Una tarde para mi (libre)

Recien habían terminado las clases en su universidad y decidió salir a pasear por el centro comercial, podría despejarse un poco de las clases y quizá aprovecharía para comer algo e ir a la tienda de deportes y conseguir unas rodilleras nuevas.

Iba caminando tranquilamente viendo los aparadores, ropa y joyas que no le interesaban, la mayoría de las tiendas no eran de su agrado ¿porqué la gente tenía la necesidad de comprar cosas tan caras? ¿ qué diferencia había entre una camisa de 10 dlls y una de 100? Suspiró ignorando a un par de jovencitas que chillaban emocionadas por las rebajas y que al fin podrían comprar uno de los modelos exclusivos de cierto diseñador, lo mejor era ir directo a la tienda de deportes, aunque no sabía en donde estaba, era la primera vez en aquel centro comercial, buscó un mapa que le ayudara a identificar las tiendas y decirle en dónde podría encontrar lo que buscaba.

Suspiré con un poco de cansancio, había tenido una mañana muy larga, me habían pedido que hiciera una sesión de fotos para una reconocida marca de Jeans que recién abría una sucursal en el mall de la ciudad, realmente ya no me dedicaba mucho a hacer trabajos de modelaje pero había sido un favor especial para un conocido mío muy querido. La sesión había estado bien lo que no había tomado en cuenta era la invitación para ir a la inauguración  de la tienda, a la cual no me pude negar, claro que me divertía, me encantaba convivir con mis fans, bueno casi siempre ya que algunas eran un poco hostigosas y daban miedo. Llevábamos ahí poco más d horas y las chicas seguían gritando emocionadas, algunas incluso se peleaban por tomar el mismo modelo de Jeans aunque no fuese de tu talla, peor, aunque no fuese de mujer. Cada quien sus gustos me supuse.

El problema era que ya me estaba cansando, no había comido nada y además tenía mucha tarea que hacer para la escuela, necesitaba salir de ahí, así que tras una última selfie con una chica decidí escabullirme, sigilosamente me moví hasta la parte trasera de la tienda, me subí el gorro de mi sudadera y me puse unos lentes para cubrirme un poco, al menos hasta que pudiera perderme entre la gente del centro comercial, y mientras las chicas se peleaban por la ropa, rápidamente salí del local y eche a correr hacia el lado contrario, alejándome  lo más que podía.

-Yes!!- exclamé feliz una vez alejado, ahora podría divertirme un poco, quizá ir a la zona de arcade, y comer algo y también dar una vuelta por las tiendas, reí por mi travesura de irme y finalmente comencé a mirar las tiendas con curiosidad. Fue entonces cuando lo vi, en la tienda de deportes justamente. Me pegué al cristal sin poderlo creer y una enorme sonrisa se formó en mis labios, rápidamente fuí hasta la puerta entrando abruptamente y sin pensarlo dos veces me lancé sobre el muchacho que había visto desde afuera.

-¡Senpai!- grité rodeando con mis brazos al chico y prácticamente tirándolo al suelo, desde que se había graduado no lo había podido verlo y menos aún jugar juntos de nuevo así que estaba más que feliz de podermelo encontrar, era destino seguramente.

[Hola yo me apunto para responderte >w<]

Después de encontrar el mapa pudo comprobar que había una tienda de artículos deportivos un poco más adelante, pasó por una tienda en la que parecía haber otra rebaja o reciente apertura, o algo así, la verdad no prestó mucha atención en realidad, aunque entre todo el bullicio de chicas, y algunos chicos, gritando como locos alcanzó a escuchar que nombraban a cierto rubio conocido suyo, sonrió levemente al recordarlo, pero al ver todo el alboroto que se armaba por él rodó los ojos y siguió su camino hacia la tienda.

-ni que fuera la gran cosa.... -se dijo a si mismo mientras entraba a la tienda de deportes,  yendo al área donde estaban las rodilleras. Al igual que con la ropa, no entendía como podían alborotarse tanto por un simple chico, es decir, él lo conocía y fuera de todo ese glamour de modelo quedaba... kise, un chico común y corriente.... Con habilidades extraordinarias para el basketball... Pero aun seguía siendo quizá no tan común... Pero... Bueno no importaba había otros 5 en la generación milagrosa igual de sobresalientes que él, no tenía porque creerse tanto...

Estaba tan absorto en sus pensamientos sobre el rubio que no notó al chico sino hasta que estuvo colgando de si cuello haciendolo perder completamente su punto de equilibrio e ir a dar de rodillas al suelo, junto con un escalofrío que recorrió hasta su medula al escuchar aquel grito de "sempai!" que le confirmaba la identidad de su atacante.

-¿¡qué demonios pasa contigo!?- fue lo primero que se le ocurrió gritar a la vez que luchaba por quitarse al rubio de encima- ¿¡porqué rayos no te acercas y saludas como la gente normal!? Es que tienes aire en el cerebro ¿o qué? -golpeó la cabeza del chico sin mucha fuerza pero con la suficiente para hacerle notar que estaba molesto.... Aunque muy, muy, muuuuy en el fondo, feliz de verlo, había pasado mucho tiempo desde la ultima vez en que habían coincidido... De hecho, desde su graduación.

Me aferré con fuerza al chico, mi corazón latía muy fuerte debido a la emoción, todo era casi soñado hasta que claro el tono de molestia y el golpe me arrastraron a la realidad. -Ou pero senpai ¿No estas feliz de verme? Eso me dolió mucho- me quejé mientras sobaba mi cabeza, en realidad no había dolido tanto, en nuestros días de estudiar juntos había recibido golpes más fuertes por parte de él, sonreí, por la emoción mis lentes se habían caído al suelo así que ahora estábamos frente a frente mirándonos sin barreras.

-Aunque sabes debo admitir que extrañaba un poco oír tus reclamos- agregué mirando a sus profundos ojos y lo abracé aun mas fuerte, realmente lo había extrañado mucho, mirándolo a detalle, me pareció verlo un poco más alto y también con un aire más maduro aunque eso de por si ya lo tenía, caí en la cuenta de lo raros que nos veíamos y aunque no me molestaba la cercanía, lo mejor iba a ser levantarnos o llamaríamos la atención y sabía que eso no iba a ser del agrado de Kasamatsu senpai.

Me puse de pie levantando mis lentes en el proceso - Lo siento senpai- ofrecí una mano a mi amigo para ayudarle, como muchas veces el me había ayudado a mi. En cuanto nuestras manos se tocaron una pequeña descarga eléctrica me recorrió desde la palma hasta mi espalda, sonreí aún más, una radiante y sincera sonrisa solo para él.

-Vamos dime que me extrañaste un poquito, mira valió la pena haberme escabullido ahora así podemos pasar tiempo juntos, algunos fans quedarán algo tristes pero no importa- dije mientras pasaba un brazo por sobre sus hombros y nos alejaba un poco de la ventana pues seguramente me estarían buscando.

-¿Como estas? ¿Te ha ido bien? ¿Ya tienes novia? ¿Tienes un nuevo equipo de basquetbol?- pregunté con rápido interés, quería saberlo todo.

Escuchó los reclamos propios del chico sobre extrañarlo y la verdad no supo que decir, se sonrojó y quedó sin ningún pensamiento coherente, así que solo pudo murmurar un par de cosas que no se entendieron del todo, encima le decía que lo había extrañado terminando por apenarlo, ¿cómo se suponía que debía contestar a algo así? Estaba a punto de desviar la conversación y regañarlo por estar tan cerca ¡y además encima de él! Y es que estaban tan cerca que sus pensamientos se confundían y era prácticamente imposible dejar de ver el rostro del modelo, su piel tersa, sus ojos de un color dorado que parecían el sol mismo, sus pestañas y sus la... ¡NO! ¿Qué rayos estaba pensando? Debía alejarse cuanto antes, por suerte fue el rubio quien tomó la iniciativa propia de quitarse, lo cual agradeció ya que no sabía cuanto más pudiera aguantar los nervios de aquello, aunque definitivamente cuando sus manos se tocaron no pudo evitar sentir "algo", no quería pensar en ello y darle un nombre, así que simplemente decidió ignorarlo y desviar la conversación hacia las faltas del rubio.

-¿Entonces te escapaste? ¡No deberías hacer eso!¡ Aunque todas esas fans sean realmente molestas es tu trabajo y deberías ser más responsable!- una vez más le dio un golpecito en la cabeza, esta vez procuró no levantar tanto la voz para no llamar la atención más de lo que ya habían hecho, aunque ahora que lo veía, en verdad deberían de parecer una pareja intima, yendo a donde no los vieran, hablando entre ellos, el rubio abrazandolo por la espalda... no pudo evitar que sus mejillas volvieran a sonrojarse y ahora mas que antes, maldecía a Kise por ser tan pegajoso y hacerlo pensar cosas que no eran, cubrió su rostro con ambas manos tratando de relajarse.

-argghh! ¿Cómo es que puedes ser tan... tan... tonto? -Inhaló profundamente y volvió a ver al joven sintiéndose aun más agobiado con la montaña de preguntas- solo vine a comprar unas rodilleras... hablas demasiado, como siempre -frotó sus sienes intentando relajarse y viendo que nuevamente comenzaban a llamar la atención de los presentes, lo mejor sería salir de ahí cuanto antes- Deja compro esto y después vamos a comer, ¿ok? Yo invito...

Sin esperar respuesta del rubio se alejó tomando el paquete de rodilleras que abía visto antes y yendo rumbo a la caja, aunque de espaldas podría parecer calmado, en realidad sus mejillas volvían a arder... ¿Acababa de invitar a comer al tonto de Kise? ¿Eso... era una cita? ¡NO! ¡no! ¡No era una cita! solo... era una comida, solo eso... y nada más.

Bajé un poco la mirada ante el regaño, aunque no lo parecía y aunque hubiera pasado ya tiempo desde la última vez, las palabras de Kasamatsu siempre habían logrado afectarme, fue gracias a él que bajé los pies al suelo cuando pensaba que no valía la pena nada y que el triunfo era demasiado fácil para mi. Y aunque me quejo mucho de sus sermones debo admitir que les presto mucha atención, sonreí un poquito, esta vez de manera más discreta como si mi sonrisa fuera solo para mi mismo -Sigues igual de responsable que siempre le dije con una suave admiración y segundos después puse de nuevo la cabeza en alto.

-¡Eeh! No hablo demasiado y no soy tonto me queje haciendo un gracioso puchero -En mi defensa senpai, el venir a la inauguración de la tienda no era parte del plan, pero esta bien si ya no me quieres me... comenzaba a hacer mi usual drama cuando el mayor acalló mis palabras con su invitación, me quedé quieto con las mejillas sonrojadas, sin tiempo de responderle ya que él se adelantó a la caja a pagar sus rodilleras. ¿Realmente me estaba invitando? Él ¿Estaba siguiendo mi juego? Mi estómago rugió como respuesta, lo siguiera o no, aún necesitaba comer algo y nada mejor que hacerlo junto a él.

-Espérame senpai- dije y me apresuré a darle alcance a la caja, mantuve mi distancia esta vez, no quería sortear mucho a mi suerte. La mujer pasó el paquete del chico por el sensor y se dispuso a cobrarle, por primera vez me tomé el tiempo de escanear la tienda, suspiré, hacia tiempo que no jugaba basquetbol, claro aún pertenecía al equipo de la escuela pero no se sentía igual, le hacia falta jugar por diversión.

La vendedora nos miró con una sonrisa de curiosidad y entregó el paquete a su dueño, me acomodé de nuevo la sudadera y los lentes y me junté hombro a hombro con Kasamatsu para salir de la tienda  pues no sabía si seguían buscándome. Comenzamos a caminar tranquilos lado a lado, siguiendo el rumbo que el mayor disponía para ir a comer -  No contestaste mis preguntas- pues no era algo que iba a olvidar tan fácilmente   - ¡Ya se! Te las responderé yo primero- me decidí. Llevé una mano a mi mentón recordando todas las cuestiones que le había hecho, me apegué más a el de manera en que nuestras manos se rozaban un poquito al caminar.

-A ver, yo he estado bien, he hecho muchas cosas senpai, sigo en la escuela y jugando basquetbol aunque a veces no es tan divertido, hay  chicos nuevos oh y yo me inscribí al curso de aviación, me convertiré en piloto algún dia- comencé a platicarle de lo que habían sido mis días - hablo de vez en cuando con los chicos de la generación de los milagros y también con Kagamichi de vez en cuando- me agradaba mucho el pelirojo él, junto con Kuroko nos habíensañado a varios una gran lección así que a veces me gustaba saludarlo. Dieron vuelta por un pasillo -¡Oh! Y casi lo olvido, está esta chica, ella es muy linda, va en mi curso y suele ir a los partidos y a las  prácticas de basquetbol, es amable, divertida muy bonita y todos dicen que hacemos una pareja perfecta comenté distraídamente
-Jajaja pero no se de donde sacan eso, ella no me gusta, solamente la veo como una hermana ni más ni menos agregué y entonces al voltear a ver a mi acompañante me di cuenta de algo   -Ow estas todo rojo que lindo-

Logró pagar las rodilleras sin ningún percance por parte del rubio, aunque se decidió a ignorar olimpicamente la mirada acusadora de la jovencita de la caja, no es como si Kise y él fueran algo después de todo, solo eran ex compañeros de equipo.... Quizá a lo mucho podría aventurarse a decir que eran amigos...

Salieron de la tienda y comenzó a comenzaron a caminar hacia el área de comidas, el camino hubiera sido algo tranquilo de no ser que sus manos rozaban de vez en cuando, haciendolo sonrojar, luchaba por enfocarse y pensar en otras cosas que no fuera eso, se alejó un pasito discretamente estando aun cerca de él, pero no lo suficiente para que se notara o Kise pensara que no quería estar con él. Escuchaba al chico contestar sus propias preguntas, la verdad no había contestado antes porque esperaba a que estuvieran en un lugar más privado, pero como siempre el chico era desesperado y comenzó a hablar, todo parecía bien hasta que mencionó a esa chica, la manera en la que hablaba de ella fue como si le dieran una puñalada y la leve sonrisa que tenía en los labios se borró, así que Kise al fin iba a conseguir novia... Aunque más extraño sería que no tuviera una, decía solo quererla como una hermana, pero no estaba muy seguro de ello, su mente divagaba hasta que de nuevo le avergonzaba apuntando a lo roja que estaba su cara.

-¡callate! -se cubrió el rostro con una mano de nuevo y se dio la vuelta para que no siguiera viendolo, era dificil todo aquello- s..solo vayamos a comer, ¿qué quieres comer?

Había diferentes lugares para comer, mientras tenían mesas comunes para los distintos locales, así que se sentó en una de las mesas más alejadas y ocultas de las demás, detrás de una columna para que Kise no tuviera problemas de que sus fans la siguieran buscando, mientras tanto trataba de relajarse y pensar que era lo que ordenaría para comer, esperó a que el rubio se sentara y entonces comenzó a hablar.

-he estado bien, la verdad todo en la escuela ha estado muy bien... Aun me sigo adaptando pero está perfecto, si, tengo un nuevo equipo de basketball, son muy buenos los chicos aunque no son los mejores, pero con esfuerzo lo seremos, y... En cuanto a lo otro......

Reí un poquito cuando me mandó a callar y se apenó aún más, era lindo, demasiado lindo cuando estaba avergonzado, a veces incluso me parecía que era otra persona, pero no, quizá por eso me gustaba tanto ¿Gustarme? Bueno pues si claro, tenía mucho tiempo que me gustaba Kasamatsu, aunque a veces ni yo mismo podía entender de que tipo era esa clase de gusto y no era como si fuera a preguntárselo ¿o si? Uuuhg no sabía que más hacer, por ahora lo mejor sería dejarlo en que me gusta y punto.

Una vez que llegamos a la zona de comida no pasé por el alto el que el otro escogiera una mesa apartarse y algo oculta, me entristecí un poco, quizá se avergonzaba de mi, me regañé internamente hasta que lo vi sentarse e invitarme con la mirada, tomé mi sitio de manera en que quedáramos frente a frente y fue entonces cuando noté que la mesa oculta más bien nos daba privacidad -Gracias- le dije entendiendo su intención al elegir nuestros asientos, otra cosa que me encanta de él, piensa siempre en los demás.

Escuché las respuestas a sus preguntas, no dudé ni por un segundo de que le fuera de maravilla en la universidad, podía verlo graduándose con honores incluso. Sonreí con un poco de nostalgía -Que envidia ellos pueden jugar junto a ti cada que quieran- mencioné ante lo de su nuevo equipo, no pude evitar sentí un poco de celos -Contigo en el equipo no dudo que lleguen lejos, puede que no seas parte de la famosa generación de los milagros pero aún así creo que vales demasiado, a veces hasta más que muchos de nosotros, tienes algo, una magia, un brillo cada que te apasiona el basquetbol que muchos ya hemos perdido, además eres un líder excelente y mi único y muy favorito senpai- finalicé con una sonrisa dedicada únicamente para él.

Sin embargo me quedé helado al oír lo último, a esa duda en el tono de su voz, una opresión en el pecho me invadió y mi sonrisa se borró por unos segundos. ¿Acaso él se había conseguido una novia? ¿¡Un novio!? Era de esperarse, la universidad eran palabras mayores y aunque yo era consiente de que a Kasamatsu no se le daban muy bien los tratos románticos, eso no impedía que él tuviera a alguien, me mordí el labio y miré la mesa como si fuera el objeto más increíble del mundo entero, repentinamente me sentí desanimado, ¿Pero que podía yo hacer? él ya era universitario, había seguido su vida y yo me había quedado atrás, era cuestión de tiempo que el encontrara a alguien con quien compartir su corazón. Negué con la cabeza rápidamente no podía permitir que semejante situación me desanimara, me levanté de la silla un poco brusco al notar que iba a terminar su respuesta, lo aceptaba pero no estaba listo para oírlo.

-¡Ramen! Eso quiero, sería delicioso un plato caliente de Ramen dije de nuevo con la sonrisa juguetona de siempre y me dirigí hacia el local que vendía el mencionado alimento, mis manos temblaban un poco mientras leía el menú. No sabía que estaba ocurriendo estaba muy celoso, no quería que nadie se acercara a él pero también estaba triste pues contra una chica yo no podía competir. -Kasamatsu tonto, todo sería mejor si no fueras tan lindo- murmuré enfurruñado.

En serio no entendía como Kise tenía esa magia para decir cosas que lo avergonzaban completamente o que le daban la necesidad de golpearle en el rostro, aunque después de escuchar todo sobre lo de ser su "único y muy favorito sempai" le provocó la primer reacción, lo que trató de ocultar una vez más desviando la mirada.

-bueno, te decía que.... -no le dio oportunidad de terminar su respuesta cuando comenzó a gritar que quería ramen, sus ojos estaban abiertos de la sorpresa, el chico era idiota, pero en ese momento parecía aun más....-bien...- contestó vagamente mientras veía al chico dirigirse a ordenar su ramen, suspiró imaginandose que Kise se estaba montando alguna historia loca en su imaginación.... Quizá estaba celoso porque él no tenía novia y creía que él sí, no pudo evitar sonreír un poco, el rubio era como un niño pequeño que hacia un berrinche nuevo cada cinco minutos, en ese momento no le molestó TANTO, incluso le pareció un poquito lindo, se puso de pie y fue junto al rubio, viendo al encargado, tomó el menú de manos de Kise.

-dame acá... No saques conclusiones tu solo... -miró el menú y después de leer un poco señaló la foto de un ramen que suponía le gustaría al rubio, y dio su orden a la dependienta- me da dos, por favor- una vez que la chica tomó la orden y la pasaba a cocina golpeó la cabeza del rubio con el menú- no salgo con nadie, idiota- volteó de nueva cuenta con la chica y sacó su billetera para pagar ambas ordenes- ahora ve a sentarte...

No sabía como describir la expresión de Kise cuando le dijo que no salía con nadie, pero le había hecho sentir algo similar a un huevo en el estómago, no tenía idea de que significaba, pero la última vez que había sentido aquello fue cuando una chica se le declaró en secundaria, aquella vez la rechazó porque no sabía como lidiar como una novia, y no había cambiado mucho desde entonces... Nunca había tenido pareja y ahora simplemente tenía miedo de no saber que hacer en una relación que lo evitaba, se quedó de pie, esperando la bandeja con su orden, su mente estaba divagando sobre tener una pareja ahora, no estaba seguro si algún día podría hacerlo, lo más cercano a una cita que jamás hubiera tenido era ese preciso momento con Kise, nuevamente su rostro se encendió de un color rojo.

-no debería pensar cosas innecesarias....-la chica le dio la bandeja con su orden y la tomó llevandola a la mesa, ahora estaba nervioso, ¿en serio aquello era una cita? ¿qué demonios se supone que se hace en una cita? ¿comer juntos? Ya lo estaban haciendo ¿charlar? También ¿ir al cine? Podría invit.... ¡no! ¡no trataba que aquello fuera una cita! -aquí está la comida.... -sirvió los bowls uno frente al otro- si te gusta este, ¿no?.... ¿qué quieres de beber? Ya lo compro.....

Estaba distraído en mis propios pensamientos que no me fijé en realidad en las cosas que había en el menú, estaba leyendo sin leer. Solté un suspiro y sentí que me arrebataban la carta me giré sorprendido y me topé con la mirada seria de senpai. Sus palabras me descolocaron un poco pues mis pensamientos aún estaban algo dispersos, solo lo vi ordenar por ambos y acto seguido darme un nuevo golpe, me llevé la mano a la cabeza y lo miré con verdadera sorpresa "No salgo con nadie" jamás pensé que cuatro palabras hicieran que mi corazón se acelerara así, aunque...me sonrojé un poco ¿Tan obvias habían sido mis emociones al respecto? Y además el otro se había tomado la molestia de desmentir mis propias ideas, eso debía significar algo ¿Verdad? Quería decirle algo pero la orden de irme a sentar llegó antes -¡Si mi capitán!- le dije haciendo un saludo militar y le di la espalda para sonreír ampliamente. Era estúpido pero de nuevo me encontraba feliz y radiante, quien sabe quizá era el destino, quizá esta era mi oportunidad para ganarme los sentimientos del mayor.

Esperé impaciente en la mesa aún analizando mis emociones y pensamientos, esto era una cita obviamente, y tenía muchas ganas de aprovecharlo al máximo, hacer tantas cosas con él y en el tope de la lista claro jugar un uno a uno de basquetbol aunque para eso teníamos que salir del mall, había unas canchas públicas cerca de ahí a las cuales podríamos ir, si, eso sería bueno y después no sé quizá ir a casa de alguno de los dos y ver una película. Aunque primero lo primero la comida.

-¿eh?- de nuevo por estar con mi cabeza en las nubes, no lo había visto aproximarse con el Ramen, miré el bowl que puso frente mío y me sorprendí, era justamente mi favorito, el otro aún recordaba con precisión mis gustos -¡Ah es perfecto! No olvidaste cual es el que pido, muchas gracias Kasamatsu senpai- dije inclinando un poco la cabeza en señal de agradecimiento para después tomarlo de la muñeca y jalarlo  hacia abajo, haciéndolo inclinarse ya que estando yo sentando él era lógicamente más alto. Lo miré de nuevo a los ojos, ahora no tan juguetona e infantilmente, le sonreí esta vez con algo de coquetería, me acerqué un poquito más y le di un beso suave y corto  en la frente -Un té helado estaría perfecto pedí y lo solté rápidamente antes de que hiciera algo en mi contra.

Esperé a que estuviera de vuelta con las bebidas para así comer juntos, tomé el Ramen  y lo soplé para no quemarme antes de llevarlo a mi boca, estaba delicioso y se notó en mi expresión de gusto. Tenía tiempo que no disfrutaba así de una comida, me incliné un poco hacia el frente -Vamos senpai di "Aaaah"- pedí mientras le invitaba con mis palillos un poco de plato, ahora agradecía enormemente que la mesa estuviera oculta.

-no es na... -abrió los ojos sorprendido al recibir el beso en la frente y ver la sonrisa ajena, ¿qué se supone que significaba? O ¿qué intentaba hacer kise? Se alejó un paso sin saber cómo debía responder a aquello- ya vengo...-susurró antes de alejarse del chico para comprar las bebidas.

Consiguió ambas bebidas en uno de los locales de comida, compró el té helado para el chico y un refresco para él, aunque tenía pena de regresar a la mesa, Kise lo había besado! En la frente.... Pero lo había besado a final de cuentas....

-hey... Aquí tienes....-dejó el té frente al rubio y se sentó revolviendo un poco el ramen mientras divagaba, aunque no duró mucho cuando Kise le ofrecía de comer con su propia cuchara- ¿q..que demonios!? ¡no voy a comer de tu plato! -eso estaba completamente fuera de discusión, comer de una misma cuchara era como si fueran una pareja y ¡no lo eran!- deja de hacer cosas vergonzosas... Por eso luego los demás piensan que tu y yo.... Ya sabes....

Comió un poco de su rame, viendo luego la cuchara que seguía extendiendo el rubio, en un movimiento rápido comió de la cuchara y miró en otra dirección.

-e...eso... No volverá a ocurrir.....-susurró cubriendo su rostro nuevamente, no sabía como es que había caído en el juego del rubio.

Ya me había dado cuenta antes de lo mucho que me encantaba causar reacciones en Kasamatsu pero hasta ahora notaba cuanto lo había extrañado, ese sonrojo en sus mejillas era algo que no iba a cansarme de mirar jamás.   -Moou pero Senpai, esta delicioso ¿ me vas a hacer el feo?- me quejé haciendo un puchero y reí por sus palabras, soy tan solo un poquititito infantil, pero no tonto, así que sabía perfectamente que muchos nos veían como pareja cuando estábamos juntos, es más, en los tiempos en los que aún jugábamos en el mismo equipo, nuestros propios compañeros llegaron a insinuar algo así u ocasionalmente decían cosas como "Parecen una pareja de casados" cada que nos veían discutir. Y en verdad no me molestaba tal idea, ¿Ser novio de Kasamatsu? Claro que sería maravilloso. Era atractivo, inteligente, fuerte y amable. Entre muchas otras cualidades.

-Anda no es tan difícil, la cuchara esta en la zona, se acerca despacio, esquiva los intentos de bloqueo hace el tiro y...¡Anotación!- insistí hasta que mi compañero optó por ceder y comer de lo que le ofrecía   -Jajaja lo ves no fue tan difícil, pero esta bien, esta bien por ahora no más de eso Ok?- dije y seguí comiendo de mi Ramen.

La comida pasó tranquila entre ambos, como si de una tregua se tratara, le platiqué que tal iban las cosas con la escuela y con el equipo de basquetbol y asentí ante los comentarios que me daba cuando ocasionalmente interrumpía mi plática. Terminé mi plato y me puse de pie para dejar la charola en una mesita que estaba dispuesta para eso y que no estaba muy lejos de nosotros, tiré la basura al bote. La tarde iba maravillosa, me estiré un poco y al girar mi rostro hacia un costado vi ni más ni menos que al manager y a un par de chicas que reconocí de mi club de fans oficial pegadas a él. Intenté regresar a mi asiento pero para mi mala suerte me ubicaron fácilmente y comenzaron a caminar hacia a mi   -Rayos- murmuré.

Ágilmente regresé con Kasamatsu y lo tomé de la muñeca tirando de él para hacerlo levantar   -¡Rápido vámonos!- urgí dándole apenas tiempo de tomar sus cosas antes de salir corriendo, agradecí internamente que ambos tuviéramos una excelente condición física. Empezó una persecución con los fans que gritaban que me detuviera y el manager hablándome entre molesto y divertido. Comencé a buscar un sitio donde escondernos mientras corríamos por los pasillos del mall  llamando la atención de muchos, por no decir que de todo mundo, en algún punto de la carrera había dejado de sujetar la muñeca de mi compañero para tomar firmemente su mano. Una sonrisa estaba en mis labios cuando al girarme a verlo pude notar lo que me pareció era enojo reí y finalmente gracias a mi buena visión vi a lo lejos un señor de intendencia que salía de un cuarto dejándolo a medio abrir.

-¡Mira, ahí!- señalé y en cuanto estuvimos cerca lo empujé dentro del cuarto colándome detrás de él y cerrando la puerta. Respiré agitadamente y me moví tirando a mi paso un par de cosas, el espacio era bastante reducido, practicamente estabamos encima uno del otro además de estar casi a oscuras de no ser por un pequeño tragaluz en el techo. Me moví de nuevo y sin querer le di un pisotón al chico   -Lo siento, perdón - me disculpé y busqué en vano darle espacio pues sin poderlo evitar terminé aún más pegado a mi senpai, casi casi arrinconandolo contra la pared, las cosas del cuarto de limpieza y mi cuerpo, reí nervioso  

-Eh...bueno entonces decías que ¿No. Estas saliendo con nadie?- pregunté tontamente, y es que no sabía que hacer, o más bien intentaba controlarme pues estando así tan cerca y con la luz que medio se filtraba, podía ver el atractivo rostro del chico, sus ojos, su nariz delicada, sus labios que se me antojaban besarle  y la manera tan cautivante de la curva de su cuello, pasé saliva, estábamos tan cerca que con solo inclinarme podría rozar mis labios con los suyos.

Agradecía que la comida hubiera continuado con tranquilidad, Kise podía ser infantil a veces, pero a veces sabía como comportarse, la charla había sido amena, incluso divertida, poniendose al día uno al otro sobre la escuela, amigos y el basketball por supuesto. Al terminar de comer juntó sus cosas mientras veía a Kise tirar los desperdicios, él se disponía a hacer lo mismo cuando vio que el rubio se le acercaba corriendo y lo apuraba a irse de ahí.

-¿¡Qué rayos!?- apenas si pudo tomar su mochila al sentir que Kise jalaba su muñeca emprendiendo la carrera- ¡idiota! -le regañó mientras continuaba corriendo sin notar en qué momento habían pasado a sostenerse de las manos, y es que estar a lado del rubio era como estar montado en una montaña rusa, estaba molesto, pero también un poco divertido, incluso pensaba en darle un nuevo golpe al chico cuando se detuvieran.

Finalmente su carrera se detuvo, pero no esperaba que fuera a terminar en aquel lugar, era un diminuto espacio y podía sentir el aliento de Kise en su rostro, lo cual le hizo apenar de nueva cuenta.

-¿en serio eso es lo primero que se te ocurre preguntar? Eres un idiota....-trató de mantenerse calmado y escuchar a quienes buscaban al rubio fuera del cuartito- no es bueno comer y luego correr....-fijó su vista en el rubio y por primera vez noto que la distancia que los separaba era mínima... Tan cerca que sus alientos se mezclaban y sentía que estaba a punto de perder la cabeza- Kise......- no sabía si era su imaginación o cada vez se disminuía más y más la distancia entre ambos... ¿lo hacía Kise o se estaba moviendo él? No lo sabía... Pero debía detener aquello cuanto antes,quizá era tonto, pero no quería recordar su primer beso como uno dado en un cuarto de limpieza rodeado de escobas y trapos sucios, así que colocó su mano en su boca y se agachó recargando su cabeza en el hombro ajeno- creo que voy a vomitar.....

Si, había sido totalmente anti romántico, pero era justo lo que esperaba, además después de tremenda carrera, el olor de aquel lugar y sus nervios en aumento, en verdad no estaba sintiendose muy bien

Mi respiración se hizo aun más agitada, demonios estábamos demasiado cerca y no sabía cómo comportarme, mis nervios eran muchos y prácticamente podía sentir la respiración agitada de Kasamatsu chocar con la mía. No le respondí a su reclamo, no sabía que responderle, estaba demasiado centrado en cómo sus labios se movían al hablar y en su pecho que subía y bajaba nerviosamente. Mi mente me estaba gritando ¡Bésalo! ¡Bésalo ya! pero estaba confundido ¿Y si lo hacía y se molestaba? ¿Y si me terminaba odiando? Ya no sabía que más hacer. -Yo eh… bueno-

Por un momento me pareció ver que se movía, que se inclinaba un poco hacía a mí, la palidez de su rostro hacía que su sonrojo se viera aun mas bello y entonces dijo mi nombre con su voz suave y masculina, como si saboreara las silabas que lo conformaban, todo mi control se fue al demonio. ¡Lo haría! Iba a besarlo, me arriesgaría a su odio, me incliné hacia él, aun nervioso, un poco más, más y más cerca despacio, me había olvidado por completo de cómo es terminamos en el cuarto y de todo lo que pasaba afuera. Solo importaban sus labios entreabiertos y cuando  estaba por unirme a él en un beso una mano se interpuso en mi camino. Me asusté, él no quería besarme, me había excedido, ya, adiós a nuestra amistada a todo, lo había arruinado, cerré los ojos a la espera del golpe y el reclamo pero lo único que sentí fue una suave presión en el hombro unido a las palabras más anti-románticas del mundo.

-¡¿QUÉ?!- dije sorprendido y al mirarlo bien me di cuenta que realmente se veía muy mal, me puse nervioso y caí de nuevo en la realidad de lo que estaba pasando - No, no, no, no, ok tranquilo necesitas… necesitas una cubeta ¡Si eso es! una cubeta rápido- dije en total nerviosismo comenzando a entrar en pánico, miré para todos lados, me giré para buscar el dichoso objeto y me di un golpe en la cabeza con un anaquel debido a mi altura, maldije en voz baja mientras sobaba mi frente. Mire a Kasamatsu, estaba bastante pálido y ya no solo parecía que iba a vomitar, sino también a desmayarse ¡Pero qué tontería! él no necesitaba una cubeta ¡Debíamos salir! -Por favor Senpai resiste, te voy a sacar de aquí, no te mueras- supliqué y busqué  la manilla de la puerta, al girarla y empujar, oh sorpresa, la puerta no se abrió, lo intenté de nuevo, una dos, tres veces y nada, estaba atorada con algo. A este punto mi pánico se convirtió en histeria y comencé a gritar y a golpear la puerta pidiendo ayuda.

-¡Maldita sea ¿Dónde está la fuerza bruta de Aominechii cuando se necesita?- maldije desesperado, ni modo, debía intentar derribar la puerta, ya no me importaba el regaño que iba a recibir por mi escapada, si algo le pasaba a Yukio iba a ser mi culpa y no me lo perdonaría jamás. Le di una patada a la puerta y nada, lo intente con más fuerza una segunda vez y la puerta cedió un poco, no era una buena idea patear y lo sabía, y menos cuando aun tenía un poco la secuela de la lesión en mi pierna, pero no me importó y seguí con eso hasta que vi como se entre abría una rendija, me hice para atrás lo más que más pude y embestí la puerta con mi hombro, comenzaba a ceder, un empujón más y saldríamos, respiré profundo y de nuevo di un golpe con todo mi peso a la puerta la cual finalmente se abrió, me aguante la mueca de dolor y rápidamente tomé del suelo la mochila de Senpai y me la eché al hombro para después tomarlo a él en brazos y sujetarlo contra mi pecho, al salir me tope ni más ni menos que con el manager y el señor de intendencia, quienes al parecer estaban también intentando abrir la puerta, ambos me miraron sorprendidos, al igual que la gente que se había reunido debido al alboroto, miré directamente a los ojos del manager.

- Recibiré el castigo y el sermón, pero por favor déjame ir Yukio se encuentra mal, necesito irme- le dije con seriedad y firmeza, apretando mas fuerte contra mi pecho al muchacho, el hombre miró inquisitivamente y después al chico en mis brazos, pero al final suspiró pues sabía que no estaba jugando esta vez “Usa las escaleras de emergencia, te cubriré, pero voy a llamarte después así que contesta el teléfono” fue su respuesta, lo miré agradecido y me dirigí a toda prisa a las escaleras de emergencia las cuales afortunadamente no estaban lejos, las fui bajando de tres en tres hasta llegar hasta abajo, estábamos afuera, en la parte posterior del centro comercial.

Caminé hasta una especie de banca larga de cemento y con cuidado dejé a Kasamatsu ahí, ayudándolo a sentarse, me descolgué su mochila y busque en ella una botella de agua, sabía que el chico siempre cargaba con una, y así era, así que se la ofrecí - Lo siento, lo siento mucho- le dije realmente preocupado agachado frente a él y casi al borde de las lagrimas. -Lo siento Kasamatsu, en verdad- insistí, a veces no media las consecuencias que tenían mis travesuras.

-tranquilo... Estoy bien.... -intentaba tranquilizar al rubio, pero era imposible, el chico ya había entrado en estado de pánico y buscaba desesperadamente un balde.... Si bien era cierto que sentía ganas de vomitar, Kise lo estaba exagerando a proporciones descomunales- eh... Kise...

El chico parecía no escucharlo y entonces comenzó a golpear la puerta como poseído mientras vociferaba, no tenía idea de como es que aquello había escalado en proporciones tan rápido, se puso pálido al ver que la puerta no abría, aunque después de que abrió todo parecía ir muy rápido y para cuando cayó en cuenta ya estaba fuera de recostado en una banca.

-ah...-quizo regañarlo por todo el alboroto que había hecho, pero no podía hacerlo, después de todo Kise en verdad se habí preocupado por él- gracias... Aunque... No era para tanto.... -tomó la botella de agua y bebió un poco tratando de calmarse, al menos las nauseas habían pasado.

-solo no seas histerico... Ya estoy bien, ¿ok? -le sonrió al chico tratando de ser lo más amable posible- ejem... en verdad... Lo que hiciste hace un momento... Gracias... Em.... ¿quieres hacer algo más? Es lo menos que te debo después de... Sacarme de ahí, pide lo que quieras.

-Lo siento- repetí esta vez ligeramente apenado, si, ahora caía en cuenta que había exagerado un poquito, solté un suspiro de alivio,  al menos ya tenía el tiempo libre para pasar el resto del día con él. Me asaltó de pronto el pensamiento de que si de casualidad alguien  me había tomado una foto  con el chico en brazos, seguramente esta ya circularía por las redes sociales del club de fans, cosa que con certeza no le iba a a agradar al mayor, traté de ignorar eso y sonreí mucho al ver estaba agradecido, me sonrojé cuando me dijo que podía pedir lo que quisiera a cambio de mi muy acelerado rescate.

¡Un beso! ¡Un beso! Mi mente comenzó a gritarme, no era una mala idea, después de todo el dijo que lo qu yo quisiera ¿No?Me quedé en silencio ¿sería mucho pedírselo? Vaya que problema si hacia ta solo unos momentos estaba a punto de robarle uno. -Ya hiciste mucho por hoy Kasamatsu senpai, no podría pedirte nada más- le dije sonriendo y me puse de pie para despeinarlo un poco con mi mano en su cabeza. De pronto se me ocurrió una idea -Espera quizá si hay algo, juguemos un uno a uno- sugerí me pareció un buen trato, así ganábamos los dos haciendo algo que nos gustaba a ambos.

-conozco unas canchas que quedan no muy lejos de aquí, se que no tenemos balón pero ahí se juntan unos niños que van a hacer prácticas con su entrenador, estoy seguro que no les molestara prestarnos un balón ¿Que dices? Anda di que sí, por los viejos tiempos- pedí haciendo ojitos de perrito suplicante para que aceptara la invitación, aunque en el fondo sabía que no iba negarse , ambos amábamos demasiado el deporte.

Esperé a recibir su respuesta afirmativa y a que se levantarse de la banca para marcar el rumbo, caminndo nuevamente lado a lado y con deliberada cercanía de mi parte para que nuestras manos se rozaran, quien sabe quizá en una de esas podría intentar robarle el tan ansiado beso.

Dio un nuevo sorbo al agua mientras el chico pensaba en qué era lo que quería, y aunque tenía miedo de que pidiera algo totalmente disparatado,  en realidad parecía muy centrado diciendo que no le pediría nada, aunque la petición final le hizo dibujar una sonrisa, por supuesto que aceptaría...

-vaya, vaya, con que ansias que patee tu trasero ¿eh? Te advierto que he mejorado mucho -cerró la botella de agua y se puso de pie, era verdad que había mejorado, aunque quizá no lo suficiente como para superar a la generación milagrosa- vamos.

Tomó sus cosas y comenzó a caminar rumbo a las canchas, conocía el lugar que mencionaba Kise, en ocasiones había ido a tirar bola ahí, en verdad, no sabía si aquello era catalogado como una cita o no, pero imaginaba que deberían ser así de divertidas... Aunque si saliera con una chica ¿qué harían?

-Kise... ¿qué hacías con tus novias cuando salían a citas? -no pudo evitar patearse mentalmente después de haber preguntado aquello, pero tenía algo de curiosidad, Kise no jugaría basketball con una chica ¿o si? Es más ¿alguna vez había salido con alguien que practicara basket? Aunque pensandolo bien, no quería escuchar que era lo que hacía Kise con sus novias, sintió el roce de la mano ajena y se puso mas nervioso, seguramente en una cita con una chica Kise la tomaría de la mano e iría riendo con ella, charlando de cualquier cosa y de pronto se acercaría y la besaría.... Sus mejillas se pusieron rojas al instante y se maldijo por sus pensamientos, ese día estaba divagando y pensando mas de lo usual en el rubio, sin darse cuenta dejó de caminar, quedandose detrás, no lo admitiría nunca, pero estaba celoso...

- Jajaja ya lo veremos Kasamatsu senpai- le dije con una sonrisa seria y algo retadora, siempre era así en cuestiones de basquetbol, y aunque sus capacidades no se podían comparar con los de la generación, soy el primero en admitir que es uno de los que más cercano está, su manejo del balón es increíble y la velocidad que tiene también es algo para tomarse en cuenta. Así que estaba a la espera de un maravilloso juego, no por nada Kasamatsu había sido el capitán de nuestro equipo e incluso me había dado en más de una ocasión una gran lección sobre mi tipo de juego.

Íbamos caminando tranquilos cada quien en su propio mundo mental cuando me hizo una pregunta que me tomo por sorpresa, lo miré con una expresión confusa en mi rostro y me mantuve en silencio un par de segundos mientras pensaba en la respuesta adecuada para darle - Hum… pues no es como si haya tenido muchas novias senpai- comencé a platicarle, recordando algunas cosas de mi pasado relacionadas con las chicas, unas más agradables que otras, enlacé mis manos detrás de mi cabeza - Supongo que cosas normales, encontrarnos en algún, caminar largas horas platicando de todo y nada, ir a comer, al cine, al karaoke, cosas como esas, en ocasiones podíamos ir de compras juntos aunque eso no es muy divertido que digamos- seguí, haciendo memoria de la clase de cosas que hacía en las citas. A decir verdad y ahora que lo pensaba, mi encuentro con Senpai parecía eso precisamente, una cita, me sonrojé un poco, una cita involuntaria que estaba resultando ser de las mejores.

-La mayoría de las chicas que me siguen no les gusta el basquetbol así que  a veces es un poco molesto no poder hablar con tu novia sobre eso, pues perdía el interés rápidamente, aunque debo admitir que es muy lindo cuando van a los partidos a animarte y ya sabes te dan un beso para la buena suerte jajaja, con eso a veces sientes que puedes vencer hasta a los mejores del mundo- sonreí un poquito y pensé en la tontería de ir a ver a Kasamatsu a alguno de sus partidos, quizá lo haría.

- Y pues nada, al final del día ir tomados de las manos mientras caminamos a casa, abrazarnos disfrutando simplemente de la compañía, del cariño que tenemos el uno al otro, darnos un beso de buenas noches y…- me quedé repentinamente callado al notar que el mayor no me seguía el paso, me giré buscándolo con la mirada y lo vi un poco más atrás con una expresión contrariada en el rostro, me preocupé y me acerqué hasta él ¿Acaso dije algo que no debía? o era que intentaba pedirme un consejo y no sabía cómo. Pensar en eso me molestó pero traté de no acelerarme esta vez. Me tomé un momento para mirarlo, intentando analizar que pasaba por su mente, sonreí, hasta con esa expresión me resultaba lindo y atractivo, me descubrí entonces queriendo ver todas y cada una de sus expresiones. -¿Pasa algo? me hiciste esta pregunta y ahora pareces molesto- le hice notar lo obvio, esperé a una respuesta pero de pronto algo hizo click en mi cabeza, quizá… sería posible que él estuviera… ¿celoso?

Solté un suspiro - No saques conclusiones tu sólo- repetí las palabras que me había dicho con anterioridad -Hace mucho que no tengo una cita, al menos no una enserio y hace aun más que no siento nada así por una chica- puse una mano en su cabeza y me incliné un poco hacía él, Kasamatsu era mayor que yo, pero aun así yo era un poco más alto, lo miré directamente a los ojos y le sonreí - Hagamos que nuestra cita sea mejor que todas las que tuve antes- le dije con seriedad y le besé la mejilla, apunto de rozar la esquina de sus labios, sujeté su mano y seguí caminando, ya no faltaba mucho para llegar.

Escuchar las palabras de Kise era exactamente lo que se temía, todo tan amoroso y dulce, no tenía idea de porqué le había preguntado eso si en verdad no quería escuchar la respuesta, no sabía que contestarle al rubio aunque cuando le "regañó" con las mismas palabras que el había hecho anteriormente le hizo fruncir el ceño.

-no me...- no pudo decir nada antes de que Kise comenzara a aclararle sobre su vida amorosa, y le comenzó a tratar tiernamente, lo cual lo descolocaba totalmente, no tenía idea de como se suponía que debía actuar, lo cual se acentuó con el beso en su mejilla y las palabras del rubio, quedó boquiabierto y no pudo sino dejarse llevar tomandolo de la mano.

-........- caminó cabizbajo tratando de ocultar su sonrojo, ¿qué pasaría si alguien los viera caminando de la mano? No quería que se esparcieran rumores extraños, Kise lo había "casi" besado y no podía reaccionar de ninguna manera, simplemente apretó suavemente la mano ajena haciendole notar que no le había molestado del todo, aunque si que quería golpearlo por haberlo tomado desprevenido.

Vio las canchas cercanas y al ver a los jovenes y niños jugando en los alrededores le soltó la mano, a lo mejor había alguien conocido y en ese momento no tenía animos de pelear o desmentir tonterías.

-entonces... ¿a cuántos puntos jugamos? -desvió la mirada tratando de calmarse y a la vez buscando una cancha libre para jugar.

La sonrisa no se borró de mi rostro y mi corazón dio un vuelco cuando lo sentí presionar mi mano suavemente. Como dije, no tardamos en llegar a las canchas, muchos chicos estaban jugando incluido el grupo del que yo había hablado con anterioridad, iba a cercarme a saludar cuando Kasamatsu me soltó la mano, me sorprendí pero de inmediato entendí que era porque esta avergonzado, supuse que yo iba a tener que aprender a lidiar con esas situaciones, ya que el otro era muy reservado. Reí feliz, estaba hablando como si ya fuéramos una pareja oficial y no, no éramos nada más que amigos, por ahora. Señalé una cancha libre y  le hice un gesto de que se adelantara mientras iba a saludar al entrenador de los chicos y a pedirle un balón, cosa que no me tomo más de 5 minutos.

Ya de vuelta a su lado, le lancé el balón y me quité mi sudadera, la dejé en una esquina de la cancha junto con las cosas de Kasamatsu quedándome solo en mi camisa blanca y mis jeans, era una pena que no tuviera puestos mis zapatos deportivos pero al menos tenía tenis - Hum… que te parece de 21, con tiros de uno y dos puntos- sugerí moviéndome en la cancha y señalando las líneas a partir de las cuales contaríamos los respectivos puntos, cerca de la canasta valía uno y pasando la línea de tres, valdrían dos, la ventaja era que podíamos formar nuestras reglas, así que me pareció un reto justo, hacerlo de menos sería demasiado fácil pues nos creía a ambos perfectamente capaces de más, pero al mismo tiempo no quería que nos alargáramos demasiado. -Ya sabes, lo usual, sin límite de tiempo,  ni tiempos fuera- agregué mientras intentaba calentar mis músculos y mis articulaciones un poco, sentí un poco de dolor al mover el hombro, seguramente debido al choque con la puerta, no había sido una buena idea, pero aun así decidí ignorarlo.

Mi corazón latía con mucha fuerza, emocionado por el deporte, por un buen reto y por poder jugar con Kasamatsu después de tanto tiempo, en verdad estaba emocionado, al punto en que casi podía sentir como se erizaba mi piel debido a la expectativa, de uno de mis bolsillos saqué una moneda para poder ver quien tendría el manejo del balón primero, ya saben, cara o cruz, elegí cara por supuesto y esperé a que el otro estuviera listo y la lancé atrapándola de nueva cuenta en mi mano, y antes si quiera de ver que había caído, me incliné a darle un beso en la mejilla rápidamente y le arrebaté el balón

  -¡Cara!- dije, mientras me alejaba botando la pelota y lanzándola, anotando asi un punto para mí. Si, lo admito, había sido una pequeña travesura, pero es que en verdad amaba verlo sonrojado, aunque sabía que mi bromita me iba salir caro en especial cuando lo vi fruncir el ceño y recuperar el balón, dispuesto no solo a anotar con este, sino también a golpearme - Parece que aun hoy estas un poco lento Senpai -  reí, ahora el juego sí que iba a ponerse serio.

-me parece perfecto- comenzó a calentar, estirando un poco y realizando movimientoa que acostumbraran sus musculos al futuro ejercicio, no traía ropa adecuada para jugar, pero kise tampoco, así que estaban en las mismas, una vez que terminó de calentar se acercó a Kise para decidir quien comenzaría.

-cruz... -dijo al ver que lanzaba la moneda, aunque antes de saber que había caído el rubio le había besado nuevamente la mejilla, causandole un gran sonrojo, aunque este pasó inmediatamente a ser molestia al ver que encestaba la primera canasta.

-tu!! Grandisimo... -se ahogó el insulto y se lanzó a jugar contra el chico robandole la pelota y alejandose hacia la línea de tres, tiró y encesto- dos puntos... -le dijo con una sonrisa presuntuosa, el chico le había hecho enojar y ahora en verdad patearía su trasero.

El juego continuó con un puntaje justo y es que por cada canasta que encestaba el rubio la recuperaba y viceversa, era en verdad divertido el jugar contra el chico, en ese momento tenía posesión de la bola e iban 17-15 favor él, botaba la pelota, manteniendola alejada del rubio.

-¿quieres apostar y hacerlo más interesante?... -quizá Kise no era muy adepto a las apuestas, pero él había jugado sucio en un inicio, así que le regresaría la moneda- si ganas... Por todo un día haremos lo que tu quieras y no podré molestarme contigo, ¿que tal? -la cara del chico era un poema y le dio su respuesta, así que aprovechando su distracción se acercó hasta debajo de la canasta y encestó una nueva canasta- ¡y con esos son 18! Así que ve pensando en mi premio si yo gano -tomó la pelota y la lanzó en un pase directo al rubio- y quita la cara de idiota, primero debea ganar...

Reí divertido y el juego continuó, poco a poco íbamos aumentando el marcador, a veces uno tenía mayor ventaja, por momentos ambos quedábamos empatados, sin ser casi consientes ya llevábamos gran rato jugando e incluso algunas personas se habían acercado para vernos discretamente, ambos estábamos sudados y agotados pero sin estar dispuestos a rendirnos. Debo admitirlo, me estaba costando librarme de los bloqueos de Kasamatsu y de sus robos, había mejorado mucho y si seguía como iba no tenía duda de que iba a convertirse en uno de los jugadores más ágiles en existencia, su velocidad había aumentando desde la última vez que jugamos al igual que sus reflejos.

Mis ojos estaban fijos en el balón mientras lo escuchaba hablar, tenía tiempo que el marcador se había estancado con él en la ventaja, debía cambiar eso, aunque me sorprendí, ¿Una apuesta? ¿Enserio?, eso no era algo que me esperaba oír y menos aún los términos -¡Lo que yo quiera!- exclamé sorprendido, eso si que era algo que valía la pena además el otro tampoco podría enojarse conmigo, rápidamente y aún algo escéptico comencé a imaginarme un montón de cosas que le haría hacer, rayos sería tan divertido. Como era de esperarse bajé la guardia y cuando mis reflejos visuales se centraron, él ya se había librado de mi bloqueo y anotado un punto más, maldije por lo bajo aunque me sorprendí y sonreí al darme cuenta de que me había regresado la jugada, atrapé el balón y comencé a botarlo.

-Que sea igual de justo, un día lo que tu me pidas y no te avergonzare en público ni actuaré infantilmente mientras estemos juntos- le dije y me moví sin dejar de botar la pelota buscando una manera de librarme de su bloqueo y proteger el balón para que no me lo robara, vi un spot libre a su izquierda -Y tranquilo, los besos ya están incluidos en el trato- lo tenté y haciendo un movimiento rápido cambie de dirección y lancé anotando dos puntos, colocando el marcador 18 a 17, le lancé la pelota y me preparé, no estaba dispuesto a dejarlo anotar más.

No supe cuantos minutos pasaron, muchos seguramente debido a nuestro aspecto agitado, el marcador se había atascado en 19 a 19, prácticamente nos estábamos jugando una muerte súbita, buscando un tiro de dos puntos le lancé la pelota y me tomé unos segundos para quitarme la camisa y aventarla, necesitaba un poco de libertad, le sonreí -¿Cansado senpai?- pregunté juguetonamente y me lancé al ataque. Buscando ya no solo bloquearlo si no quitarle la pelota. Seguimos jugando ninguno sin dar si brazo a torcer, rápidamente me giré para interceptar pero el fue aún más veloz y cambió de dirección, maldije y con mis sentidos pude darme cuenta de como se preparaba para saltar y hacer la anotación

-Ah no, no me pasarás esta vez- y salté al mismo tiempo buscando bloquearle el tiro, uno muy bueno y alto, no robé la pelota pero alancé a desviarla de su camino así que comenzó a girar al rededor del aro, aguantamos la respiración, nosotros y los que nos observaban después de más de media hora de juego, la emoción era demasiada.

-eso suena bien- estaba confiado en ganar aquel juego, aunque cuando Kise mencionó los besos, terminó por sacarlo de balance de nuevo- ¡no digas esas cosas, idiota! jugaba lo mejor que podía, pero estaba sobre pensando las cosas, ¿kise quería besarlo? ¿hablaba en serio o solo quería distraerlo? ¿lo hubiera besado antes sino hubiera dicho lo de vomitar? Lanzó el tiro que le podía dar la victoria y lo libraría de un día entero de cosas raras del rubio, estaba conteniendo el aliento y vio la bola finalmente caer fuera, ahogó un grito de frustración y se dispuso a ir por la pelota pero Kise ya estaba debajo del tablero, había recuperado la posesión del balón y cuando menos lo imaginó había encestado y ganado el partido.

-.....- nunca hacía apuestas a no ser que supiera que iba a ganar y lo hubiera hecho de no ser que su mente estaba llena de pensamientos raros sobre Kise y besos.. Seguramente algo iba mal en su cabeza, se acercó al chico, deseaba fingir no recordar la apuesta, pero su orgullo y honestidad se lo impedían, así que se acercó al rubio y le tendió la mano- buen juego.....

No podía creerlo, fue un tiro afuera, aproveché la sorpresa del otro y rápidamente me apoderé del balón para mover y encestar, los observadores aplaudieron emocionados y yo jadeando grité de felicidad y me giré para ver a Kasamatsu quien se veía consternado. A decir verdad no podía creerlo, estaba seguro de que él me ganaría, y mi último tiro fue básicamente por suerte, aún así sonreí y me acerqué a él, todos nuestros espectadores comenzaron poco a poco a retirase, le le extendí también mi mano -Buen juego- le dije igualmente estrechando su mano con firmeza. -Haz mejorado mucho estoy seguro que tus compañeros de equipo están encantados contigo- elogié.

Me puse celoso de pensar en lo mucho que seguramente llamaría la atención en los partidos y en las prácticas, pero lo oculté a la perfección. -muchas gracias senpai, extrañaba mucho esto, jugar por diversión, cada que estoy contigo es como si me sintiera aún más vivo que nunca- le dije con sinceridad y con una muy radiante sonrisa. Mi día que había empezado pesado ahora estaba simplemente mejorando a cada minuto.

Le lancé una botella de agua y yo tomé de otra -Entoces... Por un día lo que yo quiera y no te enojarás ¿Cierto?- le recordé y antes de que pudiera arrepentirse me acerqué más él, no me importo estar sin camisa y algo sudado. Rodeé su cintura con uno de mis brazos apegándolo a mi cuerpo y con mi mano libre elevé su mentón -Comprenderé si me odias después de esto pero ya no puedo soportarlo y menos si tienes esa expresión en tu rostro Yukio- le dije en tono serio mirándolo directamente a los ojos antes de inclinarme hacia el frente y finalmente unir mis labios con los suyos en un beso. Quizá un poco brusco pero estaba nervioso ya no sabía que más hacer y demonios sus labios eran tan suaves que si no me correspondía sabía que me iba a costar horrores olvidarlos.

-gracias, tu también jugaste muy bien, fue divertido- le sonrió al rubio, en verdad fuera de perder la apuesta, en verdad se había divertido con aquel uno a uno, hacía muco tiempo que no jugaba con alguien que le daba tanta batalla, tomó la botella de agua que le lanzaba y bebía refrescándose un poco y recuperando los líquidos perdidos, aunque cuando mencionó la apuesta casi se ahogaba al tomar, tosió un poco y asintió levemente- s...si eso dije...

Se sorprendió al ver la cercanía del rubio, Kise estaba a punto de besarlo... en verdad iba a suceder, se sentía estremecer en los brazos ajenos y sabía que había prometido no molestarse, pero odiaba que el otro lo tomara con la guardia baja y no le diera oportunidad de entender lo que sucedía, tardó en reaccionar sintiendo como sus labios se unían finalmente en un beso, no sabía cuanto tiempo había pasado, pero cayó en cuenta de que no estaba correspondiendo el beso cuando sintió que el rubio estaba a punto de separarse, entonces reaccionó y le tomó de los brazos, pegandolo de nuevo a su cuerpo, cerró los ojos e intentó corresponder el beso lo mejor que podía, era algo torpe al ser la primera vez que besaba a alguien, no sabía que intenciones tenía Kise, pero esperaba que el chico fuera en serio, de lo contrario lo odiaría por siempre, quizá el otro no lo sabía, pero en ese beso estaba aceptando al rubio y se estaba entregando al chico.

Mil cosas pasaron por mi cabeza cuando mis labios se unieron a los suyos, se sentían suaves, cálidos y ligeramente húmedos, de seguro por el agua que había bebido. Todo era bueno de no ser por el hecho de que no estaba respondiéndome. Esperé unos segundos quizá era por la impresión, esperé un poco más, quizá era porque no sabía cómo responder, un momento más, ok no, esto fue un terrible error. Traté de no entrar en pánico pero por culpa de mis acciones nuestra amistad estaría completamente arruinada. Que idiota había sido obviamente interpreté mal las señales y ahora Kasamatsu iba a detestarme. Suspiré aun contra sus labios y decidí alejarme de él. No me quedaba más que enfrentar la verdad.

Grande fue mi sorpresa al sentir sus manos detenerme y sus labios finalmente moverse un poco contra los míos. Ahogué un gemido de sorpresa y lo sujeté contra mí buscando que se sintiera lo más seguro posible. Lentamente lo fui guiando en nuestro primer beso, moví mis labios contra los suyos aprisionándolos con suavidad, disfruté de su sabor ligeramente salado por culpa del sudor, era perfecto, acaricié un poco su mejilla con mi pulgar y aunque quería profundizar el beso opté por no hacerlo, sentí que no era momento aún. Quería recordar el primero de muchos así, suave y cálido. Sentía mariposas en la panza y mi piel estaba un poco erizada.

Me separé poco a poco y al abrir los ojos me quedé enamorado de su rostro sonrosado y con los labios ligeramente hinchados, pegué frente con la suya sin romper nuestro abrazo - Me gustas Senpai, mucho, mucho, mucho- le dije con una sonrisa enorme - Por favor, por favor sal conmigo- pedí

Continuó respondiendo el beso algo torpe, dejandose guiar por los movimientos del rubio, sin saber si lo hacía bien o no, pero en definitiva se sentía derretir con el contacto, sentir la suavidad de sus labios humedos, el sabor ligeramente salado, pero que a la vez le sabía tan dulce que le hacia desear mas.

Cuando se separaron por un momento se negó a abrir los ojos, sino hasta que sintió la frente ajena contra la suya, abrió los ojos y se sonrojó aun más al ver la cercanía del rubio, el beso había sido real...en verdad había pasado, quiso preguntar algo, pero Kise contestó todas sus preguntas al instante, ganandole un sonrojo aun mayor.

-y...yo....- su voz apenas si salió de sus labios, estaba tan nervioso que creía que había olvidado como hablar, kise le estaba pidiendo salir con él, quería contestar pero se sentía como pez fuera del agua, sin poder contestar propiamente, abriendo la boca sin producir sonido alguno, así que al final terminó por solo asentir con la cabeza, sintiendo una extraña mezcla entre felicidad y haber hecho el ridiculo.

Sonreí ante su tartamudeo, todo él era simplemente encantador -ah eres adorable- le dije y le di otro beso, uno corto y pequeño, después me alejé un poco para ir a donde estaban nuestras cosas y ponerme de nueva cuenta mi camisa. Un pequeño que se había quedado mirándonos rió apenado y gritó un muy infantil "Son novios, se gustan" antes de echarse a correr divertido. Obviamente respondí a su actitud de forma madura -¡Mi novio es el más guapo del mundo- grité encantando, reí un poco más y después me giré hacia Kasamatsu y le soplé un beso juguetonamente antes de tomar su mochila y echármela al hombro esperando a que el chico se me acercara.

-Ven, vayamos a devolver balón y después no sé aun esta lo de cumplir la apuesta aunque a decir verdad ya me doy por bien servido- le dije y lo sujeté de la mano para ir a donde el equipo y su entrenador quienes justamente estaban recogiendo sus cosas. Saludé amable y juguetón y le entregué el balón agradeciéndole, el hombre dijo que no era nada y mencionó algo de que había escuchado había sido un uno a uno bastante reñido. Asentí con la cabeza - Kasamatsu senpai es excelente, seguro que pronto lo veremos en las ligas profesionales- presumí y al fijarme me di cuenta que uno de chiquillos que estaban tomando agua y secándose el sudor era precisamente el que nos había gritado infantilmente. Mismo niño que al vernos se acercó con una sonrisa traviesa "Ellos son novios y se besan sus bocas y hacen cositas" se encargó de informar a todos.

Un sonrojo cubrió mis mejillas mientras todos los demás comenzaban a murmurar, miré a Kasamtsu con nervios pues no llevábamos ni 20 minutos de novios y ya teníamos a un montón de niños haciendo las mil y un preguntas

Estaba avergonzado hasta la medula y para colmo un niño los había visto y Kise no estaba ayudando gritando aquellas cosas, ocultó su rostro con sus manos, quería que se lo comiera la tierra.

-dios....- siguió a Kise avergonzado a entregar el balón, y para empeorar las cosas los niños comenzaron a decir cosas aun mas vergonzosas, le hacían mil preguntas y no tenía idea de como contestar se sentía demasiado agobiado con toda la situación, asi que opto por una retirada estrategica.

-c...creo que mejor me adelanto..  -tomó sus cosas y huyó de aquello dando gracias rápido al entrenador por el balón y caminó rumbo a su casa, no pretendía huir de Kise, si que cuando estuvo a unos cuantos pasos se dio la vuelta y le gritó al rubio- ¡apurate o te dejo!

Esperó un poco al rubio y cuando este estuvo cerca comenzó a caminar de nuevo.

-n..no digas cosas vergonzosas.... Haces que sienta que quiero que me coma la tierra...

Reí un poco intentando contestar las preguntas, aunque había algunas que en verdad me sorprendían, pues no podía entender de donde sacaban semejantes cosas ¿Que edad tenían?. Su entrenador algo apenado buscaba controlar a los chicos sin éxito y cuando menos me di cuenta, Kasamatsu se disculpaba y se alejaba azorado. Temí por un momento que el otro se hubiese enojado mucho pero cuando me instó a darme prisa en alcanzarlo me tranquilicé y dando un último gracias corrí a ponerme a su lado, decidí darle un poco de espacio procesar todo asi que solo me limité a caminar a su lado.

- ¡¿ Eeeh!? Pero yo no quise eh bueno yo realmente creo que eres increíble por eso lo digo, jajaja es que me encantas senpai- dije rascándome la cabeza con mucho nerviosismo, no quería que se molestara conmigo. - Prometo avisarte cada vez que quiera hacer algo vergonzoso ¿Te parece? hasta que te acostumbres, por ejemplo justo ahora voy a tomarte de la mano- avisé y segundos después lo tomé de la mano, de manera sencilla. Sonreí encantado sintiendo las mariposas en la panza.

- Oye ahora que lo pienso quizá debería llamarte de otra forma hum... ¿Qué tal Kasamatsuchii?- sugerí aunque me arrepentí al instante sonaba muy extraño, negué con la cabeza, era antinatural. Intenté pensar en otras opciones pero todas sonaban igual de raras - creo que aun es muy pronto para eso- me rendí, supongo que llegará solo Como decirle de cariño.

caminamos juntos por un buen trayecto y caí en la cuenta de que no tenia ni idea de hacia donde íbamos - Eh... Senpai ¿A donde me llevas?- pregunté curioso - Aun es buena hora y quiero seguir contigo- y era cierto aunque no me molestaría tomar una ducha.

{Perdona si queda cortito te respondo desde mi tablet y no visualizo bien mi texto >__<}