Un momento para relajarse (Libre)

Mensajes : 5 Fecha de inscripción : 18/04/2016

Entré al bar mirando a la gente que había, como era entre semana y media noche el lugar no estaba tan concurrido. Recién había llegado a la ciudad y apenas la estaba cociendo algún ser desconocido me recomendó el lugar para poder beber una tragos y relajarme. Aún tenía muchas cosas por hacer pero tomarme un momento para relajarme y ver a la gente de la ciudad me pareció buena idea.

Me senté en la barra, mi ropa era sencilla, unos jeans oscuros una camisa a azul y un blazer negro. Lentes puestos para ocultar mis ojos pues no quería llamar la atención más de lo que mi cabello largo ya lo hacia. No me fijé mucho en quien estaba sentado a un par de bancos lejos pues al momento un mesero joven se me acercó para tomar mi orden. Miré los licores con desinteres no quería algo muy fuerte o amargo. Decidí arriesgarme.

- Frangelico solo con hielos- pedí sin prestarle mucha atención al chico, oí solo que asentía a mi pedido y después sus pasos retirandose. Suspiré, que tedio había tenido toda la semana. Quizá pronto empezaría a conocer algo más interesante que vecinos hipócritas de amabilidad.

Mensajes : 341 Fecha de inscripción : 08/04/2012

La noche era fresca, el chico recién terminaba de atender un asunto que para su agrado se solucionó rápido, por lo que decidió que antes de ir a casa sería perfecto tomarse una buena copa vino, siendo entre semana el bar estaría lo suficientemente tranquilo como para relajarse después. Byakuran odiaba los lugares con mucha gente, sentía que l robaban la energía o algo similar, además cuando el sitio estaba más tranquilo, le era más fácil observar a las personas, intentar analizarlas, aunque ahora no tenía mucho ánimo en realidad y al parecer no había más que personas comunes y corrientes bebiendo un trago tras el trabajo.

Al entrar y acercarse a la barra uno de los chicos del bar de inmediato le sirvió una copa de vino de dulce sin si quiera preguntarle, ya lo conocían, buscó con la mirada a su novio, no recordaba si le tocaba trabajar hoy o no, una parte de él quería verlo aunque no era como si no pudiese ir a buscarlo a su casa. Suspiró mientras tomaba otro trago de su copa, todo el cansancio comenzaba a hacerle pesar el cuerpo.

El peliblanco estaba por irse cuando alguien finalmente captó su atención, un joven que entraba al bar, de larga cabellera y lo más extraño, usando lentes oscuros a media noche, curioso muy curioso. Lo observó con cuidada discreción, el chico tenía semblante distraído y se atrevería a decir que hasta fastidiado, le intrigó el porque del tanto misterio pero esperaría un poco antes de acercarse, o ese era su plan, sin embargo al oír la bebida que pidió y el toque del acento italiano del muchacho no pudo más que sorprenderse y movido por la curiosidad se levantó de su asiento en la barra, se acomodó su traje, esta vez de color negro con una camisa blanca y corbata roja, su saco colgaba de la silla alta de la barra y con elegancia lo tomó y se encaminó al chico ocupando el lugar justo a su derecha - Bouna Notte- saludó al chico y después miró al chico del bar - Dame lo mismo que ha pedido el por favor- pidió, el chico asintió y fue a servir la bebida dejando solos a ambos jóvenes.

- No cualquier persona pide tan a la ligera un licor Italiano, debo admitir que he cedido a la curiosidad por ti y no pude evitar acercarme- habló en tono calmo que ocultaba a la perfección su interés por el chico.

- Puedo preguntar ¿que te trae por aquí esta noche? Es la primera vez que te veo en este bar y por tu aspecto claramente antisocial me atrevería a decir que era nuevo en la ciudad también- no se había presentado pero esperaba captar la atención del otro.

Mensajes : 5 Fecha de inscripción : 18/04/2016

Miraba distraídamente mi teléfono celular, revisaba algunos mensajes antiguos y unas fotos sin sentido que no había tomado yo cuando escuché una silla arrastrarse a mi lado seguido de un saludo ¡En Italiano! Volteé el rostro mirando con sorpresa al hombre que se sentaba a mi lado y que me hablaba con fluidez y para mi oídos algo de egolatría, enarqué una de mis cejas al oír toda su palabrería, se notaba que el también es de Italia y aunque su acento no era tan marcado al hablar, su saludo en mi idioma natal había sido perfecto.

-Pues no deberías- contesté - La curiosidad mató al gato- dije volviendo a centrar la atención a móvil, sin embargo el otro se aferraba a indagar y a decir que yo también sentía la curiosidad, aunque la manera en que me llamó "Antisocial" ese todo tan confiado pero agresivo me estaba fastidiando. No tenía porque responderle.

Me puse a mirarlo, lo bueno de mis lentes negros era que me daban discreción, el chico era sin duda extraño pero atractivo, su cabello blanco y esa marca extraña bajo su ojo, al parecer el mundo estaba lleno de rarezas y yo que tanto las detesto. Pero si, el chico era atractivo y elegante, su ropa era cara y no pudo evitar recordarme malos tiempos cuando aún estaba en "Casa". Saqué el pensamiento de mi cabeza.

- No tenía nada más interesante que hacer, oi del bar, vine y ahora me encanto al responder tus preguntas- le dije con algo de sarcasmo en la voz lo que me hizo sonar muy grosero.

El muchacho del bar trajo las bebidas, apenas una pequeña sonrisa de lado se mostró en mi rostro al percibir el dulzor del licor, odiaba muchas cosas de mi infancia y más aún de mi lugar de nacimiento pero los licores, la comida y los postres son algo a lo que nunca me podré negar. Bebí.

- Bueno y tu que? Las fachas que te cargas te hacen parecer un mafioso de primera- le dije - Supongo que ahora me darás un nombre falso, me invitarás unos tragos, quizá pasemos un rato divertido en la cama y al finalizar nuestra "bella notte"me dispararás en un callejon y me echarás al río, clásico- dije con voz fría y algo agresiva. Si me estaba excediendo no me importó

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