Al fin en casa.

No recordaba que tan retirado estaba su casa del trabajo hasta que los alcanzó la lluvia y tuvieron que tomar un taxi, llegaron a casa mojados de pies a cabeza, aunque de alguna manera había sido divertido.

-jajajaja lo siento, olvidé que estabamos tan lejos de casa, pero fue divertido, no? -le sonrió a la vez que abría la puerta de la casa, sintiendo la cálida brisa debido a la calefacción-adelante, está cálido adentro jejejeje, Ray estoy en casa!

Entró y dio espacio para que el otro entrara, cerrando la puerta detrás de ellos.

-ponte cómodo, voy por unas toallas-se alejó del mayor para ir a buscar las toallas y de pasada a Ray que de seguro estaba dormido en ulalguna esquina de la casa.

Al final la lluvia los alcanzó y aunque ambos intentaron correr para protegerse no había mucho lugar en donde, terminaron súper mojados y para empeorar la situación les llevó algo de tiempo poder subir subirse a un taxi ya que ninguno quería que sus asientos se empaparan. Al final fue bueno que un señor los llevara, aunque les cobró un poco más. había sido divertido además eso le dio un pretexto más para quedarse más cerquita de Quimey mientras corrían. Se dejó guiar hasta el departamento del chico y agradeció cunado lo invitó a entrar. Era un lugar pequeño, pero bastante cálido lo cual lo hizo sentir mejor muy rápido porque comenzaba a temblar por culpa del frio de la ropa húmeda.

-Si, fue divertido, aunque que groseros los taxistas- comentó distraídamente y sonrió cuando el muchacho avisó a su mascota que había llegado, asintió con la cabeza y se quitó los zapatos para dejarlos junto a la puerta no quería llenar todo de lodo, también se quitó la chamarra y la mochila dejándolas en un lugar donde estorbaran. Su playera húmeda se le pegaba un poco al torso y su cabello, aunque corto aun escurría, se adentró al lugar sin ser demasiado curioso y decidió esperar al dueño del hogar, miró por los rincones buscando a la serpiente, aunque no lo vio de primera vista, lo que sí si alcanzó a mirar fue la cocina

-Quim ¿Te molesta si entro a la cocina por algo para beber? - preguntó, esperando recibir afirmativa antes de hacerlo.

-adelante, sientete como en casa, dejame voy por unas toallas.

Le sonrió a Mori y se dirigió al baño, tomando un par de toallas, pasó una por su cuello y comenzó a secar levemente su cabello mientras iba a la cocina junto a Mori, tendiendole la toalla.

-aqui tienes, puedes usarla para secarte un poco, deja me cambio de ropa y busco algo que tu puedas usar, ¿te parece? La verdad no creo tener ropa de tu talla, pero.... ¡ah! ¿y si usas una sabana como toga? Como los griegos y eso jejejejeje -vio la expresión de Mori al escuchar sobre la toga y no pudo evitar reír aun más- es broma, es broma jajajaja deja voy por ropa, no tardo.

Fue esta vez a su habitación entrecerrando un poco la puerta pero no por completo, era una costumbre que tenía por si Ray quería cambiar de habitación, buscó ropa para él y comenzó a secarse y cambiarse la ropa, ya entonces buscaría un cambio para Mori.

-Gracias- dijo amable cuando Quim le dio autorización de adentrarse más en su casa. Llegó a la cocina y se sirvió un vaso de agua que bebió rápidamente pues tenía bastante sed. Momentos después entró el dueño del lugar y le sonrió un poco, agradeciendo por la toalla con la que comenzó a secarse el cabello y el cuello.

-No te preocupes Quimey en realidad no esta tan moja...- se sorprendió mucho al oír lo de la toga griega, eso era algo....bueno...., raro, no, no podía andar com romano por la casa del menor ¿Lo decía enserio? Quizá fue obvia su cara susto porque el menor comenzó a reír, suspiró aliviado y también soltó una pequeña risa -Pensé que hablábamos enserio ¡Me asustaste!- le dijo y asintió con la cabeza mirándolo salir e ir a una habitación.

Mori, curioso, recorrió un poco el lugar, era un sitio bonito, la suficientemente amplio, en esas estaba cuando le pareció ve algo moverse por el suelo, primero se sorprendió, pero después recordó que Quimey tenía una mascota bastante especial, sonrió y se movió buscando por donde había creído haberla visto. Caminó a una especie de pasillo y entonces desde la esquina alcanzó a ver la colita del animal meterse tras una puerta entreabierta, Mori no iba a meterse sin permiso a otros cuartos, así que lo mejor iba a ser esperar.

Sin embargo cuando subió la vista  e iba a girarse para volver a la sala alcanzó a ver la silueta de Quimey entre la abertura de la puerta, estaba de espaldas sin playera y con el pantalón ligeramente abajo de manera que se le veía un poco su ropa interior. Mori se sonrojó un poco, como había imaginado su piel se veía bastante suave y la curva de sus caderas era perfecta, se quedó inmóvil mirándolo secarse con la toalla un poco más y cuando iba a quitarse los pantalones rápidamente apartó la vista avergonzado.

-No debí de hacer eso, caray prácticamente es como si invadiera su privacidad- dijo en apenas un murmullo caminando veloz a la cocina, en donde se sirvió otro vaso de agua y decidió esperar sin moverse al chico.

Le había divertido ver la cara de Mori, claro que estaba bromeando, no tenía ropa que le quedara, aunque quizá podría buscar algo en su ropa, pero primero se cambiaría él, estaba de espaldas a la puerta, cambiando su ropa cuando sintió una conocida caricia en sus pies que lo hizo sonreír.

-hola Ray, ¿me extrañaste? -le hizo una caricia con el pie desnudo como si de un perrito se tratara y continuó con el cambio de ropa, se puso un short y una camisa lisa para andar en casa, buscó algunas de sus prendas más grandes pero no estaba seguro de que realmente algo le fuera a quedar a Mori, tan solo un pantalón que habían enviado sus padres, era unas dos tallas más grandes de lo que usaba ya que creía que "a lo mejor había crecido" pero eso no había sucedido- tenemos un invitado Ray, acompañame a que te conozca - bajó su mano y dejó que Ray subiera por si mismo enroscandose en su brazo y su cuello, era pesado, pero estaba acostumbrado a él.

Salió de la habitación y se dirigió a la sala, pero no estaba Mori, quizá en la cocina, fue ahí donde al fin lo encontró.

-listo, no encontré ropa que pueda quedarte... quizá este pantalón, fue un regalo pero nunca me quedó, ¡ah! y mira, encontré a Ray, estaba en mi habitación jejejejeje -La serpiente frotó su cabeza contra la mejilla de Quimey haciendolo sonreír aun más- si, si, Mori es un amigo mio, quería conocerte y lo traje a casa, sé amable con él.

-No te preocupes Quim- le dijo recibiendo el pantalón pero dejándolo a un lado pues ahora su atención se centró en el grande y largo animal que estaba enroscado en el cuello y parte del brazo del menor, le sorprendió que lo aguantara ya que el reptil estaba bastante grande pero sonrió cuando notó el gesto cariñoso de Ray hacia con Quimey.

Se les acercó un poco rodeándolos, tenía un brillo especial en sus ojos pues era obvia la emoción que sentía, parecía un niño con juguete nuevo -Ow se ve súper bien, en perfecta salud, piel brillante y ojos muy sanos, tienes un buen tamaño Ray se ve que te cuidan mucho aquí- le habló al animal  y finalmente volvió a quedar frente a ambos, se acercó un poco más y con cautela extendiendo su mano muy suave para no asustar al animal, finalmente rozó muy suavemente a Ray y una gran sonrisa se extendió por su cara.

-tienes un muy buen hogar Ray- dijo y después le sonrió a Quimey - Y un dueño responsable y muy lindo además- agregó casi sin pensar, y al caer en cuenta se apenó un poco pero lo ocultó y se apartó despacio

-Si me permites pasar a tu baño iré a ver si me queda el pantalón, puede que me quede un poco corto pero es mejor que lo de la toga griega no crees? Jajaja si no tendré que andar en ropa interior por tu casa, me daré prisa y así podremos ordenar esa pizza o cocinar algo- de nuevo había hecho la broma sin pensar.

[Disculpa la tardanza >__< había estado súper ocupada]

Sonreía ampliamente al ver que Mori le decía a Ray lo saludable que estaba y que Ray se sintiera cómodo alrededor del otro, era un cuadro perfecto, aunque no pudo evitar sonrojarse un poco cuando el otro lo llamó lindo.

-¿ah? -no sabía que estaba pasando, pero su corazón comenzó a latir rápidamente de nuevo, no se había recuperado de la sorpresa de ser llamado lindo, cuando el otro había bromeado sobre andar en ropa interior en su casa, haciendo que se pusieran rojas hasta sus orejas- ¡aahhh! no.. yo.. esto.. ahhh... q...quizá pueda encontrar algo más de ropa.. yo.. esto... ¡el baño está por allá! -señaló la puerta completamente rojo dejando que el otro fuera a cambiarse mientras sentía que su corazón retumbaba en su pecho.

-él... dijo que soy lindo.... -le dijo a Ray con una sonrisa cuando finalmente Mori había ido al baño, en cuanto escuchó la puerta cerrarse fue como una carrera, corrió a su cuarto de nuevo y dejó a Ray en el enorme terrario que había en su habitación, muy pocas veces lo usaba desde que lo dejaba vagar libremente por el apartamento, pero a veces era útil, quería estar a solas con Mori, quizá estaba elevando demasiado sus expectativas y se estaba haciendo ideas raras, pero salió corriendo de su cuarto y se miró en el espejo, acomodó su cabello y miró su ropa ¿era demasiado informal? ¿se veían bien? corrió de vuelta al cuarto y cambió la playera por una de tirantes, mostraba más piel ¿estaría bien? le quedaba algo larga y ocultaba su short ¿era raro? más bien parecía un camisón o vestido, escuchó la puerta del baño y ya no tuvo tiempo de pensar salió corriendo y prácticamente se lanzó al sofá , quedando semi recostado en el volteando a ver a Mori con una sonrisa como si nada hubiera pasado.

-¿y bien? te quedó el pantalón?


(no te preocupes, yo entiendo TwT anduve igual, fue semana de examenes para los chamacos y no tenía tiempo ni de entrar al foro :'D Justo apenas hoy me desocupé XD

P.S: Mori ya hizo que Mey pierda la cabeza XD)

-Esta bien ya salgo- le dijo con tranquilidad y se dirigió hasta el baño, tras cerrar la puerta se miró en en el espejo en realidad no estaba tan mojado, al menos no de playera ya que su chaqueta había absorbido la mayor parte del agua, pero su pantalón estaba demasiado húmedo de la parte de abajo y eso seguramente era molesto no quería mojar los muebles de Quimey.

Se sacó el pantalón y lo dejó colgado para que terminara de escurrirse, miró el que le había dado, era n pantalón deportivo sencillo que en verdad se veía muy grande para ser de Quimey, se preguntó como es que lo había obtenido pero entonces recordó que había sido un regalo, se lo puso tras secarse bien las piernas, le llegó un poco arriba de los tobillos pero no estaba mal y no le apretaba de la cintura, se terminó de secar el pelo, que le quedó algo alborotado y le pareció escuchar pasos corriendo afuera, se sorprendió ¿estaría todo bien? Mejor iba a ser darse prisa.

Se miró una última vez en el espejo y salió, Mori caminó de nuevo a la sala y por poco se va de espaldas -Yo eh si, bueno un poco corto- le dijo con voz muy tranquila a pesar de que por dentro su corazón latía a mil por hora, Quimey recostado así en el sofá con esa playera de tirantes, ¿Porque se había cambiado? ¿Calor? Mori si que sentía calor. Se le acercó despacio, se preguntó o mejor dicho se imaginó como sería ver a Quim en las mañanas, el chico era pequeño, no demasiado pero si era algo a comparación con su propia estatura, se lo imaginó con una de sus camisas puestas, que seguramente le llegarían a medio muslo, tragó saliva la imagen se la hacia demasiado atractiva.

Mori alargó su mano casi por un reflejo y le subió despacio el tirante que se había caído por uno de los hombros del menor, sintió la cálida piel del chico contra sus dedos y se le erizó la piel, apartó la mano de inmediato - Entonces que te parece si ordenamos la pizza- sugirió -Parece que volverá a llover pronto asi que lo mejor será pedirla ya o el repartidor tardara más tiempo- finalizó y se puso de pie para sacar de su mochila su teléfono y su cartera -Yo invito así que pide lo que quieras-


[uwu ay yo estuve entregando proyectos y también hasta ahorita pude contestarte bien, hahaha ya vi!! Es súper adorable me encanta, pone a Mori entre la espada y la pared porque le encanta que sea tan adorable y coqueto a la vez xD]

-jejeje genial, al menos ya no andas ni en toga ni en ropa interior -se sonrojó un poco con la idea y sintió su cuerpo estremecer al sentir la caricia en su hombro, su piel se erizó al instante conforme sentía que la mano de Mori le rozaba, por un momento imaginó que lo besaría ¿iba a besarlo? ¡seguro que si! comenzó a cerrar los ojos, cuando de pronto el otro cortó el contacto y comenzó a hablar de la pizza mientras se alejaba, había quedado como un tonto... ¿Mori lo había notado? ¿por eso se alejó? ¡ahhh! Estaba totalmente avergonzado.

-ah, si, pizza está bien, em... de pepperoni está bien, em.. no sé que más pedir, algo dulce que tengan de postre, ¿quizá? -se acomodó sentandose bien en el sillón, viendo a Mori que comenzaba a pedir la pizza, se quedaba ido viendo al mayor, algo en su interior le decía que quizá le gustaba al otro, pero a la vez trataba de controlarse y se decía a sí mismo que era imposible, seguramente el chico sólo estaba siendo amable con él, y entonces eso lo hacía confundirse, escuchaba a lo lejos al otro pidiendo la pizza, mientras su mente comenzó a divagar, ¿qué hubiera pasado si en verdad lo hubiera besado? Sintió "cosquillas" en el estómago de sólo imaginar un beso, debía ser... fántastico, no tenía mucha experiencia en el campo amoroso, salvo con su anterior novio, quién no había sido precisamente afectuoso, sin notarlo comenzó a imaginar que Mori le besaba suavemente mientras acariciaba sus mejillas,d espués pasaba a su cuello, le tomaba en brazos, le llevaba al cuarto y al dejarlo en la cama, entonces...

-¡AAAAHHH! - ¿¡qué demonios pensaba!?



(Y Mey que no tiene ni idea de qué hacer XDDD él solito se pone contra la espada y la pared)

No se tardó en pedir la pizza aunque le dio media espaldas a Quimey para poder tranquilizarse un poco. Le gustaba mucho el chico, era bastante lindo, divertido y también coqueto. Le había llamado la atención desde ese encuentro  hacia muchos días, la vez en que comieron un helado. Seguía al teléfono cuando de pronto escuchó un grito se giró entre sorprendido y preocupado y miró a Quimey con duda, sonrió un poquito al verlo sonrojado de nuevo -Todo bien?- preguntó después de dejar el teléfono.

Se acercó a Quimey y le despeinó el cabello con cariño -En que tanto estas pensando eh?- le dijo con una voz amable y divertida, después se acomodó en el sillón estaba algo nervioso y no sabía como o sobre que iniciar una conversación. El silencio se hizo entre ambos y se podía sentir algo de nervio en el ambiente. Quizá podían encender la tv mientras esperaban, ver alguna película y platicar sobre cosas sin importancia. Si eso sería bueno para ambos chicos.

-Oye Quimey, recuerdo que estabas llorando esa vez en el parque creo que por culpa de alguien, pero no recuerdo si dijiste que había pasado, te veías demasiado triste ¿Que fue lo que pasó?- preguntó de pronto y casi sin pensar, hasta que terminó de hablar fue cuando se dio cuenta de que pudiera ser que el tema no era algo bueno para entablar una charla agradable.

-Lo siento, no tienes que contarme si no quieres, es que esa vez te veías muy triste aunque en realidad te ves muy lindo y atractivo cuando lloras, no a que quiera hacerte llorar yo...bueno lo siento- habló buscando justificar su pregunta soltó un suspiro -Lo que quiero decir es que me preocupe y no tuvimos oportunidad de platicar después solo quiero saber si estas mejor al respecto-

[ay es muy adorable xD Mori si que trata de contenerse]

Estaba completamente apenado, encima después de semejante grito Morí le preguntaba si estaba bien y qué era lo que pensaba, claro que no podía decirle lo que pensaba, era demasiado vergonzoso y seguramente de saberlo el otro chico se alejaría de él, después de todo sólo eran amigos, quería contestar o decir algo pero no sabía de que podía charlar y que fuera un terreno "seguro", al fin iba a decir algo cuando el otro comenzó a hablar, agradecía que el otro hubiera comenzado la conversación, aunque cuando terminó de escucharlo no pudo mas que guardar silencio y verlo algo sorprendido, ¿porqué le preguntaba eso?

- ah... Eso... -bajó la mirada y vio sus manos, no sabía quecontestarle, es decir, no iba a mentirle, pero... ¿cómo podía explicarlo? Sintió sus ojos llenarse de lágrimas al recordarlo, como le había dejado sin más, sin importarle sus sentimientos ni su opinión y encima los meses siguientes que anduvo buscando al mayor tratando de saber que había pasado y pedir una segunda oportunidad.

-verás... Yo... Salía con alguien y la verdad, no estoy seguro de qué fui para esa persona, pero... Sólo fuimos novios de "prueba" no... Él dijo que durante un mes podíamos ser novios y al finalizar el mes él decidiría si eramos novios o no, pero.... Yo no quise.... Hacer.... "Eso" y... Y entonces... Él terminó conmigo....

Mordió sus labios tratando de no ponerse a llorar, se había sentido verdaderamente enamorado el tiempo que habían pasado juntos sin importar si era mentira o juego, para él había sido verdad, y por ello cuando le dejó había dolido tanto.

-yo... Después de que se fue salí a buscarlo... Pero no lo encontré- talló sus ojos tratando de contener el llanto, no quería llorar frente a Morí, aunque antes había dicho que era lindo y atractivo cuando lloraba no se sentía cómodo, es más contar su historia en voz alta lo hacía sentir tonto- l..lo siento, no debí contarte eso, ya no lo amo, es sólo que dolió mucho cuando pasó y trataba de olvidarlo

Miró como Quimey se tensaba de inmediato por culpa de su pregunta y estaba por pedir que no le respondiera cuando el menor comenzó a hablar, no se atrevió a interrumpirlo, pero se sintió muy mal al ver lo mucho que le afectaba. Mori lo escuchó con atención y sintió un poco de celos y después mucho enojo. Odiaba que jugaran con los sentimientos de otros.

Pensó en porque le había preguntado eso, ya presentía que podía tratarse de alguna relación que había acabado mal pero no pensó que fuera algo así de grande. Quería abrazar a Quimey pero no lo hizo, no quería que se sintiera débil o algo, porque ahora y después de escuchar la historia el mayor supo que Quim era más fuerte y valiente de lo que aparentaba. Apretó los puños sentía mucho enojo en contra de aquella persona pero no podía juzgarlo después de todo no lo conocía y esa relación era solo de Quimey. Aunque se alegró egoístamente de que el menor no hubiese llegado demasiado lejos con su anterior pareja.

Mori respiró lentamente y profundamente hasta que pudo calmarse, miró a Quimey que estaba intentando fuerza no llorar y sonrió, eso era otra muestra de fortaleza. Se inclinó suavemente y le besó con calidez la esquina de uno de sus ojos, apenas un besito corto y rápido como si con eso pudiera quitarle un poco de esas lágrimas y ese dolor -No, fue mi culpa lo pregunté sin pensar, no quería incomodarte o hacerte pasar malos ratos recordándolo- explicó y vio las manos del menor temblar un poco y nerviosamente, las envolvió con las suyas para decirle que  iba a estar bien ahora.

-Quizá no haya sido del todo malo, toda relación puede darte algo nuevo y bueno, no digo que haya estado bien lo que te hicieron y aunque me enoja no puedo juzgar pero si esto debía pasarte al menos sé que es muy bueno el que nos haya echo encontrarnos- dijo y le dio otro beso en su otro ojito.

-Mejor hablemos de otra cosa, o para que estemos a mano pregúntame algo, lo quieras, no te mentiré al responder- sugirió.

Se sorprendió al sentir los labios de Mori cerca de su ojo, no lo esperaba y eso ganó que su rostro se sonrojara nuevamente, volteó a ver al mayor, escuchando atentamente lo que decía, su corazón latía aceleradamente cuano sintió un nuevo beso cerca de su otro ojo, estaban tan cerca, tanto que solo debía acercarse un poco más y lo estaría besando, estaba demasiado confundido ¿eran sólo amigo? ¿Mori pensaba en él como algo más? No tenía idea, no sabía si el otro era así de atento con todos, de tan sólo imaginarlo le hacía doler el pecho, todas las atenciones de Mori eran algo que sentía especial, pero si simplemente era así con todos no podía evitar sentirse celoso y triste de ser solo uno más de sus amigos.

-Mori... tu... -mordió levemente sus labios, el chico dijo que podía preguntar lo que quisiera, así que podía hacerlo ¿no?- tu... ¿eres así con todos o...?-de pronto sintió la boca seca, no sabía como continuar la pregunta, si lo decía en voz alta y resultaba ser solo cosas suyas, entonces quizá se alejaría de él, lo haría aun lado y su amistad terminaría, apenas se estaban conociendo mejor y ya sentía su corazón queriendo salirse de su pecho por un poco de cercanía.

-lo que quiero decir es... que si tu... bueno.... yo, siento algo "especial" cuando estoy contigo y no sé si tu simplemente eres amable o... o... yo, debería tener alguna... ¿esperanza?-Bajó la mirada completamente avergonzado no había forma de que lo viera a la cara, preguntandole todo aquello ¿eso contaba como una declaración? ¿se había visto muy directo? Quizá lo mejor hubiera sido no decir nada.

No esperaba recibir esa clase de pregunta, no entendía a que se refería con "Igual con todos" -Pues...si, supongo- respondió algo confundido. Mori siempre actuaba de manera amable y gentil con la gente, era también algo reservado y muy serio también. Así que supuso que en verdad era así con todos aunque debió admitir que con el menor era diferente, como si se sintiera mejor prestarle atenciones más cálidas y era obvio que no andaba repartiendo besos con otros chicos. Iba a preguntarle que a que se refería cuando lo comprendió.

Su corazón latió muy fuerte a como había entendido ¿Quimey sentía algo por el? Podría ser? El chico dijo algo sobre tener un poco de esperanza, quizá ambos debían tenerla, Mori se emocionó mucho, aún estaba conociendo al chico pero había algo en él que le atraía mucho y no solo físicamente, era su clase de chico, pero apenas se estaban conociendo no quería entusiasmarse mucho  -Quimey yo no...- su frase se vio interrumpida pues llamaron a la puerta del departamento, por un momento pensó en ignorarla pero después recordó que estaba a punto de comenzar a llover de nuevo y el pobre repartidor podría tener otras entregas.

-Ya va- dijo en voz alta y firme y tras dirigirle una mirada seria a Quimey, se levantó y sacó de su chamarra su cartera, lógicamente para pagar por la pizza. Fue a la puerta y abrió encontrándose con un chico de mediana estatura que quiso ver un poco dentro del departamento, cosa que lo molestó. Mori pagó lo que era y tomó la caja para después cerrar la puerta un poco agresivo.-Ven vamos a comer algo primero- le dijo y se movió a la cocina para buscar dos platos en los cuales servir la Pizza, esperó a que el menor llegara y le dijera en donde comerían si en el sillón viendo algo quizá o si solo platicando.

Cuando Quimey se le acercó lo tomó  por la muñeca -Espera, quiero que sepas que no trato así a todos, tu eres especial y si tu tienes un poco de esperanza quiero pensar que entonces yo también puedo tenerla ¿Me entiendes?- dijo, no están seguro de si el chico le había entendido pero realmente esperaba que fuera así.

-No quiero presionarte, no se si esto vaya a funcionar o nos lleve a otro lugar pero te aseguro que eres diferente a otros chicos, a otras personas, no estoy muy seguro de como pero quiero describirlo junto a ti- eso había sonado como a confesión.

Cuando Morí le dijo que trataba así a todos no pudo evitar deprimirse, ¿entonces no era especial? Debía suponerlo, pero le dolía saberlo, finalmente ese "yo no" antes de escuchar al repartidor llegar le hizo sentir como si le estrujaran el corazón, bajó la mirada triste y avergonzado, había confundido la amistad del chico con algo más, ahora solo esperaba que pudieran seguir siendo amigos. Al final siguió al mayor a la cocina para comer algo, podían comer viendo la tele en la sala, así disminuiría un poco la incomodidad de lo que había dicho.

-si, primero comamos... -estaba por buscar los platos cuando le tomó de la muñeca, sorprendiendolo- ¿Mori?- escuchó atentamente lo que decía y su sorpresa crecía cada vez más, eso sonaba como... -¿una... Confesión? Es decir... Yo... ¡Si, si! Puedes tener toda la esperanza que quieras!

Tomó la mano del mayor, aun avergonzado, ¿eso significaba que se gustaban mutuamente, o de nuevo lo estaba malinterpretando?

-n...no soy bueno en esto... Así que creo que quizá debería decirlo claramente, Morí... Tu... Es decir, yo... Lo que siento es que.... Tu a mi... -cada vez estaba más apenado y mientras mas intentaba decirlo, las palabras parecían ocultarse cada vez mas en su garganta, impidiéndole decir lo que quería.

Mori vio con sorpresa como el menor comenzaba a balbucear muchas cosas que no tenían orden o sentido, se avergonzó al ver que Quimey también había tomado sus palabras como una especie de confesión. Su corazón latió muy fuerte, había esperanza, una poca o mucha, no estaba seguro pero la había. Fijó sus ojos en los labios del menor que se movían rápidamente y por su cabeza solo pasaba la idea de besarlo, aunque se contuvo pues al parecer el otro quería decirle algo muy importante.

El mayor sonrió, pareció entender que era lo que el otro trataba de explicarle, se inclinó hasta el oído de Quimey - Me gustas- le susurró con voz profunda y tranquila y besó el lóbulo de la oreja del chico despacio, dejando sus labios sobre esa zona por unos segundos, sintiendo un calorcito recorrer su cuerpo. Se apartó y le sonrió.

-Comamos- fue lo que dijo retomando su voz seria y tranquila mientras soltaba la muñeca de Quimey y sacaba los platos que el chico quiso tomar antes de ser interrumpido. Una vez listos se encaminó a la sala -No nos conocemos mucho, creo que es algo raro todo esto pero no me molesta en verdad- le dijo y después buscó como acomodar platos, cajas de pizza etc. Miró a Quimey y le sonrió.

-No quiero prender la televisión, te parece si mejor ponemos algo de música y platicamos un rato?- Mori sacó su teléfono celular esperaba que el chico tuviera donde conectarlo - Solo dime que clase de música te gusta oír y la ponemos o siempre queda la opción del radio- sugirió.

No sabía como era posible, pero dos simple palabras habían detenido su mundo, su respiración, su corazón, el tiempo, todo se había parado en cuánto escuchó ese "me gustas" parecía un sueño, un hermoso sueño del que no quería despertar, aunque el mundo debía reanudarse y de pronto sintió su rostro muy acalorado y un cosquilleo proveniente de donde Morí lo había besado, ¿en serio había ocurrido lo que creía? Vio al chico acomodando las cosas y torpemente tomó un par de vasos y refresco y los llevó consigo.

-música está bien... Cualquier tipo de música, suena bien comer con música- se sentía algo torpe y no podía evitarlo, en verdad le había sorprendido notar que era algo recíproco.

Se sentó en el sofá a lado del chico, sonriendo le levemente ¿qué diferencia habría ahora? ¿eran novios o simplemente había sido una confesión "casual" sin nada más implícito? Quería preguntarle y a la vez estaba nervioso, quizá lo mejor sería comer primero... Aunque si comían primero y luego intentaba besarlo podría tener mal aliento y moriría de vergüenza ¿y si lo besaba primero? Aunque nadie había mencionado nada sobre besos... Estaba pensando demasiado las cosas de nuevo.

-entonces vamos a comer... Y luego... En.. Que haremos luego? -le vio con una media sonrisa, nervioso mientras escuchaba la canción que comenzaba a inundar el ambiente.

Se acomodó junto con el menor y se sirvió una rebanada de pizza. Mori se sintió más tranquilo y estaba además bastante feliz de que el otro también comenzara  a sentir algo por el, rió un poco por el nerviosismo obvio de Quim y puso su mano sobre la de él -No lo sé,  podemos hacer muchas cosas. Afuera ha comenzado a llover de nuevo, así que parece que me tendré que quedar contigo un largo rato, claro si no te molesta- le habló calmo y después siguió comiendo mientras que la música sonaba.

La comida entre ambos chicos pasó tranquila, el mayor se ocupó en hacerle algunas preguntas sobre Ray y también en decirle sobre algunos cuidados extras y otras cosas de veterinarios, estaba emocionado al respecto y al terminar de comer, tuvieron que pasar unos minutos hasta que se dio cuenta de que quizá su plática aburrió a Quimey. -Lo siento, me emocioné, quizá sea bueno que te cuente algo más simple hum... Me encantan los animales obvio jajaja, el color verde y el azul y nunca me han gustado las fresas algo que a la gran mayoría le parece raro- le dijo riendo con suavidad.

-Oh también hago Kendo, en el equipo de la universidad me encantaría que fueras a verme practicar un día o a alguna competencia- dijo con emoción en la voz, le parecía una tan idea y también algo romántica que fuera a apoyarlo. -Eso es un poco de mi creo, perdóname he estado hablando todo este tiempo pero cuéntame de ti también, quiero saber lo más que pueda- dijo.

En ese momento una nueva canción sonaba en la radio, una alegre y movida Mori sonrió un poco, parecía que la canción estaba feliz igual que él, rió un poco por su pensamiento y después tuvo una idea, se puso de pie y no tardó en jalar a Quimey de la mano para que también se levantara -Ya se que haremos, vamos a bailar- le dijo tomando ambas manos del menor y moviéndolas al ritmo de la música al tiempo que el también bailaba, o más bien seguía el ritmo, no es que le gustara mucho bailar o que fuera bueno, solo le pareció algo divertido que hacer, algo espontáneo, quizá eso los ayudaría a ambos a relajarse y no pensar demasiado las cosas solo pasarla bien un rato.

cancion:

¿Quedarse con él? es decir ¿pasar la noche juntos? todo iba demasiado rápido, aunque luego se recordó que Mori no era ese tipo de persona, él era alguien que tomaba en cuenta los sentimientos de los demás y jamás lo presionaría de esa manera, así que simplemente aceptó el que pasara con él cuanto tiempo fuera necesario, después de todo, no es como si quisiera alejarse de él. La charla de la comida fue tranquila y le gustó el saber de alguien más que le encantaran los animales como a él y en especial, que no pensara que Ray era aterrador..

-jajaja no te preocupes, me gusta que te emociones -le sonrió escuchando aquellos datos random sobre él que lo hacían sentir feliz, aunque fueran cosas pequeñas era una forma de sentirse más cerca de el mayor- me encantaría ir a verte practicar, ¡tu dime que día está bien e iré!

Estaba emocionado, estaba a punto de contar un poco de él cuando la música comenzó a sonar y la charla quedó de lado, sintiendo un jalón de su mano que lo sorprendió, se sonrojó un poco pero asintió a la vez que reía, era algo vergonzoso, pero era el tipo de cosas que siempre había soñado, poder tener alguien que lo hiciera sentir especial, alguien que le acompañara en tonterías sin importar que tan ridículos se vieran, era perfecto.

-jajaja bien, bailemos - comenzó a moverse al ritmo de la música, era un ritmo pegajoso, le encantaba bailar, sintió un poco torpe a Mori en el baile pero no importaba era divertido, siguió bailando dando unos pocos saltitos y dejando que la música le llevara con el ritmo, era divertido, la canción finalmente terminó y no podía evitar respirar algo agitado, veía a Mori hacia arriba mientras seguía sosteniendo su mano, la sonrisa no se iba de su rostro y por un momento se sintió en un sueño, parecía ser todo lo que siempre había buscado y no quería dejarlo escapar- Mori... -tomó un poco más de aire para darse valor, no era para nada como lo había imaginado pero si no lo decía sentía que su pecho estallaría- tu... ¿quisieras ser mi novio?- lo había dicho y no había retorno, ahora sólo esperaba que dijera que si.

Mori se sintió un poco torpe cuando vio que Quimey podía bailar mejor que él pero no le molestó y se podía notar en la sonrisa que tenía en los labios mientras se movía al ritmo de la música junto con el menor.

Le gustó, tenía tiempo que no se sentía tan a gusto y también tenía tiempo que no le gustaba un chico tanto como Quimey, el menor hacia que brotara en él un sentido de protección y de cariño. Takashi no creía que Quimey fuera débil, para nada, si sentía que quería protegerlo era por el afecto que tenía por él y que iba cada vez creciendo más.

La música terminó y jadeando ambos se detuvieron, la sonrisa aún en sus labios -Creo que eres mejor bailarín que yo, me puse en vergüenza- le dijo en broma . Iba a sugerir sentarse un rato beber algo pero las palabras de Quim lo sorprendieron -¿Que?- dijo en voz tan baja que no estuvo seguro de si en verdad las palabras salieron de sus labios.

Lo había tomado por sorpresa y se le notaba mucho, en especial en la mirada y en su silencio, muy lento soltó su mano y puso un paso de distancia. Su corazón estaba  latiendo muy fuerte y le costaba trabajo organizar sus ideas. Tomó aire para calmarse y para darse valor no quería que el mejor pensara que había dicho algo malo así que sonrió finalmente un poquito.

-Quim...lo siento es solo que no me esperaba algo así- le dijo amable y después comenzó a organizar sus ideas mientras se tranquilizaba -Yo... Apenas nos conocemos y tu...  en verdad me gustas mucho, rayos mucho de verdad, eres lindo y amable y divertido y yo pensé que bueno quizá era demasiado rápido y que quizá tu no querrías y bueno...- estaba diciendo cosas sin sentido, soltó un suspiro y se acercó a Quimey, despacio aún nervioso pero con seguridad en sus ojos, tomó al chico por el mentón y miró sus labios, se veían tan besables, sonrió y finalmente se inclinó y unió sus labios con los de Quimey, un beso corto y muy suave solo para sentir el calorcito de la boca del otro para probar un poco esos labios que tanto se le antojaban.

-Si, claro que quiero ser tu novio- dijo finalmente al separarse, con una sonrisa. Después comenzó a reír - Es la primera vez que alguien me pide eso, se me habían confesado antes pero nunca habían sido tan directos- agregó y justo cuando estaba por inclinarse a besarlo nuevamente un rayo cruzó el cielo seguido por un trueno, sobresaltado miró hacia la ventana la lluvia caía con más fuerza ahora y todo indicaba que la luz estaba por irse debido a la tormenta.

La espera parecía eterna, aunque sabía que no habían pasado más que unos segundos desde que había hecho la pregunta, estaba nervioso, sentía un hueco en el estómago, sus manos comenzaban a sudar y sentía la boca seca, quería creer que no había malinterpretado las señales ajenas, aunque cuando le soltó la mano y se alejó sintió como su corazón se rompía, era un dolor horrible en su pecho, quería disculparse, pedirle que lo olvidara, pero no podía decir nada, tan solo se quedaba viendo fijamente al otro, tratando de averiguar que es lo que había hecho mal, vio a Mori sonreír y tuvo aun más miedo ¿se burlaría de él? no, él jamás haría eso ¿verdad?

Sintió sus ojos llenarse de lágrimas, escuchaba al chico hablando pero no entendía que le quería decir ¿trataba de rechazarlo amablemente? ¿lo estaba aceptando? ¡No entendía! Su cabeza estaba hecha un lío, sin embargo cuando finalmente el otro se acercó y lo tomaba del mentón era como si el resto del mundo se detuviera ¿en realidad estaba sucediendo aquello? cerró los ojos al verlo acercarse, nuevamente sentía ganas de llorar, pero esta vez de felicidad, apenas si había durado un segundo el contacto pero era más que suficiente para hacerlo sentirse en las nubes, no tenía palabras para contestar después de aquel si y el ser tan directo, así que solo rió nerviosamente antes de verse sorprendido por el trueno y la lluvia aumentando, el tiempo había vuelto a correr.

-¡ah! parece que no dejará de llover.... -vio un momento hacía la ventana y luego de vuelta a Mori, mordió su labio inferior con un poco de nervios y le volvió a sonreír- si quieres podemos... tu sabes, pasar la noche juntos...

Volvió a tomar la mano del otro, entrelazando sus dedos, nunca se había sentido tan feliz, sentirse correspondido era fabuloso, cerró los ojos de nuevo y se puso de puntitas, invitando al mayor a besarlo de nuevo, quería sentir sus labios de nuevo y besarlo toda la noche.

Mori rio un poquito y se inclinó de nuevo a besar a Quimey, esta vez disfrutándolo aún más, con seguridad y despacio, los labios de chico eran deliciosos y adictivos, tan suaves y dulces que no supo como es que pudo aguantar tanto las ganas de besarlo antes. Con cuidado rodeó la cintura del chico y lo levantó un poco del suelo sonriendo pegado a su boca aún sin querer separarse a pesar de que iba necesitar respirar.

Un nuevo relámpago logró que se apartara -Me quedaré- le confirmó con una sonrisa y lo regresó de nuevo al suelo aunque no dejó de abrazarlo con cariño. Y se acomodó de nuevo en el sillón con Quimey encima suyo. Le sonrió con cariño y le besó la frente y la nariz y las mejillas. Tenía ganas de sentirlo cerca ya que era muy abrazable. Bajo sus dedos y por encima de la ropa podía sentir la forma de las caderas de su ahora novio y aunque se le antojaban suaves y perfectas no quería aún acelerar las cosas.

-¿Te parece si vemos algo en la tv?- le preguntó pero antes de que obtuviera respuesta la lluvia empeoró y hubo un apagón que causó gritos por todo el edificio - Creo que no- habló con calma y suspiró apartando a Quimey suavecito -Tienes velas o una linterna? Creo que tardará en llegar la luz de nuevo-

[Perdon si queda con alguna error feo o muy cortito, te respondo desde el teléfono. Te lo repongo en el siguiente ]

Sonrió ampliamente al escucharle decie que se quedaría, era imposible separarse de él, cada beso le hacía estremecer, había soñado con momentos de besos suaves e interminables durante años y en ese momento no parecía ser del todo real, era demasiado bueno para ser verdad, y si era un sueño no quería despertar. Cuando llegaron al sillón y las manos ajenas comenzaron a recorrer su cuerpo sintió una extraña sensación en su vientre, como un calorcito que recorría su cuerpo naciendo de su estomago... O quizá más abajo.

-Mori...- no estaba seguro si aceptar el ver la televisión odecirle que era un poco rápido para esas caricias, aunque no le molestaban, más bien era el hecho de no querer aparentar ser "fácil"- ¡waa!- su grito se unió a los de otras personas del edificio, le había asustado un poco el apagón, pero quizá esa era la oportunidad perfecta para estar más cerca del otro, verlo alumbrado por la escasa luz de los relampagos, el sonido de la lluvia, en ese momento parecía en verdad uno de sus sueños- si tengo... -dejó que su mano se acercara al rostro ajeno y lo acarició suavemente antes de volver a besarlo, adueñandose de sus labios con ternura, sin atreverse a profundizar el contacto pero dejando un beso tras otro en sua labios- busquemoslas luego, si?

Agradecía que no pudiera verlo del todo, estaba totalmente rojo, siguió acariciando el cabello ajeno y su rostro, esperando que sus manos lo memorizaran por completo, suspiró por el contacto antes de besarlo una vez mas, jalandolo a acostarse de nuevo en el sofá, colocando esta vez a Mori sobre él.

(No te preocupes, entiendo )

No pudo evitar reír un poquito cuando su novio gritó también por el apagón, pero se sorprendió de que tras el susto Quim en lugar de decirle en donde estaban las cosas para hacer luz, lo besara otra vez. Mori respondió el beso con gusto, esos labios pequeños pero carnosos y tibios que se unían con los suyos. Fue un beso lento o mejor fueron besos, ya que venían uno seguido de otro. Mori estaba encantado con el contacto, tenía mucho tiempo que no besaba así a alguien, y además era mejor pues Quimey estaba abriéndose paso en su corazón, realmente sentía cariño por él y hacía que las cosas fueran aun más cálidas y placenteras.

La tormenta afuera seguía cayendo con mucha fuerza, la luz de los Rayos se pasaba por la cortina algo abierta de la venta del departamento, el ambiente a pesar de todo era muy romántico, no se negó y se acomodó a no tirar todo su peso sobre Quimey, se mantuvo con una mano y con la otra acarició suavecito el costado del cuerpo del chico, aun sobre la tela de la playera, una parte de si quería llevar un poco más lejos los besos, se arriesgó y despacio rozó los labios de Quimey con su lengua, pidiendo autorización para llevar el beso al siguiente a nivel. Sintió un temblor agradable recorrerle la piel de la espalda en cuanto puedo meter su lengua a la calidez de la boca del menor, se sentía tan bien besarlo así, sentirlo debajo de suyo con el sonido de la lluvia como único acompañante.

Alargó el beso lo más que le fue posible, recorriendo el interior de la boca de su novio de manera lenta, para grabar en su mente todas las formas y sensaciones que estaba teniendo, acarició con su lengua la de Quimey invitándolo a unirse a ese beso que si bien no era muy apasionado, tenía algo de intensidad. Se apartó de sus labios cuando el oxigeno y le hizo falta, pero pegó su frente a la de Quimey y le sonrió con cariño para después besarle la frente y después las mejillas -Me gustas mucho Quimey, tienes una piel muy suave- le susurró al oído con voz firme y grave, bajó rozando su nariz por su cuello donde depositó un beso más y siguió ese camino hasta uno de sus hombros, besó suavemente la piel descubierta y rio al ver que el tirante de nuevo se le había caído como si quisiera torturarlo. Su mano se coló debajo de la playera de Quimey y tras dudarlo un poco le acarició ahora sin la barrera de la tela, la piel de su costado, sonrió y ahogó un jadeo, era igual de suave como lo había imaginado.

Takashi se movió un poco acomodándose mejor para así poder besar la piel del vientre que había dejado descubierta, repartió un beso, dos, tres. Suspiró y despues como si algo hiciera click en su cabeza, subió la mirada para ver Quimey, suspiró de nuevo y se apartó no sin darle otro beso, le acomodó la playera cubriéndole la piel y subió solo para darle un beso corto en los labios -Busquemos esas velas- le dijo con voz lo más calmada que le fue posible, gentil para no preocuparlo, no había hecho nada malo, pero quizá era muy rápido, aun no, no quería llevarlo tan lejos, no quería que el chico pensara que solo por eso le había dicho que si.

Cuando la lengua de Mori acarició sus labios sintió como una nueva sensación despertaba en él, cada beso era una sensación indescriptible y al abrir sus labios y permitir que el mayor profundizara el beso, era como si el pequeño remolino de calor que había comenzado en su vientre comenzara a expandirse por su cuerpo, se sentía estremecer por el contacto y cada beso y caricia le estaba haciendo perder la razón, definitivamente no había manera de que eso fuera real, debía ser un sueño, un maravilloso sueño, aunque el aire faltante a causa del beso parecía tan real.

-tu también me gustas.... -susurró bajito, cerrando los ojos una vez más, sintiendo que la voz ajena lo derretía, un suspiro escapó de sus labios al sentir la tenue caricia en su cuello, nuevos besos le estaban haciendo perder la razón, mordía sus labios tratando de ahogar suspiros y gemidos que luchaban por salir, aunque finalmente uno encontró la salida cuando la mano ajena acariciaba directamente su costado- ahh.... -apretó con fuerza la tela del sofá al sentir los besos en su vientre, no estaba pensando claramente, era demasiado rápido todo, pero no quería detenerlo, temía romper el momento, temía despertar y ver que nada era real, temía ponerse muy "fácil", pero más temía que Mori fuera exactamente igual a Vlad, sólo utilizando una técnica diferente para un mismo fin, aunque grande fue su sorpresa cuando el mayor le acomodaba de vuelta la ropa y se alejaba de él.

-¿Mori?.... si... -sonrió un poco avergonzado, no estaba seguro de qué era lo que había ocurrido, pero todo parecía estar bien,se sentó de nueva cuenta en el sofá y nuevamente agradecía ese apagón, ya que su cuerpo no había sido indiferente ante las atenciones del otro y no quería que lo notara- em.. las velas deben estar en un cajón en la cocina.... -se puso de pie algo tambaleante, sentía sus piernas como de hule ¿eso era normal? -no tardo -fue a tientas a la cocina y encontró el cajón, sacando una linterna que le ayudó a buscar el encendedor para las velas- ¡ya las encontré!

Regresó a la sala esta vez con las velas encendidas, colocandolas en el centro de la mesita donde pudieran alumbrarlos, no era mucha luz, pero era suficiente.

-también conseguí una linterna, no tiene mucha bateria, pero servirá... -estaba aun avergonzado por lo ocurrido poco antes, pero aun así se armó de valor para voltear a ver directamente a los ojos del otro- Mori... puedo preguntar... ¿por qué te detuviste? -sentía su corazón acelerado, pero quería saberlo ¿lo había hecho por que era un caballero? o ¿había algo mal con él? A lo mejor el mayor no había sentido lo mismo que él.

Suspiró y asintió con la cabeza al ver que su novio iba a buscar las velas, iba a decirle que lo acompañaba pues estaba oscuro y podía caer pero después pensó en lo tonto que era eso pues Quim debía conocer mejor su apartamento que nadie, y necesitaba tiempo para enfriarse, le había costado mucho detenerse y no llevar las cosas al siguiente nivel.

Mori se talló las manos con nerviosismo pudo sentir aún el cosquilleo en sus dedos por la suavidad de la piel de Quimey, se pasó las manos por el cabello y suspiro otra vez, esperando calmarse finalmente.

Le sonrió a Quimey cuando lo vio regresar con las velas, ahora con esa luz se veía aún más atractivo, tomó nota de eso quizá en un futuro cercano sería bueno tener algunas velas por el lugar. Asintió con la cabeza ante la explicación y después ayudo a poner las velas en su sitio apagando la linterna de momento puesto que con las velas bastaba ya encenderían la linterna en la habitación por si el chico se quedaba dormido o algo no hubiera riesgo de incendio. La pregunta le tomó por sorpresa, sus hombros se tensaron y se tomó un momento para pensar en la respuesta.

-No has hecho nada malo tranquilo- le dijo primero con una sonrisa sincera para tranquilizarlo quería dejar eso en claro - La verdad me costó mucho detenerme pero lo hice porque aún no es tiempo, quiero que nos conozcamos más, tener una cita enserio, hacer eso de ir a algún lugar y pasar tiempo juntos- dijo y pensó en los sitios a donde quería ir con Quimey, tantos que no sabía por donde iniciar.

-Quimey apenas nos conocemos y yo no quiero que creas que estoy a tu lado solo por tener sexo, me atraes mucho creo que eso se nota, pero quiero tomarme el tiempo para conocerte y besarte mucho y tomar tu mano- era algo cursi todas sus palabras pero las decía con buena intención, la experiencia del chico había sido mala anteriormente no quería ser comparado, no quería arruinarlo.

Se inclinó y pasó su mano tras la nuca del chico para atraerlo y besarlo en los labios, suave pero muy cálido y con un poco de demanda -Lo haremos, hoy no pero lo haremos, quiero que la primera vez que haga el amor contigo sea inolvidable para ambos, hoy aún es muy pronto- finalizó y volvió a besarlo con cariño, esperaba que el chico se sintiera más tranquilo ahora y que además no se molestara o algo así.

Mori miró hacia la venta aún la lluvia caía fuerte miró después su reloj, ya pasaban de la media noche -Será mejor que descansemos un rato, yo me quedare aquí si no te molesta creo que es peligroso salir ahora con media ciudad a oscuras-

Una sonrisa asomó a sus labios y sintió como si se quitara un peso de encima cuando comenzó a escuchar a Mori, aunque conforme hablaba sentía que sus mejillas se ponían cada vez más rojas, en serio pensaba que estaba soñando, era perfecto, era lo que siempre había buscado, el hombre de sus sueños, frente a él, diciendo las palabras más dulces que pudieran salir de sus labios, cerró los ojos cuando sintió la mano ajena en su nuca y correspondió el beso dejando escapar un suspiro.

-Mori.... -sentía su pecho latir a mil por hora, estaba perdidamente enamorado en ese momento, un beso lo hacía flotar, una caricia le hacía sentir en el paraíso, era una sensación fabulosa saberse correspondido, se quedó viendo fijamente al otro, no quería dejar de verlo, temía que desapareciera en cualquier momento, el chico decía algo sobre quedarse ahí a lo que sólo asintió, tomó la mano ajena y se puso de pie, jalándolo un poquito para que lo hiciera también.

-podemos.... ¿dormir juntos? -ya había comprendido que no pasaría nada entre ellos y estaba de acuerdo, pero definitivamente quería dormir abrazado a él, sentir su calor a su lado-prometo, no hacerte nada- le sonrió tímidamente, había leído aquella línea en varios mangas, aunque en en aquellas historias al final de cuentas el protagonista no cumplía su palabra y terminaba haciendolo con el otro personaje, aunque él lo decía en serio- sólo quiero abrazarte, además el sillón no es muy cómodo..

Tomó la vela con su mano libre y comenzó a caminar rumbo a su habitación, guiando al chico, estaba nervioso, pero no dejaría pasar semejante oportunidad, después de todo, quien sabe cuándo volverían a estar juntos y solos. Aunque Mori parecía ser tan caballeroso que aunque salieran juntos no parecía del tipo de chicos que pasaría la noche en la misma cama que él hasta pasado un tiempo en su relación.

Mori lo miró sorprendido por la frase que le dijo y después no pudo más comenzar a reír con fuerza, cosa que nadie lograba con facilidad, apretó la mano de Quimey con cariño y se levantó, le despeinó un poco el cabello y antes de entrar a la habitación del chico se inclinó a besar su frente.

-Entonces cuida bien de mi por favor- le dijo con una sonrisa, esa frase también era muy dicha en los mangas y las historias románticas.

Estaba nervioso, no era la clase de chico que se iba a la cama con otro así com si nada y no solo en la intimidad, no porque fuera un remilgado, su naturaleza era más bien tranquila y reservada, además de otro pequeño detalle que guardaba de su personalidad para si mismo, pero con Quimey se sentía demasiado correcto, además  admitió que dormir abrazado al chico en la noche lluviosa era una oportunidad que no quería dejar pasar, quien sabe quizá era ya momento de que comenzara a arriesgarse un poco más.

Esperó a que el menor entrara para hacerlo el y después cerrar la puerta pero no por  completo, se acercó a Quimey y tomó la vela para que el chico pudiera acostarse primero - Vamos a tener que apagar la vela y la linterna se quedó en la sala- dijo y después se le ocurrió que si abría un poco la cortina se filtraría un poco de luz de los rayos, lo hizo.

Takashi normalmente dormía son playera y solo con un pantalón, pero ahora no estaba muy seguro de hacerlo así, pues si volvía a sentir la piel tibia de Quimey y ahora contra la suya...sonrió al imaginarlo pero al final optó por no quitársela, finalmente se metió en la cama y sin pensarlo dos veces, pasó su brazo alrededor de la cintura de su novio y lo apegó a su cuerpo, besándolo después en la cabeza.

-Confío en que no patees mucho- le dijo en broma y lo abrazó aún más pues no pudo resistir la satisfacción que su cuerpo junto al suyo le causaba. Suspiró y cerró los ojos dejándose llevar, estaba tan cansado por todo su día y tan cómodo que no le costó quedarse dormido. Tan solo esperaba que mañana al despertar aún pudiera sentir ese calorcito del otro junto a él.

Se sintió de verdad relajado cuando Mori rió y le pidió que cuidara de él, era divertido en verdad, al llegar al cuarto preparó la cama, Ray solía dormir con él, pero ahora lo pondría en su terrario, no quería que Mori se asustara, él ya estaba acostumbrado a sentirlo enredándose en sus piernas o brazos durante la noche, una vez que lo acomodó regresó a la cama, dormiría igual que como estaba vestido, después de todo andaba cómodo.

Estaba apenado de sentir el abrazo del otro, era una sensación fabulosa que lo abrazara y sentir el calor ajeno a sus espaldas, se estremeció con el beso en su cabeza pero aun así sonrió feliz -que malo, claro que no pateó, o bueno, no lo sé, Ray nunca se ha quejado, al menos jajajajaja -se seguía escuchando la lluvia cayendo, aunque los rayos comenzaban a disminuir, quizá por la mañana siguiera lloviendo pero con menor intensidad, no tenía idea, de lo que si estaba seguro es que estaba más que feliz por aquella lluvia.

-buenas noches... -susurró acurrucándose más al cuerpo ajeno y cerrando los ojos para quedarse profundamente dormido.

Sonrió entre sueños por la palabras del chico que le llegaron apenas a sus oídos y así abrazado a su ahora novio se sintió tranquilo y relajado y feliz. La noche pasó tranquila, no sintió ninguna patada por parte de Quimey y el dormir a su lado fue como si hubiera descansado mejor que nunca.

La mañana era fresca, nublado y aún  llovía un poco no tan fuerte como la noche anterior. Takashi se movió entre las sábanas sin querer despertar y se abrazó aún más al cuerpo de Quimey, ocultando su rostro en el cuello del menor y respirando cálidamente y con calma. Sintió que el chico se movió y lo aferró de nuevo.

-Mmhm...no- murmuró como si fuera un niño pequeño. Pocos sabían de los modos de Takashi al despertar, su estado aún con sueño lo hacían actuar algo infantil y cariñoso.  -Aún no amanece y estas calientito- le dijo y rozó juguetonamente su nariz contra la piel de Quimey.

-Jejeje y hueles rico también- agregó riendo. Era consiente de todo lo que hacia y decía pero aún así no podía evitar actuar de tal modo. No queriendo entreabrió los ojos  y se ubicó en el cuarto de Quimey, sonrió y busco con su mirada encontrarse con los ojos Quimey esperando a que el chico se acomodara para quedar frente a frente  -Mhm... Buenos días- le dijo y le dio un beso corto en los labios  -Ah mentira aún no amanece, devuelve mi beso- le dijo y tomó de regreso el beso antes dado antes de ocultarse de nuevo en el cuello del menor, aún abrazándolo, es más acariciando despacito y con cariño la espalda de su novio.

-Ray dice que nos queremos aquí, el hará el desayuno...cena...eso- siguió y sonrió contra la piel de Quimey  -Te quiero me gusta despertar así contigo-

((Ok debo admitir el pequeño y lindo Quimey durmiendo con Ray xD lo amo xD))