Nombre Completo: Adrian Collins.
Apodo: Adet (nombre que le pusieron a su forma de lobo)
Edad: 25 años. Es Hombre Lobo.
Ocupación: Propietario del Bar / Escritor
Gustos: Uno de sus mayores vicios es fumar, aunque no lo hace tan seguido como la gente parece creer. Gusta de escribir cuando tiene un tiempo libre, ha publicado algún que otro libro bajo el pseudónimo de Giovanni Trattore. Le gusta dar largos paseos por la playa, da igual si es solo o en compañía. Siente debilidad por las cosas dulces, cualquier cosa que lleve chocolate o sea dulce estará dentro de su menú sin importar nada más.
Disgustos: No le agradan los días de tormenta, ya que no lo mantienen encerrado en casa sin nada interesante que poder hacer. No soporta el olor y el sabor del café, prefiere tomar té o algún otro tipo de infusión. Odia por sobre todas las cosas, la hipocresía prefiere la sinceridad. Las personas que se creen mejor que otros solo por tener dinero o disponer de un estatus social superior.
Personalidad: Uno de los rasgos más notorios de Adrian es su gran capacidad para recordar nombres y rostros. Muchos lo calificarían de genio, pero no llega a ser tal, simplemente tiene una buena memoria. Mayormente se puede decir que es un tipo serio y responsable, con su lado divertido y algo alocado también pero siendo ambas “personalidades” compatibles una con la otra.
Aquellos que tienen la suerte de conocerle bien, saben que es un hombre muy testarudo y obstinado, que hace todo lo que está en su mano para conseguir lo que se proponga. A veces puede parecer déspota y cruel, pero simplemente es una fachada contra aquellas personas que no son talmente de su agrado o que se han atrevido a dañar a sus seres queridos.
Siendo como es un hombre lobo, su instinto de protección está bastante desarrollado y tiende a ser agresivo cuando siente que su familia o amigos más allegados están en peligro. Pero eso se queda en nada si quien es dañado es su pareja, su mente se nubla completamente y se convierte en un ser sádico, cruel y vengativo. En ese estado, literalmente, tiene sed de sangre.
Sin embargo, todo eso queda a un lado cuando saca a relucir al empresario que lleva dentro. Sabe tratar con cordialidad a todos y cada uno de los clientes y proveedores que debe atender a lo largo de un día. También cambia radicalmente cuando escribe alguna que otra historia, su género es el misterio y para ello deja salir su lado más oscuro, ese en el que nunca sabes lo que está pensando o lo que irá a hacer, el que lo convierte en un misterio por sí mismo.
Descripción fisica: - Spoiler:
Posee un 1,89 m de cuerpo fibroso, con tez algo pálida pero sin llegar a parecer enfermiza. Su cabello es sedoso al tacto y siempre lo lleva relativamente corto. Algunos mechones caen por su rostro, cubriendo levemente unos ojos color miel que pueden ser el mejor espejo de cómo es o la mejor muestra de completa indiferencia cuando así se lo propone.
Le gusta llevar pantalones de vestir en tonos oscuros, generalmente negros, combinados con camisas blancas con los primeros botones abiertos. Los zapatos que siempre lleva demuestran su posición, ya que son de un exquisito gusto y de los más caros que pueda haber en el mercado.
Como toque de “rebeldía”, lleva una argolla de plata en su oreja izquierda. En el hombro derecho lleva tatuado un tribal y en el tobillo izquierdo otro con forma de lazo de espinas.
Biografía: Nacido en Canadá, hijo de Mikel Collins y Susane Whiston. Casualmente, si se podía decir así, nació pocos días antes que su primo Patrick. Sus padres eran un matrimonio bien avenido, su tío lo consentía en todo lo que podía y el resto de la manada simplemente le toleraba.
Al principio, tras cumplir los 3 años, preguntaba en todo momento por el primo que sabía que tenía y al que nunca había visto. Nadie de su familia era capaz de responder a sus inocentes preguntas sobre el paradero del futuro alfa. Lo único que veía en esos momentos, era la mirada perdida y el gesto triste de su tío, el cual parecía abstraerse en sus propios pensamientos sin darse cuenta de nada más.
Hasta los 6 años estuvo preguntando, tratando de averiguar algo que le dijera porque no se encontraba su primito con él, porque no podían jugar juntos. Las preguntas se acabaron el día que su tío recibió el primer desafío de parte de uno de los miembros inferiores de la manada. Se sintió culpable de que sus constantes preguntas hubieran puesto en un lugar vulnerable a su tío, a pesar de que éste ganara el desafío.
Los años iban pasando y Adrian demostró tener una gran imaginación, escribía cuentos para los pequeños de la manada y se dedicaba a leérselos cada día. Ese detalle le permitía olvidar y no hacer preguntas que pudieran poner en entredicho a su tío. Aún así, entre la manada corrían muchos rumores que ya no podían ser detenidos.
Su primera pelea, y la que le dejó su primera cicatriz en mitad del pecho, la tuvo a los 13 años con el nieto de uno de los miembros del consejo de ancianos de la manada. El chico había hecho un “desafortunado” comentario acerca del alfa y su incapacidad para mantener a su esposa a su lado. No midieron sus fuerzas y ambos acabaron en el hospital. Todo quedó ahí y no volvieron a dirigirse la palabra ni a acercarse el uno al otro.
Con 15 años, cuando ya todo parecía haber vuelto a la normalidad, mientras rebuscaba entre los baúles del desván de la casa familiar, encontró una fotografía en la que aparecía una mujer sosteniendo en sus brazos a un bebé recién nacido con una pequeña pelusita de pelo rubio en su cabeza y sus ojos… Eso fue lo que más le llamó la atención, los ojos del bebé eran de un hermoso color violeta. Su tío le encontró con ella en las manos y, en ese momento, le contó todo lo que había sucedido. Fue así que entendió el motivo por el que nunca había podido conocer a su primo, no sabía donde se encontraba.
Esa información hizo que en su cabeza se instalara una idea, encontraría a su primo a como diera lugar y sin importar el tiempo que pudiera llevarle conseguirlo. A pesar de que amaba escribir, sabía que eso no le iba a proporcionar el dinero necesario para salir del amparo de la manada, por lo que se preparó a conciencia para ser un buen empresario.
Se dedicó de lleno a sus estudios, sacando las mejores notas de su clase en el instituto y de su promoción en la universidad. Demostró tener una excelente memoria y una gran capacidad de aprendizaje al concentrar dos cursos en un mismo año, por lo que terminó su carrera en menor tiempo del estimado. Con unos cuantos ahorros que había ido reuniendo durante esos años, logró emprender viaje, llegando casi sin pensarlo a un lugar llamado Ciudad Esmeralda.
Actualmente es el dueño del Bar, Cantina & Karaoke de la ciudad, algo que le reporta muchos beneficios y que le permite dedicarse a escribir en sus ratos libres. Hace un par de años encontró a su primo y pudo hablar con él, contándole todo lo que sabía y entablando una relación que tardaría en poder estabilizarse pero que había sentado buenas bases.
Extras: Se sonroja cuando tocan un determinado punto de su nuca. Tiene una cicatriz en el pecho que cruza desde el hombro izquierdo hasta la cadera derecha.
Pertenece a la serie: Yuki Eiri, pertenece a la serie Gravitation.