Una tarde en la playa ~Quinn~

Quería creer en sus palabras, que no habría mentiras, que todo sería perfecto, pero en realidad nada nunca es perfecto, pero justo ahora podía decidir por apostar todo y quizá ganar o quizá perder, él había sido el primero en declararse, y aunque lo había creído caso perdido, justo ahora veía que había posibilidades de que aquello se hiciera realidad, no se echaría para atrás, no diría que no, odiaría quedarse con la idea de "que tal si...?" Confiaría una vez más, correspondió el beso ajeno, le gustaba sentir sus labios, era un beso dulce y tierno, se separó finalmente de sus labios, estaba apenado por la situación, pero la sonrisa que tenía antes de que sucediera aquella charla en el auto, había vuelto.

-Quizá debería decir que no... quizá me equivoque, pero si... quiero confiar en ti y darte.... es decir... que los dos nos demos la oportunidad...

Estaba apenado de haber dicho eso, pero era lo que sentía, quería darse una oportunidad con Quinn, se acercó para volver a besarlo, pero no estaba seguro del todo así que terminó besando su mejilla.

-eso significa que... ¿somos novios?

La verdad quería aclarar todos los puntos, no quería hacerse a la idea de algo y que a final de cuentas Quinn pensara en algo menos "formal" como el tener una relación.

Estaba sonriendo, y él mismo a su vez también sonreía. Le había aceptado. La manera en la que hablaba el chico, despojándose de todo y siendo tremendamente honesto sobre sus inseguridades y dudas saliendo de su pequeña burbuja protectora de sarcasmo... una de las cosas que había conmovido su corazón y sí, una de las razones por las que le gustaba tanto.

En mucho tiempo no había tenido una relación lo que se dice formal ni estable, estaba lejos de interesarse tanto en alguien, su vida personal se había basado en relaciones abiertas o encuentros ocasionales sin compromiso... eso era lo que en su momento le detuvo pero que diablos... esta vez, lo había sentido, era diferente, quería ir en serio. Estaba feliz, no podía negarlo y difícilmente habría podido esconderlo, pero vamos que no necesitaba ni deseaba hacerlo. Después del primer tropiezo lo mas importante se había mantenido y ahora tal como decía él iban a darse una oportunidad de estar juntos. Tenía su voto de confianza y su propia palabra empeñada en ello.

- Demonos esa oportunidad, haré todo lo que este en mis manos para hacerte feliz... -rió- y sí eso significa que somos novios, pero mas allá de eso, yo seré tuyo y tu serás mio – aunque esa apalabra ahora la sentía un poco extraña por no haberla dicho en tanto tiempo la sabía necesaria para el chico y aún si para él las etiquetas salían sobrando, pues su compromiso no se medía por ellas, lo diría... por él porque justo ahora solo él le importaba realmente ¿Era lo suficientemente claro ahora? Acaricio la mejilla ajena llevando luego su mano hasta la parte trasera de su cabeza para acercarle delicadamente hacia su rostro para inclinándose un poco poder besarle en los labios una vez más por mas tiempo.

-tuyo... mio..

Le agradó escuchar que le aclaraba la situación, no es como si las palabras de ese tipo fueran algo inquebrantable, pero le hacía sentir un poco más seguro, sabía que era lo que debía esperar, lo que Quinn estaba dispuesto a darle, así no cometería el error de que malinterpretara cada uno la situación de distinta manera, ambos pensaban lo mismo y eso le hizo sentir mejor y sin poder evitarlo cuando sintió la mano del otro acariciando su mejilla y luego pasando a su cabello un escalofrío lo recorrió completamente y un hueco se formó en su estomago, sabía lo que seguía, lo besaría de nuevo y se sentía ansioso de ello, cerró los ojos y sintió como cada momento sin sentir sus labios junto a los suyos era una tortuosa eternidad, pero finalmente llegó y fue un beso dulce como el primero, el cual correspondió libremente, abrazándolo un poco tímido, aun sin estar seguro del todo si era correcto abrazarlo, ¿estaba bien reclamar a ese hombre como"suyo"? Dejarse llevar una vez más por un -prácticamente- desconocido?.... No le importaba, tan solo sentía sus labios sobre los propios, sus manos rozando su cabello y su piel y lo supo, se había perdido completamente una vez más, se entregaría a él completamente, sin importarle las consecuencias, odiaba esa parte de él, porque cuando se equivocaba dolía demasiado, sin embargo... esperaba no equivocarse esta vez y que Quinn realmente llegara a ser aquel hombre que lo protegería de todo, inconscientemente se aferró un poco más a él, sin dejar de besarlo, no quería que ese momento terminara, no quería separarse y sentir el frío que comenzaba a hacer en aquella tarde en la playa, tan solo quería seguir entre sus brazos, olvidandose de todo el mundo a su alrededor.

“Tuyo... mio”. Dos sencillas palabras que cargaban con el compromiso que estaban sellando con aquel beso. Probablemente el mas significativo. Rodeando la cintura ajena con sus manos lo atrajo hacía él con un abrazo para eliminar cualquier reserva pues había notado un deje de timidez en los gestos del menor. Tan tierno. Mientras se embriagaba con el aroma del océano y el dulce sabor de los labios ajenos llego a preguntarse si era cosa de su imaginación o la miel de esos labios era real... el viento comenzaba a soplar con un poco mas de fuerza mientras la tarde cerraba y al mismo tiempo las olas reclamaban tierra. No dejó que eso los interrumpiera, el golpe de las olas no logro moverlo de su sitio, estaba plantado tan firme como árbol. Acarició con parsimonia los labios ajenos con los suyos, besándolos por ultima vez breve y cadencioso aunque en realidad no deseaba terminar con aquel momento.

Los acontecimientos de ese día se habían dado de una forma extraña y hasta errática en algún momento, este hombre hacia tiempo que había dejado de creer en las coincidencias.. y nada de lo que hacia lo dejaba ya al azar como en un tiempo lo hizo... así que no tenia ninguna duda ni reserva. Lo que tenia ahora entre sus brazos, lo había decidido, lo cuidaría como a un tesoro, dejaría atrás en definitiva lo que aun le seguía contaminando. Una vez más tenia entre sus manos a alguien que realmente quería proteger sin importar qué. Si funcionaría o no, eso lo descubrirían con el tiempo, pero sin importar el resultado final.. lo que había antes dicho no cambiaría. Amantes o no, novios o amigos, mientras tuviera vida estaría ahí.

No quería hacerlo, pero finalmente tuvo que terminar por separarse de sus labios, los cuales eran tan cálidos y dulces que era simplemente imposible desear alejarse de él, pero era necesario hacerlo, tenía que terminar el beso y así lo hizo, separándose muy lentamente, sintiendo que la suavidad y el toque de sus labios aun lo acompañaba, no pudo evitar una sonrisa algo nerviosa, pero feliz por aquel beso, por sentirse rodeado por sus brazos y se abrazó un poco más seguro a él, escondiendo su rostro en el pecho ajeno, sintiendo como un temblor recorría su cuerpo, aunque esta vez se debía al clima, el viento y las olas frías golpeando sus piernas no eran de mucha ayuda.

-tengo frío...

Susurró bajito, quizá era anti-romántico, pero era la verdad, aunque eso le daba la escusa perfecta para seguir siendo abrazado por Quinn, cerró los ojos y aspiró discretamente el aroma que desprendía Quinn junto con el olor a mar, era algo que no quería olvidar.

-y... quiero que me calientes....

Ok, ahora que lo pensaba eso había sonado MUY mal, pero no se retractaría de ello, es decir, se refería a seguir abrazados, aunque claro que lejos del agua sería mucho mejor, por un lado a Quinn podría gustarle la idea, por otro lado.... ahora que lo pensaba eso lo hacía parecer un chico que se iría a la cama con cualquiera, aunque recién habían formalizado, pero no intentaba acostarse con él el primer día... maldición ahora su cabeza era un lío, debía pensar un poco más antes de hablar.

Sonrió al escuchar las palabras dichas por Miharu, aunque éste no se habia dado cuenta ya que ocultaba el rostro en el pecho ajeno. Lo que decía era verdad, la tarde casi noche comenzaba a enfriar de a poco. Acarició el negro cabello de Miharu y le estrechó fuertemente.

- Entonces podemos empezar por salir del agua – la cual estaba, apenas caía en la cuenta, ya lo suficientemente fría como sacar un escalofrio y erizar la piel descubierta.

Dejó de juguetear con el cabello del chico para que éste levantara elrostro. Entonces le sonrio nuevamente. Comenzó a caminar hacia la playa sin soltar por completo a quien llevaba abrazado. Cogió su chaqueta, y se alegro de haberla sacado anteriormente del auto y de llevarla consigo ahora, se la sobrepuso al chico en los hombros para que cumpliera su función y le cubriera un poco del frío, abrazandolo nuevamente mientras continuaban caminando ahora en direccion al auto. Como antes aun no deseaba dejar aquel idilico lugar.

- Haré que te olvides del frío en un instante – dijo besando su mejilla.


{ D: Creo, no no creo es verdad, que quedó muy cortito, gomen pero aun no carbura bien mi ardilla >.< }

Se sintió aliviado de que no malinterpretara sus palabras y al sentir que lo estrechaba más contra su cuerpo se sintió como un adolescente enamorado, aunque, claro, eso era, un chiquillo que se enamoraba, no por primera vez, pero que aun así no podía evitar sentir su corazón acelerarse y una sonrisa pintarse en sus labios, se apenaba un poco y no admitiría abiertamente que aquello le gustaba, pero en verdad le gustaba sentirse abrazado por Quinn, y cuando finalmente alzó su rostro y vio sus ojos y su sonrisa... ¡Dios! esa sonrisa que lo hacía sonrojar nuevamente y sentirse desprotegido ante él, quería insultarlo y alejarse como solía hacer cuando se ponía a la defensiva, pero no quería arruinarlo tampoco y tan solo se mantuvo así, siendo abrazado por él mientras le sonreía.

Salieron del agua y al sentir la chaqueta sobre sus hombros se sintió vulnerable una vez más, era una sensación agradable, Quinn era todo un caballero, era agradable, amable, divertido, directo, a la vez un tanto serio, era tantas cosas y tenía tantas cualidades que tan solo de estar con él, comenzaba a pensar que quizá terminaría decepcionandolo, quizá el no era lo mejor para Quinn... pero no le importaba, en ese momento lo deseaba tanto, que no le importaba que alguno de los dos se estuviera equivocando con aquella decisión, y finalmente esas palabras junto al beso en su mejilla lo hicieron apenar aún más ¿a qué se refería? es decir.... ¿si había tomado por ESE lado sus palabras? ¿realmente Quinn intentaría algo más allá de un beso esa noche? no lo sabía, pero... de una cosas si estaba seguro, y era que en cuanto el pelirrojo le sonriera y sus manos le acariciaran por primera vez, no podría detenerlo, aunque su mente gritara que no era correcto, el resto de su cuerpo y su corazón lo traicionarían y se entregaría.

-eso espero....

Susurró como toda respuesta, fuera por una cosa u otra.


(no pasa nada XD)

Una vez mas el carmin en las mejillas del pequeño hacía gala depresencia, realmente podría volverse adicto a él sino es que ya lo era, a eso y a la forma en la que se apenaba con sus palabras, cuando ocultaba su rostro o desviaba la mirada, era simplemente encantador. ¿ya lo había dicho antes? Que más daba, lo diria mil veces más. Acarició los delicados hombros y el brazo del menor por sobre la chaqueta mientras continuaban caminando. No quería romper ese breve momento de silencio asi que no hizo ningun comentario antes de llegar al auto. Los zapatos, tal como los habian dejado antes de adentrarse a la playa, seguian puestos sobre el copote del vehiculo. Se asombro un poco, definitivamente ya no estaba en su vieja ciudad natal, ni aquel barrio de mala muerte, a pesar de haberla dejado hacía muchos años, aun le sorprendia un poco ese tipo de detalles. El pelirojo se recargo se recargo de la portezuela de su auto y tomando de la cintura a Miharu, lo atrajo hacia sí con un pequeño jalón. Entrelazó sus manos en la espalda del chico y sin mas ceremonia que una breve mirada a sus ojos, sus hermosos ojos verdes, atacó una vez mas sus labios, con tierna pasión, adentrandose un poco mas en su boca, jugueteando, explorando...


- Te adoro – se detuvo despues de un momento para susurrar estas palabras a una distancia casi inexistente de sus labios, espontaneamente, contemplando su dulce faz. Deslizó su mano en la mejilla aun sonrojada de Miharu. Tenerlo así, entre sus brazos era demasiado agradable. Detenerse ahí parecía titanicamente imposible pero aun así... de todos modos ya lo había decidido desde que sus pies habian tocado el agua, pensaba secuestrarlo toda la noche.

Caminó en silencio hasta el auto, seguía avergonzado y trataba de que el sentimiento pasara, pero simplemente parecía imposible con Quinn a su lado, tratandolo de aquella manera tan dulce, y en cuanto llegaron al auto, el beso, Dios, los besos, las manos de Quinn en su espalda, sus labios acariciando los suyos, sentir su lengua adueñarse de su boca, llevó sus manos al cuello del otro y lo abrazó con más seguridad que antes, correspondiendo el beso suave pero apasionado, aunque aun así dejaba que fuera Quinn quien lo guiara, cuando sus labios se separaron escuchó sus palabras y otra vez se sintió vulnerable ante él.

-y yo a ti....

Susurró de la misma manera, avergonzado, pero feliz de que lo que sucedía fuera real, se dejó acariciar y cerró los ojos, escondiendo luego su rostro en el cuello del pelirrojo una vez más.

-¿qué haremos ahora? ¿tienes algún plan?

Él no tenía ninguno y esperaba que al menos Quinn tuviera una idea de lo que podrían hacer, ya que en ese momento él estaba demasiado atontado por sus besos y caricias.

Lo dejó anidar en su cuello y ajustó el agarre de sus brazos al cuerpo del menor. Sentía el aliento de su respiración pausada y teniéndolo contra su pecho sentía también el latido de su corazón acelerado, tan lleno de vida, probablemente Miharu también podía sentir el suyo, latiendo de la misma manera a pesar de su tranquilo semblante. Se inclinó un poco para susurrar algo en el oído del menor

- Si, tengo un plan... voy a secuestrarte toda la noche – después de dichas estas palabras, esperó ver el sorprendido rostro del chico. Cierto que éstas podían indicar indirectamente, con la situación actual de pareja, que Quinn tenía pensado intentar hacer algo más que solo abrazarlo y besarlo, es decir, hacerle el amor... y cómo poder evitar desearlo después de haberle acariciado y besado los labios, sintiéndole rendirse fácilmente al contacto.... por otro lado, teniendo plena conciencia del pasado y del dolor del muchacho, temía confundir al pobre chico, pero sobre todo detestaría que después de haberlo hecho Miharu comenzase a sentir culpa o vergüenza o peor aún, que comenzara a arrepentirse de haberse entregado a él por motivo de su inseguridad. Aunque sus intenciones y sus sentimientos eran honestos, se propuso, al menos por esa noche, no forzar nada. Además, tener sexo no era la única forma de demostrarle cuánto lo deseaba cerca y cuánto estaba llegando a quererlo porque no, no había sido amor a primera vista, no creía en eso, era algo mejor.

- ¿Qué opinas? ¿Dejarás que este pobre diablo se redima e intente ganar tu amor? - sonrió con complicidad al chico, guiñándole el ojo acto-seguido.

No pudo evitar que sus palabras le erizaran la piel, volteó a verlo, aunque al instante se arrepintió de ello, sus mejillas se sentían arder, así que probablemente estaba completamente sonrojado y eso le hacía sentirse algo tonto, secuestrarlo toda la noche, había varias connotaciones que se le podían dar a esa expresión y ciertamente al estar entre sus brazos, no le importaba cual de todas ellas fueran, confiaba ciegamente en él y lo seguiría a donde quisiera ir, fueran cuales fueran sus intenciones finales, además, estaba seguro de que en caso de sentirse incómodo con alguna situación, Quinn se detendría para poder darle confianza, o al menos así era como lo imaginaba, se alzó sobre la punta de los pies y se sostuvo de los hombros del pelirrojo para así alcanzar y darle un suave beso, uno inocente y dulce, de aquellos que no se creía capaz de dar anteriormente, pero que cuando estaba con alguien que se ganaba su corazón salían naturalmente.

-Claro que lo haré, es más, exijo que intentes ganar mi amor...

Sin embargo, aunque Quinn no lo supiera, a pesar de todo, el pelirrojo ya tenía gran parte de su corazón, hacerlo estremecer con una caricia, besarlo y que el mundo a su alrededor desapareciera, eso no lo lograba cualquiera, no sabía como es que aquello estaba pasando tan rápido, era como si Quinn pudiera ver a través de él, encontrara las grietas en su corazón y se colara en ellas fácilmente, no sabía como lo hacía, pero poco a poco iba adentrándose cada vez más y más en el, ahora lo difícil no era conseguir su amor, sino mantener esa ilusión, dejar que lo amara a su manera, con sus defectos y virtudes y finalmente que el pelirrojo también lo amara de la misma manera en la que Miharu llegaría a amarlo.

-cuando quieras raptarme estoy listo.

Comentó con un tono juguetón, obviamente, aquello no sería un secuestro en lo más mínimo.

- Entonces, haré mi mejor esfuerzo para obtenerlo por completo..

Tenia el firme proposito de conseguirlo, si era un deseo egoista monopolisar aquel joven corazón, no lr importaba, solo tenia claro que quería estar cerca de este chico y hacerle sentir todo eso que en estaba creciendo, todo su afecto por él, todo ese cariño, ese amor... Aflojo su agarre para hundir nuevamente su mano en la cabellera negra, peinandolo un poco con sus dedos, rozando antes la sonrosada mejilla que se sentía tan caliente como lo habia estado la arena al llegar a la playa.
Ahora bien, tenían pues toda la noche por delante y con el consentimiento dado a su supuestro secuestro, estaba dándose cuenta de en realidad no tenía ningun plan de fuga. Solo sabía que no quería dejarlo ir, no por esa noche al menos aunque siendo ya una pareja tendrían muchos días por delante, esta noche lo iba a soltar tan pronto, aun no estaba satisfecho de sus labios ni de él. Se inclinó para besar laotramejilla.

- ¿Hay un lugar especifico al que te gustaría ir? Por mi parte estoy muy a gusto aqui contigo, en realidad, contigo el lugar no importa mucho... pero estoy abierto a sujerencias

Besó sus labios con besos pequeños, seductores, haciendo un movimiento invirtió las posiciones, conduciendo a Miharu para que quedara sentado en el capote del auto sin dejar de estar de frente al otro. – asi que podríamos quedarnos aquí y aplicar tu plan inicial, dormir bajo las estrellas, prometo que no tendrás frío – no parecía tenerlo en ese momento, sus brazos le cobijarían aún más de ser necesario, aunque vamos, en verdad no pensaba soltarlo.

Se dejó hacer por el otro quedando sentado en el auto, así que abrió sus piernas y dejó que se acomodara entre ellas para seguir abrazandolo y que así fuera más cómoda la pose al estar con Quinn.

-si prometes que no tendré frío me parece bien, yo no tengo ninguna idea, así que lo que sea que decidas está bien por mi, quedarnos aquí, dormir en la playa, dormir en el auto o irnos a tu casa, cualquier opción está bien.

Le sonrió al otro, notando entonces que lo había acomodado entre sus piernas para poder abrazarlo, lo cual no pudo evitar que le ganara una risa al recordar el como había comenzado aquel día, advirtiendole al pelirrojo que no había manera de que permitiera a Quinn estar entre sus piernas, aunque en aquel momento se había referido a que lo cargara en sus hombros.

-jajajajaja vaya, ¿quién diría que lograrías estar entre mis piernas este mismo día?

Con sus piernas abrazó al pelirrojo acercándolo más a su cuerpo, pegando un poco sus caderas, lo cual le hizo avergonzarse al notar el como habían quedado a final de cuentas, sin embargo no se retractó tan solo tomó el rostro ajeno con sus manos comenzando a besarlo de nuevo, lamiendo suavemente sus labios y mordiendo un poco sus labios, convirtiendo el beso y abrazo en un momento más íntimo que el anterior al pasar sus manos por la nuca del mayor, comenzando a acariciar su cabello.

Ante la falta de ideas, pasar ahi la noche no sonaba mal, de hecho le poarecia una idea maravillosa, hacía cuánto tiempo no disfrutaba de un día ranquilo, de la naturaleza, de la compáñia de alguien que realemnte considerarar especial. Aunque si el clima empeoraba o o frente a cualquier otro imprevisto de ese tipo, dormir en el auto resultaría incomodo siendo que en la parte de atras llevaba unas cajas estorbosas que les restaba espacio... en dado caso su apartamento estarían entonces. Mientras tanto, estarían ahi.

Quinn no pudo evitar sonreír divertido al recordar aquella primera escena de hacía un par de horas atrás, en la plaza de la ciudad sin imaginarse siquiera lo que pasaría después. Los giros del destino son sin dudas impredecibles. Dejó al menor hacer lo suyo durante unos segundos más, antes de tomar él poco a poco la dirrección del beso sin desalentar la iniciativa de Miharu que por cierto le tenía encantado, poco a poco las resrvas del chico iban desapareciendo, teniendo aparentemente más confianza en sí mismo y en en el pelirojo.

- Debo ser un hombre con suerte entonces... - se interrumpió unos segundos para decir aun en los labios del menor con una sonrisa picara, poniendo ambas manos en las piernas del menor, acariciando un par de veces sus muslos para luego continuar lo interrumpido. Lamiendo su labio superior y atrapandolo entre los suyos... haciendo luego el beso aún más intenso y más profundo.

Las caricias siguieron lentas y furtivas, tomandolo como lo tenía jaló a Miharu un poco más hacia sí mismo, hacioendo que quedara exactamente en el borde del auto, al raz del aire pero más sujeto a Quinn quien con apenas un roce acariciaba uno de los gluteos del menor, deteniendose en su cadera para dejar ahí su mano.

-si lo eres....

Susurró débilmente, aun abrazándose a él, dejando que el beso se reanudara, le encantaba estar de aquella manera, entre sus brazos, besándolo, sintiendo como sus manos le acariciaban furtivamente, quería sentir aun más sus manos y al mismo tiempo se sentía un poco inseguro con respecto a hasta donde llegarían las caricias, y si llegaban hasta el final ¿se arrepentiría? en ese momento pensaba que no, pero realmente no podía estar seguro de ello.

Aún así continuó besandolo, sintiendo la calidez de ambos cuerpos juntos, y luego las manos de Quinn yendo un poco más allá, pero se detuvo a si mismo, a pesar de que podía continuar, de que le estaba permitiendo acariciándolo y podía ir más allá, él mismo se contenía, eso lo hizo sentirse bien, en verdad confiaba en Quinn y sabía que si era así con él con tan solo un beso, sería más cuidadoso en todo lo demás, y siendo así no había manera de que se arrepintiera de nada, acarició un poco su cabello, pegando su cuerpo lo más que podía al pelirrojo, como si con ese abrazo pudieran fundirse en una sola persona, se separó muy lentamente de sus labios, aun permaneciendo cerca para sentir su aliento.

-si sigues así... quizá tengas más suerte de la que imaginas...

Mordió su labio inferior algo nervioso, viéndolo a los ojos, a pesar de saber del sonrojo en sus mejillas, no le importaba que lo viera así de apenado, acababa de darle luz verde a lo que quisiera hacer con él, ahora solo faltaba ver que es lo que haría Quinn con ese permiso.

Miró su rostro avergonzado, casi parecía que aquel rubor en sus mejillas era natural en él y lo acompañaba siempre, claro ese no era l caso, sino que eran el reflejo claro de sus emociones, decir que no le gustaba ver las reacciones que provocaba en el menor sería una completa mentira, le encantaba. Y ahora, el chico no se oponía a nada de lo que él hacía, con su expresión y sus palabras escogidas le estaba dándole luz verde para continuar.

Hizo que su mano hiciera el mismo recorrido de regreso a su muslo. Quizás solo debía haberle tomado la palabra y avanzar aún más sin importarle nada.. de haber sido cualquier otra persona así lo habría hecho, como acostumbraba con sus relaciones de una noche o dos sin remordimientos o arrepentimientos ni sentimientos... pero esta vez no contaba lo mismo.

Atesoraba los sentimientos sinceros que este chico le daba con cada mirada. Con una cariñosa sonrisa , le miro detenidamente por unos instantes haciendo un breve silencio mientras contemplaba su rostro, reflexionando, frenando el deseo por unos segundos para pensar con la cabeza

- ¿estas seguro de eso? - dio un pequeño beso a sus labios. Resistirse a él era la cosa mas difícil.. y aun así, por él, lo hacía.

Sentir la mano de Quinn regresarse de vuelta hacía su muslo era tan doloroso, casi tanto como sentir el rechazo de antes cuando le dijo que tan solo serían amigos, por un momento pensó que lo había arruinado, sintió un hueco formarse en su estomago y como la sonrisa se borraba de sus labios poco a poco, no quería que terminara así, por un momento quiso retractarse y decir que estaba bromeando, pero un nudo se formó en su garganta y le impedía hablar.

Sin embargo, sus palabras y ese beso le hicieron saber que no se estaba alejando, más bien, lo estaba respetando, cualquiera hubiera seguido y aun así, Quinn se detenía y le preguntaba al respecto.

-t...tonto....

Susurró débilmente abrazándose más frente a él y escondiendo su rostro en el cuello ajeno, claro que lo había dicho en serio y estaba seguro, no se retractaría, quizá aun no podía decirle que lo amaba, pero una cosa era segura, que si Quinn seguía así, terminaría perdidamente enamorado de él.

Y con eso, ahí tenía su respuesta. Expresar sus sentimientos a viva voz parecía no ser lo suyo pero Quinn no necesitaba las palabras para darse cuenta de nada. Sí, quizás era un tonto haciendo pregunatas innecesarias, actuando así.... pero al final que mas daba, escucharle de nuevo diciendo que no tenía dudas era mas que suficiente para dejarse llevar y no pensar en nada que no fuese ese momento.

Recargó ligeramente su mentón sobre la cabeza del chico sonriendo ufanamente. Era un chico encantador y cada minuto lograba conquistarle un poco más. Le abrazó un instante para después hacer que le mirara de nuevo, levantando el menton del chico con su mano.

- ¿Quieres que vayamos a mi departamento? - dijo claro y directo, sonriendo de medio lado sin quitar el tono amable pero al mismo tiempo con una mirada casi felina, seductora. Aunque la playa se mostraba desierta en ese momento y hacerlo en ese lugar era exitante, pensó que en su apartameto estarían más a gusto, sin mirones ni interrupciones, solo ellos dos.



[U: Feliz navidad retrasada! Ojalá la hayas pasado chido xD ]

Una simple pregunta bastó para que sus mejillas se cubrieran de rojo completamente, claro que quería ir, sin embargo cuando abrió los labios para contestar se dio cuenta de lo nervioso y ansioso que estaba, imaginarse en los brazos de Quinn, ser uno con él... si hablaba en ese momento su voz sonaría tonta, y era inevitable, la mirada del pelirrojo parecía atravesarlo y ver a través de él, no necesitaba de sus manos, con tan solo sus ojos podía desnudarlo completamente y hacerlo sentir como si fuera su primera vez.

-si quiero...

Susurró contra sus labios antes de besarlo una vez más, suavemente, disfrutando de cada segundo que sus labios permanecían unidos, aun no podía creer que aquello estuviera pasando, apenas hace unas horas se estaban conociendo, un par de horas menos y Quinn le había rechazado y ahora estaban en la playa, sentado en el auto con el chico entre sus piernas besandolo y a punto de ir al apartamento del mayor, tan solo esperaba que una vez estando en el lugar el otro no se arrepintiera, desde su parecer había muchas razones por las cuales podría no gustarle a Quinn, pero lo mejor era no pensar en eso.

-vamos...


(igualmente feliz navidad!!!! pues si me la pasé bien, gracias, igual tu que te la hayas pasado bien!! )

Eso era lo único que necesitaba oír. Los susurros de su voz, sus labios sobre los suyos, la visión que era su rostro, encendían su sangre. Sonrió con complicidad y reafirmó la respuesta ronroneandola en el oído del más joven.

- Vamos.

Sin cambiar mucho de posición, lo pegó más a su cuerpo, si es que era posible estar más cerca en un abrazo; despegándolo del auto y atrapando sus reacciones en un beso lo levanto así en el aire dando unos pasos con él el brazos hasta llegar al frente del auto donde soltó suavemente las piernas esbeltas del chico para que éste quedara en pie.

Separó sus labios de los del menor y sonrió nuevamente. Le tomo de la mano y lo guió hasta la puerta del lado del copiloto. Una vez mas le abrió la puerta como antes, con un movimiento de la mano le indicó que se sentara. Cerró la portezuela del auto una vez que estuvo adentro Miharu.

Entró él también al auto. Lo encendió, fue en reversa y salieron del estacionamiento, en camino ahora a su lugar. Considerando que estaban en la playa, tardarían unos veinte minutos en llegar.

-ahh!!

No pudo evitar soltar un leve gritillo, no por susto sino porque le había sorprendido y emocionado un poco que lo cargara así, era momentos como esos en los que se daba cuenta que aunque quisiera negarlo y hacerse fuerte a si mismo, seguía siendo un niño en el fondo, se soltó del abrazo para poder caminar y entrar en el auto, no podía evitar la sonrisa de felicidad en su rostro y entró a su lugar, en todo momento siguió con la vista a Quinn hasta que llegó al lado del piloto, se puso el cinto y esperó a que arrancara lo cual hizo rápido, seguía descalzo pero eso no le molestaba, tan solo bajó el doblez de su pantalón y siguió así, estaba un poco nervioso en el fondo, pero eso no evitaba que siguiera feliz.

Aunque estaba en silencio ahora no le parecía pesado el ambiente como la primera vez, veía el camino y ahora se veía completamente distinto ante la nueva luz, con apenas un poco de luz alumbrando el paisaje, no tardarían mucho en entrar nuevamente la ciudad y de ahí ya Quinn diría la dirección, esa noche la pasaría junto al pelirrojo y se sentía más que feliz en su interior.

[tema cerrado]