Rojiza soledad desprendida [libre]

No era de meditarse mucho, ni tampoco justificación para la demora; ya habían pasado 30 minutos y aún su pedido comprendido por una sopa y carne magra bien cocinada acompañada de verduras al vapor y una salsa especialidad de la casa no llegaban; era injustificada la demora , pero no había mucho que hacer, asi como el pensaba todo el mundo existente y por existir eran basura; sucias escorias que contaminan el medio ambiente y que ni si quiera merecen el desprecio de sus ojos.

El hombre mantiene los brazos cruzados y lo ojos bloqueados de la visión, siendo su oído su único sentido tan estrictamente desarrollado que, cualquier murmullo o farfullo se escucha perfectamente para el; sus ojos siempre se mantenían nulos al entorno por mero placer de él, era su oído quien le permitía cual murciélago, evitar cualquier choque o movimiento que no haya estado fríamente planeado con anterioridad.

a 2 metros había una mujer hablando con su amante de cosas triviales como, cual seria la posición de hoy en la cama mientras el marido se ausenta a conseguir dinero para mantenerla.

hmp...- bufó, reafirmaba sin lugar su despreció ante las féminas, seres de especulaciones falsamente altruistas e intenciones negras, nebulosas por sus deseos egoístas y patéticos.....en efecto, solo simples escorias.

Movió su diestra, haciendo que su camisa blanca se desdoblara y siguiera el movimiento de su brazos; alcanzó la copa de vino (que al menos si fueron capaces de traer a tiempo) y llevándolo a sus pálidos y carnosos labios dio un sorbo; el sabor era bueno, mas no sublime...no era que no tuviera un exquisito sentido del gusto, es solo que para el nada es delicioso, o sublime, o perfecto o tan si quiera digno... no, para el, un hombre hecho de, para y por la apatía; todo era un pseudo-producto de los degeneres de la humanidad, todo formaba parte de una existencia, de una sociedad, de la cual no tenia interés en formar parte.

Su silencio era su manera de comunicación, una inexistente, aquella única escoria que merecía en primera instancia su despreció se había escondido en algún nido para ratas como era ese parásito social; Extrajo su reloj de su bolsillo del pantalón y vio la hora; ahora habían pasado 35 minutos... ¿Cuanto mas lo harían esperar?

Recién salía de la escuela y tenía que prepararse para ir a trabajar, pero antes de eso no caería mal una buena comida, después de todo, en su trabajo veía y veía los platillos pasar, pero nada iba a parar a su boca, así que debía comer bien antes, sino quería estar muriendo de hambre durante toda la tarde, entro al restaurante y comenzó a buscar inmediatamente una mesa con la mirada y en cuanto la encontró se dirigió a ella, tenía sueño y quería descansar un poco, pero no podía, por lo que eso le hacía mantener fija la idea de que quería comer algo que lo despertara, quizá debería pedir un café también. Al separar la silla de la mesa para sentarse no pudo evitar chocar con esta la silla de un hombre que estaba tomando una copa de vino, lo cual le hizo voltearse para disculparse al instante.

-Disculpa, no fue mi intención.

Le comentó al otro dejando caer su mochila al piso sin cuidado, para ver si no había derramado nada en la mesa del otro, lo cual por suerte no había sido así.

-nuevamente disculpame.

Tomó la mochila por el tirante y la jaló hacía arriba viendo casi en cámara lenta como se abría y de su interior caían varios de los libros de la escuela, un par de zapatos de tacón, la peluca que utilizaba para trabajar y el diminuto vestido de enfermera que tocaba llevar ese día.

-maldición.....

Susurró para si mismo viendo la avalancha de objetos caídos desde su mochila.

Enarcó una ceja con obvia molestia por el ataque de un tranceunte estúpido y descuidado; pero gracias a sus buenos reflejos nada del liquido alcoholizado se derramo en ninguna área, se escuchó un "disculpa" el cual no tuvo respuesta, Takeshi no tuvo reparo en el chico que choco contra él.


Pero ahora sin demora el susodicho torpe dejo que estrepitosamente sus utensilios ensuciaran el suelo, y no solo eso; que uno de sus artilugios dotados de hebras azules artificiales cayera justo en el regazo del hombre apático; Takeshi abrio un ojo y bajo la mirada notando la peluca bultosa y rizada en sus piernas largas cubiertas con un elegante pantalón de vestir.

¿gritarle?¿ser grosero? es algo que cualquiera haría, pero, este hombre era un ser asocial; giro su rostro y con el ojo entreabierto, deposito su mirada penetrante , dura y atemorizarte cual daga sobre el chico de cabellos azules , piel blanca y tamaño disminuido.

tomó la peluca sin ningún sentimiento en particular en su rostro, y alzándola con su diestra hasta una altura considerable la dejó caer sobre el chico que agachado recogía su desastre.

su silencio fue perpetuo en cada momento; con su desprecio característico él...

-"Patético"- fue lo único que se digno a decir antes de cerrar su ojo y cruzarse de brazos.

-"Las basuras no deberían dignarse a existir"- fuerte, claro y con voz ronca y grave, fueron sus ultimas palabras destinadas a la infame criatura de dudosa indole sexual.

Se agachó a recoger las cosas que se habían caído de su mochila, un par de personas habían volteado a ver lo que ocurría, para luego volver a sus respectivas comidas, no era como si eso le pasara todos los días, pero justo ese día había sido algo cansado, tenía sueño, estaba hambriento y ahora encima se habían caído sus cosas, aunque eso no era lo que le molestaba en realidad, lo que había terminado por causarle una verdadera molestia fue el sentir la peluca caer sobre él y seguido de las palabras del otro, odiaba eso, los prejuicios y encima ser llamado patético y basura en un mismo momento.

Recogió los tacones, peluca y vestido rápidamente y los metió en la mochila aunque no de manera correcta, se sentó en el lugar a lado de Takeshi para así llamar su atención.

-no tienes ningún derecho para llamarme patético y mucho menos insinuar que soy una basura, y no me vayas a venir con el rollo de "si te queda el saco" porque ambos sabemos que no se trata de eso, sino que lo dijiste justamente por mi, no me conoces, no te conozco, y siendo honesto creo que no me interesará conocerte, tan solo espero que te disculpes por tus palabras de la misma manera que yo me disculpe cuando la culpa fue mía.

En efecto estaba molesto y no lo iba a dejar en paz hasta obtener una disculpa verdadera de ese tipo.

¿Alguna ves han escuchado a una cucaracha hablar y hechar un discorso socratico sobre la belleza, el amor y las guerras nucleares? ¿No? ¿enserio? que casualidad por que fue lo mismo que escuchó Takeshi, es decir, absolutamente nada. Paso del largo del joven que declaraba cuestiones morales, de respeto y disculpas...espera ¿que es disculpa?.

Él aun mantenía sus rojos ojos cubiertos en su totalidad por sus parpados que combinaban con sus pestañas algo largas y de un profundo negro. el chico con su vomito verbal no le generó nada, como dije, ni si quiera le escuchó.

Él mesero vino con su comida (al fin) y la deposito en la mesa frente a nuestro rey de la apatía; el mesero miro algo extrañado a el joven de cabellos azules que acompañaba a el hombre de ojos cerrados.

-"¿desea algo joven?"- le cuestiono el mesero a la espera de una respuesta.

Takeshi con la cuchara y con máxima educación pareciendo un loable gruñón, comenzó a ingerir el alimento semiliquido llamado sopa; el sabor era , solo eso, solo era, nada especial, ni tampoco algo repulsivo, era algo digno de comer solo eso.

-"hmp"- ese sonido gutural despectivo fue lo único que salió de él.

Ese tipo le ponía loa nervios de punta, sabía que no debía de molestarse por cosas así, ni persona como él, pero simplemente era algo inevitable, cuando llegó el mesero, estuvo a punto de pedir un café, pero no hacía falta hacerlo, ya estaba lo suficientemente despierto por culpa de ese hombre a su lado, aunque claro el hambre no era algo que se pasara con el enojo, al contrario ahora le dolía más el estomago.

-una hamburguesa con muchas papas y refresco.

Era lo que alcanzaba su presupuesto, y la verdad era algo que el consideraba prepararían rápido y lo llenaría, dejó que el otro se fuera y nuevamente regresó su atención a aquel que comía despreocupadamente, eso lo desesperaba, lo estaba ignorando completamente, en realidad era un antipático.

-hey, te hablé.

Y no conformé con hablarle nuevamente acercó su mano y pellizcó con fuerza y utilizando sus uñas la mejilla del otro para así llamar su atención y hacerlo de una vez que abriera los ojos.

El pellizco obviamente lo sintió, pero contrario a lo que el otro solicitaba, Takeshi dejo la cuchara en el plato , y después tomo con fuerza la muñeca ajena, aquella unida a la mano que le pellizcaba, mientras la enrollaba, aplicó una fuerza estridente lastimandole obligandole obviamente a soltarle.

-"¿Que quieres?, escoria"-

Torció la muñeca ajena y después la libero de su intenso agarre, volvió a tomar su cuchara y siguió comiendo, ambos ojos siguieron cerrados en cada instante, el renacuajo a su lado no merecía absolutamente nada, ni siquiera su completa atención, su voz chillona y molesta era suficiente para colocarlo como una pulga desagradable y patética, patética como todo ser humano que existe en la faz de la tierra.

-"hmp"- su usual expresión monosilábica y desagradable, esa frase que lograba crisparle los nervios a una gran cantidad de personas, incluidos al parecer a este pelele.

terminó su sopa y ahora siguió tomando cuchillo y tenedor, cortaba lentamente la carne magra y después clavando el tenedor llevaba el bocado a su fauces, masticaba y engullía, sin ver, sin hablar, solo el silenció de su desprecio al entorno, silencio interrumpido por la legada del mesero con la orden del chico que al parecer había decidido comer junto al hambre aislado-

-ah!!! o..oye!!!

Le soltó inmediatamente y no tan solo por la fuerza que ejercía, sino porque realmente no quería salir lastimado, su muñeca realmente dolía, cuando finalmente lo soltó la llevó a su pecho, sosteniendo un poco el área lastimada, ese tipo era un idiota hecho y derecho, quería gritarle, golpearlo, lanzarle el maldito vino en el rostro, o mejor aun, romper la botella en su cabeza y probablemente ni así disminuiría el enojo para con el otro, vio llegar su orden y quiso cambiarse de mesa, pero las pocas que había visto libres antes ahora se encontraban ocupadas, de momento, estaba atorado con ese imbécil.

-nada de ti realmente, no vales siquiera la bilis que provocas....

Sin más comenzó a comer, tratando de utilizar su mano lastimada lo menos posible, era difícil comer de esa manera pero no dejaba de doler.

- siguió comiendo como si el berrinche del mocosos a su lado , solo fueran los gritos de un perrito que en cuanto le dan su comida se calla, lastima que takeshi también desprecia a los perros-

- termina de comer su carne magra y ahora continua con las verduras, después de todo su cuerpo fuerte y atlético no se daba de la nada; terminó de comer antes que el pelele de gustos por el trasvestismo terminara su alimento mas insano que nada; se levantó sin decir palabra alguna, la altura era considerable y su anatomía cubierta por el traje azul marino, debía de aceptarse, era alentadoramente seductora; se dio vuelta y se encamino hacia la puerta al ritmo de sus pasos su cabello negro cargado a la derecha se ondeaba a unisono con su andar, el eco que hacia era marcado, el hombre imponía presciencia y provocaba que mas de alguna dama o caballero voltease a verle, después de todo un mastodonte que camina sin problema alguno con los ojos cerrados y los brazos cruzados, completamente desprendido de la realidad social...ciertamente no es normal-

-caminó despreocupado hasta la puerta de el restaurante actualmente atestado de gente, deposito su mano sobre esta que poseía la leyenda "empuje" es decir una explicación para aquellos con IQ de menos 20, abrió la puerta y una vez que su anatomía se alejo de el establecimiento, la puerta se cerro por mera inercia y dejo dentro del lugar, al chico de hebras azuladas con el deber de pagar la cuenta de Takeshi y la de él mismo... aun si tuviera que lavar platos para conseguir eso...-

user: xxxDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD es por esto que amo a takeshi, mendigo bastardo xxDDDDDDDDDDD))

Realmente no le importaba que el otro se hubiera ido, dio una mordida más a la hamburguesa y fue entonces cuando lo notó, el idiota se había ido sin pagar, y la cuenta había quedado "convenientemente" a disposición de él, pero no tiene dinero para pagar ambas cuentas, es decir, su comida era barata, pero lo que había consumido el otro, entraba en la parte del menú que ni siquiera se dignaba a ver por ser un lujo para su bolsillo, no era más que un imbécil, así que sin más se dirigió al baño discretamente sin importarle que el mesero le observara de manera sospechosa, había notado a Takeshi salir, y era obvio que no lo dejaría ir a él tan fácilmente, así que hizo lo único que veía factible era usar su "traje de trabajo" y huir, aun y si la comida había sido escasa y no había podido terminarla, se colocó el vestido, tacones y peluca rápido, guardando su ropa normal en la mochila, para luego salir del restaurante sin ser notado, algo dificil de parte del resto de los clientes que no hacían más que observar sus piernas, pero algo sencillo en cuanto al mesero, ya que su cabello ocultaba su rostro, sin más salió del restaurante y corrió, en tacones, a buscar al otro, quien por suerte no iba muy lejos.

-¡Tú! grandisimo imbécil ¿quién te crees para dejarme atorado con tu cuenta?

Le dio alcance, mientras caminaba a su lado, jalando hacia abajo la falda que al correr se había levantado un poco.

Escuchó al otro demandar, quejarse y parlotear cual animal estúpido y enfadoso, un perico le quedaba corto al enclenque que, por lo que percibió en el "tap, tap, tap,tap" usaba tacones, aunque no abrió sus ojos para confirmarlo, solo siguió caminando con el ahora entaconado pelele siguiéndole de cerca, el aura molesta que emanaba el joven seria nociva para cualquiera, pero para takeshi ni si quiera existía, solo lo repelía; una nada, una basura, un ser inferior el cual no merecía atención.

-"Las basuras no hablan"- su voz ronca y tajante rompió el aire y llegó hasta los oídos ajenos, él siguió caminando sin importarle su acompañante, comenzaba a irritarle escasamente, después de todo tal vestigio de emociones se resguardaban en el, a decir verdad la ira y la molesta son las únicas clases de emociones de las cuales el es capaz de sentir.

un semáforo se puso en rojo para los peatones, Takeshi le valió y cruzo la calle aun después de que los autos le pitaban y los conductores le gritaban tal sarta de vocabulario florido, que un albañil mexicano se sentiría cohibido; el solo siguió caminando ajeno a la existencia de cualquiera.

-eso es claro, pero yo soy un humano.

Ese tipo le sacaba de sus casillas, deseaba golpearlo y lanzarlo a los autos en movimiento, claro que no tuvo que hacerlo, ya que él mismo se encargó de eso, haciendolos detenerse, corrió detrás de él y lo empujó por la espalda para que apresurara el paso y llegará a la otra banqueta.

-¿¡qué te pasa!? además de carecer de cerebro, también estás ciego y sin sentido común? ¡ah!

Comenzaba a desesperarlo que no se dignara siquiera en abrir los ojos.

-no sé siquiera porqué hago esto, eres un idiota que no vale siquiera mi saliva, no entiendo como es que gente inepta como tú puede existir, espero que algún día sea una "basura" la que te destroce.

Llevo su mano y sujeto el cuello del chico que oso tocarlo y hablarle como si nada, empujo al chico y en una vuelta veloz impulsada por su fuerte musculatura, logró que la espina pequeña de el incautó se estrellara contra la pared, se hizo un sonido sordo; el hombre engarroto sus dedos alrededor del pescuezo empequeñecido por sus manos, se acerco intimidantemente acercando tanto su rostro al ajeno que un beso pudo haberse dado sin problemas..pero...nada de esto tiene un índole romántico, seria mejor decirle "acoso intimidador" ese tipo de acoso que se da en las cárceles; un acoso que puede rayar en la homosexualidad pero es mas un tema de dominación, de perro y amo.

Su ojo derecho se abrió, y le dedico una mirada agresiva y que prometía tragarse los ojos azules del mocoso; su ojo rojo parecía devorar el azul del mar de ese tipo; que ahora que había abierto su ojo, takeshi noto que usaba peluca y tenia aspecto de mujer..una hebra mas que agregarle a su molestia, su odio a las mujeres era algo conocido por todos.

-"Las hembras son bacterias, un hombre que intenta ser una hembra es... basura"- le apretó con mas fuerza el cuello, y después le soltó tosco, giró sobre sus talones y se alejo sobre de sus pasos, volviendo a cerrar sus ojo y de brazos cruzados, su espalda ancha se alejaba y sus formas se disminuían, si el otro se seguía acercando, debería estar preparado para...

No esperaba una reacción tan violenta del otro sentía que el aire se le iba por momentos cuando hacía presión en su cuello, no es como si le importara demasiado la cercanía entre ambos, definitivamente la presión en su cuello, eso SI le preocupaba, aunque al ver su ojo, se estremeció, jamás había visto unos ojos rojos, por suerte lo soltó y pudo respirar de nuevo, tosió un poco y se sintió recuperado.

-esto no es por gusto...

Dijo con la voz suficientemente en alto, odiaba que lo confundieran con algo que no era, no quería ser mujer, lo hacía por su trabajo y punto, odiaba a las personas con aquella clase de prejuicios.

-esto es...

Se puso de pie y dio un par de pasos hacía él, quitandose el zapato para lanzarselo, aunque la primera vez falló.

-un MALDITO...

Se quitó el segundo zapato y se lo lanzó, acertando esta vez en su nuca.

-TRABAJO! y NO, por si lo piensas tampoco soy una prostituta! imbécil!

Ahora que lo pensaba... quizá lanzarle los zapatos no había sido buena idea....

El zapato de la pseudo mujer o insulto de hombre le sacó momentáneamente de balance, se paró en seco sin hacer sonido alguno; su aura emanaba una energía tan pesada y densa, que cualquiera que se acercara se alejaría por su propio bien; realmente es difícil de sacarle un enojo o un coraje, pero la mezcla del ataque físico estúpido pero sobre todo, el aspecto afeminado del chico y el otro factor que se desconocía hizo una mezcla terciaria cuya gráfica tendía hacia el punto 1...el factor desconocido.


roto sobre el equilibrio de sus huesos tibia y peroné, y se acercó hasta el travestido, si figura tétrica y endemoniada se acerco envolviendo con su densa penumbra a la figura del menor, Takeshi alzo con violencia su diestra y le sujeto estridente del mentón apretándole, abrió ambos ojos, ambos ojos rojos de mirada afilada, cejas fruncida y aspecto de asesino... así es su peculiaridad es que sus ojos son capa ancha incluso para los ojos del asesino mas despiadado, su mirada tenia un roze frio y a la vez doloroso, su mirada quemaba con hielo, apuñalaba con estalactitas.

-"Hmp"-.... se encorvó y le beso con fuerza, violencia e imposición, después de 5 segundos, separo sus labios de los ajenos y lanzo al chico. El beso fue solo la superposiciónde ambos labios y la lengua de takeshi paseándose sobre de ellos; fue todo... después solo lo lanzo haciendo que el sujeto cayera con estrépito al suelo... takeshi lo veía desde arriba cn despresio, siendo el un lobo viendo a un conejo.

Estaba a punto de salir corriendo cuando lo vio darse la vuelta, ciertamente, si antes lo había tomado del cuello con esa fuerza por solo haberlo insultado, ahora que lo había golpeado no sabía lo que le haría, probablemente terminaría rompiéndole algo, los ojos del otro lo hicieron estremecer y lo esperaba, un golpe, o algo por el estilo, pero le sostuvo por el mentón y lo besó, sus ojos permanecieron abiertos tratando de procesar que era lo que estaba sucediendo... estaba siendo besado por aquel idiota.... pero... ¿cómo habían llegado a eso??

Cayó al piso aun desconcertado de aquello, su mente seguía tratando de comprender el porqué de las acciones del otro, pero era sencillamente imposible encontrar una respuesta lógica, tocó sus labios aun tratando de asimilar si había sido real o una jugarreta de su mente, pero había sido real, aun sentía sus labios húmedo por la lengua del otro sobre ellos, la verdad, ni se había percatado de la última mirada del tipo, se puso de pie y se acercó a recoger sus zapatos...... eso había sido... una de las cosas más raras que le habían pasado en la vida, sin embargo no se quedaría con la duda, se puso los zapatos y corrió nuevamente detrás de él, tomandolo ahora de la muñeca una vez que le dio alcance.

-¿q...qué fue eso? ¿quién te crees que eres para besarme? pensé que... que... me golpearías.. o.. me romperías la muñeca o... no lo sé... pero... pero.. no tenías derecho a besarme!

No pudo evitar que su voz sonara nerviosa, pero es que simplemente no comprendía lo que sucedía

La pulga volvió nerviosa hablando de incoherencias indeseadas.

Takeshi no movió ni un musculo mientras el otro le sujetaba la muñeca, ni se inmuto por eso, solo fue la caricia de una cucaracha.

-" Escoria"- farfullo, movió la muñeca con habilidad y se libero del agarre del tipejo, sus ojos aun cerrados no mostraron perturbación alguna, ni si quiera una mueca se asomo por su rostro siempre malhumorado.

se encorvo nuevamente y fue a susurrarle al oído ajeno

-"Basura, tócame mas..."- se enderezó y empujo al enclenque directo a un auto, no le atropello ya que el auto estaba estacionado, solo el chico fue a dar a estrellarse contra de el; takeshi sin remoto interés sobre de su "victima" dirían algunos, se retiro, siguió caminando por la acera, antipático, impredecible, dominante...un hombre con la capacidad de que mucha gente se le helara la piel, era por eso que era lo que era.

durante su ronda de movimientos no se percato que su placa de policía había resbalado del bolsillo superior de su chaqueta y habia caido en el suelo cercano al pelele peli-azul.

No podía evitar ponerse de nervios cuando el otro hablaba de aquella manera, lo exasperaba al punto de querer golpearlo con el zapato de nuevo, lo vio acercarse una vez más y cerró los ojos y desvío un poco el rostro imaginando que intentaría besarle una vez más, aunque solo terminó hablándole al oído, lo que no se imaginó era el empujón contra el auto, cada vez sentía más deseos de partirle la cara ese imbécil, vio la hora en el celular y descubrió que por culpa de aquel tipo se le había hecho tarde para el trabajo, así que no le quedaba más que irse corriendo a su empleo, pero entonces tropezó con la placa del otro, la recogió y descubrió que era una placa de policía... así que ese imbécil era un oficial... de seguro debía ser pésimo, pero tenía su nombre en ella.... Takeshi...

-TAKESHI! Creo que perdiste algo!!!

Gritó desde su lugar alzando la placa un poco para que la viera cuando volteara, esperaba que eso le diera la disculpa por la que había empezado a pelear con él desde un inicio.

-solo dí que lo sientes y es tuya.

Se giró y metió la mano en su bolsillo y percibió la ausencia del artilugio metálico; el chico hablaba altanero de disculpas, pero que estúpido...takeshi jamas se había disculpado, y no empezaría ahora.

ciertamente tuvo el deseo de irse sin su placa, pero el hecho de todo el papeleo le causaba mas desidia aun que ir a por ella a con el trasvestido; así pues se encamino hasta el pelestre mocoso que poseía su placa, solo tenia el ojo derecho abierto.

Una vez frente al chiquillo lo cubrió completamente con su sombra, metió rápidamente su mano a su propio bolsillo, y antes de que el otro chico se diera cuenta se escucho un sonido metálico de muescas encimándose y profesándose su amor, acompañada de una sensación fría y metaliza en la piel clara de la muñeca del chico... así es, Takeshi había puesto unas esposas en la mano del mocoso y al tiempo el otro extremo de la esposa la había puesto sobre su muñeca.

Miro al chico con su ojo penetrante y despectivo, no le quitó la placa, la dejó en la mano del chico estupefacto, y sin importarle opinión ajena caminó rumbo a su motocicleta arrastrando al chico al que ahora esta esposado, la resistencia que otorgaba o podía otorgar el chico era basura comparada con su fuerza... el chico clavo su propia tumba.

Y una vez más, aquel hombre iba en contra de toda lógica posible, esperaba que se disculpara y le entregara la placa o simplemente que la quitara de su mano, cuando escuchó el sonido metálico y se le heló la sangre ¿iba a disparar? sin embargo solo fue una esposa en su muñeca..... espera... ¿esposas?

-¿q..qué haces? ¿intentarás arrestarme? no he hecho nada para ello!

Caminó torpemente detrás de él, intentó jalar un poco su muñeca pero era la misma que momentos antes Takeshi había dañado y ahora dolía hacer fuerza con ella.

-ioh no! estás loco si crees que me subiré a esa cosa! vas a lograr que nos matemos, caminas con los ojos cerrados, no tengo confianza alguna, en que tu manejes cualquier tipo de vehiculo!

Por un momento pensó en gritar por ayuda... pero no parecía muy factible, ¿qué diría? me arrestan sin razón alguna? cualquiera que lo viera vestido de esa manera pensaría que era una prostituta o stripper, maldito trabajo que decidió tener justo ese día un especial de "profesiones".

Se paso cada comentario del mocoso por al arco del triunfo, siguió tirando de él hasta que llegaron a la motocicleta negra con lineas tenues rojas, de gran tamaño e imponente imagen, no era la normal de policía (no le agradaba que fuera tan ruidosa) era la suya, comprada por él a su placer y gusto, aquella motocicleta era una belleza, pero, tampoco era un tesoro para el; podía dimitir en cualquier momento del vehículo.

Tomo el casco negro y lo alzo hasta por encima de su cabeza para ponercelo, pero mientras hacia este acto debido a su considerable altura, y a la escasa del enclenque esposado a él, hizo que el mocoso estirara la mano hacia arriba llevado por la inercia, y que casi lo hiciera levitar solo de la muñeca que había herido en el restaurante; no le importó un comino nada de lo anteriormente acontecido. se acomodó el casco y como el tipejo no cooperaba en lo absoluto; pues decidió hacerlo él todo.

Se agachó y envolvió con su zurda todo el torso del tipejo, lo cargo y después aun cargándolo, lo sentó en la motocicleta, y después takeshi se sentó detrás de el tipo, llevo sus propias manos a el "manubrio" de la motocicleta, el chico si era listo haría lo mismo, esta postura debido a los pocos grados de libertad las esposas, era la mas cómoda para ambos; una vez acomodados, takeshi quito la "patita" de la moto, inserto la llave con la zurda y la encendió; rugió estrepitosa e imponente, similar a como se impone de su dueño.

Todo el tiempo tuvo los ojos cerrados, pero una vez que encendió la moto, abrió el ojo izquierdo viendo el camino y deslizando su muñeca verticalmente sobre el agarre del acelerador; arrancó rumbo a "solo él sabe".

Cualquier cosa que podría hacer el niño le importaba poco, cualquier grito o suplica le pasaba de largo, Takeshi es el tipo de hombre que hace lo que se le da la gana cuando se le da la gana y por que se le da la gana, no tiene nada que explicarle a nadie; y nadie lo suficientemente cercano como para que e importe, al único que le hablaba mas y eso era por que lo odiaba era a un tipejo de poco calibre que no es necesario decir ahora.

Rodeando carros, evitándoles y metiéndose a su antojo siguieron un camino no predicho.

En su mente tan solo cruzaba un "maldición, maldición, maldición" mientras sentía como era cargado y colocado en la motocicleta, aferró con fuerza y como pudo la mochila mientras que en cuanto vio al otro dispuesto a acelerar se agarró con fuerza del manubrio, estaba aterrado, vio que Takeshi abría un ojo, pero eso no evitaba que estuviera aterrado por subirse a una motocicleta, sin quitar de lado el hecho de que era un desconocido y no tenía ni idea de a donde quería llevarlo.

En cuanto arrancaron cerró los ojos, sin embargo la sensación de vértigo fue horrible, además de que así no sabría a donde lo llevaba, así que tuvo que abrir los ojos para poder ver el camino, aunque al poco tiempo no sirvió de nada ya que dejó de reconocer los lugares, se había metido en un problema al parecer, y en uno muy grande.

Ahora tan solo esperaba ver a donde lo llevaba y como saldría de ese problema, pero vamos.... que era un policía, lo peor que podría hacerle era que intentara arrestarlo....

¿Cierto?



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