nunca digas nunca.. que las palabras se tragan muy rapido..[priv. shin]

-luces incandescentes, resonando con la onda adecuada para brillar de manera seductora, sobre cartelones llamativos que anuncian lo que se ofrece dentro de los establecimientos, esta.. no es una calle hecha para pequeños jóvenes que busquen la tranquilidad de sus camitas, o tomar un buen café, aunque bueno.. Nadie se aproximaría a esta hora de la noche – madrugada… asi es, frau sama, el gran velador de almas, que en realidad es un pervertido con sotana, ahora se encuentra con regocijo, dentro de unas de las instalaciones, con hermosas puertas de cristal, y que al ingreso se encuentran bellos sillones negros, con una mesa elegante enfrente, y que dispone de las mujeres mas bellas y dulces, que están dispuestas a ofrecer su..”inocente” compañía a los hombres, eh incluso mujeres, que se aproximan al interior del lugar…-

-el sacerdote, reposaba su anatomía sobre uno de los sofás, descansando cómodamente su espalda en el respaldo, uno de sus brazos se extendía abrazando el respaldo del mueble, y su otra mano sostenía una copa de buen vino, y a su alrededor se encontraban 5 mujeres, con proporciones anatómicas un poco distintas a las perfectas…110-60-90…. , una usaba un escotado vestido blanco, otra une pequeña blusa negra que no permitía a la imaginación imaginar nada sobre sus prominencias, la 3 un divino vestido morado, la 4 perfecto short blanco con una blusa gris, y la 5.. o que belleza, con esa pálida piel y grandes ojos azules, se permitia adornar su escultural fisiología con un vestido negro, que usado por una mujer debería mostrar una seductora elegancia, pero pues en su ser, parecía un intento de ataque hacia los bajos instintos del sacerdote, cabe mencionar que esta ultima chica es su favorita-

Padre.. usted siempre tan cuidadoso de nosotras… gracias por salvar nuestras almas..- bueno frau las vio, no es como si en este momento quisiera salvar sus almas, mas bien el quería salvaguardar sus bajos instintos, como es su placer hacerlo…. Sonrió de manera encantadora, hipnotizando a las mujeres con su firme mirada que parecía indagar en el alma de las damiselas, y que con ojos amplios ellas le admiraban, creo que no era posible visualizar quien disfrutaba mas, si ellas o el-
-rodeo con su mano la cintura de la damisela favorita y la cerco a su cuerpo- ooooo dios quiere que unas almas tan bellas como las de ustedes se resguarden en el..- aja, claro… pero bueno, el tiene sus jugadas, aunque regularmente, parece ser un verdadero idiota, la damisela del elegante vestido negro, le acerco la copa de vino a la boca de frau y le dio de beber, el acepto con gusto eh ingirio la droga legalizada.. gozando de lo que parecería ser, una noche excepcional-

Sinceramente no voy a explicar el porqué de mi entrada aquí.

Simplemente me gusta ver los cuerpos de las chicas desnudas, y también de los chicos porque sí, mi preferencia sexual es Bisexual. Y para quien tenga duda, no, no estoy despechado, de hecho, estoy buscando la ocasión perfecta para hacerme de una mujer con pechos grandes y hermosamente redondos, para hundir mi cara allí y "sollozar" en silencio.

Hahahahaha ¡por supuesto que no! Yo no lloro. Yo tengo sexo y lo disfruto.

Así que... era momento de ir a ese lugar, sí, allí donde las luces iluminaban la calle oscura, y donde un montón de letreros informaban a los transeuntes algo como "Prohibido el paso a menores". Ya saben, las típicas advertencias que nadie respeta.

En fin... justo frente al Streaptese Club de la ciudad, donde, he de admitir, ya me conocían uno que otro cliente, mesero, e incluso el dueño. Como he mencionado varias veces, se me da ésto de manejar a la gente por lo que el entrar al lugar no fue para nada díficil sino todo lo contrario. Apenas una mirada y una sonrisa de medio lado al portero eran suficientes para que me dejara entrar sin ningún problema. De no ser así se hubiera metido en un buen lío.

Pero como vine aquí a divertirme...

Me acerqué a una mesa que se ubicaba peligrosamente al frente de uno de los sillones con forma de U en donde un montón de chicas estaban complaciendo a un tipo rubio. Uno que extrañamente se me hacía conocido.- ¿Dónde lo he visto antes? -murmuré para mi mismo. No encontré la respuesta dentro de mi mente por lo que cuando se me acercó uno de mis amigos meseros le pregunté discretamente que quién era y tampoco supo responderme claramente, sólo dejó salir algo como "Tal vez es un nuevo cliente, ya sabe...". Pero según yo recordaba éste era un club V.I.P. por lo que al entrar o tenías que dar un buen fajo de dinero, o bien, ser un cabronazo como yo.

Quise imponer mi presencia, así que ordené un whisky doble para mí, y para ese rubio. Le dije a Jack (el mesero) que le hiciera saber que era un regalo de parte mía, de Shin Natsume, y que tenía deseos de conocerlo porque, soy sincero, tenía un montón de chicas a sus pies y no, joder, el único que podía (segun yo) estar así, de galante, era yo.

- algo de la bebida escurrio por la comisura del labio de frau, y la dama preferida, de una manera timida, completamente falsa por que bueno, seamos sinceros, esa timidez en este empleo no es realista, limpio con un beso esa gotita de vino rebelde, las otras la vieron de manera ponsoñoza y celosa, frau estaba dispuesto ah fusionar sus labios y su aliento con el de la mujer cuando.. se escucho que el mesero dejo algo en la mesa, frau vio al hombre enarcando una ceja, algo molesto, "le matoo el momento!!"..-

yo no ordene nada, joven..- el mesero le vio y exclamo con voz educada y propia..-

"esto es cortesia del caballero de enfrente."- señalo a tu direccion- .. no lo conozco..- exclamo frau, depues de haber girado el rostro hacia a ti, y haberte examinado con la mirada durante un instante, no le parecias familiar, bueno aunque recordemos, frau es pesimo recordando nombres y caras...-

- apenas el mesero separo los labios para decirle tu mensaje, cuando la femina con el vestido blanco hablo, haciendo que el rostro del sacerdote girara hacia ella..- "aa... Shin sama.."..- al perecer te llaman con mucho respeto, ser cliente frecuente tenia sus ventajas, al ver como se le ilumino la cara a la chica, parecia que eras alguien realmente.."encantador" si me doy a entender..- .." asi es el es shin natsume y le manda este whisky, dice que seria un placer conocerle.."..- hablo el mesero, frau escucho el discurso y te vio fijo a los ojos analizandote, aunque no lo hizo por mucho.. si eras un fanatico de las buenas mujeres, el fantastico alcohol y un buen sexo, entonces era claro, le caiste bien.. separo su brazo del sofa, tomo con su mano el vaso y lo alzo en tu direccion, a manera de brindis-

..Frau....- sonrio con esa sonrisa satirica y que parecia de la mismisima muerte,.. bueno.. jaja.. eso es algo que tu desconoces, y bebio un sorbo de la bebida.. te entrego su nombre, despues de todo, son compañeros de la perversion (?)... aunque tu estabas en soledad, y frau penso..en que si seria esta una manera caballerosa tuya de marcar tu territorio, despues de todo, los hombres somos territoriales y posesivos, lo nuestro es nuestro...-

-frau te vio bien, realmente parecias ser un chico muy atractivo, por lo que se veia eres de una altura relevante, y de anatomia buena.. por que perfecta solo frau, o al menos eso piensa el de si mismo...-

Noté que me miraba, como si estuviera analizándome a lo que yo simplemente respondí con una sonrisa amplia, donde incluso podía notaría mi blanca dentadura. Ví como de pronto levantó el vasito que tenía el alcohol que había ordenado para él, como un gesto se cortesía (si claro), a lo que también levanté el mío, acompañándolo en el brindis.

Ya que no me encontraba para nada lejos de donde estaba el rubio y el montón de chicas, yo bien podía escuchar todo lo que sucedía en su mesa, que más que mesa, parecía como una U en donde el "macho" era únicamente el rubio de nombre Frau.

No mencionó su apellido, sólo su nombre pero me quedé satisfeho. Al menos ahora no sería un completo desconocido que me roba el territorio y ataca a mis chicas. -Así que te llamas Frau, eh... -murmuré para mí mismo. También le dí un traguito a mi bebida, la probé. Bien. Deliciosa. Me gustaba como el bartender de aquí lo servía y bueeeno, por supuesto no hay que dejar de atribuirle el encanto al lugar, y a la compañía (Johnnie Walker) que nos dejaba degustar tan buen momento.

En fin, tomé el vasito que contenía el líquido embriagante y me levanté de mi asiento, redirigiéndome hacia donde estaba el otro, que por mis deducciones, era un tanto mayor que yo. Y para evitar estar desaliñado, acomodé, con un movimiento rápido, ambos mechones sobresalientes de mi cabello, que entonces, ahora, estaban "protegiendo" mis sienes.

Caminé a un paso denotando mi intensa seguridad en todos mis atributos, tanto físicos como monetarios pero sin parecer como un vil tipo arrogante; ya que ésto sólo lo hacía porque quería alejar un poco a las chicas que le rodeaban y que poco a poco me hicieron paso para que pudiera sentarme cerca de él, ya en su mesa.

Sí. Ni siquiera pedí permiso de hacerlo porque, según yo, no lo necesitaba. Además, quería conocer sus verdaderas intenciones, y por supuesto, asegurar mi lugar como el "Protegido" del establecimiento. Dejé mi vaso en la mesa y le clavé la mirada. Mis ojos color rojo sangre se posaron sobre los suyos color zafiro. Su intensidad al mirarme, me habían atraido y desafiado, de cierta forma. Entonces, dí inicio a todo ésto, con algo así-: Me da gusto de que también te guste el whisky, las chicas, y los encantos que ambos ofrecen. -extendí mi mano para que la estrechara, ahora presentándome por mi mismo- Shin Natsume.

Spoiler:

- "este realmente quiere marcar su territorio", fue lo penso frau, al verte caminar de manera tan galante y segura, con pasos firmes, y hasta levemente sonoros hacia su direccion y a la de su preciosos harem, al cual al parecer por tu postura y tus actos, te habia pertenecido a ti, sin rivalidad alguna..."oops(?)" penso descaradamente frau, como mofandose de tu persona, esbozo una sonrisa de medio lado, que mostraba su agrado ante la situacion dos leones peleando..-


- te vio estirar la mano, el dejo el baso de la deliciosa bebida que amortigua la claridad de los sentidos sobre la mesa, y despues estiro su mano hacia ti, estrechando tu mano, en un fuerte apreton, casi como una declaracion de.."vine a quedarme" y como premio?.. claro aquello por lo que muchos hombres se matan..las hermosas damas....-

Frau Zehel...- dijo con su tono de voz grave, y con la mirada, por fuera podia verse tranquila, pero que al tiempo demostraba el como se imponia, despues de todo zehel era un ser de imponer eh intimidar, es su gusto y su placer, y debemos aceptar, el fisico del hombre se lo otorga... te solto la mano de aquel apreton, y la separo, ahora envolviendo con ella la cintura de una de las feminas...-

oh. si... la bebida y las hermosas damas, y aquellas sublimes acciones con las que nos suelen embelezar son mi vicio...- aaa frau sama cuando habla enfrente de mujeres, es tan educado, propio y habla con palabras poeticas y sublimes, que simplemente estimulan a que las bellas mujeres lo vean con mayor admiracion, las mujeres que estaban en "sus dominios" te vieron y se sonrieron, y pese a su desagrado una de ellas rapido se levanto de su territorio, y se fue a acurrucar sobre tus piernas recostando su cabeza en tu pecho, esto sinceramente le causo una leve molestia que no se noto ante tus ojos rojos,hmmmn.. al parecer esa sama era una de tus mas cuidadas, aunque no lo parezca por la naturaleza de ellas en este oficio, pueden ser muy leales, hacia aquellos hombres que les ofrecen mayor placer... claro esta.. ellas aun no prueban a frau...-

frau sama..- dice la mujer en las piernas del clerigo piernas- shin sama..- dice la mujer en tus piernas... las 3 restantes se sonrien..- juntos se ven espectaculares..!!..- dicen todas a unicono.. vaya las mujeres y esas extrañas filias, a frau sinceramente no le agrado el topico de ese tema, ya que el es heterosexual.. tolera las tipicas bromas pesadas entre hombres, acosadoras y dominantes, y si. habia tenido sexo con un par de hombres,.. pero el se decia a si mismo que eso no le hacia bisexual ni nada... ya que nunca se habia enamorado de un animal especie macho, asi que no entraba en esa categoria..oo tal vez las feminas se referian a las bellezas de ambos..?.. frau no supo, no es el gran genio pero no se puso a meditar -

pero no somos mas deslumbrantes que ustedes preciosas siervas del señor..- beso rapidamente los labios de la del escotado vestido negro.. y despues clavo esa profunda mirada en tus orbes..-

Su apretón de manos me confirmó algo: No iba a irse de allí con el simple hecho de verme, no. Así que ésto era el inicio de una rivalidad, eh.

Reí por lo bajo de sus palabras, era como si estuviera hablando conmigo mismo, por lo que acerté a responder un-: Entonces compartimos los mismos vicios. -ladeé mi rostro, observando a las chicas y sus tan hermosísimas sonrisas dedicadas únicamente para mí. Incluso una, la que supuse se sentía mucho mejor conmigo, vino a acomodarse sobre mi regazo. Yo simplemente sonreí, estaba complacido de que al menos una de ellas me fuera "fiel". Por supuesto yo trataba a todas de la mejor forma posible, ya que eran hermosas mujeres y sentía mucho respeto hacia ese sexo. Eran fuertes y muy astutas, y eso podría comprobarlo a cualquier instante.

En fin, un par de ellas murmuraron su nombre y mi nombre, e incluso se atrevieron a decir "juntos se ven espectáculares". ¿Eso que quería decir? No éramos pareja, mejor dicho, yo lo consideraba un tanto como mi rival. -Vaya conclusiones que hacen ustedes, niñas. -una risita salió de mis labios, divertido de la situación.

Entre tanto me dediqué a iniciar una charla con el rubio, acaricié suavemente la espalda descubierta de la chica que se encontraba en mi regazo y que friccionaba sus dedos contra la camisa que llevaba puesta, como si deseara tocar mi pecho descubierto pero no lográndolo. -Cariño, todavía es muy pronto. Hay que conocer a los clientes primero. -susurré contra su cabello, para que sólo ella pudiese escucharme. Dirigí mi vista hacia "Frau" y le pregunté-: ¿Es la primera vez que vienes, cierto? ...ya que no recuerdo haberte visto antes por aquí. -Mi "nena" alargó el brazo que tenía mi whiskey y lo llevó hasta mis labios. Yo tomé un traguito y como agradecimiento por su buena acción le dí un beso en sus labios, haciéndole probar el sabor del whiskey mezclado con el mío.

Ésta chica parecía querer robar mi atención, pero siendo sinceros, ésta estaba puesta en el rubio, en mi "rival".

-parecia que querias dar un espectaculo frente a frau,.. bueno guerra de leones al fin y al cabo, frau acerco sus labios a el oido de la que reposaba en sus piernas y esta sonrojada afirmo positivamente, el que le dijo bueno eso es un misterio...pero esta dedico un atrevido beso en el menton de frau, frau se sonrio y despues giro su mirar a tu direccion-

asi es soy nuevo aqui en la ciudad y en este hermoso lugar..- acaricio con su mano la piel expuesta de las piernas de su favorita, su piel se percibia tersa y delicada, como un regalo cuidado que no denotaba la cantidad de veces que habian sido tocadas..-

-una de las que estaba a su lado, tomo la copa de vino que estaba bebiendo en un principio y le dio de beber en la boca, el aproposito hizo que escurriera una gota por la comisura de su labio, a lo que rapidamente su consentida queriendole ganar a las "otras" lamio esa parte, limpiando a frau.. esto sin lugar a dudas le genero un grato placer..-

tu pareces un cliente frecuente...espero no incomodar shin, pero te ayudare a cuidar a este lindo rebaño...- levanto levemente el cuello de la mujer en su regazo y dio un beso superficial, sobre donde quedaba la yugular, a lo cual la femina solo hizo un ligero respingo.. denotando el agrado de ese sutil mimo..-

- a frau hizo una declaracion de guerra oficial, en palabras propias de un caballero, despues de todo el se considera un caballero... aunque no siempre lo es, te miro fijo, desviar la miarada por mas de unos momentos, mientras otorgaba cariñitos a las damas era lo unico aceptable, perder el contacto visual durante mucho era algo que no estaba permitido en este juego....o si?... frau estaba invadiendo tu territorio y te declaro la guerra, tal como lo haria un enemigo.... que haras?-

Entrecerré los ojos al percatarme de que el rubio acariciaba (sin escrúpulos) a una de las que habían sido mis chicas. Incluso, otra igual de atrevida, se vió en la tarea de darle de beber justo como Nelly había hecho conmigo (ese es el nombre de ésta hermosa chica de ojos esmeralda y cabello azulado que reposa en mi regazo). Segundos después, una tercera lamía el alcohol derramado de sus labios, ganándole terreno a las anteriores.

Qué espectáculo, debo admitir.

Escuché sus palabras; éstas guardaban cierta atrocidad, es decir, me estaba "advirtiendo" que cuidaría de Mis Chicas, estando en Mi presencia. Así que tienes agallas, rubio.

De cualquier forma, no quise ser el primero en tirar la cortesía, así que respondí en un tono calmo y seguro-: Por supuesto. ¿Quién podría rechazar los encantos de tales bellezas? -le propiné un beso suave y un poco húmedo a Nelly, mas mis ojos sólo se posaban en ese semental con cabellera dorada como el color del oro, totalmente reluciente. Estaba retándole, demostrándole que ella me prefería a mi ante cualquier chico; lo haya probado o no. De cierta forma la niña me amaba... qué lástima que el sentimiento no fuera reciproco. Siendo sinceros sólo sentía aprecio por ella, y nada más pues tenía el don de poseer un rostro que derramaba inocencia pero por dentro, ¡oh!, era una bestia, señores.

-Y dime... ¿hasta ahora hay alguna que te interese más que el resto? -Nelly comenzaba a hacerme cariños en el cabello, joder, cómo les encanta jugar con mi cabello. No la detuve. Estaba esperando su respuesta ya que a éstas niñas la pregunta las puso un tanto "ansiosas". Ya querían saber cuál de ellas sería la primera a la que llevaría, el rubio, a la cama.

Suerte de principiante, Frau.

-joder, fue lo que penso frau, al parecer hiciste una muy buena jugada, frau penso detenidamente en la respuesta, viendo de reojo a todas las damicelas posadas a su alrededor, era obvio que su favorita es la dama del vestido negro, sus encantos eran por mucho muy esplendidos y cegadores, su belleza era simplemente encantadora, pero... esta fue una pregunta tramposa, ninguna de ellas lo habia probado, y si seleccionaba simplemente a su favorita tal vez las otras se desanimarian y volverian a ti, blanquesino y eso era algo que el leon recien llegado (frau) no permitiria-

viendo detenidamente a tan brillantes damicelas...-
clavo su seductora mirada en las orbes de cada una de las damas, incluida aquella que se encontraba jugando con las hebras de tu cabello, y sonrio de medio lado-
me es incapaz de decidir, ya que cada una resplandece..
- frau toma la mano de cada una de las damas a su alrededor y les besa el dorso de la mano, y despues coloca sus manos debajo de los muslos de su favorita, se levanta cargandola, se acerca a ti y a tu dama, aleja una de sus manos del cuerpo de la joven y toma la mano de tu chica y besa el dorso... cargando a la otra con un solo brazo..-

si me lo permitieran doncellas me gustarias estar acompañado de todas ustedes, seria posible que este humilde sacerdote, pueda ser bendecido con tal bendicion?..
.- hablo, viendo a los ojos a tu dama, y despues te miro a ti de reojo, de manera retadora, pasado esto volvio a su lugar rodeado de las damas, que si un momento se quedaron estupefactas ante la proposicion, despues entre sonrojos, y risitas atrevidas, se iban sonando las respuestas afirmativas de cada una de ella, aunque la que estaba en tu regazo era la unica que faltaba, al parecer dudaba un poco, ella parecia sentir algo por ti humano blanco...-

o que bendicion damicelas...
.- beso a cada una fugazmente en los labios, al parecer todas querian probar lo que para ellas era la "nueva mercancia"... frau , te vio a ti y despues a la mujer en tu regazo, haciendola sentir levemente coibida con su mirar, y tenuemente dudosa, ella aun no respondia, frau despues de unos segundos, volvio tu mirada hacia a ti, esta era la guerra.. quien de los dos sementales ganaria?...-

Así que ésto era nada más y nada menos que un lobo disfrazado y con la apariencia de un hombre caballeroso.

Sé lo que piensas. Si crees que esos besitos en las manos de ese montón de chiquillas me va a "doblar" realmente estás más que equivocado.

Por supuesto, ellas ni siquiera se niegan al tener algo de contacto con el rubio. Al contrario. Se sienten como damas pese a que no lo son. Una dama no estaría vendiendo su cuerpo de esa forma y mucho menos tendría tal atrevimiento. Como dije, el rubio estaba siendo simplemente caballeroso. Y las chicas, regularmente, no pueden negarse a tales actos de "pureza".

Pese a esa exquisita invitación -pensarían ellas- Nelly no se movió de mi regazo. Estaba dubitativa, sí. Pero había un conflicto interno en ella. Sabía que si me dejaba para irse con el rubio yo jamás volvería a tocarla, y no, ella no podría aguantar la soledad; y sí, me atrevo a confesar que como dije, la niña estaba enamorada de mí, así que ¿acaso iría hacia él para dejarme a mí, el único hombre que ha intentado de comprenderla fuera del negocio? No. Un no irrefutable.

-Cariño, ¿qué dura más: un capricho o un enamoramiento? -murmuré contra el oído de mi pequeña chica. Las esmeraldas que tenía por ojos se ocultaron detrás de las cortinas tupidas por largas pestañas color azul naval, igual que su cabellera larga. Yo me sonreí, complacido, al verla más tranquila y decidida.

Pero ¡hey! miren que jamás me quedo de brazos cruzados por lo que me atreví a declarar una terrible y tentadora propuesta-: Faltaron un par de labios. Los de Nelly están prohibidos para tí. -"porque si la besas te juro que te golpearé hasta desfallecer" terminé en mi mente. Una ligera risita se apoderó de mis gestos, era curiosa la forma en que podía deformar las palabras. Aguardé por su respuesta en silencio, entre tanto Nelly continuaba como descanzando, en ese estado de fingida somnolencia. Ya que no obtuve respuesta inmediata, me ví a la tarea de continuar, de tentarle una vez más-: ¿O es que acaso sólo ellas tienen el placer de probar la "nueva mercancía"? -por supuesto mi lado vil salió a flote. ¿Y qué? No es como si me importe.

Y sí, soy un jodido bisexual que no se anda con rodeos. ¿Algún problema con ello?

- aaaa asi que osaste decir que era un pecado que frau pudiera besarla, eso no hizo solo mas que generarle la tentacion de robartela, por que? simplemente por que frau tenia el gusto de encontrarse con otro semental al parecer, alguien que gozaba de los mismos vicios, dicen que los hombres lo que mas disfrutan es una rivalidad, y que decir la rivalidad , el llevarsela en competencia era un jodido placer de frau, un placer que en varias ocasiones le ah metido en problemas, pero.... que demonios importa eso, es demasiado entretenido como para tomar en cuenta esas cosas-

- que? que?..este sujeto.. penso frau, asi que resultaste ser un doble como le gustaba a frau referirse a estos sujetos, frau no se considera eso, aunque bueno. cabe mencionar que se ah "tirado" a unos cuantos masculinos, ok.. el hombre tiene una vision distorcionada de las cosas, las feminas se sorprendieron ante tu frase y se sonrojaron al pensar en la simple idea de lo que inferias con ello, tu.. querias probar a frau... frau por extraña razon no sintio repulsion.. si no un claro deseo de provocarte , jugar contigo.. y por que no.."dominarte" como el ser superior que se proclama-

-tomo a la femina en sus piernas , la cargo y la sento en el sillon..se paro, se cerco a ti y con un elegante movimiento, se agacho lo suficiente como para quedar su boca en tu oido-

asi que tu tambien quieres probarme?....- sonrio de lado, satiricamente- que acaso quieres que...- se separo y puso su rostro a escasos milimetros del tuyo- que te ukee?...-.. clavo sus zafiros ojos en los tuyos escarlata-

-o vaya vaya, en frau se desperto un genuino interes en tu persona, no no solo eso, en su mente se aremolino imaganes, de ti gimiendo, y sudando.. ooo que perfectas imagenes fueron para frau , realmente le parecieron muy deseables... se pudieron escuchar las risitas y incluso gemiditos de las mujeres detras, y el claro sonrojo de tu protegida que aun estaba en tu regazo, y que estaba admirando la escena en primera fila, realmente ellas estaban fasinadas, con esta rivalidad masculina...-

Así que mis palabras surten el efecto esperado.

Me encantó que hiciera ese tipo de movimientos, sí, eso de dejar a la chica y venir hacia mí. Incluso, se inclina lo suficiente para que mi oído esté justo enfrente de sus labios que murmuran lo que para mí fue, obviamente, una invitación (ya saben que me gusta distorsionar la realidad para amoldarla a mi conveniencia).

Hizo un ágil movimiento que me permitió ver de lleno sus ojos color zafiro; éstos se encontraban clavados en los míos y me pregunté si estaba descifrándome con ellos o tal vez sólo era algún signo de intimidación. Bueno, sea lo que fuere, yo me "prendí" con tal atrevimiento.

Sin embargo, yo sólo sonreí, creo que también reí por lo bajo, no estoy seguro. -Cariño, hermosas, ¿podrían concedernos un momento a solas a éste caballero y a mí? -Nelly de inmediato asintió, pese a que su rostro estaba cubierto por un ligero rubor, mis ordenes estaban antes que sus deseos. Es por eso que ella es excepcional, como ninguna otra. -Frau... ¿o es que acaso preferirías un lugar más privado para hablar de negocios? -obviamente, estaba ocultando el hecho de que la palabra "negocios" se refería a otro asunto más carnal. -No me malinterpretes, pero me gustaría hablar de ésto a solas. -intenté mostrarme lo más tranquilo posible (cosa que no era y jamás seré) ya que no quería eliminar esa atmósfera de rivalidad mezclada con caballerosidad.

Aguardé un momento en lo que las otras chicas, sí, esas que habían estado probándole, se decidían entre quedarse, llevarnos a otro lugar más privado o bien, ser partícipes de lo que a continuación nos ofrecería tal espectáculo humano.

-“vaya, esto se estaba poniendo interesante”, ese pensamiento cruzo la burlesca mente de Frau, no solo aceptaste, no solo aceptaste deliberadamente tu deseo de saborear al sacerdote, sino que incluso pediste a las féminas que les dejaran el cuarto libre, una sonrisa mas que satisfecha se asomo por la comisura de los labios de Frau, si supieras que está pensando en este momento, créeme, habría una expresión de impacto en tu pálido y atractivo rostro-

-Frau se separo de ti, permitiéndole a tu preferida, que se separara de tu regazo, la vio fijamente, cosa a cual la chica tímidamente asintió, con su rostro enrojecido, y se alejo de ustedes dos, a paso lento, al parecer realmente no quería abandonar la escena, frau se alejo mas, y se giro en dirección a las demás damiselas de curioso oficio, mostrando una sonrisa de medio lado, bastante seductora si me lo preguntas, miro fijo a su favorita, y alzo la voz- damas, podrían ustedes mis dulces bellezas nacidas de nuestro creador, llevarnos a mi y al elegante caballero Shin (presa Shin.. le queda mejor)..- te señalo con su diestra- a alguna habitación que tenga un poco mas de privacidad?..- bajo un poco la cabeza. Cual educado hombre, que debes en cuando, se dice a si mismo que es, las demás mujeres no sabría decir si mostraron una cada de desilusión o de anhelo, vaya, que pensamientos tan obscuros pasan por las féminas de hoy en día-

Si..yo los llevo..- ahora la que alzo la voz fue la favorita de Frau, tan seductora y hermosa, se acerco, tomo la mano de Frau, entrelazándola con la suya. Esta chica realmente estaba ansiosa de estar debajo del cuerpo del sacerdote, pero por desgracias no sería en esta ocasión, afianzo su mano derecha a la de Frau, y después la mujer te tendió la mano izquierda- Shin sama los guiare..- extendió su mano hacia ti esperando que la tomaras, para poderlos guiar hasta el cuarto-

He de confesar, que hasta ahora me he llevado un par de sorpresas. No sólo el hecho de que las chicas (quizá la mitad de ellas) quisieran vernos "juntos", o también el hecho de que la mayoría haya preferido al rubio en lugar de a mí (traidoras, traidoras...), sino también el hecho de que Frau no dejaba de ser cortés.

Me pregunto cuánto tiempo durará esa caballerosidad de la que parecieras disfrutar, sólo por el hecho de que tú y yo estámos compitiendo...

Pero bueno, afortunadamente una de ellas, la que quiero imaginar, fue la favorita del rubio, tomó su mano, casi juguetónamente para después ofrecerme la zurda y no pude evitar pensar en la desventaja. "Así que yo soy la izquierda..." pensé.

Accedí a su oferta no sin antes observar a Nelly; lucía preocupada. Me levanté de mi asiento y caminé hacia "fuera" de la mesa para aproximarme a ella. Llevé los dedos de mi mano libre hacia su mentón y lo levanté ligeramente para poder perderme por escasos segundos en sus ojos, cuan bellas esmeraldas.- Cariño, descuida, vendré en un momento. -le aseguré y firmé el "acta" con un beso a sus labios (apenas junté los míos con los suyos). Dió un ligero asentimiento y nos dejó pasar a los tres (la chica guía, Frau y a mí).

La chica (por alguna razón no recuerdo su nombre, probablemente es nueva...) se vió a la tarea de guiarnos; tomándonos a cada quien con una mano, como si ella fuese el único impedimento que existía entre ambos para poder hacer lo mismo. Eché un vistazo a Frau, ahora tenía la oportunidad de percatarme de que él era un tanto más alto que yo (probablemente un par de centímetros, nada más), y de que su mirada y su sonrisa parecían ser sus mejores atributos más que otra parte de su cuerpo. De momento yo lo sentía seductor, otras veces mezquino, y en su mayor parte, era un caballero. ¿Pero qué había detrás de eso? Rivalidad. Una increíble y directa rivalidad. Sin embargo, por alguna razón no nos atrevíamos a decirnos las cosas "de frente". O yo no lo sentía así.

Nos alejamos del bullucio de la gente y del sonido del establecimiento. Ésta chica, moviendo sus caderas de un lado para otro (¿Acaso quería llamar mi atención o la de Frau?), y dándonos miradas cargadas de deseo, nos terminó dejando en una habitación no tan amplia, la cual se encontraba cerrada y por ende, no entraba en su totalidad el sonido. Soltó mi mano antes que la de mi rival/acompañante e hizo una pequeña reverencia, diciendo-: Aquí pueden permanecer un par de horas, Frau-sama, Shin-sama. Nadie podrá verlos u oírlos. -hizo especial enfoque en sus últimas palabras, tal vez nos descubrió... sí... eso tenía que ser. Finalizó con un-: ...Me atrevo a decirles a ambos, que desearía poder quedarme aquí... pero... sólo espero no tarden mucho.-hizo una última reverencia y salió de ella, dejándonos a mí y a Frau completamente solos.

-la bella dama los guio hasta la habitacion con esos suaves y tambalentes movimientos de cadera, que no hacian mas que queres acentuar su atractivo y querer ganarse su atenxcion, para tener algo mas que solo su guia, pero lastima para la mujer, que sus deseos no serian saciados, al menos no por estos hombres.-

- los guio hasta una habitacion, parecia exclusivamente hecha a prueba de ruido, bueno bueno, este lugar es de las mas alta clase, era normal que cada cuarto quedara completamente aislado del bullicio y ruidos externos, eso era lo que lo hacia "intimo"-

- con claro recelo la dama solto tu mano, y despues la del claerigo, y no se hizo esperar al mencionar, cual era su deseo , el quedarse, por desgracia para ella, frau tenia otros planes, Frau se acerco hacia ella antes de que seretirara , le tomo del menton, y clavando esos ojos azules y profundos en la mirada algo decepcionada de la dama, la beso, dulcemente, casi como si enverdad fuera su amante, y la adorara con toda el alma, casi pareciendo enamorado de ella, pero , nada mas alejado de la realidad, es solo uno de sus movimientos-

- despues de ese beso, le tomo la mano a la mujer y se la beso- gracias...- la mujer se ruborizo y se fue ahora si, dejandolos a los dos solos, frau, se acerco a la puerta y la cerro, y giro su cuerpo hacia ti..-

Bien , al fin solos no.. caballero shin...- camino a paso firme hasta ti, su postura era erguida y sobria, realmente un caballero (solo cuando quiere), se paro enfrente tuyo, mostrando su altura, tomo tu menton con algo de fuerza , pero a la vez de cierta manera delicada para no ser abrpto, y te giro el rostro para obligarte a verlo- de que negocios quieres hablarme?..- esbozo una sonrisa de medio lado, ladina y pretenciosa, pero dentro de el se resguardaba ese libido...-

- acerco tanto su rostro al tuyo, que sus labios se conjugaban sutilmente, era mas como un simple roze entre ambos labios, solo un rose, hmmmn sera acaso que frau solo te esta provocando?, saaa esa informacion, es solo informacion que su cabeza conoce-

- la atmosfera que se encontraba dentro de ese cuarto era entre desafiante y cortez, es el tipo de jugar que se han mantenido ustedes dos, y frau, aun no queria romperla, el corromper de esta falsa tranquilidad, se llegaria en su momento, en el momento que ambos libidos superaran la limite que se han autoimpuesto...-

Debo de admitirlo, mis ojos miraron a la chica con cierto desprecio, pero éste gesto sólo duró un par de segundos. Quizá, una parte de mí se había “molestado” por haberle visto siendo “víctima” del hombre rubio que tenía al frente mío.

En fin, me dije, ese es su trabajo y probablemente todavía tenga un montón de borrachos, estúpidos, pervertidos, y todas las demás clases de hombres repulsivos que hay, que inevitablemente se topan y las obligan a cometer actos bastante perturbadores para una mente pura y casta. En realidad ella debería de haber estado agradecida por los tratos que Frau le daba.

Por otra parte, no me atreví a rechazar la cercanía que poseedor de ojos azul zafiro creaba. Aún si había tomado mi mentón con algo de rudeza (quizá, eso sería a los ojos de alguien más), yo no le veía el lado malo. Entonces él sí se atreve a preguntarme qué clase de negocios quería tratar con su persona. Y bueno, ya que yo no soy hombre de rodeos, contesté. –¿Es una broma, no es cierto? Rubio, tú me debes algo. –fruncí mi ceño, recordándole que–: Y no te vas a librar de ello tan fácilmente. Sobre todo después de ese espectáculo.

¡Ah! ¿Cómo poder describir el ligero roce que se pronunciaba en sus labios? Simplemente sería en vano intentarlo. Aunque probablemente era una mera provocación, un juego, una incitación a que le besara y lo hiciera mío allí mismo; mi mente lo consideró un instante, sí, el corresponderle, el prender ese beso y hacerlo intenso ¿a dónde me llevaría?

Pero la verdadera pregunta era ¿estaría preparado para ello? ¿Realmente, yo podría manejar a éste hombre o… irremediablemente terminaría siendo su marioneta?

Casi tuve que agitar mi cabeza para deshacerme de ese tipo de preguntas e ideas que lo único que hacían era apartarme del mundo real. Así que, aprovechándome de que iba de traje (es decir, bien vestido), alargué mi mano derecha y tomé su corbata, jalándolo hacia mí una vez más, impidiéndole que se alejara al mismo tiempo que creaba un reto. Clavé mis ojos color rojo intenso en los suyos, en esos zafiros que posiblemente han visto y presenciado el cuerpo de miles de mujeres y hombres hermosos ¿por qué no? –El juego se acabó, Frau. Tú eres mío ahora. –dicté.


[¿Qué crees? XD de pronto me surgió la inspiración y bueno~ no quise desaprovecharla.]

- el hombre vio tu ceño fruncido, y que crees?, solo pudo emitir una sonrisa de medio lado, que remarcaba lo divertido que le parecía esto, era un juego entre ustedes dos, y por alguna razòn , el se proclamo vencedor.. que gano? nada realmente , pero bueno.. dejemos a frau con sus infantiles juegos..- yo no fui el unico que dio espectáculo sabes.. otro caballero también se desvivió haciendo su show..- te clavo la mirada, cierto también el había sentido celos de esa dama consentida, pero frau no lo diría... estaba implícito en sus palabras-

- y ahora apresado por su corbata, como si fuera una correa , frau solo abrió los ojos sorprendido ligeramente por el acto, pero no duro mucho.. ese dictamen que dijiste serio, cual juez hizo que la mirada de frau se convirtiera en una alargada y filosa, y si me preguntas como se veía, era como si frau atravesara cada capa de ti, desnudara tu cuerpo y no solo eso, si no tus sentimientos , todo lo tuyo. con ese poder de zehel oculto dentro de su cuerpo..con esa mirada dominante y rotunda, que se hacia notoria en esos ojos zafiro..-

- sonriendo de medio lado, frau movió su diestra y la poso en tu hombro izquierdo, y aplicando mas fuerza de la necesaria te empujo, llevándote con velocidad a caer de espaldas en la cama, y el llevado por su cuerpo y el hecho de que tu sostenías su corbata, termino encima tuyo, y subió una pierna al mueble, apoyándose con la rodilla en la cama-

tu eres mio..- tono ronco..- y yo soy tuyo... es un game over para ambos- su voz seductora y susurrante, tenia la intención de solo invadir tus oídos, acerco su rostro a tu cuello, mas específicamente a la unión de la quijada y e cuello, solo hasta ese punto le daba oportunidad el hecho de que aun estuviera sujeto de la corbata-

- en esa área de piel expuesta, justo antes de que comenzara el cuello de tu camisa, Frau puso sus labios, besando esa porción, y abriendo ligeramente sus fauces , atrapo algo de la piel, y aplico una succión, la justa para dejar una marca rojiza en el área..- listo..- susurro contra tu piel, y extrayendo la lengua de su cavidad oral, lamió esa marca rojiza...-

¿Eso era un reclamo? ¿o eran muestras de que también había sentido, voy a decirlo, celos? …Frau… sintiendo celos de una mujer de complexión delgada, pequeña, hermosa. No pude apartar esa idea de mí. Una pequeña sonrisa se formó en mis labios, pero fue tan efímera como la felicidad. Quizá, de alguna forma me sentí vencedor. Aún si me había “rendido” antes que él, eso no quitaba el hecho de que sentimos lo mismo: celos.

De pronto sentí como su mirada me penetraba y me calaba hasta los huesos. ¿Qué había en mi rostro? ¿acaso era tan interesante verme? ¿…qué era lo que pensabas, Frau? ¿me deseas? ¿estás ideando algún plan de cómo tenerme? …Bueno, pues pierdes tu tiempo. Aquí el único que va a ser dominado vas a ser tú, mi querido rubio.

“De las palabras a los actos hay un estrecho bastante profundo”.

Aquella frase saltó a mi mente de inmediato. ¿Por qué? Porque el muy astuto me había empujado hacia donde se encontraba la cama, y dada nuestra unión (corbata y mano),terminó cayendo sobre mí. Por una fracción de segundo me sentí total vencedor. Ahora lo tenía a mi merced y bueno, digamos que no soy muy bueno ocultando ese tipo de cosas por lo que contesté a sus palabras de inmediato–: Game over, para ti.

Claro, claro, tenía que presumir de que estaba ganando… por supuesto esto era una farsa, vil mentira. En realidad fue su voz la que me desarmó de inmediato. Pero no, él no tuvo suficiente con tener ese efecto en mí. No. Insatisfecho, bajó a mi cuello y lo besó dulcemente en un principio. Debo de admitir que incluso cerré mis ojos, pues se sentía jodidamente bien el contacto “frío” de sus labios en mi dermis tibia. Casi me estremecí…

–Frau… ¿qué estás…? –no pude terminar aquella oración. De pronto, sentí como succionaba una pequeña zona de mi cuello, lo suficientemente fuerte para marcarlo y dejar allí una huella obviamente visible. –Estás loco. –dije para mí mismo por dejarme hacer ese tipo de cosas que joder, sinceramente eran increíblemente sensuales: el beso, el susurro, la marca…

Yo tampoco estaba satisfecho, deseaba marcarlo y hacerlo mío para que él y los demás supieran que tenía dueño (soy posesivo) y que ni siquiera deberían de acercársele. Y sí que propuse algo, digamos que para añadirle sabor al juego –Estoy seguro de que mi cuerpo no es el único ansioso. –mi diestra, tan ágil como siempre, soltó su corbata para redirigir sus intenciones hacia donde se encontraba su pecho y acariciarle por encima de la ropa de una forma juguetona. –Dime, ¿alguna vez has intentado desnudarte sensualmente frente a un albino? –reí por lo bajo. Pero sí, esa era mi idea. Deseaba verlo: moviendo sus caderas lentamente, quitándose la corbata y la camisa de una forma seductora ante mí, y que, su mirada dijera, no, que más bien gritara “te deseo, Natsume Shin”.

-el notorio de tus placenteras sensaciones, fue captado por frau, hasta el llegaban con complacencia las respuestas hacia los estímulos que el provoco sin mesura alguna-
- ahora liberado de tu poder manual sobre su corbata, y esa caricia en su pecho, se sonrió lúdico- no, jamás lo eh intentado..- dijo con su voz ronca y grave- me pregunto si será divertido..- por un momento pensó “vamos a seguirle el juego, vamos a darle la autoridad esporádica y efímera, vamos a una tierra incierta, vamos a un pueblo lúdico sin retornar” ah, lo creas o no blanquito, Frau es un verdadero poeta, y en su mente se hacían versos sin sentido aparente, pero para él, realmente lo tienen..-

- se levanto apoyando su rodilla recargada en la cama, y con el impulso, dejo todo su cuerpo en una postura vertical, y alejándose levemente de la cama, planto firmemente ambos pies sobre el suelo, abriéndolos hasta la altura de los hombros..y te dedico una furtiva mirada profunda y con dejo de sátira y diversión- …..- el silencio se apodero del recinto, el único sonido que atravesaba el lugar , era el aquel que producía la fricción de la tela de la corbata, mientras colaba su mano en el nudo y lo halaba elegantemente aflojándolo, desasiéndose de esas formalidades…, en su debido momento quito la corbata de su cuello y la lanzo al suelo, con fuerza, con recelo, pero con la sensualidad y elegancia de un conde, de un maestro de la seducción-

- su diestra se encamino a pasarse por el botón de su gabardina el primero que se encontraba a la altura de la punta del esternón, y lo desabrocho, el primero…. El segundo… el tercero, y la gabardina se encontró abierta, y que será de ti albino, ya que Frau solo había optado por portar gabardina y corbata, sin una camisa de blanco color debajo, por lo cual, al abrirse como puertas de aquel templo donde desempeñaba su oficio, y hacia de vivienda de Frau, lo que se presento ante tu persona, fue un torso tallado por el mismísimo Zehel, sus pectorales blancos fuertes, resaltaban con la luz que les brindaba el foco de la habitación, sus pezones pálidos , ligeramente tintados de un piel más obscuro, los músculos abdominales resaltaban espléndidamente cada uno de los 6 cuadros marcados, con un tenue hilo de humedad , provocada por el hacer del clima, y porque no del deseo , los huesos dedicados a su pelvis, también dejaban casi entretejido el camino que debían seguir tus ojos, juntándose hasta adentrarse en el pantalón negro el cual aun cubría el cuerpo de Frau-

- con su gabardina solo abierta , alzo la zurda que portaba un guante negro,..lamio un poco este borde en su muñeca, mientras te veía fijo a esos ojos carmesí de los cuales eres dueño, casi como si te estuviera diciendo algo mas con esta mirada.. acaso serás capaz de entenderlo?.. mordiendo la orilla del guante, atrapándolo entre sus dientes, bajo su diestra hacia abajo, empezando el desenfundar de su mano, hasta que el trabajo se vio completado, y su zurda de libero de la tela, mostrando unas enormes manos blancas, fuertes y como todo su cuerpo, frías…-

Esto es lo que compensa la marca..- te lanzo el guante justo a la cara..- o que te creías que es gratis?...- te miro de manera retadora…-…Frau también quiere ver que tiene "su"..(énfasis) albinito por mostrar…-se acerco hacia ti y se inclino para que su rostro quedara a la altura del tuyo..- o te da pena y quieres que te ayude?..Shin…- tu nombre lo repitió susurrante, y porque no con un amplio dejo de deseo.. frau te desea, como suyo, como solo de él.. así que cuidado y tratar de tramarle trampa.. Frau, no te lo permitirá…por una razón, que es imposible que sepas-

u: gomen , me emocione xxDDD..))

El silencio que se había hecho en la habitación, mientras yo le veía hacer todo aquello, me preocupó. Los únicos sonidos que percibía era el de mi respiración, el de la suya, y el de la ropa deshaciendo sus nudos, y dejando de cumplir su tarea (cubrirle). Incluso la maldita corbata deshecha lo hacían verse sexy. Definitivamente para ser la primera vez descubriendo su cuerpo, lo hacía excelente. Sexy. Elegante. Maestro de la seducción. Debo aceptarlo: hasta mi mente llegaron pensamientos de él “engañándome” con un montón de mujeres hermosas, pequeñas, con bellos y grandes pechos, pues, estaba seguro de que ese era el tipo de chicas que Frau atraía… y quizá, no estaba tan equivocado después de todo.

Mientras todo esto sucedía, yo me dedicaba a acomodar las manos detrás de mi espalda, en su conjunto, tensando mis brazos para que mi torso estuviera apenas unos grados inclinado hacia atrás. De esa forma mi vista, panorámica como la de un adulto, podía apreciarle en todo su esplendor. Juraría que las luces hacían de las suyas para iluminarlo y convertirlo en un ente casi perfecto (Soy de la idea de que lo perfecto no existe). Estúpidos pensamientos regresaron a mí durante un par de minutos ya que ni siquiera me había percatado de que sólo la gabardina era la que cubría su torso blanco bien ejercitado. (¿Y la camisa?)

–Delicioso –susurré sin siquiera pensármelo mucho. Mis ojos lo recorrían con deseo y con ganas de poseerlo en cualquier momento. Sin embargo, mi cuerpo todavía me respondía según la cordura quien proponía que debía de esperar un poco más. “Disfruta el espectáculo” decía. Y yo, como buen oyente de mi consciencia, quien a veces me daba la espalda, le hacía caso: relamía mis labios mientras imaginaba como mi lengua y mis labios recorrerían cada una de esas líneas marcadas en su abdomen (Seguramente hace más de 500 flexiones al día), pero tuve cierta atracción con lo que fue uno de sus costados, pues también sus costillas definían en gran medida lo que era sus costados (fascinación por ellos). Ahh… y cómo negarme al placer y a los deseos ladinos que me provocaban los huesos marcados de su pelvis, pues éstos, consciente o inconscientemente me dirigían hasta donde estaba el “recinto” en el que me debía de quedar para cuidar con todo mi cariño… por supuesto, en estos momentos estaba cubierto por un pantalón color negro. Joder. Como odié a la prenda. Estaba celoso de un pantalón ¿pueden creerlo? …Aunque también me asaltaba la idea, ese pensamiento absurdo, esa pregunta incesante: ¿Qué tipo de ropa interior usaba? No, mejor aún ¿estaba usando ropa interior o por qué razón no se quitaba el pantalón?

Pero, oh, oh, oh, que aquí no ha terminado el espectáculo damas y caballeros. El rubio me tienta. ¡Por supuesto que entendí la señal! ¿Acaso me crees imbécil? …Lamiendo de esa forma, cualquiera lo entendería. Relamí mis labios y los mordí un poco, deseaba hacer eso mismo con los ajenos. Deseaba hacerlos míos, por el amor de Dios. ¿Cuánto tiempo me había contenido?

Embelesado como estaba, ni me importó recibir el guante en la cara. Es más, ni siquiera lo retiré por cuenta propia, fue la gravedad la que lo hizo caer. Entonces lo escucho hablar bajo, ronco pero nítido. Su aliento es el que ahora choca con el mío… Vamos, Shin, contrólate hombre.

¡Alerta! “Desvestirse. Suyo. Desvestirse. Mostrar. Ayuda. Vergüenza. Deseo.”

Todas aquellas palabras giraron en mi mente durante severos segundos. Me hallaba sopesando sus palabras. Ahora él quería que yo hiciera lo mismo: descubrirme con sensualidad frente a él, como un espectáculo por el que muchos hombres (hasta nosotros) pagarían; claro que en ese caso, sería por ver los dotes y las bendiciones de la diosa Afrodita para con sus hijas, las mujeres. Pero, recordémoslo: éste no es el caso.

Así que me mentalicé. Reuní todas mis fuerzas para hacer aquello.

Me levanté de donde me hallaba (¿Era una cama?) y caminé hacia él, incluso invadí su espacio personal con total atrevimiento. Elevé una de mis manos hasta la altura de su pecho y lo acaricié con la yema de los dedos, con sumo cuidado, pues pensaba estúpidamente que si no lo hacía de esta forma (suave, con cuidado) él podría romperse (Ven porqué dije estúpida). Mis ojos se posaron en su clavícula y subieron por su cuello blanco y pálido, se detuvieron un segundo para memorizarse la forma de su mandíbula y el cómo estarían acomodados sus huesos
debajo de esa piel fría y muerta, pero viva. Sonreí inconscientemente. Ahora eran mis ojos los que se fijaban en los suyos. El azul zafiro más hermoso que yo había visto en toda mi jodida vida. Definitivamente era un placer contemplarlo pues seamos sinceros, el tipo era casi perfección. Su actitud, era, lo confieso, la que a veces me hacía dudarlo.

Pero, no nos detengamos en ello mucho tiempo. Tienes un baile que hacer Natsume Shin, por el amor de Dios.

No me alejé del rubio, de hecho, la mano que estaba en su pecho ahora se dirigía bajo mis órdenes. Buscó, tentó y encontró (en ese orden) una de sus manos. Entonces la atraje con todo y la mía… dejé a ambas reposando sobre el cinturón de mi pantalón; intenté contener un segundo la respiración pues también me hallaba algo nervioso, pero, luchaba, sí señores, luchaba por sostenerle la mirada mientras que con la zurda aflojaba y deshacía el nudo de mi corbata moteada. Así pues, también era esa zurda la que separaba y rompía las uniones de botones con ojales de mi camisa perfectamente planchada. La gravedad hizo que la corbata cayera al suelo únicamente emitiendo un sonido de la tela resbalándose por mi anatomía. Por un momento solté su mano, sin embargo, con la mirada prometía regresarla a la suya para unirlas en un vínculo inseparable.

Llevé ambas manos hasta los bordes de mi saco para retirarlo con lentitud, dejando mi torso parcialmente descubierto. Incluso un poco de aire frío proveniente de quién-sabe-dónde me caló la espalda haciéndome que me estremeciera. –Hace frío… -confesé con una sonrisa en los labios sin despegar mi mirada de la suya. Quería crear un vínculo, uno íntimo que sólo nosotros pudiésemos descifrar al vernos. Ese era mi deseo. Entonces, con la mente pensando esto y con las manos activas, me liberé de mi camisa en un par de movimientos más, mostrando ahora sí mi torso desnudo.

Mi pecho subió y bajó rítmicamente gracias a la respuesta de mis pulmones en acción. Vi el suyo responder de la misma forma y me alegré. Sencillamente él era hermoso, bello, magnífico. Su cuerpo era escultural y aunque no me gustaba hablar de ello, el mío también.

Retomé la mano ajena que se encontraba en mi cinturón por instrucciones mías y entrelacé sus dedos con los míos. Atraje su extremidad a mis labios y besé el dorso de su mano con total cariño pues aunque se mantenía a una temperatura más baja de lo normal, me resultaba agradable. –Disculpa, no sé hacer bailes sexies ni nada por el estilo. –reí por lo bajo pues era verdad, yo era terrible para eso. –Pero, espero que sepas apreciar esto.

-yo se que es usual que yo, un ente alterno, podríamos decir el narrador de una historia inconclusa sea el que exprese las acciones y emociones del fraudulento clérigo Frau Zehel, pero hoy, Shin Natsume, el me pidió ser el protagonista de su propia historia, de su propio sentir, de todo aquello que le ataca, asi que esta vez le cederé el poder-

- después de haber pronunciado mis palabras, me aleje un tanto, dándole a shin el privilegio de darme el banquete de su ser, aunque, mas bien creo que era darme a mí la posibilidad de gozar la belleza de su ser, así pues el hombre de altura se paro y se acerco tanto que pude detectar claramente el olor a colonia, un olor tan claro, masculino, tan sensual, aunque creo que ese aroma no tiene mucho que ver con la colonia, mas bien es una esencia que el emana naturalmente..Demonios…como un aroma así puede ser tan perfecto y embriagante?, simplemente por olerlo me estos desviviendo, que tienes shin? Que es lo que tienes?-

- su mano, sus falanges alcanzaron mi pecho, a su tacto pareció que esa área ardió en fuego, su piel esta a una temperatura mas alta que la mía, claro, eso es fácil cuando tu estas muerto desde hace tanto, pero….. sus manos grandes y cálidas atrapan mi sistema, mi frio es tomado por ellas y transformado en calidez instantánea, cerré mis ojos solo por un momento, imaginando como pequeños hilitos rojos se esparcían desde el contacto de sus falanges por mi pecho, iniciando un recorrido y como líneas que se expandía: que tonto no?.. Imaginaba como su calor viajaba por mi, y me tomaba suyo, y yo no tenía el inconveniente en entregarme a esa acogedora sensación-

- entre abri los ojos para notar como miraba la porción superior de mi torso, hasta llegar hasta la porción inferior de mi rostro, es verdad, solo le gano por unos pocos centímetros, pero podía ver desde mi posición el como miraba mi quijada, sus parpados pálidos, y sus pestañas que cualquier dama envidiaría por perfectas y largas, blancas como su cabello protegían y hacían un contraste con sus ojos que ahora se habían fijado en los míos; escarlata, parecían autenticas gemas de un tesoro robado, la luz hacia sus juegos (y se lo agradezco) por que parecían destellar, nuestras miradas retadoras habían cambiado, su mirada lucia deseosa, pero si me atrevo a navegar un poco mas, su mirada lucia afable y cautivadora; mis ojos miraron los suyos fijos, quería grabar en mi ese brillo, el color, la mirada, no negare que tengo celos de cualquier otra persona que haya visto esta mirada proveniente de el antes que yo, casi como si fuera el peor crimen contra mi, estaría dispuesto a borrarles la memoria, por que, soy posesivo, y solo quiero que me dedique a mi esos ojos, tan sublimes, tan atrapantes, con solo mirar esos ojos cualquiera caería rendido.. y para ser sincero, no soy la excepción-

-pero no se quedo allí, sentía como una de sus manos, la diestra para ser exactos, se escabullía tocando algunas partes de mi, hasta dar con su contraparte en mi cuerpo, mi zurda, la cual embriago con su calor, tomándola y resguardándola en un santuario, el cinturón de su pantalón, como quería quitarle esa prenda de golpe, hacerla a un lado, arrancarla si se podía, y claro que se podía, era molesta, ella cubría algo que yo cubriría en su lugar, y no permitiría que me quitara el trabajo, después de todo , que tipo de hombre seré si dejo que un pedazucho de tela me gane , lo se, lo se, es un muy estúpido pensamiento, pero es lo que siento, así tal cual, no dejo de mirar sus escarlatas preciosas, pero no puedo evitar en momentos desviar mis ojos de los suyo para apreciar como su cuerpo hecho de mármol se descubre (al parecer , hoy estoy en modo de expresar todo con arte), lo primero que llamo mi atención fue el sonido de la tela deslizarse de su cuello, y el sonido de cómo cada noviazgo entre botón y ojillo se terminaba, era una pena, pero mientras su relación terminaba , la mía se unía, daré una misa después en nombre de la ropa caída, los botones desabrochados, y próximamente las braguetas desechas y las sabanas manchadas, como agradecimiento, por que permiten que me sienta conectado a este hombre-

- el calor se perdió de mi zurda cuando la soltó, mi mirada iba a un atento reclamo, pero… su mirada le hablo, le decía a mi mirada que me calmara, que nos uniríamos de nuevo, en algo que no podríamos ser capaces de explicar, en algo que supera ciencia, religión, comprensión, razones, idiomas, estatutos y normas, en algo que nos consumirá , aunque este término es algo errado, por que lo que se apropia de nosotros y que nos está uniendo, no es algo que consuma nuestro cuerpo, no es algo que nos terminara acabando y destruyendo, es algo que nos alimentara y engrandecerá, sea lo que sea que nos depare el tiempo, el espacio, incluso como algunos dicen… “dios”, solo sé que este nos alimenta y mantiene vivos, eso está haciendo conmigo, sinceramente shin, espero lo mismo, que tu también te sientas crecer y fortalecer-

- y como dije antes, el hombre esta hecho a mármol por el mas famoso escultor que puedan pensar, es mas obras como el pensador o ese tipo parecen basura comparada con la anatomía de este joven, y si no me creen, en cuando se quito la camisa y la dejo caer, pude ver detenidamente sus brazos (soy fan de ellos), el deltoides se delataba con fuerza, circular y alzado, el tríceps, el bíceps, cada musculo se hacía notar atravez de la piel, gracias a unas líneas que me permitían divisarlo, tuve que extraer mi lengua y relamerle el labio superior, porque simplemente era imposible no hacerlo, sus brazos fuertes eran hermosos, sus pectorales se resaltaban y ni que decir de su abdomen que se hacía ver, saben, reiterare, el mármol es poca cosa comparado con shin, por que shin tiene algo que el mármol jamás, mi deseo, mi anhelo, mi captura, mi compañía y mi cariño-

- su respiración, inhalación, exhalación, parecía acaso que me hipnotizaba?, simplemente sentía su pecho elevarse y bajarse, casi chocando con el mío que hacía lo mismo, podre estar muerto, pero.. Este chico me hace sentir tan vivo que es abrumador, pero no en el mal sentido de la palabra, pero no desviaba la mirada de sus ojos, sentí como poseyó mi mano en la suya- mngh tan caliente..- susurre si apenas, era un goce sentirlo tan tibio, y lo que siguió simplemente me tomo desprevenido, la dermis de sus labios carnosos rozo con la dermis de mi mano en una presentación, demonios, ven como este mocoso (comparado con mi edad es un vil mocoso), me captura? A pesar de cómo le pueden ver, burlón, altanero, y siendo sinceros, un autentico idiota, estas acciones son las que simplemente me corrompen, sumamente dulce, apacible, caballeroso, y tierno-

- una sonrisa se hizo de mis labios, seria impresionante que las damas que hace un momento cortejábamos , nos vieran ahora, y descubrieran que todo lo de allá es un juego entre nosotros, donde ocultamos las partes bellas solo para nosotros, esta parte de shin era solo mía, y esta parte mía era solo de shin, baje unos milímetros mi cabeza, para besar dulcemente su frente, demostrándole mi cariño a el en este acto tan frágil, es como si quisiera borra de su mente cualquier pensamiento, y solo quedarnos en este silencio que nos acompañaba, resaltando el sonido de los besos dulces..-

Lo aprecio, y lo agradezco mi Shin..- nótese que use “mi”, si, es mío, es infantil y no me importaba, el es mi shin..- ven aquí…- susurre ronco y seductor, mientras pasaba mi diestra a rodearle por la cintura y acercar su cuerpo hasta que ambas pelvis y abdómenes se juntaron, siendo mi piel fría recibidora de su calor corporal, simple física que ahora parece tan profunda-…no seré capaz de quitarte el frio, pero… te daré de mi para protegerte de la frialdad inclemente que nos podría atrapar…- acerque mi cabeza ladeándola un tanto, solo para que quedara en el ángulo adecuado, hasta que quedaron a milímetros de distancia de los de shin- suky..- susurre dejando que mi aliento chocara contra estos, y acerque mi cabeza ese tramo que hacia falta, y le bese, daba besitos por sobre sus labios, y tuve incluso el descaro de extraer mi musculo húmedo, y pasearlo por su suave dermis, delineando sus labios exquisitos, simplemente mi cuerpo decía no seas suave , bésalo!!!! Bésalo!!!!!!, atrapa su esencia y no la dejes ir-

-Y le hice un tanto de caso a este instinto, mordí con delicadeza su labio inferior, pidiendo la entrada..a ese recinto, y en cuento vi un signo que me permitía el ingreso, entre dentro de ella en cuanto sentí la abertura, el permiso, mi lengua busco a su compañera, y en cuanto dios con ella , empezó a acariciarla despertándola de su letargo, tengo mis ojos cerrados, quiero sentirlo todo, absolutamente todo, grabar cada sensación en mi memoria, soy un adicto a las sensaciones….-

-mi diestra acariciaba su espalda, paseándose, vertebra por vertebra, dejaba que las puntas de mis dedos , con suma delicadeza, acariciaran esa espalda formada y musculosa, el cuerpo de este hombre es un verdadero templo, lo que hay dentro de él, es verdaderamente sagrado, y como religioso, y como yo, Frau Zehel, me comprometía a cuidarlo con toda la dedicación que tengo.. con el apego, con el cariño, con el deseo del cual soy en este momento víctima, mi mente simplemente no se tranquiliza, quiere mas y mas y mas, no solo quiero tocarlo, quiero verle en todo su esplendor, entregados en la desnudez de nuestros dos cuerpos expuestos-

Mngh..- me separe un momento de sus labios, y retraje mi lengua, que me recriminaba no seguir pegada a su amante..- esto estorba..- el hilito de mi voz se marco en la habitación, baje mi zurda hasta su pantalón, agarrando el borde de este en la zona lumbar y jalándolo un poco..- me darán celos de el si te lo dejas puesto, shin..
-

-él era simplemente sublime y sensual, jamás pensé si quiera que mi fin como playboy fuera por un hombre, pero no me importaba, como resistirme a shin, él se había convertido en mi deseo, en mi pensamiento y también en mi anhelo , a pesar del poco tiempo que hemos convivido, pero señores y señoras, me asegurare de que convivamos mas, me asegurare de pasar mis días a su lado, sosteniéndole , mirándole y atesorándole como lo merece, como lo vale… porque, este caballero de cabellos albinos, ojos rojos, y cuerpo sublime se ah convertido en mi preciado ser-

- su comentario sobre la batalla campal que se desataría entre sus pantalones y yo, me hizo sonreír tenuemente, incluso ahora bromeaba que habilidad si yo hablaba en este momento seria para invocar su nombre; pero saben no solo eso, este chico ataco mi estabilidad mencionando el trato que el solo formulo y acepto sin mi debida aprobación ¿Injusto? Quien consideraría injusto esto…cuando pasas esas líneas solo quieres dejarte llevar , ser alcanzado por esa persona valiosa y también, alcanzar a esa persona valiosa, darte, entregarte a ese ser y también que ese ser, se entregue, se de y sobre todo se deje amar debidamente; quiero amarlo como una prorroga de lo que hare el resto de mis días. ¿cuando empecé a sentirme así por él? No lo se, y no importa, solo lo siento y el mayor placer del mundo es que, te toque a quien quieres, lo cual es mi caso-

-Esos ojos excitados se clavaron en los míos, al menos nuestras miradas estaban tan cargadas de libido que parecía que hasta ellas querían poseerse; me moví en silencio dando pasos de gran envergadura debido al largo de mis piernas hasta llegar al mueble que será bendecido con nuestros pesos encima de él; me recosté apoyando vertebra por vertebra en la textura acolchada del inmueble, cómoda debo agregar, pero ¿ a quién le importa? Solo me dedique a mirar intenso y atrevido a ese chico de sensual anatomía, ahora alejado de su cuerpo le podía ver en esplendor la parte superior de su cuerpo, tal formas y curvas eran un agasajo para la mirada de cualquiera, pero por ahora solo son mías, solo mío…solo mi shin-
-mi silencio era perpetuo, pero, no lo malinterpreten hay una razón para mi acallado ser… alcé la mirada y vi al caballero sobre de mi sin tocarme; parecía que quería torturarme, pero a quien tortura más? Tienes razón… a los dos nos tortura, sus manos grandes y calientes se pasearon desabrochando el romance de mi cinturón otra prenda mas por la cual oficiar una misa, poco a poco la prenda cedió de ella y empezó a alejarse de mi anatomía dándole una última caricia; mi pecho se movía al acelero de mi respiración; me costaba ya controlarme… como controlarme en esta situación? Quería abalanzarme y abrazarle sin deseo de soltarle jamás pero, frau, frau frau..debes calmarte, a su tiempo todo es recompensado…a su tiempo el resultado de la paciencia es mayor y mejor que la del desenfreno; su voz seductora profano mis oídos y se hizo de mi mente, pero, no conteste a su cuestionamiento…la respuesta era obvio, aunque mentalmente respondía positivamente, pero mis labios estaban sellados.-

-su broma fue respondida nuevamente por una sonrisa calmada y lúdica de mi parte; alce mis caderas a como pidió y así la prenda que hasta ahora me había protegido se fue, y agradecí que mi cuerpo declarara su independencia; porque ahora había algo mas valioso que debía verme, debía saciarse de mi y eso eran los ojos de el caballero llamado shin natsume; lo vi, sus ojos recorrieron mis piernas musculosas y fuertemente trabajadas, no despegaba mis ojos de el, me fije bien como su mirar se dirigió hacia esa parte viril de mi-

-intempestivo acaricio mi muslo, joder… como puede ser tan exquisito algo tan simple como una caricia en esa parte, y no solo eso esos labios cálidos que me otorgaban solidarios su calor hacían que cada nervio en esa parte se sintiera consentido y amados, el placer era exquisito, me estremeció, sus labios carnosos delineaban y se paseaban a pasos de ósculos por ambos muslos, y yo, y yo atacado deliberadamente tan perfectamente por esa carnosidad seductora no pude mas que hacer mi cabeza hacia atrás, y respirar profundamente, inhalando hasta llenar al máximo mis pulmones y después exhalar hasta que solo quedara en estos el 20%, estaba tratando de tranquilizarme un poco…solo un poco, pero este joven me lleva sin piedad hasta paradisiacos lugares inesperados, y esto que es el inicio.-

-mis piernas se abren ligeramente, como si inconscientemente quisieran otorgarle una mayor comodidad y confort al joven albino; su boca atrayente atrapo mi virilidad cubierta por mi escasa ropa interior, por un momento la odie, o más bien fue mi masculinidad quien la odia, pero, no fue por mucho las succiones de shin consentían esa parte mía; esta vez me fue imposible acallarme más a pesar de mi deseo de mantenerme en perpetuo silencio; la humedad y calor que provenía de sus fauces hasta mi entrepierna eran simplemente demasiado-“hmmnh”- emití un sonido ahogado entre una exhalación por mis fosas nasales acelerada, mi espina volvió a jalar mi cabeza hacia atrás , mis ojos se cerraron, imaginaba la boca de shin, de acuerdo a lo que sentía se formulaba una imagen mental, además, con los ojos cerrados dicen los que saben que se siente mucho mas, y saben que, yo los apoyo, las sensaciones simplemente eran seductoras y me atrapaban en un abismo placentero, sensual, erótico y romántico todo resguardado en un cuarto del cual nadie sospecharía lo que acontece en su interior-

-su voz se entono una vez más con una sonata de frustración y resignación, pero para mí era mi hora de saciar aunque fuera un .1% de todo lo que deseo de este hombre; levante la cabeza y le mire fijo ahora a esta estructura sensual erguida albina; mis ojos penetrantes azules le decían con la mirada “te deseo, te deseo demasiado” una sonrisa ladina y juguetona se formo en mis labios seductores, apoyando ambos brazos en la cama me incorpore, primero la parte superior de mi cuadriculado abdomen para después sentarme en la cama, su cuerpo quedaba perfectamente acomodado frente a mi…perfecto-

-“asi es, mi turno…y como dato, no contengas tu voz mi shin”, deseo escuchar cualquier sonido que venga de ti, mi shin- ronco y lascivo mi cuello se encorvo para que mis labios alcanzaras su ombligo el cual empecé a delinear y consentir con mi lengua, haciendo circulitos alrededor de el y después besándolo con sutileza, mi lengua nada saciada salió de mi cavidad oral y empezó a recorrer en línea recta desde el ombligo hasta donde estorbaba el pantalón; si despegar mis fauces y sin detenerme de dar besos pequeños y lúdicos sobre el vientre de shin, empecé a desabrochar el fajo que mantenía sujeto el pantalón, mi mano zurda era experta y se lo agradezco, porque en cuestión de nada lo desabrocho y completando su trabajo hizo lo mismo con el presilla del pantalón formal; mi mano quería terminar su trabajo y bajar el cierre pero no, mi boca recelosa creyó que había hecho suficiente-

-mis fauces bajaron hasta donde se encontraba el cierre, a suaves besos cariñosos sobre el fajo, y sobre el pantalón que era mi enemigo; tome la presilla del cierre con mis dientes y lo fui bajando emitiendo ese sonido característico que le hizo compañía a los respiros de shin; que deliciosos eran los sonidos de su inhalación y exhalación… mis dos manos se aferraron al pantalón por la parte de atrás de sus glúteos y lo fueron bajando; victorioso veía atento como la prenda caía vencida por mi, que glorioso momento; una vez que esta llego hasta el suelo me dedique a ver en su extensión las piernas largas , blancas y musculosas; mi mano fría poso el índice, sobre el muslo izquierdo y empecé a hacer dibujitos indescifrable sobre este solo usando la yema de mi dedo; respiraba profundo admirándolo; mi diestra sin pereza se dirigió hasta uno de sus glúteos el cual agarre firme y acaricie, notando la firmeza y perfección de este, me pregunte cuanto ejercicio haría, cuantas horas para tener tal musculo tan exquisito; su ropa interior era similar a la mía, vaya otra cosa en común..-

- mi diestra antes en su pierna ahora fu a acariciar su complemento protegido por la tonta tela que odia internamente, mis feches se fueron a besar y lamer donde sabia que se encontraba la punta de su masculinidad que envuelta en la tela parecía triste y reprimida, la bese y succione comunicándole que se tranquilizara que lo la liberaría; el estimulo era con mis fauces y mi mano sobre esa área recubierta- mmmmmh

- antes de que mi “turno” acabara no podía negarme a sujetar el resorte de la prenda intima y morderlo estirándolo , mientras veía a shin desde abajo, mis ojos lúdicos le veían extasiados y deseosos, quiero mas quiero mas quiero mas!!! Me repetía sin cesar-
.”aquí acaba mi turno?”- dije con la prenda aun en mi boca, la solté y antes de que el otro se retirara lamí toda la extensión del bulto que constituía su falo y también recorrí con mi musculo húmedo su complemento, apreté sus glúteo una última vez y bese el complemento; me separe y vi satisfecho su penda humedecida por mi saliva y consentimientos, pero estaba ansioso, muy ansioso,-

Tu turno, Shin…- ronco de nuevo, tome su mano derecha y robándosela por un minuto la bese con mis labios fríos, y no solo eso la lamo, lamí hasta que llegue el dedo índice, lo engullí metiéndolo a mis fauces y lo succione con fuerza eh ímpetu, después lo libere y le di una última lamida…Si shin, estoy ansioso…muy ansioso, y todo esto es tu culpa, espero y te hagas responsable-