Paseando ~Priv. Ruromi~

Era un día lindo para salir a pasear y juguetear por ahí, quería conocer la ciudad, era nuevo y no conocía muchos lugares, así que decidió comenzar por el parque, era un lugar agradable, con árboles, calles para pasear, algunos juegos en lugares estratégicos para los niños, banquitas, todo parecía ser realmente agradable, incluso el respirar el aire del lugar hacía pensar que era un lugar más puro, incluso por un momento le hacía sentir más tranquilo y como si pudiera olvidar parte de su pasado a momentos.

Mientras caminaba por el lugar iba viendo hacia el piso y jugando a algo, que aunque parecía muy infantil no le importaba, jugaba a no pisar las rayas, a ratos sus pasos eran muy cortos, o muy largos y daba casi saltos para poder caminar sin perder, aunque no es como si hubiera un arbitro que dijera que iba ganando o perdiendo, simplemente seguía jugando consigo mismo y así continuó hasta que dentro de su juego ya se había cansado y dio un par de saltos y finalmente terminó sentandose en una banca, aunque por como cayó y saltó, terminó cayendo en parte encima de alguien que no había visto.

-¡ah! jejejeje lo siento.

Se disculpó y volteó a ver al chico que había golpeado.... y era apuesto.

Disfrutaba tranquilo de la sensación que le trasmitía el parque de serenidad y bienestar, era un área que Ruromi si bien no frecuentaba, cuando en su alocada vida tenía tiempo para encontrar un poco de ocio, solía elegir un lugar como este. En esa área en concreto cuando habían mucho niños y estaba cansado no solía durar mucho pero a esas horas en las que se quedaba vacío era cuando podía aprovechar su tiempo libre.

Cerró los ojos un momento, jadeando profundamente y apoyando sus brazos estirado en el respaldo del banco, cuando alzó la mirada hacia arriba y esperó, casi como si algo debiera bajar del cielo para él.

-Mmh?...-alzó el rostro al escuchar una vocesita, enarcando una ceja al encontrarse con un chico de más de quince saltando a ese juego que en otros tiempo no le hubiera resultado tan infantil. Sin embargo le robó una sonrisa la jovialidad del más chico, incluso sentía un poco de envidia por él, no parecía tener ahora mismo demasiadas preocupaciones. Ruromi era muy maduro para su edad en ese sentido, aunque en parte él mismo se había forzado a serlo por su testarudez en no volver a casa.

Bueno no le molestaba, intentó descansar de nuevo cuando el sonidito se acercaba y notó como alguien caía sobre él.

-Cuidado¡...-sus miradas se encontraron mientras Ruromi lo tenía abrazado por la cintura, había sujetado al chico para que no siguiera cayendo.-¿Por que me imaginaba algo así?...

No parecía mucho importarle tener un peso extra sobre él, cuando de pronto el rubio se reflejó en sus ojos al disculparse y acercó un poco su rostro a él, preguntándole serio.

-Tu nombre.

Normalmente sonreía a la gente, pero ese chico estaba viendo otra parte de su personalidad.

Una vez que se dio cuenta de la pose en la que estaban... no le molestó en lo más minimo, el chico tenía las manos en su cintura mientras que él mismo había colocado inconscientemente sus manos en el pecho ajeno, sonrió al notar la cercanía de sus cuerpos, aunque debía admitir que le sorprendió cuando el chico se acercaba más a su rostro y sin nada más le preguntaba su nombre, lo cual le arrancó una risita, tenía 2 opciones... darle su nombre... o no...

Eligió la segunda.

-wuoo, vaya que eres rápido vaquero, pero... creo que yo lo soy más.

Al finalizar de decir lo segundo y sin pensar mucho en lo que hacía eliminó la distancia entre ambos robandole un beso, aunque claro que tampoco quería arriesgarse a un golpe, por lo que no duró tanto como hubiera deseado, finalmente se separó de él con una sonrisa coqueta, que en conjunto con el beso anterior daba a resaltar su naturaleza de... lo que la gente llamaba "chico fácil" no lo había dicho, pero era más que obvio que si el otro jugaba bien sus cartas podría tener con el rubio cuando quisiera.

-es cortesía presentarse uno primero antes de preguntar el nombre de otra persona.

Contestó aun reservandose su nombre como si fuera alguna clase de secreto a la par que se cruzaba de piernas y se acomodaba en la banca, sentandose de manera más cómoda y sin quedar encima del chico.

La sonrisita del chico no le auguró nada demasiado bueno, sorprendiéndose un poco ante el beso. Debía admitir que esa actitud lo había tomado desprevenido pero igual le había resultado de lo más dulce. Aunque nada pudo evitar que Ruromi se sonrojara un poco...entrecerrando la mirada al notar como se separaban sus labios.

- ¿Que ha sido eso?...-rió tontamente rascándose la nuca.-admito que eso fue rápido...

Escuchó como el otro hablaba por su nombre, dejando el suyo propio en el misterio, pero Ruromi no estaba dispuesto a decir el suyo propio tan pronto. Todavía ahí tenía algunos cabos sueltos que atar, cuando dirigió su vista al chico tomó una actitud relajada, sonriéndole bastante tranquilo y dejando una de sus manos apoyadas en el respaldo.

-Necesitaba saberlo para poder preguntarte luego a que le daba vueltas esa cabecita para terminar sentado sobre mí.

Comentó divertido y con una semisonrisa por la extraña actitud del chico aunque le resultaba divertida. Un beso en los labios para Ruromi no significaba demasiado, para ganárselo al rubio le haría falta mucho más que eso y claro, también dependiendo de sus intenciones para con su tarjeta de presentación.

-a "eso" se le llama beso, cariño.

Contestó descaradamente a la par que le guiñaba un ojo y sin dejar de sonreirle coquetamente, era cierto que había sido rápido y aunque normalmente no iba tan rápido y no comenzaba a coquetear tan repentinamente, le fue simplemente imposible no hacerlo con el otro después de tal cercanía y ahora que el chico no se había quejado del beso y parecía continuar interesado en él... pues... quería ver hasta donde los llevaba todo eso.

-y a mi cabecita no le daba vueltas nada jejejejejeje es solo que... bueno, estaba jugando y cuando me lancé a la banca no te vi, por eso caí sobre ti.

Y esa era la verdad, no había sido a proposito caer sobre el chico, aunque... si lo hubiera visto desde un inicio probablemente el final hubiera sido el mismo, de alguna forma u otra hubiera encontrado la manera de terminar a lado del chico y charlando con él justamente como en ese momento lo estaba haciendo.

-y ¿entonces, no me dirás tu nombre?

-Mmm...si bueno...yo...no lo decía exactamente por eso...-entrecerró su mirada hacia esa indirecta y simplemente su sonrisa continuó en su lugar, aunque discretamente se había ensanchado un poco mas.-agradezco la explicación.

-Vaya, por un momento admito que me sentía bastante atractivo...pero esta bien.

Sonrió de pronto como normalmente hacía y riéndose un poco por dentro de la actitud de aquel lindo niño de pelo rubio. Debía admitir que le gustaban mucho su forma de mirar tan traviesa, de seguro escondía mucho más que lo que se mostraba a simple vista. Todos los hacían después de todo. Aunque algunos más que otros como en el caso de Ruromi.

-Ruromi...-comentó simple y sin darle demasiado vueltas, tampoco le daba mucha importancia a quien lo diría primero ni haría rivalidades por ello. Tarde o temprano lo hubieran descubierto de un modo u otro, por que ese encuentro apuntaba a que le duraría bastante a ambos conociéndose y añadiendo ese curioso tipo de diálogo que al peliazul parecía gustarle.

-¿Ahora me dirás el tuyo?...-comentó divertido, aunque sino lo hacía se lo pondría sencillo a Ruromi a la hora de buscar una escusa para motear al menor.

-jejejeje no te sientas mal, la verdad si eres muy atractivo, mucho más que el promedio debo admitir.

Nuevamente se acercó para estar sentado a su lado, pero sin estar encima de él como momentos antes, el chico era agradable y guapo, lo cual le hacía casi irresistible, definitivamente había captado su atención, en especial una vez que le dijo finalmente su nombre, cosa que logró que su sonrisa se acentuara aun más, si es que eso era posible.

-jajajajaja claro que te diré mi nombre ahora, es Alois.

Ya que el otro había omitido el apellido, él también decidió hacerlo, aunque no era como si fuera un gran secreto, eso no le importaba, tan solo se presentó de la misma manera que su ahora acompañante.

-y dime, ¿qué hacías solo aquí en el parque? ¿esperabas a alguien? porque de ser así puedo irme para no molestarte.

Claro que aquella pregunta y propuesta tenían una trampa, a no ser que el otro fuera un grosero, o en verdad esperara a alguien no le pediría que se fuera, lo único que quería era escuchar que le pidiera quedarse.

-o de no ser así... podría quedarme un poco más contigo...

Esto último se acercó aun más al chico hasta llegar a susurrarle al oído, dejando que sus labios rozaran contra la piel del otro.

-No no me siento mal, no te preocupes...-sino se lo decía el rubio se lo diría otro. No era la primera vez que se le acercaban y le decían lindo, raras veces solía ser él el que se acercara a otros.

Ahora mismo estaba mas concentrado en sacar adelante su carrera así que no solía importarle nada más, era ambicioso y sus profesores tenían puestas en él bastantes espectativas. Pero cuando era Ruromi quien se fijaba en otra persona debido a su timidez esta no lo notaba demasiado pronto tampoco aunque si podía intuírlo, solo sería cuestion de tiempo que Ruromi se abriera a esta.

-¿Alois? mmm...me gusta, suena bastante animado.

Se quedó un momento pensativo cuando el menor le preguntó aquello, negándole con ironía, a saber que se le estaba cruzando por la mente a Ruromi. Pero por un momento pensó que aquella palabras tenían un doble sentido y efectivamente lo comprobó antes de siquiera responderle.

-...-su sonrisa volvió, sonriéndole dulce y encantador. De pronto posó su mano en la cabecita del menor y le removió un poco los cabellos. Acercó su cabeza pegando sus frentes y entrecerrando su mirada, cuando de pronto le robó un beso por sorpresa. Alejándose luego como sino huviera pasado nada, pero era entretenido cobrarse el beso del menor.

-Jajaja...esta bien, puedes quedarte bolita dorada.-se acomodó mejor en el banco observando curioso como el rubio seguiría actuando.-aunque eres demasiado fácil para mi gusto.

-Lo cierto es que no estaba haciendo absolutamente nada, solo descansando...algunos tenemos una vida un tanto ajetreada...¿sabes?-comentó tranquilo, aunque su sinceridad era bastante directa, pero algo en el menor había conseguido que simplemente Ruromi se comportara tal y como solía ser. Por lo que fuera algo en el otro le hacía sentirse tranquilo.

Todo iba bastante bien a su parecer, había dicho que le gustaba su nombre, la sonrisa del chico era perfecta y tan solo de verla le hacía querer besarlo, aunque de eso se había encargado el chico dandole aquel suave beso que le hizo estremecer y sentirse como si volara, ago que nunca nadie había conseguido con un contacto tan leve, pero el chico parecía ser tan dulce con él que lo derretía aun y cuando no le conociera, e incluso le había llamado "bolita dorada" lo cual le sacó una sonrisa y le pareció lindo, nadie nunca le había puesto un apodo como ese, y le había encantado, pero.... lo que siguió le hizo molestarse y sentirse mal consigo mismo borrando al instante la sonrisa de su rostro "eres demasiado fácil para mi gusto", era cierto y lo sabía, era un fácil, inclusive no importaba si hubiera sido Ruromi u otro chico con quien se hubiera encontrado, quizá de todas maneras habría terminado coqueteandole, pero que se lo dijera de frente le dolía y para rematar aquello de "algunos tenemos una vida un tanto ajetreada" sintió como si le insinuara que él no hacía nada con la suya, era molesto y doloroso, pero lo era aun más porque sabía que era cierto.

-¿sabes qué? cambié de opinión, tengo cosas más importantes que hacer.

Se levantó de la banca al instante viendo al chico molesto, quizá no había sido la intención del otro, pero, sus palabras le habían dolido, no le importaba que lo llamaran fácil realmente, él sabía que lo era, sin embargo le había dolido hasta el alma que ÉL lo hubiera llamado fácil, y no sabía la razón.

Entrecerró su mirada al ver como se levantaba del banco y se alejaba del. Ese pequeño puede que se percatara demasiado tarde incluso de lo que podía imaginarse.

-Ahora si...-murmuró de pronto ensanchando su sonrisa al verlo alejarse, pero antes siguiera de que el otro tuviera tiempo de protestar su mano se acercó a la muñeca del ajeno y teniendo en cuenta que aquel cuerpecito era mucho más pequeño al suyo, tan solo le bastó un sutil tirón para que la gravedad hiciera el resto. Dejando que Alois quedara sentado sobre Ruromi.

-Espera un poco...sí?...-Ruromi lo observó preocupado y rogándole con sus ojos azules que se apiadara del por su sinceridad, como si realmente su comentario no hubiera sido mal intencionado.

-¿Por que te lo tomaste así?-le hizo un ligero puchero con las mejillas sonrosadas rodeando la cintura del menor ahora sentado sobre él y dejando su rostro descansar en el hombro ajeno sin dejar de mirarlo.

-No era mi intención dañarte bolita, en serio...-hizo una ligera pausa.-solo que no estaba seguro realmente de que tipo de interés tenías hacia mí y tan solo lo dije para esperar tu respuesta...no es la primera vez que alguien se me acerca tan solo para pasar la noche...¿entiendes eso?

Estaba molesto y ya estaba camino para irse, pero de pronto sintió como le sostenía de la mano y antes de que pudiera quejarse sintió como le jalaba y terminaba cayendo en las piernas de Ruromi, estaba sorprendido, quería gritarle y decirle un par de cosas antes de irse, pero.... maldición... esos ojos y la manera en la que le había pedido que le esperara.... no sabía porqué pero por primera vez en su vida se mordió la lengua y esperó a escucharlo.

Esperó a escuchar su explicación y... bueno, era cierto que lo que él quería en un inicio era intentar acostarse con el chico.... no por nada en especial, tan solo por... bueno, seguía sin estar seguro del porqué aceptaba acostarse con cualquiera, simplemente era su naturaleza hacerlo, pero no importaba.

-¿me llamas fácil y luego dices no intentabas dañarme? ¿y qué si intentaba pasar la noche contigo?

Seguía molesto, pero se controló y trató de relajarse para no insultar al otro, no sabía porqué, pero... ese chico le agradaba de cierta forma, aunque ciertamente seguía muy molesto por aquel "fácil".

Agradecía que el chico lo hubiera escuchado, aunque claro, estando abrazado de ese modo y un cuerpo mas pequeño y con menor fuerza le sería mas complicado escapar del peliazul. Si lo hubiera dejado escapar si lo hubiera decidido así, pero no antes de escuchar a Ruromi.

-jey¡...¿que haré contigo?...-sonrió tontamente algo sonrojado.-directo.

Le negó ante aquella actitud y le sonrió como si el rubio no tuviera remedio solo que lo mantenía sentado sobre él. De algún modo se mostraba subscestible a cualquiera de sus comentarios algo que le llamó bastante la atención y retorcidamente lo entretenía la sinceridad del menor. No le negaba que tenía carácter, así que quería indagar un poco más en él.

-El caso es que creo que deberías tenerme un poco en cuenta...-lo miró a los ojos, no pretendía ser hiriente así que en su lugar intentó suavizar su diálogo.-me hiciste sentir fácil a mí también...y yo suelo tener otro tipo de relación....entiendes? pero no era para hacerte sentir mal.

Seguía con el chico abrazandolo, lo cual bueno.. no le molestaba, pero después de su reciente molestia tampoco le era del todo agradable, veía las actitudes del otro y simplemente no comprendía el porque sonreía o porqué le estaba tratando como lo estaba haciendo en ese momento.

-¿te hice sentir fácil?

Ok, eso en ningún momento le había pasado por la mente, es decir, generalmente se acercaban a él o él hacía una insinuación y era sencillo, aceptaban o no, nunca se había puesto a pensar que podía hacer sentir "fácil" a alguien más con sus insinuaciones, sabía lo que se sentía eso, era desagradable, a pesar de saber que él mismo lo era y que terminaría con cualquiera en la cama, le molestaba saber que los demás lo veían así.

-lo lamento...

-Soy el típico chico sonriente y aparentemente ingenuo al que alguna mujer se acerca o algún hombre...ya estoy acostumbrado a que me digan algo por mi físico, pero llega un momento en el que te preguntas si realmente quieren saber algo más de ti. Hasta ahora no he accedido a nadie por que ninguna relación de ese tipo me interesaba.

Comentó de pronto observando al menor, bueno, era la libre de levantarse y sentarse a su lado pero a Ruromi le parecía un chico adorable. De algún modo veía en él inocencia a pesar de aparentar saber mucho sobre relaciones de una noche y con la sinceridad de Alois Ruromi se sentía a gusto, por eso sonreía sin importarle demasiado el tema del que trataban. Era bastante maduro para su edad.

-Bueno no te preocupes tanto...-de pronto sonrió divertido y movió un poco sus muslos, meciéndolo ligeramente como si de un arrumaco se tratara.-no era tu intención, pero es algo que suele repetirse conmigo, pero me has caído bien...bolita-se acercó dejando su aliento chocar contra su oído y susurrarle algo que los niños que comenzaban a llegar al parque no escucharían.

-así que no te dejaré escapar tan fácilmente

¿Qué no lo dejaría escapar fácilmente? no estaba seguro de a que se refería eso, pero... bueno... le gustaba como sonaba eso, incluso le hizo sonreír un poco, además... comenzaba a gustarle que lo llamara "bolita".

-espero que con "bolita" no te refieras a que estoy "gordito" eh?

Miró como algunos niños estaban en el parque jugando, el sentido común diría que debía quitarse de las piernas del otro, que no debería estar en plan mimoso en un lugar público como el parque, pero... no es como si él tuviera mucho sentido común, así que en lugar de eso, pasó sus brazos por el cuello ajeno y le plantó un beso en los labios de nueva cuenta.

-entonces... ya qué no planeas dejarme escapar ¿qué tienes en mente?