Ciudad Esmeralda
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 La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin]

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MensajeTema: La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin]   La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin] EmptyMar Mayo 08, 2012 7:47 pm

- sentado en su motocicleta, que en este momento se encontraba apagada, el solo descansaba sobre ella, mientras en su boca se encuentra un cigarro encendido, de exquisito sabor, y que llena con su aroma sus ropas,.. sus ropas, son una gabardina negra de cuero, y un pantalon negro, unos guantes de motociclistas negros, y un casco negro con la imagen de una calavera y cadenas , y por su puesto unos lentes negros, su usual ropa que tiene cuando no esta como el clerigo del templo de la ciudad-

- su moto? una moto de la mas reciente una harley modelo 2012, una nigth rod special, que claro tenia unas cuantas modificaciones, resaltandose ese bello color negro, hay que aceptarlo, el color negro, es el color favorito de frau, todo en el lo denota, y hace resaltar mas sus ojos azulados, su palida piel, y ese cabello rubio tan caracteristico-

- la razòn por la que esta aqui, a lado de la carretera, cerca de una estacion de servicio donde se encuentra una gasolinera, baños, y una tienda de autoservicio, es por que decidio invitarte a ti blanquito, a una ida a las montañas, y a unas aguas termales que se encuentran por alli , despues de todo, tu por una razòn que frau aun no se explica, le llamaste la atencion, y no solo eso, para frau, tu simbolisabas algo mas.. despiertas en el , algo que cualquiera denominaria (hasta yo) como un fuerte sentimiento de afecto..pero bueno, no entremos en esos detalles.-

- frau habia quedado contigo de verse en este autoservicio, para de ahi partir juntos, hasta el lugar que seria..el lugar de la cita (?).. si eso es , una cita, ademas, de que para frau es algo realmente relajante y agradable pasear por motocicleta por la carretera, da esa certera sensacion de libertad, y el se planteo la idea de compartir esa sensacion con el albino, despues de todo, tienen gustos muy similares ustedes dos-

- asi que frau dejo estacionada su motocicleta y se sento en una banca proxima a ella, haciendo el cuello hacia atras, espeando la llegada de ti, shin..-


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Shin Natsume

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MensajeTema: Re: La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin]   La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin] EmptyMiér Mayo 09, 2012 9:15 pm

El crepúsculo se hace presente ante mi vista que se encuentra cubierta por un par de lentes color negro difuminados. Mi cabello revolotea alrededor del rostro, pasándome por los hombros e incluso a veces colándose por el cuello. Realmente ahora está largo, pero cuando me subí a mi bebé jamás tuve la idea de atarlo, simplemente tenía ganas de que el viento contra mi cuerpo hiciera de las suyas mientras fuese por el camino. Tenía ganas de sentir adrenalina dentro de mí. Así de simple.

Ya que no tenía prisa por llegar pues iba a buen tiempo, manejé con cuidado, casi con aburrimiento. Hasta que no pude aguantarlo más. Empecé a rebasar a varios autos sin tener la más mínima precaución o estima por mi vida. Había cosas dentro de mí que andaban mal, había situaciones que no podía olvidar, sin embargo, para eso había acordado con “él”. La cita era para reevaluar mis opciones y por supuesto, para corresponderle a sus sentimientos, para conocernos, para convivir, y sobre todo para admirar su cuerpo en secreto pues a donde nos dirigíamos era nada más y nada menos que a las aguas termales de la ciudad situadas en las montañas… alejados del resto del mundo.

Tenía mucho tiempo que no iba a un lugar como esos. De hecho, con la Universidad y el trabajo no me quedaba mucho tiempo para divertirse ¿por qué? Porque entre semana era la escuela y los fines de semana el trabajo sino ¿cómo sobreviviría? La familia estaba dividida: mis padres habían muerto a causa de la terrible esquizofrenia (por mis propias manos) y mis amadas hermanas… bueno, ellas habían aprendido a vivir sin mí presencia. De vez en cuando sentía deseos de ir a verles, tan sólo para saber que estaban bien y que seguían adelante, como todas unas mujeres fuertes tanto físicamente como de corazón y convicción. Pero… yo, como la oveja negra, como el asesino que era, decidí apartarme.

Pronto vio el lugar donde había sido citado por el rubio que ahora indagaba en su vida de forma más personal: siendo su pareja. Y bueno, ésta era la primera cita que tenían siendo sinceros.

El extremo ruido que producía mi bebé (motocicleta) cesó después de que aparqué al lado de donde Frau lo había hecho. Hice mi cabello hacia atrás con una mano, retirando el flequillo de mi frente para lucir relajado. Bajé de mi bebé y me aproximé al rubio sin hacer ruido aunque supe que de nada servía pues mi moto era el testigo de mi llegada. Sin embargo, me incliné un poco ya que él estaba sentado en una banca, y alargué mi rostro para darle un tierno beso en el mentón. –Tadaima. –dije cálidamente.

Esbocé una sonrisa lo bastante amplia para mostrar mi dentadura blanca y perfecta. Seguido me erguí y tendí mi mano para ayudarle a levantarse. –Entonces, ¿estás listo? ¿O tengo que manejar como abuela para que me sigas el paso? –reí por lo bajo. Dejé salir mis intenciones: no iba a ir lento sino todo lo contrario, ya que, la carretera para llegar a las termales estaba casi desierta y bueno, uno podía subir la velocidad a gusto, sin temor a que un policía nos detuviera.




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MensajeTema: Re: La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin]   La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin] EmptyMiér Mayo 09, 2012 10:19 pm

- a llegaste, frau lo noto con el retumbar de tu motocicleta- tarde.. casi muero por segunda vez esperándote aquí.. blanco..- dijo esta frase, después de sentir aquel beso justo en la base de su quijada, cosa por la cual no pudo evitar sonreírse, ya que había parte de calidez en ese beso, y en esa simple palabra que dijiste para comunicar tu estancia que ahora se situaba frente a frau..-

- te miro la mano, y la tomo apoyándose de ella para pararse, exponiendo toda su gran altura de 1.98 y superandote por escasos 4 centímetros, pero bueno, frau, afianzando tu mano hizo su bazo hacia atrás llevando tu cuerpo consigo, y agachándose casi nada, se adueño de tus labios, esparciendo la sensibilidad de su piel con la tuya, esos carnosos labios fusionados, y no solo se detuvo alli, abrió ligero sus fauces y mordió despacio tu labio inferior, le dio una ligera succión saboreandolo, para después volverlo a morder, claro con algo mas de fuerza, sin que fuera hiriente, solo para marcar terreno, solo para sentirte , que decir, esos labios tuyos le parecen adictivos, y como no.....para que negarlo blanco, tu y frau son dos de los hombres mas atractivos que hay, y que ahora habían roto el corazón de muchas mujeres al estar juntos-

- se separo de ti pasados unos 30 segundos, no sin antes dar una lamida a tus labios, obvio solo te estaba tentando, un juego del hombre... se alejo llendo hacia su moto, tomando el casco y guardándolo en un compartimiento especial de la motocicleta, alzo la pierna y se poso sobre su moto, y la encendió haciendo un estridente sonido- vamos blanco, que te dejo atras..- se sonrió burlón y se coloco sus lentes negros, al mas puro estilo motociclista y arranco la moto, saliendo a toda velocidad, esperando que tu le alcanzaras-

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Shin Natsume

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MensajeTema: Re: La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin]   La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin] EmptyJue Mayo 24, 2012 6:31 pm

Me sentí un poco feliz al saber que Frau tomaba mi mano y se apoyaba en mí para levantarse.
Díganme loco o lo que deseen pero sin duda, aquel gesto se sintió más profundo de lo que en realidad era: un simple gesto. Por una fracción de segundo deseé ser aquella persona en quien Frau se apoyara. Deseaba servirle de algo, pues de eso se trataba ¿no? De caminar lado a lado con tu pareja, apoyándose mutuamente, queriéndose mutuamente, perteneciéndose, amándose…

Ahora bien, pueden seguirme juzgando cuánto quieran pero no negaré que éste chico rubio poseedor de esos zafiros que tanto me vuelven loco y que causan en mí un sinnúmero de emociones, tiene algo. Es tierno y salvaje al mismo tiempo. Y si no me creen, les explicaré: sus labios sobre los míos, hacen que nos fusionemos durante segundos que quisiera fuesen más largos; esas pequeñas succiones me encienden y me tientan a llevar mis manos hasta su cintura en un intento de afianzarlo a mí para que no huya; pero ¡oh! No nos olvidemos de esas mordidas que no hacen más que excitarme y desearlo más. ¿Ahora me entienden? El hombre sabe como tentarme y eso que apenas vamos iniciando partida.

No quiero sonar celoso, pero eso quiere decir que él ha tenido muchos amantes, así que me supone un total y absoluto reto. Bien. Eso me gusta. Eso me atrae. Eso es lo que me ata a él de formas que muchas veces no puedo explicar.

Pero en fin, él decide separarse, dejándome atrás con la sensación de su lengua pasándose por mis labios… tanta fue mi ansiedad que tuve que relamerlos, intentando lograr sentir “algo de lo que sentí”. Por supuesto fue en vano. No es lo mismo que te toques, a que te toquen (en cualquier caso). De cualquier forma, se dirigió hasta donde estaba su motocicleta, se montó en ella y la encendió casi en una fracción de segundo. –Vamos pues.

También me dirigí hasta donde estaba mi bebé y llevé a cabo el procedimiento para encenderla y hacerla rugir como tanto me gustaba. Escuchar su sonido era como escuchar el rugido de un león que estaba a punto de atacar y eso sin duda me fascinaba de sobremanera. Aunque, mientras yo me ponía a contemplar a mi bebé él ya se había tomado la molestia de adelantárseme, así que palmeé ligeramente a mi chica favorita (mi moto) y le dije –Venga nena, no me decepciones. Vamos a darle una lección. –sonreí malicioso, me puse los lentes que siempre cargaba conmigo (estando sobre mi bebé) para que nada me obstruyera la vista y pronto aceleré, ganando velocidad en un par de segundos.

Debo confesar que no fue un reto alcanzarle, de hecho, me tomé la libertad de colocarme a su lado para decirle cuan vil corredor de autos ilegal –¿Eso es todo lo que tienes? –el camino comenzó a abrirse ante nosotros, mostrándonos apenas una carretera donde cabían sólo dos autos y eso con la terrible premisa de que uno de los dos podría desbarrancarse (pues claro, era la orilla de la montaña). Igual no me importó, estaba invadiendo el carril de “regreso” y sin duda sentía como la adrenalina surgía dentro de mi cuerpo. Aceleré mucho más y dejé por un momento a Frau detrás de mí.
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MensajeTema: Re: La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin]   La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin] EmptyVie Ago 03, 2012 9:44 pm

-el clérigo disfrutaba de la sensación del aire a velocidad que le invadía la piel y la cabellera, esa sensación de libertad, de que nada te detiene , esa sensación de poder y dominio sobre los terrenos, ah, para frau es la gloria, cuando esta estresado salir en su motocicleta y perderse en el tiempo, lejos de lloriqueos y pensamientos innecesarios, solo su moto y el, pero.... ahora se compartía, ahora compartía esa experiencia exquisita y hasta sexual (depende de las situaciones), contigo shin, que alcanzaste a frau haciendo rugir a tu dama de 2 llantas, hasta que poniéndote a su nivel, sugeriste una palabras desafiantes, propias de un verdadero hombre, ferviente y apasionado, "compartir los mismos gustos con tu pareja, realmente es un agasajo" ese fue el pensamiento de frau, ciertamente tanto en gustos como en muchas cosas son muy similares, pero aun así, entre cosa y cosa ambos son completamente opuestos en sus características especificas, y eso era lo que hacia esto cada vez mas excitante-


- te adelantaste, y frau uso esto de pretexto para verte la nuca y la espalda,tu cabello se movía llevado por el aire, hacia ondas que después se destruían para crear otra figura interesante, todas ellas dominabas por el viento que atravesaba las hebras a gran velocidad, frau pudo disfrutar de la vista un instante de ese cabello blanco del cual eres portador, también disfrutaba de tu espalda que se iba achicando debido al gane de distancia entre ustedes dos.. por las comisuras de frau se asomo una sonrisa...-mnh...- solto ese ligero sonidito, y torciendo sus manos , el motor de la motocicleta crujió y acelero el girar de las ruedas a mayor cantidad de revoluciones por minuto, y avanzo a gran velocidad, paseandoce en proximidad del filo de la carretera donde están-

- entonces frau te alcanzo en su motocicleta, giro su rostro hacia ti y de mostró una blanca sonrisa..- si me ganas te dejare estar arriba , blanco...- su sonrisa fue picara y con un dejo de sátira, el esperaba que entendieras su punto, te dejaría el privilegio de estar arriba si le ganabas esta competencia que el acaba de declarar, y vil tramposo que es, arranco carrera y se adelanto haciendo gruñir a su motocicleta alcanzando una velocidad alta, que solo le permitía achicarse mientras se alejaba....-

- el panorama era simplemente precioso, estructuras rocosas de un lado, y un precipicio del otro lado, un cielo claro, despejado y cautivante, y una competencia en motocicleta con el hombre que le altera el ritmo cardíaco, y del cual se siente atraído y llevado por un cariño que incluso le cuesta trabajo explicar, cierto por que nunca se sintió atraído de esta manera por ninguna dama, y por su mente jamas se le ocurrió que pudiera pasarle con un hombre.....pero asi fue, Frau se sintió atraído por ti,shin, y mas que eso, en su pecho se arremolinaba sentimientos que superaban el simplemente sentirse atraído por ti, por que eras no solo un hombre sexy, sensual, seguro y decidido, si no que eras un compañero de juegos , competencias, que compartia ese sentido del humor torcido, y con el cual podría fácilmente pasarse de una rivalidad obscura, hasta un encuentro excitante.-
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Shin Natsume

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MensajeTema: Re: La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin]   La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin] EmptySáb Sep 08, 2012 6:43 pm

Sin miedo y seguro de mí mismo, aceleré. Mi nena, mi hermosa y bella dama, no sólo me había costado varios años de mi vida en reparación pues en mi adolescencia la encontré y la restauré yo sólo, sino que también era producto de mi orgullo, de haber finalizado algo propuesto. Mi motocicleta era viva prueba de que yo había superado el dolor, la desesperación e incluso el abandono de mi familia a causas de mi locura.

De pronto un recuerdo se me vino a la mente, con tal claridad como si fuera una de esas escenas que uno ve al estar próximo a la muerte. Mi nena rugía y se deslizaba por la carretera, dándonos la oportunidad a Maya y a mí de ver el mar de la ciudad donde vivía con anterioridad. Sus risas y las mías acompañaban el sonido del motor y nuestros cabellos, ambos blancos y largos, se movían en pequeñas y grandes ondulas a causa del viento golpeándonos. Recordé el sentimiento de querer decir algo pero optar por callárselo pues le amaba, pecaminosamente la deseaba sólo para mí. Mis sentimientos por mi hermana eran más que sólo deseos de verla feliz, también me atraía su cuerpo bien formado pese a su corta edad; sin embargo, ella no parecía notarlo. Me dolía porque me hallé en el dilema de verla con uno de mis mejores amigos. Ella jamás supo de mis sentimientos y, egoístamente, terminé alejándola de sus seres queridos. Mi locura, como siempre, terminó con mi familia. Irremediablemente tuve que alejarme de ella y de Aya pues su bienestar era mi prioridad.

Entonces desperté. Agité ligeramente mi cabeza. Había sido un recuerdo extremadamente vívido. Tanto, que tardé varios segundos en recuperarme. Por suerte, mi nena jamás me había traicionado, así que, aunque estuviera en algún tipo de trance, siempre podría manejarla a mi gusto. Ella me protegía a cambio de que yo le hubiese restaurado. –Gracias por nunca dejarme solo, hermosa. –murmuré. Y era cierto, había tenido la suerte de no haberme estampado o haber caído por el declive. Quizá sólo era la suerte de un maldito diablo.

Perdí a Frau de mi vista y me sentí perdedor. Me resigné. No quedaba de otra más que acelerar y tratar de alcanzarlo, o por lo menos, no llegar tan después. Cuando me di cuenta, Frau ya se encontraba en la entrada de las termales. Había llegado tan sólo un par de minutos antes que yo. No tuve excusa ni orgullo de disculparme por haberlo dejado ganar, porque eso era. Yo no había perdido, él se había aprovechado (sin saber) de mi flashback.

Apagué el motor de mi nena después de aparcarla en la entrada. Bajé de ella y acaricié con cariño el metal sobre el cual estaba bañada. –La próxima vez le daremos una paliza, nena. No te preocupes. –observé a mi acompañante y con la mirada lo invité a entrar para reservar la habitación que tendríamos. El lugar me resultaba extrañamente familiar pero no indagué mucho en el sentimiento, después de todo Frau había sido el que me había invitado, probablemente él tendría a algún conocido o quién sabe, igual y era como yo y apenas buscaba en el internet algún lugar coquetón para salir con alguien. Era sencillo todo esto de la tecnología hoy en día. –Te dejaré el trabajo a ti, aunque yo pagaré. Estoy seguro de que lo que escojas estará bien. –le sonreí para después tomar su mano con seguridad y emoción. Ésta sería nuestra primera cita oficial como pareja.
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MensajeTema: Re: La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin]   La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin] EmptyJue Sep 13, 2012 12:01 pm

-Frau habia llegado antes que tu shin, y al voltear atras y no verte, creyo por un momento que tal vez te estrellaste en quien sabe donde, pero enfoco los ojos y a la distancia logro notar tu figura que se engrandecia conforme te acercabas, al parecer esto se convertiria en cosa de diario, Frau seria siempre el que tuviera que esperar por ti?, aque llegaras, aque te aproximaras, a que lo alcanzaras... extraño.. yo observador siempre tuve la imagen de que el viaje seria iguales y al mismo nivel, pero, al parecer fue mi error-

- una vez que llegaste, tomaste la mano del clerigo muy seguro de ti, y pues Frau, hizo una presion en tu mano, y movio sus piernas para entrar-

-el recinto es estilo japones antiguo, madera hermosa y pulcra, y unas mujeres en kimonos, o mas bien yukatas, los recibieron con un aludo japones que Frau no entendio muy bien..(recordemos que el clerigo no es de allá , y no es tan habil como para esa gran variedad de idiomas que algunos se jactan)- hice una reservacion hace dias a nombre de Dark blue -pseudomino estupido que se le ocurrio a Frau, por nomas, la mujer mas anciana, pero aun mas bella que las otras dos jovencitas que los acompañaban, sonrio y se levanto rumbo a. no se adonde pero se alejo durante un momento, que belleza de mujer, realmente, esa mujer era un buen vino, sus facciones orientales, bien conservadas que mostraban unas cuantas arrugas, pero , esas arrugas la hacian ver honorable, y resaltaban por mucho su belleza, llevaba un largo cabello grisaceo ,recogido en un "chongo", y si esbelta (muy esbelta), silueta se movia por debajo del yukata, que hacia contraste con sus movimientos corporales, realmente, una belleza destellante, que era casi imposible que se viera mejor de joven, a como se ve ahora... une belleza sobria y elegante-

-frau se giro y te vio..- o claro que pagaras tu, soy un clerigo, yo solo vivo de las limosnas -mentiroso, bueno en un 80% esta mintiendo, pero como compañeros, no, como amantes, el aceptaba la parte del trato, mas que por que le agradaba, custadiaba tu parte de ego de hombre, que el tambien compartia-

-pero volvamos a las dos jovenes tambien hermosas (pero mucho menos que la honorable "señora dama"), que vieron la union de sus manos, entre tu y Frau, con alge de extrañesa, para ellas no era algo usual ver dos hombres juntos, y menos dos hombres de su calibre juntos, segun planteas esos librecillos eh historietitas yaoi, regularmente uno de los caballeros tiene un aspecto femenino,o tan si quiera es mas bajito, y con cuerpo mas delgado , pero eso no se refiere a ustedes, ambos grandes y altos, fornidos y ya que estamos en eso, sensuales-

- la señora dama, llego con la llave de su habitacion y se la entrego a frau, que la resguardo en su mano libre, y gracil cual reina de algun pais antiguo, los invito a pasar a su cuarto el número 3- Gracias, My ladie..- dijo Frau sonriente, educado, claro ya saben , metido en su papel de caballero, apreto tu mano, y camino rumbo a el cuarto, el cual precedia un largo pasillo, al estilo oriental..- Estos es familiar para ti no? es estilo japones....
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MensajeTema: Re: La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin]   La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin] EmptyMiér Nov 21, 2012 7:32 pm

El recibimiento de esas hermosas mujeres cubiertas con telas llenas líneas y colores llamativos pero no menos fascinantes que sus rostros y sus peinados bien estilizados, dándole un toque estético de las costumbres de Japón. Casi sentí nostalgia…

Suspiré ligeramente cuando escuché el pseudónimo que mi acompañante había elegido. Arqueé la ceja sin darme mucha cuenta de que la pregunta “¿Qué significará para ti, Frau?” rondaba sin compasión alguna dentro de mi cabeza. Las respuestas las obtendría luego, cuando me tomara el tiempo de formular las preguntas, así que por el momento lo dejé pasar sin más preocupaciones. Proyectándome a la realidad y dejando de cavilar por un segundo, nos encontramos con la sorpresa de que había una tercera mujer frente a nosotros, que a diferencia de las dos anteriores, era mucho mayor pero exquisita en su máximo esplendor: apenas eran un par de líneas las que se dibujaban debajo de sus ojos, en conjunto su frente amplia, ligeramente arrugada, y unas marquitas cerca de sus labios, lo que la hacían verse atractiva pese al montón de décadas que seguro había vivido.

Sonreí para mi mismo al darme cuenta de que no era el único que supo apreciar la belleza de ésta mujer, que como bien fue mencionado, era extrañamente comparada con un vino, uno de calidad, de esos en donde el sabor resulta increíblemente agradable al gusto, y ni qué hablar de los síntomas que produce en el cuerpo. “Así que nuevamente coincidimos” pensé. Reafirmé una vez más el toque de su mano, tan sólo por alimentar a mi ego y hacerme presente entre sus pensamientos. La mujer que se contorneaba frente a nosotros era una maravilla, sí, pero yo deseaba que Frau sólo me mirara a mí pese a la interminable lista de defectos que poseo.

Rompiendo un poco el silencio, y también dándoles espectáculo a las chicas, me incliné un poco y susurré contra el oído de Frau. –Después me encargaré de cobrártelo. –aprovechando la cercanía, atrapé el lóbulo de su oreja entre mis dientes y presioné muy sutilmente para después succionar esa pequeña carnosidad sensible y finalmente dejarla libre. Regresé a mi postura antes de que mis ojos se perdieran la fascinación por la mujer que nos indicó con oraciones cortas dónde se encontraban las toallas limpias, los productos de limpieza personal, la vestimenta limpia que podíamos utilizar y por último los lechos que iban desde un tamaño individual, hasta uno ligeramente más grande. Asentí a sus indicaciones y contradictorio a lo maravillado que me encontraba, quise que nos dejara solos.

Y así fue. Al cabo de unos segundos ella se había retirado a sus demás quehaceres mientras que nosotros ahora nos encontrábamos dentro de la habitación. El suave toque de su mano presionando la mía me hizo sonreír naturalmente. –Sí. Hace un par de años visité unas aguas termales parecidas. –había obligado a mi mente a no evocar recuerdos por lo que decidí terminar ese tema con un–: Pero éste lugar es mejor.

Solté apenas su mano para poder tomar de lleno mi maleta y colocarla en una esquina. Me acuclillé junto a ella al tiempo que me retiraba los lentes de sol del rostro para después guardarlos en una pequeña bolsa de la maleta. Suspiré antes de levantarme y volver al lado de Frau. –Y bien, ¿quieres ir a las termas o deseas esperar un rato? –esperé por su respuesta con paciencia aunque por dentro esperaba que dijera que ahora era un buen momento para ir a refrescarnos y lavarnos el cuerpo, sin hablar que nuestra habitación había costado un ojo de la cara porque tenía una “terma individual” únicamente para nosotros dos. Estaba ansioso y emocionado, pero lo oculté tan bien que cualquiera que me viese diría que parecían emociones ajenas a mí.
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MensajeTema: Re: La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin]   La historia del pecado mortal con el blanco de la fidelidad.[priv. con shin] EmptyJue Dic 13, 2012 10:03 pm

Eres un descarado, después de todo, dejaste con la sensación de tu lengua y calidez el oido de Frau, que, desde la sala hasta la habitación que compartían no había dejado de arder,¿ que era? ¿acaso tenias una droga afrodisíaca en tu saliva?, eso era probable, puesto que el oído de Frau no dejaba de sentirse caliente y necesitado de un nuevo "cariñito"

Al tiempo que tu te fuiste a dejar tus lentes, él clérigo fue a dejar su maleta en el suelo ( la trajo todo el tiempo en su espalda), la mochila dejo caer su peso en el suelo, Frau hecho encima sus lentes sin tener mucho cuidado, también dejo las llaves de su motocicleta sobre a mochila negro profundo, que tenia detalles góticos, como cadenas y una hermosa cruz metálica con en el centro una piedra de apariencia valiosa, que brillaba con un intenso azul, la cruz tenia entramados negros, realmente era una belleza de joyería.

Se incorporo y se paró hasta donde hacía unos momentos había estado, te miro y espero a que terminaras de acomodar elegantemente tus lentes, levanto su brazo e hizo su cabello hacia atrás, no tenía un fleco ni nada parecido, sus rubias hebras eran muy cortas como para ser presa de la gravedad. Te paraste a su lado e invitaste a 2 posibles desenlaces, debo decir que Frau pensó que, eras tonto, debías saber que iba a decir pero bueno, sin decirte nada se hizo a un lado y camino por la habitación.

Los acabados orientales bien remarcados, y todo el ambiente en si nativo de tu país, pero ajeno para Frau, la claridad de los colores que se esparcían por las paredes y las puertas corredizas eran un semblante luminoso, completamente ajeno a la obscuridad del templo.

Sonrió de medio lado, burlón y cínico

-"¿es necesario responder?"- llevo ambas manos largas y pálidas hasta el botón de su gabardina, y con sutiles entrecruzamientos y debates entre las falanges y el artilugio, la gabardina se abrió y mostró a la nada(puesto que Frau te daba la espalda) su marcado y seductor abdomen, movió los brazos con agilidad y se quito su gabardina, dejando esta tirada en el suelo.

Su espalda ancha, con hombros fuertes y marcados, los deltoides de los brazos eran fuertes y engrandecidos, y los músculos lumbares de la espalda resaltaban con lujo, siento esa anatomía digna de admiración, se giro tres cuartos, para poder verte, sonrió y te miro con esa mirada profunda, directa y seductora, que te incitaban sin hablar a manjares encubiertos.

-"si no te apuras las termas se nos enfriaran"- inquisitivo y burlón , no te quito la mirada de encima, el ya había tomado su decisión que sabía que era la de ambos.
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