Al fin en casa.

Había dormido como nunca y aunque estaba acostumbrado a Ray dormir junto a Mori era diferente, se sentía cálido y al sentir su abrazo aferrarlo le hizo sonreír entre sueños y que el chico no quisiera separarse de él lo hacía aun más feliz.

-mnh... jejeje Mori -giró en la cama quedando frente a él, aun se sentía adormilado y sus ojos apenas se mantenían abiertos, pero era fantástico- buenos...-se sonrojó y avergonzó al sentir ambos besos, era el mejor despertar de su vida- Mori... -se abrazó con fuerza al chico al escucharlo hablar, era tan dulce y se sentía completa y totalmente enamorado.

-jajajaja si, Ray hará todo... a mi.. también me gusta despertar así a tu lado, también te.. quiero... --la verdad quería decirle que lo amaba, pero tampoco era como si quisiera asustar al chico yendo demasiado rápido- no quiero levantarme, quiero estar contigo todo el día.

Se colocó ligeramente sobre el chico besando nuevamente sus labios, le gustaban las caricias en su espalda y como lo hacía estremecer.

(jajajaja si XD)

Se estaba quedando de nuevo dormido acomodado por el calor de Quimey cuando lo sintió encima de él, sonrió y lo abrazó con cariño respondiendo a sus besos, tenía los ojos cerrados, pero cuando los abrió y se encontró con la mirada de su novio, no pudo más que sonreír y le apartó unos mechos de cabello que caían por su frente. Su mano acarició debajo de la playera de tirantes del chico, no mucho, solo para sentir de nuevo esa piel suavecita y cálida, besó su nariz y después de nuevo sus labios -Esa es una muy buena idea, vamos a quedarnos aquí todo el día- coincidió antes de volver a besarlo con cariño.

Mori besó cada espacio de piel que tenía cerquita, los labios, la nariz, las mejillas y bajó por el cuello del chico y hasta su hombro, soltó una risa otra vez y pasó su nariz por el cuello de su novio, después una idea asaltó su mente que poco a poco comenzaba a estar más atenta y despierta, aunque no del todo -Hum... ¿Eres cosquilludo? - preguntó, aunque no espero respuesta pues con una mirada traviesa, rápidamente se giró quedando ahora él encima de Quimey, lo miró por unos segundos con travesura antes de comenzar a mover sus manos y dedos en las costillas del chico buscando sitios en donde el otro tuviera las famosas cosquillas y comenzara a reir.

Él también estaba riendo, las mañanas casi siempre estaba tranquilo y feliz, casi risueño, pero está en especial era de las mejores que había tenido y se le antojaba mucho jugar y acariciar y abrazar a su novio, a su guapo y muy cálido novio, era muy bueno despertar en compañía de alguien así. Siguió haciéndole cosquillas sin dejar de reír y después de un rato volvió a besarlo, esta vez un poco más calmado y serio, pero con el mismo cariño de siempre, ahora se tomó la libertad de robar el beso de Quimey para grabarlo en su memoria y disfrutarlo mucho. Su estado “Hiperactivo” matutino estaba comenzado a bajar.

-Buenos días- saludó tras romper el beso, ahora completamente despierto -Muy buenos días ¿Desayunamos? - preguntó.

Respondía los besos ajenos felizmente , sintiendo su cuerpo estremecerse ante cada beso y caricia que el mayor le brindaba, al parecer había amanecido mimoso, pero, repentinamente Mori soltó una pregunta que le hizo ponerse alerta rompiendo con el ambiente romántico y mimoso de segundos antes cuando proponía que pasar el día entero juntos en la cama.

-¿ah? - ¿cosquilludo? ¿él? veía al otro con sorpresa y un poco de temor, la verdad era MUY cosquilludo, tal y como comprobó el mayor casi al instante cuando comenzó a atacarlo con movimientos en sus costillas que le arrancaron una buena carcajada- jajajajajaj ¡no! jajaj ¡basta! m...me...me rindo! jajajajaj - se retorcía bajo las manos ajenas, intentaba escapar aunque parecía imposible y sentía tan poca fuerza- jajajajajaja ¡Ya! -no podía dejar de reír y aunque intentaba "contra atacar" parecía inútil ya que el chico seguía ganandole, después de un rato le dejó en paz, aunque lo volvió a besar, apenas si pudo reaccionar para responder adecuadamente, ese había sido un ataque totalmente inesperado.

-buenos días... -respondió con una sonrisa boba, asintiendo ante la idea del desayuno, podían hacer algo elaborado o simplemente comer un cereal- eres malo -hizo un puchero inflando un poco sus mejillas, para luego reír nuevamente, se abrazó al mayor por el cuello y lo besó nuevamente- pero así te amo, vayamos a comer -se levantó de la cama casualmente, sin notar que había dicho que amaba al otro, había nacido tan casual- ¿entonces? ¿qué se te antoja, un cereal, hot cakes, huevo, alguna otra cosa? -le sonrió viendo al otro aun en su cama, la verdad era una visión extraña, pero que lo hacía sentir feliz, habían pasado la noche juntos sin necesidad de tener relaciones y había sido perfecto.

Una sonrisa pequeña y calmada se puso en sus labios, todo su adormecimiento había pasado finalmente y ahora solo veía a Quimey recuperar el aliento. No le pasó por alto aquel te amo tan natural y aunque le sorprendió no le molesto oírlo, es más había sentido un calorcito recorrer su cuerpo que fue muy agradable.

Se movió de la cama tras sonreír y se estiró un poco dejando a sus músculos relajarse, después se puso de pie y fue hasta con su novio, le besó la frente con cariño  -Un cereal esta bien, que sea algo sencillo, la siguiente vez yo te haré el desayuno y te lo llevaré a la cama lo prometo- le dijo con voz grave y masculina pero llena de mucho cariño.

Se movió después por la habitación dispuesto a salir aunque primero a pasar al baño a lavarse un poco la cara y terminar de estar despierto  -Quizá dejas sacar a Ray, puede que este molesto por haberlo encerrado- le dijo y después le sonrió al chico acercándose de nuevo a él  -Espero que no intente darme un abrazo muy apretado por habr ocupado un lugar a tu lado- dijo en broma aunque la verdad esperaba que la mascota del chico lo aceptara pues era importante para Quimey y sería muy feo que una serpiente de tal tamaño lo odiara.

Se movió después rumbo a la sala y después a la cocina, no se dio cuenta de que parecía hacerlo con naturalidad como si ya hubiera pasado tiempo con Quimey y conociera muy bien su casa. Sacó dos platos hondos y la leche del refri, busco después con la mirada en las alacenas para dar con el cereal.

-¿Como te gusta? Leche primero y después le pones cereal poco a poco o...primero el cereal y después la leche?-preguntó antes de servir, esperando repuesta por parte de su novio.

Mientras servía recordó el te amo, sonrió aún no sabía si era muy pronto o no, pero le gustó oírlo  -Harás algo esta tarde-noche? Se de un lugar al quisiera llevarte y te gustará estoy seguro-

-eso suena bien... -susurró algo apenado por la idea del desayuno en la cama, sonaba a una idea encantadora, tal y como Mori le dijo se acercó al terrario para sacar a Ray del lugar, mientras el otro iba a la cocina- disculpa Ray ¿cómo dormiste? - cargó a al serpiente con cuidado, dejando que se enredara en su cuerpo, por su reacción podía decir que estaba celoso, no muchas veces dormía en el terrario, así que acarició su cabeza e incluso le dio un beso - jejejejeje, ya, ya, no pasa nada, te sigo queriendo.

Salió de la habitación aun con Ray cargado, era como si le hubiera extrañado y por supuesto que lo mimaría, llegó a la puerta de la cocina escuchando la pregunta de Mori, era gracioso que le interesara algo tan mínimo como eso, pero era lindo y probablemente esos pequeños detalles eran una de las cosas que lo hacían enamorarse más y más del mayor, se agachó un poco tendiendo su brazo, para que Ray bajara.

-primero el cereal y después la leche, de la otra forma siempre termino con más leche que cereal y no me gusta, ¿tú como lo sirves? -entró a la cocina y le besó la mejilla antes de sentarse a la mesa, aunque la pregunta ajena le sorprendió un poco también lo había hecho muy feliz- n..nada, no haré nada, es decir, si haré algo, ahora, contigo, yo, es decir, estoy libre, quiero ir a dónde quieras -no entendía por qué estaba tan nervioso, pero sentía su corazón latiendo como loco en ese instante.

Cuando Mori terminó de servir los cereales tomó su plato y comenzó a comer aún algo nervioso, pero con una sonrisa en los labios.

-y... a ti ¿qué cereal te gusta? quizá... sería bueno comprar uno y tenerlo aquí por si... ya sabes, vuelves a venir y.. quedarte.... -removió un poco el cereal con la cuchara antes de darle una cucharada más, avergonzado por su pregunta y su insinuación a volver a pasar la noche juntos.

Sonrió al ver a Quimey entrar con todo y Ray enroscando  sobre su cuerpo, fue lindo verlo así  -Buenos días Ray No te enfades conmigo ¿Si? Te traeré la cena la siguiente vez- saludó al reptil cuando bajó al suelo y sirvió el cereal tal como Quimey le había dicho -Primero la leche y después el cereal, creo que así el cereal se mantiene crujiente más tiempo- le comentó y se sentó a su lado.

Comenzó a comer tranquilo de reojo veía a la serpiente arrastrarse por el suelo, le gustaba mucho la verdad. Una apenas notable sonrisa se hizo en sus labios al ver a su novio tan nervioso y rio un poco ante lo del cereal -Mientras no sea de chocolate esta bien, no me gusta, ni las fresas- dijo un poquito serio, a muchos les parecía raro. -Pero no te preocupes en verdad, gracias- se apresuró a decir aunque en el fondo estaba emocionado de que el otro pensara en volver a pasar otra noche juntos, quien sabe quizá en alguna de esas podrían llevar los besos de ayer más lejos.

-Bien, en ese caso te veré como a las 7 de la noche, debo ir a m casa a bañarme y cambiarme y debo hacer algunas tareas pero tendré tiempo para verte y llevarte al lugar que te digo, claro si te parece bien- comentó serio y con calma, esperaba que el otro aún estuviera emocionado con la idea, él se sentía algo nervioso pero feliz de poder salir con el menor, le gustaba muchísimo.

Terminó su cereal y se levantó de la mesa para ir a lavar los platos, otra vez sin notar que lo que hacia parecía muy familiar, además como estaba acostumbrado a vivir solo muchas cosas las hacia en automático pues era parte de sus responsabilidades. Besó a Quimey en la frente cuando lo tuvo de nuevo cerca y después se inclinó a besarlo en los labios despacito -Mi pantalón ya debe haberse secado, me cambiaré si? Antes de irme- no quería decirle adiós pero iba a verlo pronto.

-nunca había pensado en que quedara más crujiente de la otra forma -le sonrió, poniendo atención al chico, eran detalles pequeños pero que lo hacían feliz, como aquel sobre las cosas que no le gustaban- ok, ni chocolate ni fresas, apuntado, aunque a mi me gusta mucho el chocolate, y las fresas también son ricas, pero no me gustan los cereales tipo all bran y esas cosas de fibra ¡no me saben a nada! -se sentó a comer el cereal mientras escuchaba los planes para esa noche.

-a las 7 suena perfecto, estaré listo a tiempo -le sonrió al chico , no tardaron mucho en terminar de desayunar, y aunque trató de evitar que Mori lavara los platos este terminó por hacerlo, cada beso del chico le derretía y la idea de una cita esa noche lo hacía volar aun más alto- si, ya está seco seguramente -fue por la prenda ajena y se la dio para que pudiera vestirse, aunque cuando Mori estuvo a punto de irse a cambiar le jaló suavemente de la mano una vez más y parandose de puntitas alcanzó a darle un rápido beso, estaba apenado, pero había querido besarlo una vez más - em... puedes ir a cambiarte, yo te esperaré.

Le sonrió al mayor y acomodó una vez más el tirante que desde la noche anterior había estado empeñado en no estar en su lugar, caminó hacia la sala, dejando que al fin pudiera ir a cambiarse el chico, jugaba con sus manos un poco nervioso mientras Ray se enredaba en una de sus piernas pidiéndole atención, lo cual le robaba una nueva sonrisa, mientras bajaba la mano y acariciaba un poco a la serpiente como si de un perrito se tratara.

-ya, ya, no te pongas celoso, pero... Mori y yo somos novios ahora, así que estaremos muy juntos, eso no quiere decir que no te siga amando, te amo mucho mucho, pero, él es muy importante para mi, y lo entiendes ¿verdad? Por eso debes ser amable con él y no debes intentar comertelo jejejejeje, no ya en serio, sé un buen chico y tratalo bien, estoy seguro de que él es el indicado, ya lo verás, de seguro él te amará tanto como yo.

Sonrió por el beso de Quimey y tomó la prenda para ir a cambiarse, no tardó mucho en realidad, al volver vio la escena entre su novio y la serpiente, lo que lo hizo sonreír otra vez  - Vamos Ray  tu me agradas mucho, prometo cuidar de Quimey- le dijo acariciando un poco su piel suave, en verdad le parecía adorable la manera en que ambos se trataban, finalmente se acercó a Quimey, le despeinó el cabello con cariño   -A las 7 entonces bien? Iremos a un lugar un poco lejos así que trae ropa cómoda bien?- le recordó y tomó su mochila con sus cosas, alargando un poco el momento.

 -oh espera anota el número de mi celular- pues no recordaba si se lo había dado o no   -Casi siempre estoy disponible a no ser que este dando una consulta médica o a la mitad de una clase- explico y tras eso sabía que ya no quedaba nada mas que decir así que solo abrazó a Quimey a pegándolo contra su pecho fuertemente, le besó las mejillas y después la frente   -Me gustas mucho- le dijo sincero y finalmente se inclinó para besarlo en los labios, despacio, saboreando la dulzura de estos, esperando que con ese beso le bastará para aguantar la emoción de su cita próxima, quería decirle a donde lo llevaría pero al mismo tiempo no quería arruinar la sorpresa.

 -Nos vemos- se despidió por fin.

{Yo abriré el nuevo tema te late?}

Sonrió al escuchar a Mori, aunque debía admitir que le avergonzaba un poco que hubiera escuchado toda su conversación con Ray, era extremadamente adorable la forma en la que el chico los trataba a ambos.

-de acuerdo, a las 7, estaré listo, cierto el número! -estaba por sacar el celular para anotarlo cuando sintió el abrazo que lo apretaba contra el cuerpo ajeno, lo devolvió igualmente, estaba tan feliz que sentía que su corazón se saldría de su pecho y casi podía jurar que su corazón se detuvo cuando escuchó aquel "me gustas mucho", respondió el beso torpemente pero con mucho sentimiento, sentía que sus piernas temblaba con el simple contacto de sus labios, en definitiva... eso debía ser estar enamorado.-y tu a mi.... nos vemos... -quedó atontado en la puerta de su apartamento, en cuanto el chico se fue se tiró en el sofá, recostándose y con una sonrisa tonta en sus labios que ni siquiera recordó que no había anotado el número ajeno, pero no importaba, por que en un par de horas lo vería.


(claro! )