el sonrojo en las mejillas del chico le fascinó, al igual que esa mirada coqueta pero tímida a la vez, había conseguido su objetivo, o al menos uno de ellos, conseguir su atención, hacerlo reaccionar ante sus acciones y sus miradas, le encantaba. Lo dejó seguir con su parte, enarcando una ceja y sonriendo ante el tono de voz utilizado, como si el menor entendiera, como si el chico le estuviera siguiendo ese juego de coqueteo y seducción al mayor. Byakuran continuó a cantar su parte, narrando la historia de aquella chica con un tono sumamente cautivamente, sin despegar la mirada de su acompañante a pesar de que sentía las múltiples miradas de los cliente e incluso casi podía asegurar que un par habían comenzado discretamente a tocarse.

Byakuran observó como su acompañante se relamía los labios y cerraba los ojos para cantar su parte ahora de una manera más personal, como si en verdad se encontrara en esa situación, como si estuviera contando su propia historia, le causó curiosidad saber hasta qué punto era real, le dio intriga conocer acerca de la vida del chico frente a él, ya que ni siquiera conocía su nombre y ambos actuaban de una forma que para algunos sería algo “impropia” pero que al parecer para los dos cantantes en el escenario era algo simple, vivían el momento, se seducían mutuamente a su manera sin fijarse en nada más, maravilloso, el peliblanco no iba a negarlo, estaba encantado con la actitud del chico, ya que no solo se limitaba a sonrojarse y a dejarse hacer, si no, que a su muy sutil forma le correspondía.

Cantó el coro ahora él y sonrió en cuanto el chico abrió sus ojos para mirar el micrófono que actuaba como intermediario de ambos, era aquel objeto el único que evitaba un contacto más directo, contacto que al peliblanco comenzaba a resultarle sumamente antojable, calló para dejarlo cantar, sintiendo el apretón en su hombro, leve pero sugerente, esto ya no solo se trataba de una canción si no de algo real, el peliblanco comenzaba a creer que si no fuera por ese micrófono estaría besándolo con intensidad y acariciando cada milímetro de piel con un deseo incontrolable y es que seamos realistas, la canción, el lugar, el chico, todo parecía estar acoplado para permitir que eso sucediera.

Le sonrió de medio lado y siguió con la canción fingiendo un tono como si en verdad dudara de aceptar o no su propuesta - ...My baby's at home she's problably worried tonight I didn't call on the phone to say that I'm alright…- y al tiempo que le permitía cantar la siguiente línea se tomó la libertad de rodear con uno de sus brazos esa delgada cintura que se le pareció increíblemente deseable, sin importarle en lo más mínimo el que decir de la gente, apegándolo más a cuerpo incluso con un toque de posesión y acercando por tan solo un par segundos sus rostros antes de seguir.

- At that I ran to the pone Sayin' baby I'm alright, but unlock the door because I forgot the key...- cantó con voz segura, dominante, la canción estaba por finalizar, miró de reojo al pelinegro, de manera casi indetectable, se encargaría de eso, pero la noche era larga así que retomó su atención al menor, mirándolo afiladamente y con un toque de perversidad, como diciéndole que era una insinuación peligrosa, pero presionando un poco su cintura le hizo entender, al igual que él lo había hecho antes, que aceptaba la oferta, que no simplemente era la letra de la canción.

Invitado

Mi sorpresa crecía a un más aunque por lo menos yo era más discreto que las demás personas en el lugar, ya que con tal espectáculo” por decirle de alguna manera, todos los clientes estaban boquiabiertos y ni que decir del tipo que se encontraba a un par de bancos a lado mío, y que con un descaro impresionante había metido su mano dentro pantalón, negué con la cabeza, no era un puritano y a decir verdad tampoco era que me afectara demasiado pero bueno al menos suponía que no le costaba nada hacerlo de manera discreta ya que no era el lugar indicado como para andar haciendo eso de manera tan abierta , vamos que si fuera un “Table dance” o algo así todavía pero en fin, restarle importancia era lo mejor.

Reí suavemente y metí otro hielito a boca, lamiéndolo y después mordiéndolo, lo que hacía el poder de una buena canción y claro de dos buenos intérpretes, porque muy a pesar de, su interpretación de la canción a dueto era bastante buena, seguí mirándolos ahora con un interés aun más notable mientras me cuestionaba que era lo que pasaba por su cabeza, en que pensaban y porque, siempre me había gustado observar así a las personas, no tenia ningún fin ni esperaba algo, solo las veía como si fueran un recordatorio o una evidencia de que aunque muchas veces mi propia vida estuviera estancada, la de muchas personas simplemente seguía su rumbo.

Solté un suspiro, la canción estaba punto de terminar al igual que mis hielos, por un momento me había olvidado por completo de las anteriores miradas del chico hasta que me pareció sentir de nuevo esa presión pero cuando quise percatarme mejor el joven solo seguía mirando con intensidad a su acompañante, quizás ya me andaba imaginando cosas a causa del insomnio, ya lo descubriría al termino de la canción, esperaba que quizá con algo de suerte ambos chicos se acercaran a la barra.

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

Aquel juego de seducción había terminado por dar resultados y el sentirse aun más cerca del cuerpo ajeno, al igual que la manera en la que le sostenía por la cintura era lo que le daba tal afirmación, logró descifrar la mirada ajena, sabía que aquel juego era un arma de doble filo, sentía como los nervios se hacían presentes en su cuerpo, como si un hueco se formara en su estómago, pero no lo pensó siquiera un instante para corresponder a la invitación con la misma letra de la canción.

-... He's not coming back, Because he's sleeping with me!

Su voz se había alzado un poco más, como si de esa manera hubiera terminado por sellar su trato no tan secreto, esa noche prometía ser tan sensual como lo indicaba la canción, no se arrepentiría en la mañana independientemente de lo que pasara, en ese momento no quería pensar en cosas futuras, solo quería vivir el presente, sentirse envuelto por los brazos ajenos el resto de la noche.

El coro de la canción se volvía cada vez más lento y suave, el micrófono pasaba a ser un estorbo y pasó de tener su mano en el hombro ajeno hacía el mismo, alejándolo de ambos, continuaba cantando la estrofa un tenue "dirty diana" se dejaba escuchar entre sus labios, su cuerpo se acerca al otro inconscientemente, parecía haber un silencio repentino en el lugar, sentía sus labios casi tocando los del otro, un tan ansiado beso, su primer beso a decir verdad y hubiese sido perfecto, de no ser por el sonido de un vaso quebrándose, al parecer uno de los espectadores no había podido con tanta "emoción" y sin poder evitarlo había golpeado la mesa, dejando caer su copa; se separó al instante del otro, avergonzado por sentir la mirada de todos los presentes, esta vez no por sus voces, sino más específicamente por el ESPECTÁCULO que acababan de brindar a los presentes, escuchó como se quejaban algunos al ver como su fuente de entretenimiento era cortada por aquel cliente torpe, quien sin embargo, no dejaba de satisfacerse, inclusive había quienes se lamentaban por no haber sido ellos quienes se hubieran animado a cantar.

-ejem... ¿alguien más quiere cantar?

Fue lo más inteligente que se le ocurrió decir entre el bochorno, aunque dio un vistazo al peliblanco, para con una sonrisa afirmarle que todo lo propuesto anteriormente seguía en pie, aunque al mirar al frente, vio un chico de pelo negro, al cual reconoció, era el chico que estaba trabajando al momento en que fue a pedir trabajo... los colores se le subieron al rostro y tan solo esperaba que no fuera a decirle al jefe su "numerito" y perdiera su empleo.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

Sus cuerpos cercanos, su respiración agitada, su choque de alientos, por un segundo fue como si en aquel bar solo existieran ambos, el peliblanco y el pelirosa y una vez apartado el estorbo del micrófono Byakuran se aferró mas a la cintura del menor, mirándolo directo a los ojos, con deseo, con perversión con lujuria, sus labios estaban cercanos a un beso que él ansiaba tanto y que suponía el chico también, un par de milímetros los separaban y entonces… un ruido, un maldito ruido, Byakuran se giró para ver quién era el causante de romper tan maravilloso momento, miró a aquel tipo con unas ganas impresionantes de darle una paliza y se percató de que no era el único que así lo creía necesario, resopló molesto y se resignado en cuanto su acompañante de dueto se aparto de él, aunque sonrió al notar su pena ante todo lo sucedido durante la canción, rió incluso cuando el joven solo atino a preguntar si alguien deseaba cantar, cosa que obviamente no sucedió, el ambiente se había roto y ahora nadie tenía los animos así que la música suave comenzó a sonar por el bar mientras unos hombres iban al baño a “desahogarse”, otros pedían bebida y el resto continuaba con sus platicas.

Byakuran le devolvió la sonrisa y una mirada intensa al joven, orgulloso de que la propuesta aun estuviera en marcha, quizá para tarde, sin embargo en cuanto notó como se sonrojaba por aquel joven pelinegro, soltó un bufido y sin pedir permiso rodeó la cintura del menor, abrazándolo por la espalda e inclinándose para poder susurrarle muy despacio -No creo que te llames Diana ¿Verdad? así que porque no me dices primero tu nombre, te invito algo de la barra y después vemos a donde nos vamos- le dijo en un tono provocador y apegándolo a su cuerpo, acariciando el vientre del chico de forma sutil con sus dedos.

El peliblanco sonrió apartándose para tomarlo de la mano y caminar asi hasta la barra, aprovechándose para sentarse junto al pelinegro, haciendo uso de todo su auto control, debía investigar primero, tantear un poco el terreno, al menos por ahora puesto que parte de la noche esperaba estar ocupado en otra clase de asuntos.

-Dame un buen whisky en las rocas- pidió al chico tras la barra que los miraba medio embobado, suspiró y miró entonces a los dos menores, sonriendo con tranquilidad para evitar levantar sospechas -Perdonen que pregunte pero ¿Se conocen? – dijo con calma y fijo su atención en el pelinegro, mirándolo sin ninguna expresión en particular, solo como si tratara de una charla mas en el bar-No dejabas de mirarlo y él se sonrojó cuando se percató de tu mirada así que me da curiosidad- dijo y miró a ambos jóvenes esperando su respuesta -Ah por cierto, mi nombre es Byakuran- no mencionó su apellido deliberadamente, no sabía si el otro podría reconocerlo por eso y al ser una plática informal supuso que no se vería raro saltarse ese detalle insignificante.

Invitado

Miré como ambos chicos estaban por besarse y debo admitir que estaba al borde de mi banco, expectante de ver si tal cosa sucedía o no, lástima que al final el momento fue cortado debido a un tipo que no supo cómo controlarse, suspiré profundo, acomodándome nuevamente y pidiendo un vaso de agua con hielos, sin duda esta había sido una de las noches más interesantes en el bar, llamémoslo coincidencias o casualidades del destino pero me resultaba curioso cómo se estaban dando las cosas, una seguida de la otra, todas de una manera tan fluida que en parte me daba algo de escalofrío, como si fuera tan solo la calma que viene antes de una sarta de problemas.

Reí un poco, con buen ánimo, al escuchar la invitación del chico para que otras personas cantaran, y enseguida nuestras miradas se cruzaron, le sonreí amablemente tratando de que no se sintiera más avergonzado, al parecer el joven recién me notaba y ahora creía que también me reconocía, sin embargo la mirada celosa del peliblanco me sorprendió, pero me impactó a un más que fuera él quien tomara la iniciativa acercándose a la barra junto con el chico del cabello colorido para sentarse a mi lado, por cierto ahora que los veía caminar hacia mi notaba que eran una combinación muy extraña, uno con el cabello blanco y otro con el cabello rosa, eso no era algo muy común y que se viera todos los días,

El mayor pidió su bebida y enseguida me miró, afable y tranquilo, cosa que a pesar de todo no terminaba de agradarme -Pues algo así- dije sonriendo e intentando aparentar estar igualmente tranquilo y despreocupado aunque por dentro estuviera hecho un lio -Lo había visto antes, veras, yo trabajo aquí como mesero y lo vi el día en que vino a pedir empleo pero no supe si se había quedado o no, es por eso que me resultaba familiar- respondí mirando al otro joven y sonriéndole cálidamente -Perdona no era mi intención avergonzarte, simplemente me dabas curiosidad- me disculpe algo apenado también yo -Mi nombre es Shinn Asuka y pues felicidades ambos cantan muy bien y creo que ahora tendremos más clientes en el bar gracias a ustedes- comenté amable mientras grababa en mi mente el nombre del chico de la marca en el ojo y de su acompañante -¿Conseguiste el empleo? seria genial tener a alguien mas para platicar, en especial durante las noches lentas como esta… claro antes de su bonita interpretación- dije sin malas intenciones o algo similar, en verdad creía que había sido bonita. -

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

No podía evitar sentirse avergonzado, aunque cuando el peliblanco le jaló en dirección a la barra no se negó en lo más mínimo y tan solo susurrando un tenue "no, no me llamo Diana" mientras se acercaba al chico que le había puesto un poquito nervioso, finalmente fue el mismo Byakuran quien rompió el hielo y se presentó al mismo tiempo.

-si, digo no, bueno... él, ya lo explicó....

Se sentía un poco torpe, aunque ahora que el chico le hablaba con tal soltura, le hacía sentirse un poquito seguro de que no había problema y en definitiva no hablaría mal de él con el jefe, la verdad, era bueno saber que no en todos lados era como en el mundo del espectaculo donde solo esperan una pequeña equivocación para comerte vivo.

-em.. primero que nada, un gusto Byakuran y un gusto Shinn, me pueden decir Neko... aunque mi nombre real es Nerox, y si, si tengo el empleo, y bueno, claro que me gustaría cantar un poco de vez en cuando, jejejej cuando se pueda, es decir... cantar, como la primera canción, no como la segunda, bueno, es decir, si cantar así, pero no como...

Solo se estaba revolviendo cada vez más, y solo atinó a voltear con el chico que hacía de barman esa noche y ordenar algo para calmarse.

-un vaso con agua, por favor- Una vez servido lo bebió y terminó por calmarse un poco.

-espero que nos toque alguna noche juntos Shinn, así podríamos charlar y ser amigos no crees? y en cuanto a Byakuran... ¿no tienes prisa o si? es decir, mi turno aun no termina...

No olvidaba la invitación y tampoco quería que el peliblanco la olvidara o en el tiempo que faltaba para que pudiera irse se "enfriara" o se echara para atrás.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

El joven rió con gusto antes el nerviosismo del chico que ahora conocía como Nerox o bueno Neko para los “amigos” atendió a las palabras del pelinegro, mirándolo con amabilidad pero al tiempo con intensidad como si tratará de adentrarse en su mente y alma para así averiguar sus ocultos secretos, ahora tenía dos cosas de ventaja, antes solo conocía su apellido pero ahora sabia su nombre y también donde trabaja, eso significaba que podía localizarle e investigarle con mucha más facilidad que antes puesto que era obvio que tendría otros encuentros con él, sin importar si a Shinn le agradase o no la idea, pero bueno, primero centrarse en los asuntos primordiales de la noche, ya después se encargaría de esos encuentros futuros “ocasionales” además claro que justo ahora tenía compañía y seria una brutal falta de cortesía ignorarla tan radicalmente.

Byakuran le dio un trago a su bebida, sintiendo de inmediato como el alcohol pasaba por su garganta e iba muy lentamente hasta sus venas, de sus labios surgió un leve suspiro de satisfacción, si bien el whisky no era de sus bebidas predilectas, ciertamente el chico tras la barra había elegido uno bastante bueno y agradable para su paladar, miró a los jóvenes calculando más o menos sus edades, seguramente no debían distar mucho de la suya, sonrió al notar que ambos se habían negado a la idea de tomar alcohol, bueno supuso que Nerox lo hacía por su empleo pero y ¿Asuka? lo observó detenidamente, sus ropas no parecían los de alguien que había salido específicamente al bar, no eran desfachatadas… bueno no demasiado pero tampoco tenía la pinta de alguien que sale predilectamente en la noche para tomar una copa, fuera cual fuese el caso, si alá, buda, el diablo, el destino o quien fuese se había dispuesto a juntarlos no iba a desaprovechar tal momento preocupándose por esas cosas, más bien lo que debía consternarle era como iba a dar su segundo paso.

Miró a Nerox y negó con la cabeza sonriéndole con un toque de perversión -Soy un hombre de paciencia mi querido Neko, a no ser que pase algo de suma relevancia no desperdiciaré la linda oferta y el trato que está pactado entre nosotros, así que no te preocupes-respondió con lentitud, hablando de manera elegante como si planera cautivar, seducir y atrapar con sus palabras.

-Por cierto, y retomando un poco lo que tu mencionaste- dijo mirando al pelinegro -Muchas gracias por la felicitación respecto a mi manera de cantar pero me temo que el que se lleva aquí las palmas es Nerox- dijo y se giró un poco para mirar a la clientela -Este joven transpira talento ¿No lo creen?- expresó con voz firme hacia la “audiencia”, sin gritar y sin ponerse de pie, Byakuran sabia darse a escuchar con simpleza , simplemente señalando al chico con su mano para que la clientela supiera a quien se refería, aunque lo más probable es que no hiciera falta tal aclaración.

-jaja cantar es de lo más divertido deberíamos de hacerlo todos unidos o mejor aun todos borrachos cantando nuestras traiciones de amor jaja, esa sí que es una manera deleitable para liberar estrés y claro también mis amadas endorfinas.- animó el chico riendo de una manera infantil y con un muy repentino cambio de actitud, juguetón y sociable -¿No se les antoja algo más dulce?- cuestionó a los presentes y miro al chico tras la barra -Dame la bebida mas dulce que tengas y si es posible ponerle un extra de dulzura mejor- pidió y le guiñó un ojo al chico de manera juguetona y algo coqueta para después retomar sus prioridades y atenciones a los dos menores -Vamos chicos, no sean tímidos cuéntenme sus vidas ¿Qué hacen que no hacen en donde viven? vamos que no voy a matarlos ni a comérmelos- bueno que si lo analizaba con detalle eso no era del todo cierto -¿Por qué decidieron trabajar en un bar? de tantos otros empleos ¿porque aquí? estos lugares a veces son algo… peligrosos- finalizó esperando la respuesta de ambos.

Invitado

Sonreí un poco mientras asentía con la cabeza ante los nombres de los chicos, en especial por el del mesero nuevo, Nerox, me parecía que era un nombre curioso además que su seudónimo era muy lindo, Neko, me pregunté si es que a él le gustaban los gatos o algo así, o si solo era por la semejanza con su nombre, probablemente la segunda opción era la más lógica, bueno ya le preguntaría después puesto que todo indicaba que compartiríamos el mismo empleo esperaba yo por un largo tiempo.

-Claro me encantaría entablar una amistad contigo quizá me des unas lecciones de canto algún día- dije amable y reí en cuanto el chico con nerviosismo le preguntaba a Byakuran si es que llevaba prisa, al parecer aquella canción no se había quedado simplemente como palabras y notas al aire, iba a sugerir algo pero el peliblanco se adelantó para despreocupar al joven y también para dejar aun más en evidencia su talento ante las personas del lugar quienes al orlo aplaudieron de inmediato gritando un “¡Si!” ante lo dicho por el mayor, yo mismo aplaudí de nuevo puesto que a pesar de haber sido una simple canción en Karaoke el chico se merecía tal gratificación.

Una vez que la gente se calmó no pude evitar mirar con sorpresa al peliblanco, en especial cuando empezó a hablar tan aceleradamente, de una forma juguetona como si nos conociéramos de toda la vida, esa actitud si que no me la esperaba, me resultó muy extraño y curioso y sentía como si algo no terminara de encajar ahí, y mejor ni hablar acerca de su pedido, este chico era toda una caja de sorpresas y no sabía que tan buenas o malas eran.

-hablas algo rápido ¿Se te subió el alcohol acaso?- le pregunté al chico sin malas intenciones y sonreí mientras me acomodaba en mi asiento de manera en que pudiera mirar mejor a ambos chicos, suspiré meditando lo que iba responderle algo me decía que no debía contarle todo sobre mi así que iba a seguir mi intuición, mi corazonada y contestar cosas simples o básicas. -Jajajaja pareces un policía pero déjame pensar un poco, yo no hago mucho sinceramente, trabajo en el bar voy a la escuela, salgo a perderme o pasear un rato, cosas normales supongo y pues elegí el bar porque me gusta observar a las diferentes personas que vienen aquí, el horario nocturno también me agrada y pues la paga es buena- respondí recordando entonces lo que antes iba a comentar así que miré a Neko con una sonrisa.

-¿Por qué no te quedas medio turno? yo te cubro el resto de la noche y la madrugada así no haces esperar tanto a Byakuran, la noche esta aburrida no le diré nada al jefe si tu no le dices y por mí no hay problema-

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

Se sintió aliviado cuando Byakuran le aclaró al respecto sobre ser un hombre paciente y definitivamente la manera en la que usaba las palabras y como se expresaba, terminaba por cautivarle completamente, y en verdad le venía de maravilla aquello, ya que faltaban un par de horas para el termino de su turno, aunque claro no tuvo mucho tiempo de pensar en ello debido a la agradable, pero ligeramente bochornosa presentación y aplausos de los que fue objeto, resaltando de esa manera su talento, la verdad no podía explicar como se sentía, era un bar pequeño, con poca gente, sin embargo el saberse apreciado, le hizo sonreír sinceramente, se sintió como si en realidad hubiese cantado en un concierto maravilloso frente a miles de personas.

-gracias... muchas gracias a todos.

Mordió su labio inferior tratando de controlarse, aunque la sonrisa simplemente no desaparecía de su rostro, era como si su sueño, se estuviese volviendo realidad, aunque cuando el otro continuo con su interrogatorio, no pudo evitar expresarse honestamente con respecto a su vida, no sabía porque, pero ciegamente había comenzado a confiar tanto en Shinn como en Byakuran.

-Siendo honestos, entré a trabajar por el Karaoke, soy nuevo en la ciudad y... bueno, esto quizá sonará muy trillado y algo tonto, pero... mi sueño es convertirme en cantante, pero quiero hacerlo desde abajo, quiero lograr mis sueños por mi mismo, no quiero que digan que se debe a las influencias de mi padre o de mi madre, quiero triunfar por mi esfuerzo.... y bueno.. si es una razón tonta, pero es mi razón.

Jugó un poco con los hielos en el vaso que tenía entre las manos sonriendoles algo avergonzado, si, sonaría trillado y de chico de película americana que busca realizar sus sueños, pero... era la verdad, aunque se vio un tanto distraído de sus palabras cuando Shinn terminó por ofrecerle una oportunidad de oro, él lo cubriría....

-¿eh? ¿ha...hablas en serio? es decir... ¡me encantaría! ¡te prometo que te pagaré lo correspondiente al medio turno!

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

Byakuran prestó atención a las palabras de los menores, sus razones por las cuales trabajaban ahí y algunos muy breves detalles sobre sus intereses, el chico de la barra le dio una bebida que despedía un aroma dulzón, empalagoso y además que tenía un interesante color verde azulado que le fascinó, le dio un trago y enseguida soltó una risa mirando con incredulidad a Shinn -¿Qué si se me subió el alcohol? jajaja creo que un par de copas son muy pocas como para embriagar a alguien ¿No lo crees?-comentó y dio un trago más de su bebida…. simplemente perfecta.

-¡Ah que maravilla!- dijo dejando su bebida por unos momentos para tomar las manos del pelinegro sujetándoselas con firmeza y sacudiéndolas de forma enérgica, quizá demasiado -Es perfecto que este adorable joven se ofrezca de una manera tan gentil y desinteresada en cubrirte, que valor, que gran amigo, que carácter-se expreso riendo cual pequeño para después soltar al chico y acabarse de un trago la bebida para pedir otra.

-Ahora que todo eso está solucionado y que al parecer tendré mi tiempo de calidad espero grato y suficiente con Nerox, está en mi deber invitarles una copa así que pidan sin miedo la bebida de su preferencia- ofreció sonriente mirando a los dos chicos de su interés

La plática continuó con fluidez y tranquilidad, sinceramente podría decirse que casi le agradaba estar así, platicando con esos dos chicos en el bar, por lo menos era un poco más entretenido que estar ahí sentando sin nada más productivo que hacer -¿La influencia de tus padres? eso suena interesante cuéntame un poco al respecto ¿Ellos que hacen?- preguntó curioso mirando a Nerox, si los padres del chico tenían influencias podrían estar en negocios interesantes, le gustaría saber qué clase de cosas hacían y aunque claro que sabía que no todas las personas bien remuneradas era porque actividades “ilícitas” el chico debía admitir que si era de la gran mayoría, sentía sencilla curiosidad al respecto, de hecho también sentía curiosidad por Shinn después de todo sabía que le estaba ocultando ciertas cosas, acto comprensible y sensato ante una persona desconocida en un bar.

Invitado

Asentí con la cabeza sonriendo, después de todo no me costaba nada quedarme, al contrario estar un tiempo ocupado me caería bastante bien, al menos mantendría la mente en algo menos estresante mientras la plática seguía, miré al chico del cabello con un poco de sonrojo en las mejillas, no demasiado, tenía razón al decir que un par de copas podrían no bastar para embriagar a alguien pero en mi caso por poco y con tan solo un trago de alcohol me ponía en un estado digamos… no prudente, no sabía si era el único al que le pasaba pero así era mi organismo lo único que toleraba medianamente bien era el vino siempre y cuando fuera un poco menos de media copa.

Me tomó por sorpresa aquel efusivo apretón de manos, si no era el alcohol entonces comenzaba a notar, a estar seguro que el chico era bipolar o un poco extraño-No… no es para tanto, en verdad no me molesta hacerlo… no creo que sea un acto de gallardía o algo así- dije nervioso y sincero con una pequeña sonrisa a pesar de todo -Quiero hacerlo porque Nerox me agrada es todo- agregué y reí un poco, pues podía parecer tonto como alguien a quien acabas de conocer te agradase tan rápidamente, no me importaba, al contrario, me alegraba que el chico pelirosa fuera de mi simpatía eso haría menos tedioso el trabajo además el joven tenia la pinta de ser alguien divertido y extrovertido, quizá podría aprender cosas interesantes de su persona.

-Te lo agradezco mucho pero rechazare la bebida- dije amable mientras me ponía de pie y me quitaba la sudadera quedando solo con el pantalón y playera negra, con eso ya no me vería tan informal para trabajar-Como tomaré el turno no creo que sea conveniente que beba así que ¿Te parece si lo dejamos para otra ocasión?- sugerí, mitad verdad mitad mentira ya que en realidad si lo hacía por mi trabajo pero lo hacía más que nada por el alcohol, debía insistir en eso aunque sonara tedioso, mi control de la bebida era pésimo si no es que algo peor que eso.

-Mejor ustedes platiquen un poco más pues veo que se agradan y que al parecer no tienen ganas de perder mucho tiempo- dije amable.

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

-jejeje bueno, quizá tan solo una bebida, aunque no mucho, él alcohol y yo no nos llevamos muy bien, y no sé mucho de bebidas así que, confió en tu buen gusto.

Le gustaba el ambiente que estaba tomando su entorno de trabajo, Shinn era un chico muy agradable y le parecía que podían llegar a ser grandes amigos, y... bueno... había encontrado alguien interesante; lo que no había esperado era la pregunta repentina sobre sus padres, bueno, él había sacado a flote el tema, así que no había problema.

-bueno, más bien ellos son una influencia en el mundo del espectáculo, mi padre tiene una importante agencia de modelaje, que de hecho así fue como comencé, soy modelo desde muy pequeño, y con el tiempo... me convirtieron en modelo femenino...

Nunca le había parecido vergonzoso dentro de camerinos o con otros modelos hablar de como le hacían vestir de mujer para las sesiones fotográficas, sin embargo ahora, si le apenaba un poco.

-eh.. y, mi madre es estilista, a veces pienso que sino logro ser cantante al menos me gustaría ser estilista como ella, es divertido a final de cuentas.

Se encogió de hombros finalizando la explicación del trabajo de sus padres, a pesar de lo mucho que los quería en esos momentos no le preocupaban demasiado, más bien no quería pensar mucho en ellos, porque su atención para esa noche estaba en el peliblanco frente a él.

-la verdad Shinn, Byakuran si me agrada y mucho, al igual que tu me agradas y... bueno, supongo que yo estaré listo para dar por terminado mi turno en cuanto él lo indique.

Le sonrió tranquilamente a Shinn, dejando así la oportunidad a Byakuran de elegir en que momento deberían partir, e igualmente a donde ir, si quería llevarle a su departamento estaba bien, o inclusive si quería podían ir al de él, no era la gran cosa, pero al menos estarían cómodos.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

Se sorprendió ante la respuesta del chico y lo miró una vez más de los pies a la cabeza mientras le ordenaba una margarita fresa, algo simple y suave pero de buen gusto -ciertamente pareces una chica de no ser por lo ajustado de tu pantalón serias extremadamente fácil de confundir, me parece que aun así tienes sin duda una presencia que causa mucho desconcierto- dijo y tomo un poco de aire, bueno a final de cuentas Nerox era un chico “normal” con padres “normales” por decirlo de una manera aunque el concepto de Normalidad que tenia Byakuran era bastante discordante, el peliblanco suspiró para prestarle atención ahora al menor del grupo sonriendo ampliamente y dejando su bebida a un lado.

--¡Excelente! no quisiera que esto llevara más tiempo así que si no te molesta me gustaría que Nerox y yo nos marcháramos de inmediato, eres un chico responsable Shinn así que espero que tus palabras no queden sueltas al aire puesto que es importante ¿Qué te parece si nos encontramos en otra ocasión? en un par de días o en cuanto tengas tiempo libre, yo me encargaré de ponerme en contacto contigo y avisarte del día, hora y lugar de la cita ¿Te agrada la idea?- dijo mirando al joven pelinegro con intensidad, directamente a los ojos y con una secreta fuerza que le advertía que no podría haber un no como respuesta, una sutil y elegante amenaza que se aseguro que fuera notable exclusivamente para l pelinegro.

Sujetó la mano de Nerox entrelazando sus dedos y aprentándola de forma sugestiva -Claro a no ser que tu desees quedarte un poco más me encantaría ir al lugar en donde vives- finalizó.

{Off: Perdonen si tiene muuchas faltas de ortografia o de concordancia hago el post desde una computadora extraña >_<}

Invitado

Al escuchar a Nerox no podía dejar de parecerme maravilloso como el chico había decido cumplir sus metas por su propia mano, sin ayuda de nadie conseguir hacer realidad todos sus sueños, eso sin duda era algo admirable, pocas personas tenían tal valor para enfrentarse solos a los diferentes de retos de la vida y menos aun teniendo en su camino opciones muchísimo más sencillas, el chico me agradaba y bastante y esperaba también yo agradarle a él, ya que algo me decía que íbamos a comentar muchas cosas y quizás hasta aconsejarnos mutuamente, sea como fuese yo de antemano admiraba su gran valentía.

Miré a Byakuran con un toque de confusión al principio pero enseguida con desconfianza, sus palabras parecían llevar un trasfondo que simplemente no me gustaba, lo miré a los ojos, era difícil mantenerle la mirada pero lo hice lo mejor pude, últimamente tenia los sentidos bajos, no estaba alerta y so era lo que ahora causaba que en mi mirar se notara lo que sus palabras causaban, al final desvié la mirada y me puse de pie con una sonrisa falsa-Esperare entonces tu mensaje y acudiré a nuestro encuentro sin falta, por ahora creo que lo mejor será apurarme parece que su actuación ha llamado a la clientela- dije mientras el bar aunque muy lentamente comenzaba a llenarse.

Tomé mi sudadera para dejarla en la parte de atrás lejos de la vista del público y le sonreí cálidamente a Nerox -Vete tranquilo firmare la salida por ti asi que no te preocupes- dije amable, acercándome para despedirme de el con un beso en la mejilla -Cuídate- le susurre con pequeño toque de seriedad y preocupación, asegurándome que solo él escuchara y aunque algo me decía que él iba a estar bien, no podía dejar de preocuparme, en especial porque ya apreciaba al chico.

Me aparté sonriendo con normalidad y mire a ambos chicos -diviértanse espero que nos encontremos en otra ocasión los tres juntos- mencioné y me despedí con un gesto de la mano mientras iba a atender a los recién llegados.

(Off: Jajaja no te preocupes n.n y pues creo que a partir de aquí yo las dejo solitas pórtense bien (?) Nerox es un amor :3 y cualquier otro rol me dicen)

Mensajes : 268 Fecha de inscripción : 09/05/2012

El saber que Byakuran también deseaba irse pronto le hacía sentirse un poco ansioso, no podía evitar sentirse contento aunque algo nervioso por ello, apenas si habían servido su margarita y no pudo más que da run pequeño trago y probarla antes de decidirse a que era el momento justo para irse, en especial cuando Byakuran le había pedido tan abiertamente el ir a su apartamento, sin más le sonrió ampliamente a ambos chicos, se acercó y le besó igualmente la mejilla a Shinn, agradeciendo infinitamente lo que estaba haciendo por él.

-en verdad, muchas gracias y no te preocupes por nada, estaré bien

La sonrisa en sus labios era una confiada y una vez que se hubo despedido de él, volteó a ver al peliblanco a la par que daba un suave apretón a su mano.

-entonces andando, mi apartamento no es la gran cosa, pero nos bastará.

Dio un último sorbo a la margarita y la dejó en la barra, antes de encaminarse a la salida junto al peliblanco, justo en ese momento deseaba que la distancia desapareciera y estar en su casa al instante, sin vergüenza alguna le besó la mejilla inocentemente mientras salían y era todo lo que planeaba darle como "adelanto" hasta que estuvieran en el lugar.

(no te preocupes, y... cierras el tema tu o lo cierro yo? xD así ya abro el tema del depa XD)

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

El chico sonrió y miró al pelirosa darle sorbos a la margarita, esperaba que no sintiera sus efectos tan pronto puesto que había bebido de una forma algo acelerada, caminó de buena gana junto con él hacia la salida del establecimiento, mirando por última vez al pelinegro que atendía con una sonrisa a los clientes para enseguida centrar completa y únicamente su atención el chico que le había besado la mejilla de forma cariñosa, gesto que le pareció de cierta forma adorable ya que tras toda la “escenita” anterior ese simple y casto beso le resulto infantil y tierno, claro sin dejar de percatarse de la promesa de algo más al llegar al departamento.

-No te preocupes, supongo que mientras ambos estemos cómodos nos bastara- expresó mientras caminaban aun tomados de las manos, él por supuesto dejando que el chico guiara el camino, tras un par de minutos y como si fuesen conocidos y amantes de toda la vida rodeó la fina cintura del chico, atrayéndolo con un toque de firmeza, sintiendo un poco de ansiedad puesto se moría de curiosidad por descubrir muchas cosas sobre el chico incluido por su puesto el cuerpo bajo aquella ropa sugestiva.

{Listo para que abras tema ^^}

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