Yukio's place (priv.kise)

En cuanto Kise ahogó un gemido contra sus labios perdió la cabeza, se estaba excitando demasiado y no estaba pensando en qué era lo que estaban haciendo, tan sólo quería seguir besando al rubio, sentirlo junto a su cuerpo y que esa sensación de placer se adueñara por completo de su cuerpo, siempre había sido serio y calculador en sus acciones, pero ¡maldición! los besos de Kise eran realmente buenos y adictivos, incluso se arrepentía de no haberse confesado al chico un año antes, cuando aun estaban en el mismo equipo y se veían a diario, de seguro se hubieran dado una que otra escapada para poder besarse un par de veces en el día.

Repentinamente volvió a sentir la mano del chico colándose bajo su ropa mientras frotaban sus caderas, estaba excitado y podía sentir que el otro también lo estaba, en cuanto Kise se separó de sus labios no pudo evitar que un gemido naciera de sus labios, sus besos, sus caricias, todo en el chico era adictivo, se estremeció y mantuvo los ojos cerrados al sentir los besos en su torno y abdomen, parecía que su cuerpo le quemaba, tras cada roce de su piel sentía que ardía más y más, entreabrió los ojos cuando Kise se separó de su cuerpo un poco y la idea de someterse ante él esa noche no parecía tan mala, el cabello ajeno estaba desordenado, podía ver lo agitado que estaba, ni siquiera en un partido le había visto respirar de manera tan pesada ¡el rubio era jodidamente sexy! que con sólo verlo se sentía aún más excitado.

-kise... -jadeó un poco cuando pasó a besarle el cuello, aunque entonces tenía que salir la maldita voz de la razón ¡ya sabía que no podría detenerse! es decir, se suponía que sólo sería un beso de buenas noches, ¡sabía lo que estaba haciendo! pero que se lo dijera le hacía pensar nuevamente en las consecuencias de todo aquello y debía admitir que lo asustaba ¿qué pasaba si por la mañana al bajar la excitación y la emoción de su reencuentro él no era lo que Kise esperaba? ¿qué pasaba sino era lo suficientemente bueno para el sexo y decepcionaba al rubio? ¿y qué si Kise por el contrario pensaba que era fácil e iba por ahí acostándose con la gente? si, ya le había dicho que era su primer novio y su primer beso, pero siempre cabía la posibilidad de que pensara que le mentía; esas preguntas y muchas más rondaban su cabeza, no quería pensar en sus inseguridades y en todas las cosas que podían suceder, pero en cuanto Kise le dijo que esperara la realidad parecía llegar como un torbellino.

- l...lo siento...- puso una mano en el pecho ajeno marcando apenas un poco de distancia, no quería separarse, quería más de él, más besos, más caricias y que eso los llevara a donde tuviera que llevarlos, pero simplemente no podía seguir con todo eso en mente- fue mi culpa, no debí... -no sabía que más decir, ardía en deseos de continuar, la erección en sus pantalones dolería sino hacía algo al respecto y de ninguna manera iría a arreglarlo él solo al baño con Kise en la habitación, su respiración continuaba agitada y aunque trataba de calmarse no podía, era como si su cuerpo se hubiera vuelto adicto al rubio y gritara por una dosis más, solo un beso más para poder descansar, uno más, uno pequeño y podría descansar-no deberíamos... -no supo en qué momento la mano que mantenía distancia pasó a estar en la nuca de su novio, se había enderezado en la cama y jalado un poco a Kise para besarlo una vez más, aunque esta vez con menos demanda que antes- deberíamos detenernos aquí... -apenas terminó de decirlo su cuerpo le impulso de vuelta a otro beso, su mente le decía que parara, pero su cuerpo parecía gritar aun más alto que siguiera besando al chico- Kise...

Iba a besarlo de nuevo cuando su mano me apartó, lo miré directamente a los ojos y pude darme cuenta de la mezcla de emociones que había en ellos, por un lado podía ver un brillo de ansiedad y por el otro un poco de miedo, estaba por sugerir detenernos cuando de nuevo me besó, le correspondí de inmediato y después reí un poco contra sus labios al ver su indecisión. Respondí cada uno de sus besos y después me separé de su boca, podía sentir claramente su erección chocar contra mi cuerpo y eso lo único que estaba logrando era agitarme. Necesitaba más de él, quería saciarme aunque fuera un poco más de él.

-Yukio...solo...un poco más, por hoy solo un poco más- jadeé contra su oído y me incliné a besarlo, suave pero profundo, mi mano que acariciaba su abdomen se apartó un poco y bajó despacito hasta tocar aún con algo de cautela sobre su entrepierna cubierta por el pantalón, jadeé contra sus labios, Kasamatsu estaba bastante excitado, incluso un poco más que yo. Me separé de su boca dando una mordida a uno de sus labios y pegué mi frente a la suya, mi respiración aún era bastante irregular. Moví mi mano sobre su pantalón de manera lenta y suave -Confía en mi...solo déjate llevar- le susurré y me aparté.

Decidí acomodarme mejor y poquito a poquito fui bajando dejando besos por su pecho sobre la playera hasta llegar a su abdomen donde la piel estaba libre de tela, besé su ombligo y con mis manos algo temblorosas bajé un poco su pantalón lo suficiente para dejar al descubierto su ropa interior en la que se notaba la clara erección que tenía y que de seguro comenzaba a serle molesta, besé esa zona sobre la tela mientras mis manos acariciaban parte de sus muslos, le bajé un poco los bóxers, despacio como si esperara a que me detuviera, subí la mirada y la fijé en sus ojos.

Estaba muy nervioso mientras todas las ideas y emociones se revolvían dentro de mi, no quería llevarlo muy lejos, quizá era demasiado pronto y además no quería ser descuidado y lastimarlo, pero una parte de mi ansiaba tanto sentirlo de nueva cuenta contra mi sin los estorbos de la ropa que era casi imposible decidir hasta donde estaba bien continuar, también pensé en todo lo malo ¿y si no le gustaba? ¿Y si al final decidía que no era suyo? Peor aún, una parte de mi pensaba tontamente que el otro a lo mejor solo quería experimentar un rato, descubrir nuevas sensaciones por un momento y después dejarlo. Me mordí el labio, debía arriesgarme.

-Confía en mi...- le repetí con voz ansiosa y finalmente moví su ropa interior lo suficiente para dejar libre su entrepierna, me sonrojé un poco pero me decidí a no detenerme y sin pensarlo mucho dí un suave beso a la punta de su miembro antes de comenzar a lamerlo y a acariciarle con una de mis manos, estaba nervioso pero quería probarlo, quería hacerlo sentir bien, me animé un poco más y metí dentro de mi boca su entrepierna succionando un poco esperando con ansias oír sus gemidos.

Estaba de acuerdo con las palabras de Kise, aunque quisiera no podía negarse, él también deseaba más, se notaba que ninguno de los dos tenía idea de qué era lo que estaban haciendo, simplemente se estaban dejando llevar tanto por sus instintos como por las reacciones ajenas que les decían si debían continuar o no.

-está bien...-le dio permiso en un suave suspiro antes de volver a corresponder el beso, se aferraba al rubio como si en ello se le fuera la vida, aunque debía admitir que le sorprendió cuando la mano de Kise en lugar de subir, terminó bajando y acariciándole sobre el pantalón- ah... -asintió muy levemente, tanto que quizá Kise no lo había notado, pero es que estaba nervioso, sentía su cuerpo temblar, tanto de la excitación como la ansiedad, los besos comenzaban a bajar y sentía su respiración cada vez más pesada, acaso kise ¿iba a...? cuando el chico comenzó a bajar sus pantalones y no se levantaba quedaron claras sus intenciones ¡Kise iba a hacerlo! apretó las sábanas un poco sintiendo un nudo en la garganta, el rubio comenzó a bajar su ropa interior y no supo si había hecho una pausa, o el tiempo había parado a su alrededor, sentía todo demasiado lento y su corazón latir demasiado rápido, no podía negarse, no quería admitirlo pero le excitaba la idea de tener al rubio entre sus piernas, la imagen mental de la cabeza de Kise subiendo y bajando lentamente mientras le hacía una felación era más de lo que jamás hubiera imaginado, hasta ese momento no sabía que pudiera tener semejantes pensamientos sobre el menor, aunque definitivamente sus sueños le habían traicionado un par de veces con semejantes imagenes, después de todo, era un joven con necesidades, la voz de Kise llegó para romper su ensueño y entonces asintió una vez más.

-confío en ti.... -su ropa interior desapareció y aunque por un lado moría de vergüenza por encontrarse desnudo frente al otro, en ese momento su deseo era aun mayor- ahhh... -un gemido escapó de sus labios al sentir finalmente la respiración y los labios ajenos contra su miembro, poco a poco el rubio parecía tomar confianza ya que no tardó en meterlo en su boca y cumplir la secreta fantasía que segundos antes había forjado en su mente, era excitante el verlo, el sentirlo, todo, era un mar de sensaciones que jamás había sentido, llevó una de sus manos al cabello dorado del chico y comenzó a acariciarlo, dejándose embriagar por la húmeda y cálida sensación de estar en su boca- ahhh... Kise... ahhh-no podía evitar gemir y marcar un poco el ritmo de la boca ajena con sus caricias, estaba tan excitado que no creía poder contenerse mucho tiempo, pero definitivamente iba disfrutar aquello cuanto pudiera- ahh.. sigue... -quería sentir más, quería sentir estar por completo dentro de la boca ajena, pero debía controlarse, no quería lastimarlo tampoco, aunque se estaba dejando llevar, dejando de lado las barreras de la seriedad y los buenos modales- ahh.. más.. kise...-cerró los ojos a sabiendas que después de eso no habría manera de que esa noche terminara ahí, quería probar todo de Kise, tanto dominarlo como ser dominado, quizá no podrían en esa misma noche, pero dejaría que el chico tomara el control y le marcara que es lo que pasaría- mnghh.. voy a... -no podía aguantar más tiempo y aunque deseaba correrse en la boca del chico, respetaría si el rubio decidía separarse y terminar fuera.

Me quedé sorprendido cuando el chico comenzó a gemir así, casi parecía otro Kasamatsu, claro, había imaginado miles de veces como sería poder intimar con mi Senpai, en algunas de mis fantasías lo había visto gimiendo mi nombre y ahora poder oírlo en verdad era mucho mejor y demasiado excitante y llegados a este punto mi único deseo es poder seguir escuchándolo, sintiendo mi piel erizarse  mas con cada gemido que sale de sus labios.

Como  era de esperarse su pantalón y su ropa interior quedaron olvidados en algún lugar del suelo tras un momento, mi boca saboreaba con lentitud todo su miembro, me sentía un poco más confiado así que no dudé en dar fuertes succiones metiendo y sacando su pene de mi boca, mis manos no se estaban quietas, una acariciaba parte de su muslo y la otra se mantenía ocupada masajeando los testículos de Yukio, sus manos en mi cabello fue otra sensación agradable y el que me marcara que tan rápido quería que me moviera y el que gimiera mi nombre pidiendo por más terminó por encenderme, no iba a detenerme ya no podría, la erección bajo mis bóxers era incomoda y yo ansiaba sentirlo aún más.

Hice mis movimientos más rápidos e insistentes, sentí como su miembro palpitaba contra las paredes de mi boca y supe que el chico estaba a punto de terminar, chupe más fuerte instándolo a que lo dejara salir y no tuve que esperar mucho cuando lo sentí correrse de lleno en mi boca, tragué su esencia y me aparté jadeando un poco y relamiendo mis labios. Sonreí al verlo aún agitado -No...no estuvo mal- le dije y recorrí su cuerpo una mirada llena de ansias, se veía tan sexy que lo único que me pasaba por la cabeza era atacarlo de nuevo y llevarlo hasta el final.

Me saqué la sudadera por sobre la cabeza y la deje caer, después me incliné a besarlo despacio pero con insistencia, le terminé de levantar la playera y también la arrojé al suelo, me tomé un momento para mirarlo así, bajo de mi cuerpo, desnudo y con esa expresión tan deliciosa en su rostro, jadeé solo de verlo y pasé a besar su cuello bajando despacio por sus hombros y hasta su pecho donde  besé uno de sus pezones antes de morderlo y tirar de el un poco.

Mi mano se deslizó despacio hacia abajo, masturbandolo de nuevo un poco antes de seguir un poco más abajo, acaricié con mis dedos su entrada, sintiendo aún nerviosismo, había leído y visto mucho, fantaseado aún más pero hacerlo era algo completamente distinto, con cuidado y despacio metí uno de mis dedos dentro de él

-Mhm...estas algo estrecho- jadeé contra su oído, volví a besarlo lamiendo sus labios mientras movía mi dedo dentro de él, buscando relajar un poco sus paredes, quizá nuestro encuentro estaba siendo bastante acelerado y nos hacia falta un poco de preparación pero ya no podía pensar en otra cosa. No tarde mucho en meter un segundo dedo, empujado con fuerza y separándolos dentro de Yukio, buscando también un punto en donde pudiera darle una sensación más placentera. Mordí su labio y dejé un par de marcas en su cuello, no quería que nadie más se atreviera si quiera a rozarlo o verlo en tal estado. Deseaba ser el único.

Me aparté un poco y me quité los bóxers dejándolos botados junto con la demás ropa, miré su expresión y me relamí los labios mientras le separaba las piernas y me inclinaba hacia él -ah...senpai eres demasiado sexy...-le gemí en el oído. Mi entrepierna rozó contra su entrada -Yo ah...no puedo soportarlo más, te deseo ah...te necesito ahora- le dije entre jadeos y gemidos, pegué mi frente a la suya y me acomodé mejor entre sus piernas -ah...te haré mío...- le gemí quizá de forma innecesaria antes de comenzar a penetrarlo lentamente.

No tardó mucho en terminar en la boca ajena, era una sensación asfixiante, no era para nada similar a cuando lo hacía el solo, defintivamente, era imposible volver atrás después de eso, seguía queriendo más del rubio, aun estaba agitado con el reciente orgasmo, pero la mirada que tenía Kise al recorrer su cuerpo le hizo estremecer nuevamente, sabía que él otro deseaba tanto como él continuó, y cuando este se quitó la camisa lo confirmó, había visto su torso desnudo demasiadas veces, pero esta vez se sentía diferente, la ropa quedó olvidada para ambos y correspondió el beso ajeno con ansias mientras sus manos comenzaban a recorrer la piel ajena.

-ahh.. Kise... -se abrazó al otro con un poco más de fuerza cuando su dedo comenzó a entrar en él, en un inicio era algo incómodo y aunque se sentía raro, no dejaba de sentirse bien, mordió sus labios tratando de no hacer ruido, aunque eso no evitaba que algunos gemidos se escaparan de sus labios.-mngh...-era extraño, pero las cosas que decía Kise a pesar de ser algo por lo que normalmente lo golpearía o se avergonzaría completamente en ese momento lo excitaban y disminuían aunque fuera un poco la incomodidad de su cuerpo, aguantaría un poco más aquella sensación, después de todo poco a poco comenzaba a acostumbrarse y a sentirse mejor, aunque cuando el otro le abrió de piernas no pudo evitar sonrojarse y dar un suave pellizco en su brazo como "castigo".

-¡I.. idiota, no lo digas así! -era vergonzoso que dijera con tanta seguridad que lo haría suyo, aunque no tuvo mucho tiempo para pensar antes de sentir como comenzaba a penetrarlo- ahhh... -apretó las sábanas nuevamente tratando de relajarse, era diferente la sensación de sus dedos a sentir su miembro entrando en él, era más grande y se sentía caliente- Kise... mnghhh... -cerró los ojos sintiendo como el otro entraba en él con cuidado, era un sentimiento desesperante, una mezcla de dolor, placer y el deseo de tenerlo dentro ya, aunque sabía que debía hacerlo con cuidado para no lastimarse, y agradecía que Kise tomara eso en cuenta.

-ahhh.... s..se siente... raro.... -entreabrió los ojos y terminó por sonreirle al rubio, él otro era tan idiota que cualquier cosa que dijera parecía asustarlo, aunque quizá en eso ambos eran idiotas, le jaló con una de sus manos y volvió a besarlo una vez más- es raro... pero me gusta -le aclaró antes de que tuviera ideas más raras- ahh... -gimió al sentirlo completamente dentro de él, abrazandolo a su cuerpo y pegando su frente a la del rubio, era como sentirse completo, le encantaba esa sensación y quizá eso fue lo que le hizo dejar caer la última de las barreras, dejando escapar un suspiro- ahhh.. te amo, Kise...


(perdona la tardanza TwT fue semana de exámenes en el trabajo y no tuve tiempo de contestar antes!!!)

La sensación era extraña, extraña y maravillosa, ejercí un poco más de fuerza empujandome en su interior y sentir sus paredes apretarse contra mi miembro me hizo desear terminar de penetrarlo de golpe pero me contuve pues no quería lastimarlo. Los gemidos salían de mi boca cada vez más altos y tuve que morderme los labios para contenerme un poco.

La voz excitada de Kasamtasu era como música para mis oídos aunque me asusté un poco en cuanto dijo que se sentía raro, ¿lo habría lastimado? ¿No le gustaba? Me quedé quieto mirándolo con interrogante hasta que me aseguró que todo se encontraba en orden. Sonreí nos iba a tomar un poco de tiempo amoldarnos. Me mantuve sin moverme unos momentos esperando a que él se acostumbrase a mi y cuando me apegó para besarme, le respondí con ansiadas ganas, lamiendo sus labios y metiendo mi lengua dentro de su boca para acariciar la suya, succionandola y mordiendo un poco también.

De pronto sus palabras hicieron que mi corazón latiera aún más fuerte  de ser posible, me amaba, Yukio dijo que me amaba, mi sonrisa se hizo enorme y así con nuestras frentes pegadas me sentí el chico más feliz del universo -También yo te amo Kasamatsu- le respondí en voz baja, apenas en un susurro íntimo para nosotros dos.

-Voy a comenzar a moverme...- le advertí en medio de un jadeo y enseguida empujé mis caderas en una firme embestida, gemí, se sentía delicioso, busqué acomodarme mejor entre sus piernas e hice que me rodeada la cadera con una de ellas -Mghmm...Yukio... estas muy estrecho ah...y cálido- le gemí en su oído y le mordí el lóbulo de su oreja y después su cuello, dejando varias marcas en esa zona. Volví a atacar sus labios mordiendo y succionando sin dejar de embestirlo cada vez más fuerte y más rápido.

-Ah...Yu..Yukio eres perfecto- le gemí en un tono un poco alto, deslicé mi mano por su torso y le acaricié los pezones jalándoselos con mis dedos por unos momentos y después la baje aún más para volver a y se su miembro y masturbarlo suavemente, quería que sintiera tanto placer como yo. Casi sin pensarlo jalé su pierna y la coloqué sobre mi hombro inclinándome hacia a él para penetrarlo más fuerte sacando casi por completo mi miembro y metiéndolo con firmeza.

Mis gemidos eran cada vez más altos, mi control se había perdido ya y ahora lo único que me importaba era sentir más a Kasamatsu, embriagarme de todo su cuerpo y llegar hasta un delicioso clímax junto con él.

{No pasa nada ^^ espero que ya estés un poco más tranquila de cara de trabajo uwu la veces se vuelve loca entre tantas cosas por hacer }

Abrazó un poco más fuerte al rubio cuando le escuchó decir que lo amaba, era un poco vergonzoso pero le había encantado escucharlo decir eso, lo amaba, y era mutuo, sonrió feliz de escucharlo, aunque en poco tiempo los ánimos de ambos cambiaron de esa aura romántica a algo más candente, el chico comenzó a moverse y nuevamente los gemidos brotaron de sus labios, era extraño, cada vez dolía menos y le gustaba más, y la voz de Kise en su oído lo excitaba aun más.

-ahhh... Kise... es... fantástico tenerte dentro... -dejó que el chico marcara su cuerpo, que lo reclamara como suyo, aunque en ese momento no pensaba en los problemas que tendría para ocultar todo eso en la universidad los siguientes días, además tenía entrenamiento y con el uniforme no habría forma de cubrir todas las marcas que el otro dejaba en su cuello- Kise...- continuó besandolo, dejandose llevar, sus manos acariciaban cuanta piel podían, era como intoxicarse con los besos y caricias ajenos.

-ah! -Kise era un excelente amante, o bueno, no tenía comparación, pero de seguro debía serlo, le atendía y se encargaba de que disfrutara tanto o más que él, soltó el abrazo y volvió a aferrarse a las sábanas, cuando entraba y salía de él era como si fuera a perder la cabeza de tanto placer, la mano ajena le masturbaba al ritmo que le embestía y ya no podría aguantar mucho más- ahhh.. m..más.. Kise, ¡no pares!... ¡ahhh! -arqueó su espalda y sin poder contenerse llegó al orgasmo casi a la par que Kise, era una sensación deliciosa, sentirse completamente satisfecho, su respiración era agitada, pero aun así trató de sonreírle al rubio, en verdad había disfrutado aquella primera vez.

-ahh... eso.. fue... -cerró los ojos y se quedó en la cama acostado, su corazón latía acelerado y aun trataba de sobreponerse, todo parecía un sueño y tenía miedo de despertar.

Mi respiración era cada vez más y más acelerada, al igual que la forma en que lo embestía, y es que el simple sonido de su voz nombrándome entre gemidos me descontrolada por completo y era como si no pudiera saciarme de él. No dejé de besarlo ni de acariciarlo, su piel cálida era demasiado adictiva para mi. Sonreí de medio cuando pidió que no me detuviera, solo en mis más locos sueños había visto a mi Senpai hablándome de esa manera y en ese tono, la realidad era mejor que mis sueños claro. ¿Quién diría que Kasamatsu podría expresarse de esa manera? Pocos lo creerían y en verdad me alegra a ser el único con la suerte de conocerle este estado tan erótico, solo yo y nadie más, aunque sonase algo egoísta.

Estaba llegando a mi límite, ataqué su cuello con besos y suaves mordidas, ahogando mis gemidos contra su piel suave y cálida, no tardaría en terminar así que le presté un poco más de atención a masturbarlo también, de manera que ambos alcanzáramos el orgasmo juntos. Me aparté de su cuello y lo miré, quería ver la expresión de su rostro llena de placer, no pasó mucho cuando sentí su miembro palpitar contra mi mano y sus paredes estrecharse contra mi pene -Ahh...Yukio- gemí algo su nombre, clavé mis dedos en la piel  de su cadera al tiempo en que terminaba dentro de él, llenándolo por completo.

Me quedé quieto con el pecho subiendo y bajando aún agitadamente, aún sintiendo un delicioso escalofrío recorrer mi espina, aparté mi mano de su entrepierna y miré mis dedos manchados de semen, me lamí un par -ah...eres maravilloso- le dije cuidando no poner todo mi peso sobre el besé su cuello, su mentón y finalmente sus labios, esta vez suave y con cariño. Con cuidado le ayudé a desenredar su pierna de mi cadera y bajar la que estaba sobre mi hombro, despacio salí de su interior, fue un poco extraño dejar de sentir su estrechez y su calor.

Besé de nuevo sus labios -No te muevas iré por algo para limpiarnos -le susurré a su oído, en  realidad no quería apartarme de su lado, limpié nuestros vientres manchados con su semen y después me apresuré a recuperar  el calor perdido, acomodandome en la cama y abrazándolo.

Ahora que lo pensaba ni siquiera le había preguntado si quería que usáramos condón, básicamente me había dejado llevar por mis impulsos y mis deseos, sin lubricante seguramente iba a dolerle al despertar, me sonrojé un poco pero no me alteré, después de todo él no parecía estar molesto. -Sabes me alegra mucho haberme encontrado contigo- le dije en voz suave mientras acariciaba su piel, cerré los ojos y si un largo bostezo -Me alegra también haber sido tu primero, no sabes desde cuando deseaba que esto pasara- le estaba hablando ya mas dormido que despierto, lo apegué más a mi, ahora que el calor de la excitación comenzaba a bajar la habitación estaba algo fresca.

-Me gustas mucho, mucho, mucho Senpai- otro bostezo, mil pensamientos llenaban mi mente y más emociones también, satisfacción, cariño, un poco de miedo y también felicidad, acaricié suavemente su piel disfrutando de la sensación bajo mis dedos, ya mañana pensaríamos en todo lo que había pasado.

Aún estaba un poco agitado y atontado por lo sucedido, cuando escuchó a Kise decir que había sido maravilloso, en efecto lo había sido, le había encantado todo de principio a fin, cuando finalmente el chico se alejó se sintió extraño- mnh... -se quejó un poco pero simplemente le siguió con la mirada mientras lo veía ir al baño y regresar, estaba cansado y agradecía que el rubio fuera tan atento, en verdad era un dulce- gracias... -le susurró bajito un poco avergonzado, pero feliz, cuando estuvo limpio se dejó acomodar en la cama, su cadera comenzaba a incomodar un poco y era difícil acomodarse de manera que no molestara o doliera, pero el sentirse cerca del otro ayudaba un poco.

-no digas cosas vergonzosas- estaba apenado de la forma tan sencilla y sincera en la que podía hablar el otro, aunque la verdad él también estaba muy feliz por que todo eso hubiera sucedido, notó que el otro ya estaba más dormido que despierto, pero tampoco era como si él pudiera durar más tiempo despierto, no pensaba en las consecuencias después de aquello, como la práctica que seguramente perdería al siguiente día por el dolor en su cadera.

- y tu a mi, tontito, también me gustas mucho... -finalmente cerró los ojos, sintiéndose relajar en los brazos ajenos y que el sueño al fin lo embargaba.

Reí un poco por sus palabras entre sueño y me aseguré de mantenerlo entre mis brazos bien sujeto pues no quería perder su calor, pasadas unas horas de sueño nos envolví mejor con las sábanas, normalmente soy de las personas que suelen jalar todas la cobijas pero una parte de mi estaba consiente del cuerpo a mi lado así que en lugar de arrebatar la ropa de cama me apegué más a Yukio y volví a sumirme en la delicia del sueño profundo.

La noche siguió su curso y tras varias horas un sonido molesto comenzó a despertarme, gruñí con molestia y busqué a tientas mi teléfono que sonaba en señal de  una llamada, aunque no estaba en mi buró como siempre, seguramente mi gato lo había tirado al piso, lo ignoré, tarde o temprano iban a dejar de insistir, cosa que sucedió tras tres timbrazos más. -Ugh que molestos- me quejé pues ahora aunque quisiera no iba poder recuperar mi sueño, y vaya que había sido uno bueno.

Me moví buscando en vano intentar dormirme de nuevo cuando oí una queja como reclamándome mis movimientos. Abrí los ojos alarmado y caí en la cuenta de que no estaba en mi casa. Me tomó tan solo un par de segundos, recordar todo lo acontecido y miré con gusto que a mi lado se encontraba aún el cuerpo tibio y desnudo de Kasamastsu, sonreí enormemente y solté un suspiro mientras lo abrazaba, acercándonos un poco más y acariciando un poco su piel con mis dedos.

-Senpai.. le hablé suavemente y después opté por corregir mi llamado -Kasamatsu...buenos días- volví a hablar esta vez en un susurro  y le besé la cabeza con cariño, se veía tan perfecto dormido entre mis brazos que en realidad no quería despertarlo, me movi despacito buscando no molestarlo de nuevo -Te amo- susurré sonriente.

Se removió un poco enre las sábanas al sentir que Kise le abrazaba y acariciaba un poco, aun no quería despertar, aunque había escuchado lo que creía era una alarma, no fue sino hasta que finalmente el rubio le llamó que entreabrió un poco los ojos.

-mnh.... -fue toda su respuesta ante el buenos días, su cuerpo gritaba "5 minutos más" aunque ahora que comenzaba a moverse un poco en la cama, notaba el dolor en su espalda baja, no era algo insoportable, sino que era como cuando se sobreesforzaba en un entrenamiento y debía descansar un poco para recuperarse, finalmente escuchó un "te amo" de parte de su novio y no pudo evitar una leve sonrisa en sus labios- y yo a ti... -susurró abriendo un poco más sus ojos para verlo.

-bien, ya me despertaste, ¿qué hora es? -trataba de recordar su horario de clases, ¿a qué hora entraba ese día? ¿qué materias llevaba? ¿había práctica matutina? vio la luz del sol atravesando entre las cortinas, bien si había de seguro ya se la había perdido, además, aunque hubiera práctica por la tarde, no estaba seguro de poder asistir y entrenar normalmente, quizá debería decir algo como que se había caído de las escaleras o algo que le dejara un día libre, ya llamaría luego para arreglar eso.

-Lo siento jejeje- dije al verlo abrir los ojos y decirme que lo había despertado, besé su frente suavecito y con cariño -Hum no lo sé, supongo que como las diez de la mañana ¿Tenías práctica hoy?- le pregunté y aunque en realidad no quería hacerlo me aparté de su lado y me levanté, sentándome primero en el borde de la cama y estirando un poco mis brazos para relajar mis músculos, pasé mis manos por mi cabello y después me levanté así desnudo para ir por mi sudadera en donde se quedó mi celular. Miré que tenía un par de llamadas perdidas, una de ayer en la noche y otra recién de la mañana, solté un suspiro y deje de lado el aparato en la cama para girarme a ver a Kasamatsu.

-Justo las diez de la mañana- repetí confirmando la hora, sonreí al ver a Kasamatsu aún semi acostado en la cama, tenía marcas mías por su cuello y su pecho, me relamí los labios, verlo así me provocaba el querer besarlo de nuevo pero no baña ser lo mejor, debía devolver las llamadas y además regresar a casa e ir a la escuela y a mi práctica, solté un suspiro largo y relajado, busqué mis bóxers en el suelo y me los puse, por mi me quedaría desnudo pero no iba a ser una buena idea. Regresé y me senté a un costado de Kasamatsu lo tomé del mentón y lo besé, despacio, envolviendo sus labios con los míos en un beso cálido y cariñoso, disfrutando de sentir la textura y su forma contra los míos.

-Buenos días, muy buenos días- repetí tras el beso y con una muy grande sonrisa -¿Como estas?- le pregunté amablemente pes no sabía que tan adolorido podía estar, suponía que algo aunque era un gran ventaja que ambos jugáramos basquetbol pues el entrenamiento nos hacia fuertes, resistentes y flexibles, sonreí al recordar que había puesto la pierna de Kasamatsu sobre mi hombro y había podo penetrarlo con más fuerza, me sonrojé al recordarlo y opté por sacarlo de mi mente pues ambos teníamos cosas que hacer.

-Deberíamos tomar una ducha, ve tu primero, yo haré el desayuno ¿Te parece?- sugerí y volví a besarlo esta vez más rápidamente pues el sonido de mi celular nos interrumpió, me aparté con molestia y tomé el aparato para contestar -Si, estoy bien, lo siento me quedé dormido, tengo práctica hoy como siempre, si te veo ahí muchas gracias bye bye- colgué la llamada y sonreí mirando el teléfono.

-Estábamos en lo del desayuno, anda tengo un poco de tiempo aún ¿Puedes levantarte?-

¿las 10 de la mañana? ya había perdido las primeras clases, tenía la práctica vespertina a las 3, pero en definitiva muy probablemente no iría a ella, era extraño ver a Kise vagar por su cuarto con tanta familiaridad, verlo recoger su ropa como si fuera algo de todos los días le hacía sentirse feliz, no se arrepentía para nada de lo acontecido la noche anterior, no había sido precisamente como creía que sería su primera vez, pero tampoco es como si en algún momento hubiera fantaseado con una manera especialmente romántica de hacerlo, correspondió el beso del chico cuando este se acercó, definitivamente podría acostumbrarse a eso, despertar así todas las mañanas parecía una excelente idea, pero tampoco debía dejarse llevar por la emoción y pedirle al otro vivir juntos así nada más, mejor debía esperar un poco más.

-estoy bien, no te preocupes, yo me daré un baño rápido -movió la mano restandole importancia al asunto e indicándole a Kise que estaba bien que respondiera la llamada- tu contesta- se sentó en la cama y notó que en efecto su espalda baja dolía, sobó un poco los músculos y asintió aunque la pregunta ajena- si, si puedo, solo estoy algo cansado -no admitiría que había dolido o el otro armaría un drama mundial y en un peligro decidiera tener una sequía total de sexo, no que planeara hacerlo diariamente, pero tampoco pensaba en ser una relación pura y casta.

-espero un desayuno delicioso, ¿de acuerdo? yo tomaré un baño -se puso de pie y se cubrió un poco con la sábana, estaba algo avergonzado de que lo viera desnudo sin el calor de la excitación- no tardo -besó la mejilla ajena y desapareció por la puerta del baño, aquello parecía cada vez más irreal, aunque cada vez se convencía más y más de que era real.

Me llevé una mano a la mejilla tras ese beso tan cálido y seguí con la mirada al chico, reí bajito pues me parecía adorable su vergüenza. No me distraje más y así en bóxers únicamente fui hasta la cocina, me eché un poco de agua en la cara y me lave las manos, también me enjuagué la boca.

Después fui al refri y husmeé en la alacena, el chico tenía todo lo necesario para hacer hotcakes así que me puse a hacerlos al tiempo en que escuchaba la regadera. Sonreí quizá iba a sorprenderlo e irme a bañar con él como Kasamatsu lo había logrado conmigo pero la verdad ya habiendo probado su piel y su calor y siendo nuestra relación tan inicial probablemente me le lanzaría para un encuentro matutino en plena ducha. Me mojé la cara de nuevo. No, debía tranquilizarme, lo vería pronto de nuevo, tendríamos más tiempo y muchas citas más.

Ahora debía pensar en el desayuno y en llegar a la escuela, afortunadamente una de mis amigas se encargaría de cubrirme hasta llegar, ya le daría las gracias cuando  la viera en la práctica, le debía una. Hice la mezcla y encendí la sartén, puse algo de mantequilla y comencé a vaciar la mezcla para hacer los panqueques no perfectos pero si redondos. Encontré en el refrí algo de jugo de naranja y lo serví en dos vasos. Terminaba de emplatar cuando me pareció oír los pasos de mi Senpai alcé la vista y efectivamente pude verlo aún con el cabello algo mojado.

-Anda Senpai siéntate antes de que se enfríen- lo invité y aunque también quería ducharme no iba a dejarlo desayunar solo -Hoy tengo prácticas en la tarde y además iré a ver a mi manager, a disculparme- hablé sentándome a su lado y sonriendo mucho

- Pero mañana después de la  escuela de aviación estoy libre ¿Te parece si hacemos algo? Claro si tienes tiempo, o mejor pasado  mañana no tengo clases solo la práctica de la mañana ¿Te queda bien? si quieres puedo yo ir por ti a la universidad será divertido ver donde estudias o al revés dime que día puedes y te espero después de las prácticas, creo que a más de uno le dará gusto verte -

Sugerí dándole un par de opciones, no me apetecía mucho tener que que esperar e iba a hablarle por teléfono y todo eso pero ahora era como si quisiera pasar aún más momentos a su lado, pero al mismo tiempo no quería acelerarme, ya bastante rápido había sido todo lo de anoche.

Tomó un baño que le ayudara a relajarse, era agradable sentir el agua tibia en su cuerpo, llevándose el sudor y el poco cansancio y dolor físico que sentía, todo se sentía mucho mejor ahora, no tardó mucho en bañarse, aunque era difícil concentrarse en un simple baño si al pasar sus manos por su propio cuerpo recordaba las caricias ajenas de la noche anterior.

-concéntrate -se dio un pellizco y poco después salió de bañarse, lo primero fue el olor de los hot cakes inundando su olfato, era un olor delicioso, pero debía esperar un poco más secó su cuerpo y se vistió, saliendo del cuarto aun secando la poca agua que quedaba en su cabello.

-huele delicioso, y decías que no sabías cocinar -se acercó al chico y sacó un par de platos, junto al jarabe y mermelada para poder bañar los panqueques, se sentó y en seguida el rubio lo hizo también- Mañana suena bien, aunque también me gustaría ir a visitar a los chicos y saludarlos, pero escoge tu, con que estemos juntos basta- se sonrojó un poco al decir eso, había sonado terriblemente cursi, colocó la miel en su hot cakes y cortó un pedazo comiéndolo, lo mejor era disimular que no había dicho eso último.

Sonreí mucho en cuanto se acercó a decirme que todo se veía delicioso, no tarde en sentarme a su lado dispuesto para comer también. Moría de hambre la verdad. Le puse un poco de jalea a mis hotcakes mientras escuchaba como mi Senpai secundaba mis ideas, mis mejillas se pusieron algo rojas al oírlo decir que lo que importaba era estar y pasar tiempo juntos, me incliné a darle un beso en la mejilla y dejé mi cabeza recargada en su hombro en el espacio que se formaba contra su cuello, olía rico debido a la ducha recién tomada. Suspiré tranquilamente quedándome así un momento y después sin mucho ánimo me aparté y volví a mi desayuno.

-Entonces te veo pasado mañana después de las prácticas, esperaré por ti y de ahí podemos irnos a hacer algo divertido- concluí y seguí desayunando. Una vez terminado me levanté y lleve los platos al fregadero dejándolos ahí para después girarme a ver a Kasamatsu -Yo hice el desayuno te toca lavar- le dije de manera juguetona cruzándome de brazos, esperé a que se me acercara y lo sujeté para besarlo con cariño y despacito, aún no me saciaba de la suave forma de sus labios, me abracé a él -No quiero irme- me quejé en voz suave y quedé así por unos minutos sin ganas de dejarlo ir.

-Me daré una ducha rápida ok?- cedí al final a sabiendas de que Yukio también tenía  cosas que hacer y que yo debía ser responsable. Le di un beso en la mejilla y finalmente me aparté caminando hacia la habitación y hacia el baño -Yukio- llamé para captar la atención del chico -Tienes un trasero muy lindo- dije mirándolo con un poquito de descaro y guiñandole un ojo juguetonamente antes de desaparecer de su vista y meterme a tomar esa ducha.

[En cuanto me digas yo abro el nuevo tema si quieres ^__^ ]

-después de las prácticas suena perfecto -vio a Kise levantarse y él hizo lo mismo poco después, en verdad parecían una pareja consolidada y no como si apenas el día anterior hubiera comenzado su relación, le gustaba eae sentimiento y antes de dejar los platos el rubio comenzó a besarlo, correspondió el beso, stirandose un poco para dejar el plato en el fregadero y abrazar al chico, quería seguir abrazado a él y besandolo por siempre, pero debía controlarse.

-ni yo quiero que te vayas pero hay que hacerlo -le dio un golpecillo en la frente, sonriendole, asintió ante la ducha.

-adelante, tu toma un baño y yo lavaré los platos -se dio la vuelta para lavar como había dicho cuando escuchó su nombre volteando de nueva vuelta- mnh? -inmediatamente se puso rojo y aunque intentó decir algo como replica, no pudo, era imposible no avergonzarse- t...tonto...- se dijo a si mismo mientras continuaba lavando para calmar su pena, estaba loca y pérdidamente enamorado de ese chico.

Al terminar los platos fue a su habitación, luchó contra la tentación de dar un vistazo en la regadera y tomó ropa limpia y se cambió con la intención de asistir al menoa a una o dos clases y al menos aparecerse en la práctica aunque no jugara como tal, tampoco quería que por una falta le sacaran de los juegos, cuando el chico salió le dio oportunidad de vestirse antes de beaarlo una vez más.

-antes de que hagas un berrinche.. Recuerda que nos veremos pronto, podemos hablar por telefono y.... -le besó de nuevo- siempre puedes venir a visitarme, ya sabes donde vivo.