New Day, New Story [Priv. - Sedras]

El día anterior había sido agotador, la mudanza no había llevado mucho tiempo pero tener que organizar todo en la habitación que ocuparía desde ese momento le había llevado toda la tarde. Habían cenado en un agradable silencio y había optado por irse pronto a la cama. No tenía clase por lo que podría levantarse tarde, cosa que no había sucedido. Casi como un reloj, a las ocho de la mañana ya estaba despierto.

Había bajado sin hacer ruido a la planta baja para tomarse un zumo con unas tostadas. Se había ataviado con su chándal favorito, uno azul con líneas en los laterales en color blanco. Bajó a la playa, aprovecharía para correr un poco por la orilla antes de volver y ponerse a estudiar un rato. Le gustaba mantenerse en forma, algo que había aprendido a apreciar en su vida en el rancho. Para estar en él siempre debía estar en forma, sobre todo para poder montar a caballo o para entrenar a uno de esos magníficos animales.

Sacó de su cabeza los recuerdos del rancho, no era momento de ponerse melancólico, además no es que fuera a estar lejos toda la vida, iría en algún momento a visitarlos. Se puso unos auriculares, colocando su canción favorita antes de empezar a correr. La dirección era irrelevante en esos momentos, simplemente quería correr y hacer algo de ejercicio.

Llevaba un ritmo aceptable, aunque al ir escuchando música, debía fiarse mucho más de sus otros sentidos y tratar de no perderse en sus pensamientos como solía pasarle. Más de una vez había chocado contra otras personas por ese mismo motivo y no quería que algo así volviera a pasar.

Parecía que estaba predestinado a chocarse con todas las personas de la ciudad, había vuelto a perderse en sus pensamientos y había terminado por chocar contra alguien, no se había fijado bien, pues su trasero había acabado sobre la arena mojada. Eso significaba volver hasta la casa con la ropa húmeda y manchada de tierra.

Recuperado un poco de la impresión, su mirada empezó a subir hacia la persona contra la que había impactado y que le había hecho caer sobre sus posaderas. Quedando su mirada atrapada en unos ojos color miel.

Señoras y señores, este es un día perfecto para salir, no hay mucho sol, las nubes están bloqueando la entrada de los rayos, protegiendo a todos los humanos y más respectivamente a nuestra piel del asfixiante calor que provoca tan lejana estrella.

Soy muy blanco, mi piel pálida alemana no tolera muy bien los rayos UV que están en el espectro que no corresponde a mi visión, por asolearme suelen salirme ronchas en la piel expuesta, me enfermo y me pongo muy mal, por eso evito a toda costa ir a la playa. Pero, debido a que hoy está tan hermosamente nublado con una suave brisa fresca que hace este día perfecto en toda la extensión de la palabra, decido que es buena idea ir a la playa a inspirarme un poco, escuchar algo de música y dibujar un poco, después de todo, el manga que llevo dibujando tantos años ha tenido que estar en pausa debido a mis variadas ocupaciones pero hoy le daré su tiempo debido a mis amados dibujos.

Un broche sujeta los cabellos castaños de mi fleco en la parte superior de mi cabeza, suele estorbarme cuando leo, así que el método que idee fue apartarlos de mi rostro, uso mis gafas de aumento, tengo miopía y astigmatismo debido a lo mucho que fuerzo mis ojos en mi afición usual.
Estoy ensimismado en mi asunto.

El grafito de mi portaminas se destruye mientras roza potentemente contra de la hoja blanca, haciendo los trazos, las líneas que forman los ojos del personaje principal de mi historia, es una versión caricaturizada mía, esta historieta es mi autobiografía maquillada y exagerada pero que muestra de cierta manera muchos de mis sentimientos y demás, es mi manera de desahogarme, expresarme y liberarme.

Termino de sombrear la pupila y doy los matices del iris y sombre el mentón, la nariz y los hombros, siendo en extremo fijado en que transmita la sensación adecuada, no soy una gran dibujante pero tengo la firme creencia de que lo valioso, no es lo hermoso del dibujo, sino la fuerza de lo que transmite.
Esa es mi obsesión de perfección.

Borro unas líneas que sobraron con el lado opuesto del portaminas, me levanto y sonrío a mi dibujo.- Perfec…

Me embistieron violentamente, me caí al piso, ni tiempo me dieron de reaccionar, sentí como si un carro me golpease.

-“Ahhh mooo”- grite sobándome la cabeza, puesto que caí de costado y mi cabeza choco contra de la arena, me alegro de que no esté húmeda, pues si no estaría dura y me hubiera dolido más, mis pantalones negros quedaron manchados de la arena, al igual que mi playera sin mangas, pegada al cuerpo color blanco.

Me incorpore sacudiéndome el cabello que se me lleno de granos de arena, me levanté rápido y vi a mi atacante que hasta ahora no sé con qué intención fue..- Tsk… gomen, supongo que me metí en tu camino.- dije al chico que me veía sorprendido, tenía unos preciosos ojos azules, y un aspecto que definiré como rebelde.- o]]Oie ¿Estas bien?- [/b]le extendí la mano para que la tomase y ayudarlo a levantarse.


U: Perdona la tardanza, no vuelve a pasar, es que me salieron unas situaciones, pero ya todo listo ^^))

(U: bueno, alguien más con el que rolear en primera persona xD Si ves guiones con letras en color naranja, es para diferenciar del diálogo xD, es decir, serían algo así como aclaraciones al hablar)

Salí de mi sorpresa, observando su mano extendida y escuchando su pregunta. Con algo de timidez tomé su mano, impulsándome con eso para ponerme en pie y sacudir la arena que se había quedado pegada a mi ropa. Dejé salir un ligero suspiro, ya parecía ser una rutina que acabara por chocarme con cuanta persona se pusiera por delante.

-Sí, estoy bien, lo siento mucho iba distraído -me quité los auriculares que aún llevaba puestos, aunque la música había dejado de sonar hacía unos momentos. Guardé las cosas en uno de los bolsillos de mi pantalón de chándal y sonreí tímidamente al otro -¿Y tú? ¿Estás bien?

Esperaba no haberle hecho daño con el choque, aunque podía parecer endeble -y muchos así lo pensaban- tenía una fuerza que no se debía precisamente al haber realizado algún tipo de ejercicio a lo largo de mi vida.

-Me llamo Carlo Durán -le tendí mi mano a modo de saludo, la tímida sonrisa seguía en mi rostro. Era lo que siempre me pasaba cuando estaba en presencia de alguien desconocido, pero también cuando no estaba seguro de que hacer a continuación -. ¿Puedo invitarte a algo como disculpa?

U: Lamento la tardanza, la escuela me trajo muy apurada, ¿te parece bien si te contesto post todos los viernes?...enserio sorry por el retraso))

Le tomé la mano con fuerza y lo ayude a levantarse, permitiendole erguirse y que se acomodara las ropas que por el impacto se desacomodo. Yo le vi de arriba abajo, pero centre mi atención en su rostro, parecía severamente frustrado o más bien resignado, me hizo suponer que se halla en problemas constantemente a causa de su distracción.
Lo entiendo.
Yo también he pagado caro mis descuidos que fueron muchas veces más haya de un choque.


-Descuida estoy bien, no me paso nada...aunque chico, tienes la fuerza de un tanque.- dije sonriendole algo apenado pero con cierta confianza, es lo raro en mi, soy capaz de juntar dos cosas que aparentemente son opuestas e incompatibles, creo que por eso mi personalidad es rara o enfermiza como alguna vez la llamó mi padre.
Escuché su nombre que me sonó particular, aquí regularmente hay muchos nombres orientales o europeos como el mío, nunca había escuchado un nombre que me pareció de origen español o algo así, no sonaba como los que usualmente he escuchado.

Con su mano tendida la tomé y le dí un apretón efusivo y fuerte, mi temperatura corporal es alta, de unos 38.5º C así que se sintió cálida.

Kaoru Kenshin Sedras, pero dime Sedras- sonreí enseñando unos largos caninos producto de la genética de mi familia- Mucho gusto Carlo.- le solté la mano y la regresé a mi dominio, me agaché buscando mi mochila para guardar mi cuaderno y mi portaminas.

Hmmmm, pues si gustas te acepto una limonada o algo así, hasta un raspado, aun que no este el sol arrasador, sigue haciendo bastante calor aquí en la playa, aunque no estas obligado, distraerse lo hace cualquiera...- sonreí relajado y guardé mis cosas en mi mochila poniéndomela en el hombro.

(User: No tengo excusa. ¡3 meses! He estado 3 malditos meses sin responder. Soy lo peor, pero no es del todo mi culpa, perdí la dirección del foro (se me borraron todas las direcciones que tenía guardada en favoritos), recientemente he recuperado la misma, gracias al censo que hay este mes (benditos censos que te llegan los mensajes al correo). Lo importante: ¡Perdón!¡Perdón!¡Perdón!¡Perdón!¡Perdón!¡Perdón! Esto no volverá a suceder, lo juro. Ahora, sin más dilación, paso a responderte y espero no decepcionarte.)

Me relajé en cuanto no le dio importancia a lo sucedido. Normalmente las personas solían gritarme y decirme de todo por no ir pendiente o distraerme en mis pensamientos cuando tendría que ir mirando por donde iba. Era una suerte que no se hubiera hecho daño, mi ética me habría obligado a llevarlo a un hospital para que lo revisaran.

-Encantado -observé como buscaba su mochila para guardar las cosas que tenía en sus manos justo cuando chocamos. Mi sonrisa se volvió algo más confiada cuando recibí su respuesta afirmativa a la invitación. Era una suerte que estuvieramos tan cerca de varios bares a pie de playa que ofrecían una gran variedad de bebidas que podrían disfrutar y de que llevaba mi cartera bien surtida por si acaso.

-Claro, vayamos entonces, creo que por aquí hay algún bar costero en el que tomar una bebida refrescante -empecé a caminar hacia arriba, buscando con la mirada el lugar que había mencionado y que recordaba haber visto por allí cerca el día anterior durante la mudanza.

Mi agudizada vista por fin divisó el sitio, más lejos de lo que recordaba en un principio pero no importaba. Miré a mi acompañante, esperando que estuviera siguiéndome y no dejarlo atrás. Estaba siendo entretenido eso de salir a correr en las mañanas libres, sobre todo si conocía a gente por casualidad. Aunque esperaba no llevármelas siempre por delante por ir distraído.

U: Hoy no es viernes pero ando en vacas de la U xxDD y no te preocupes mujer ^^ para que no te sientas mal, en post desquito meses de abstinencia (?) ¬w¬ ))

Sujeté la correa de mi mochila con fuerza, aferrando las yemas de mis dedos a los hilos entretejidos de color negro que la componían y que la plegaban amoldándola a mi mano. Era una carga muy valiosa la que llevaba y aunque no seguí dibujando, ilustrando cada viñeta, ingresando a ese mundo monocromático y recordando cada frase anexada en cada bocadillo, imaginé que el encuentro arrollador podía servirme como el nuevo argumento del capítulo de mi manga, por eso, cuando el chico de cabellos oscuros que se movían por la brisa fresca y salina que permitía sentir el 35 g/L aproximado de cloruro sódico, hizo referencia a un lugar donde tomar una bebida, yo como experto y con conocimiento de causa del territorio, le dije sobe los pocos lugares que conocía.

-Hmmmm...Hay un lugar a unos 50 metros de distancia, pero te advierto tanque que si quiebras algo lo pagas tú- salta lo ajeroso que soy, aunque el otro dios me envidia por eso, porque si tengo personalidad y  por eso  me pasa lo que me pasa.

Levanté mi mano y mi índice sirvió de guía para el camino a tomar, y aunque la playa es amplia y cubre gran parte de lo que nos rodea, en el fondo, los árboles se yerguen majestuosos con sus copas salpicadas por la escasa luz y teñidos en la profundidad por un verde que se pierde hasta volverse negro.

-Es en ese lugar- la punta de mi dedo toco el techo rojizo desgastado, en un contraste de tamaños que permitía ver como el cerebro procesa la información del exterior que entra por los ojos y puede crear fotomontajes.

-Tomemos por la curva de la carretera y seguiremos el sendero que separa el asfalto de la madre tierra, nos llevara unos 5 minutos más o menos y 20 minutos a que nos atiendan.- Lo mire con curiosidad, ya que el ramillete de fenómenos es común entre mi grupo de amigos, lo que me permite conocer bien, cuando tengo uno cerca.

-Oie, ¿tú no eres humano?- mis ojos  brillaron intensamente, porque olí una disección.