Ciudad Esmeralda
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.


¿Alguna vez imaginaste un lugar lejano, escondido del resto, un nuevo Eden particular... donde puedes ser quien, como y cuando quieras, donde no existan etiquetas, creencias, ni banderas? Vive y deja vivir, porque en Ciudad Esmeralda todo tiene lugar.
 
ÍndicePortalÚltimas imágenesBuscarRegistrarseConectarse
 photo ADVERTENCIA18_zps285ec6fb.png
Conectarse
Nombre de Usuario:
Contraseña:
Entrar automáticamente en cada visita: 
:: Recuperar mi contraseña

 

 El primer encuentro [Priv. Frau]

Ir abajo 
AutorMensaje
Shin Natsume

Shin Natsume


Mensajes : 277
Fecha de inscripción : 04/12/2011
Edad : 32

El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyDom Dic 23, 2012 4:19 pm

Bien dicen que las cosas llegan por si solas cuando uno deja de buscarlas, y ésta noche no era la excepción. Me hallaba rodeado de un montón de luces tenues, casi mortecinas, que el jefe había adecuado para el bar; del mismo modo, también me sentía tranquilo, casi encantado con la música que sonaba de fondo. Al parecer, extrañamente, el estar sin tantos clientes ponía de buen humor al jefe, pues era él quien dirigía todo este escenario. Una idea extraña me rondó la cabeza mientras que yo estaba limpiando la barra como comúnmente hacía cuando no había alguien contándome sus penas, o sus sueños rotos; me pregunté qué tan bueno tendría que ser para que yo llegase a ocupar ese puesto.

La verdad era que yo deseaba ese puesto, sin embargo, estaba consciente de que la Universidad requería algo de tiempo, así que no había saltado, no me atreví a hacer la propuesta de un aumento de puesto y por ende de salario. Por una u otra razón, sencillamente no me decidí hacerlo. Las cosas iban bien como estaban. De cierta forma, sentía que todo en mi vida estaba estructurado de la manera en que debía estar: en paz; el dojo que tenía por hogar era amplio y cada fin de semana me tomaba la tarea de limpiarlo a fondo, así que me sentía sumamente cómodo; en la escuela me iba bien aunque a veces tuviese que desvelarme varias noches; y bueno… sentimentalmente, ya estaba más estable. A pesar de que no vivía con mis dos hermanas menores, me sentía a gusto, libre, si quieren llamarlo así.

Bien, muy bien. Dejé que la música me llevara, me hipnotizara. Imaginé al hombre que fuera el compositor de tan bella obra. ¿Cuántas veces habría ensayado para aprenderse las partituras? Y el saxofón… Uhm… fue la cereza en el pastel. Hermoso, sencillamente hermoso.

Terminé de limpiar la barra y me miré durante un instante en el pequeño espejo detrás de mí, pese al pequeño espacio pues justo en ese estante se hallaban colocadas las botellas de whiskey, vodka, ron, y demás tipos de alcohol. Observé mi rostro entre esos espacios pequeños, y me llevé una mano a la mejilla, rozándola y frotándola sutilmente pues mi reflejo me indico que estaba algo pálido. –Quizá es por el frío. –murmuré para mí mismo. Del mismo modo, acomodé mi corbata, para lucir mucho más elegante pese al uniforme común y corriente de un bartender. Y finalmente, até mi cabello con una liga color blanco, para que ésta se perdiera en el color de las hebras aunque dejé que un par de mechones se colaran al frente.

Me incliné un poco y recargué mis codos en la barra, esperando a que alguien entrase por esa puerta. No me importaba quién fuese. Elevé una de mis manos y dejé que mi rostro se recargara en ésta. Cerré mis ojos durante un instante y dejé que todo ese lugar me invadiera en más de un sentido.
Volver arriba Ir abajo
Invitado
Invitado




El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyDom Dic 23, 2012 4:41 pm

El día había rayado dentro de los por menores de la normalidad. Las damas llegaron hasta el confesionario angustiadas por haberle gritado a su marido, o por haber faltado a misa el domingo pasado, niños habían ventilado sus pecados de haber soltado alguna maldición o el hecho de que robaron un billete de algunos dolares a su madre de la cartera. Lo que la gente consideraba pecado, y lo que era en realidad, era algo muy distinto.

Frau se había llevado el día en misas, confesiones y otros "asuntos" propios de su persona y no de su trabajo, el hombre entraba dentro del calibre de inmoral, pero aun así era un excelente eclesiástico. Detalles como esos de incongruencias son los que detallan el mundo, no todo lo que parece, es, y no todo lo que es lo que parece.

El momento de su libertad había llegado, las noches eran suyas, así que Frau caminaba por las calles gozando de su noche. Usualmente prefería visitar un lugar que gozaba de enorme cantidad de féminas con vestidos de noche escotados con prominencias grandes y esponjosas que servían de almohada, pero esta noche se le antojo algo distinto. Viró ala izquierda y notó el anunció de un bar que lucia elegante, le atrajo al instante, como si algo dentro del establecimiento le sedujera y le anunciara que se encontraba adentro esperandole con regocijo.

Entro al recinto que parecía algo solitario, luces bajas que iluminaban mas no encandilaban adornaban el ambiente, la música de lo que detecto un jazz o algo similar hacia juego con la atmósfera, y convertía el bar en un lugar a normalmente acogedor. Inspiro profundo el aire de su alrededor que estaba contaminado por olores de colonia, alcohol y otros cuantos que no supo detectar.

Frau vestía un pantalón de mezclilla bien cuidado que estaba dentro de unas enormes botas negras con cadenas y metal de estilo gótico, estas le llegaban casi hasta la rodilla. Usaba gabardina negra larga que permitía ver la forma de su esbelta silueta, el collar en forma de cruz que simboliza su iglesia ondeaba por su cuello, sus cabellos rubios cortos se mantenían firmes por cuestiones del gel y aunado a su imagen la variedad de perforaciones y aretes que llevaba en sus orejas alrededor de todo el cartílago y lóbulo brillaban. Su imagen era sobria, elegante, atrevida pero sobre todo con un toque gótico.

Fue hasta la barra y se sentó allí, y te miro, a ti un bartender de cabellos blancos y peculiares, con una melena larga y muy bien cuidada, al instante le brinco algo de ti, pero solo se limito a poner sus posaderas en el asiento y hablarte.

-"¿Noche sola? "- sonrío de medio lado, dejando entrever un poco de sus blancos dientes. -"Dame un whisky en las rocas, caballero blanco"- su voz ronca, grave y seductora, mencionaron su demanda. Sus ojos azul zafiro te miraron fijo esperando que atendieras.

Volver arriba Ir abajo
Shin Natsume

Shin Natsume


Mensajes : 277
Fecha de inscripción : 04/12/2011
Edad : 32

El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyDom Dic 23, 2012 5:06 pm

El sonido de la puerta al abrirse se hizo presente, por encima de todos los demás. Entreabrí mis ojos, observando cómo alguien por fin acudía a mis banales plegarias. Era casi cómico que tan pronto lo hube deseado, obtuve respuesta. “Ojalá así fueras con todas las cosas” le dije mentalmente al Dios al cual le profesaba fe.

Me erguí en toda mi altura y por costumbre (y obligación) del trabajo le sonreí de medio lado al chico frente a mí. Mis ojos le dieron una inspección rápidamente. En cuestión de un par de segundos me percaté de varias cosas: cabello rubio, corto y arreglado; una cruz adornando su cuello y parte de su pecho; una gabardina marcando elegante y coquetamente su silueta; además de un par de adornos y ornamentas que lo delataban como alguien que tiene gustos eclesiásticos pero también góticos. “Vaya combinación” pensé. “Aunque no se ve mal, sino todo lo contrario” acerté.

Asentí sutilmente a su primer comentario, concediéndole la palabra. Me giré momentáneamente para tomar una de las mejores botellas de whiskey que el bar tenía la oportunidad de ofrecer a nuestros clientes. Del mismo modo, tomé un vasito pequeño pero ancho, donde cabían perfectamente al menos 200 ml. De cualquier líquido. Cubrí la mitad de la cristalería con hielos para después bañarlos con ese líquido entre dulce y amargo que escose la garganta. Y mientras hacía todo esto, hablé: –Es extraño. En estas fechas suelen venir muchos empresarios solitarios. Ya sabe, esos que han preferido tomar el camino difícil, olvidándose de su familia. –hice una pequeña pausa, no quería insultarlo, pero estaba seguro de que él no era de esa clase de tipo, algo me lo decía. Continué: –Llenan sus bolsillos de dinero por tratar de extinguir ese vacío en su corazón. –puse la cristalería frente al hombre frente a mí y volví a sonreírle, ésta vez enseñando un poco mis dientes. –Espero que lo disfrute, es el mejor que tenemos. –confesé.

Mientras me dedicaba a ver cómo se movía o cómo aguardaba, el gusanito de la curiosidad me picó. Usualmente empiezo una charla con los clientes, para hacerlos sentir un tanto mejor. Además de bartender, también la hago de pseudo-psicólogo, así que intentar indagar un poco en su vida, para hacerle sentir mejor no me traería problemas, ¿o sí? –Y dígame, ¿qué lo trae a usted aquí? –pregunté con amabilidad ocultando mi personal curiosidad.
Volver arriba Ir abajo
Invitado
Invitado




El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyDom Dic 23, 2012 5:26 pm

Te miro mientras llevabas acabo todo el acto del bamboleo propio de tu ofició, y una vez que estuvo frente a su persona el vaso con su deleitable droga, la tomo envolviendola con sus dedos largos cargados con algunos anillos y llevo el vaso hasta sus fauces.

El elixir alcoholico recorrió su garganta, al tiempo el escozor de la bebida se hizo notorio y deleitable, el sabor se distinguia entre matices sublimes de dulzor y acides, sin lugar a dudas un verdadero manjar, el cual Frau gozaba completamente.

Escucho toda tu conversación sin mencionar nada, hasta que bajo el vaso con una cantidad reducida de la inicial, te miro con sus ojos azules. Su mirada reparó en los rasgos caracteristos tuyos, la forma de tu nariz y tu mentón, pero, fue solo cuestion de segundos.

-"No es por el gusto de alejarme de mi bella esposa y mis hijos, puesto que... no tengo"- sonrió amplio a su propia broma, nunca le llamó la atención la vida de matrimonio ni celibato, tambien podía ser que nadie le había convencido de ello, ni siquiera la religión.

-"La razón por la que estoy aquí es mero gusto, Blanco"- ese fue el sobrenombre que le impuso, ya que desconocía el nombre de pila del caballero, y también por que lo mas destacable del otro, era esa cabellera larga y platinada que le adornaba la espalda.

Saco un paquete de cigarrillos de su bolsillo, la marca que había escogido desde su juventud, cuando por travesura, rebeldía y probablemente necesidad, había comenzado a fumar.

-"¿Puedo?"- Te enseño el paquete de cigarrillos, esperando la aprobación... aunque mas bien pareció solo un aviso. El hombre ya extraía un incauto envoltorio de nicotina con filtro de el paquete.
Volver arriba Ir abajo
Shin Natsume

Shin Natsume


Mensajes : 277
Fecha de inscripción : 04/12/2011
Edad : 32

El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyDom Dic 23, 2012 5:49 pm

Supe que su mirada se había posado en mí, porque una extraña sensación me recorrió todo el cuerpo en milésimas de segundos. Del mismo modo, yo también le veía, sin embargo, yo lo ocultaba, pasando mis orbes por sus manos, aquellas que habían levantado la cristalería sin el mayor problema; luego, la pasaron por sus dedos, en donde me percaté de que también había joyería adornándole en ésta extremidad; posteriormente, mi inspección visual continuó por sus labios, ya que, de forma natural, los había rozado contra la cristalería para después humedecerlos con el whiskey. Y, durante ese breve instante, me enfoqué en ver las líneas de su cuello, el cómo éste se deformaba indicándome que había dado un trago, probablemente uno largo. Sus facciones, en conjunto, me indicaron que mi propuesta había sido una excelente elección. Me sentí bien conmigo mismo por haber atinado a su gusto.

Por otra parte, la música cambió a tonadas de piano; me parecieron hermosas, pero sin duda también, dentro de ellas, había algo de tristeza, nostalgia. Quizá el jefe estaba acordándose de su familia, o de la falta de ésta.

Atinadamente, el hombre volvió a hablar, ésta vez emitiendo toda una oración completa, una broma, la cual yo vi más que nada como un alivio. En verdad no lo podía ver con esposa e hijos, y aún si los tuviera, a mi parecer, no encajaría. –Bueno, de ser así, es un gusto tenerlo aquí. –ignoré el pseudónimo que me puso al no conocer mi nombre.

Realmente ya estaba acostumbrado a ello; muchos viejos me llamaban “chico”, “muchacho”, “joven”. Las chicas, en contraste, me llamaban “cariño”, “cielo”, “bombón”. Jamás me ha incomodado, ya que como dice mi jefe, al cliente lo que pida. Sin embargo, y por esa misma razón extraña que todavía no comprendía, me hallé en la necesidad de corregirlo, de decirle mi verdadera identidad. –Natsume. –hice una pequeña pausa, mirándolo fijo a los ojos, entre retándolo y entre invitándolo a llamarme exclusivamente de ésta manera. –Natsume Shin. –exclamé firme y claro.

Mis ojos se redirigieron a sus manos, donde acunaban una cajetilla de cigarros. Volví a asentir a su petición. –Claro, no tenga cuidado. –indiqué. Incliné un poco mi cuerpo y le ofrecí un cenicero donde echara los restos del cigarro después de haberlo fumado.

Suspiré muy lentamente, intentando sofocar esta sensación de ansiedad, de curiosidad, de lo que fuera. Un inexplicable sentimiento de atracción por éste hombre de gran altura, y de voz extremadamente sensual, me tomó de sorpresa. Y vaya, que era la primera vez que lo experimentaba. Sí, no lo niego. También he tenido mis aventuras con chicos, pero ninguno me había provocado algo de tal índole. ¿Qué tenía? ¿Qué era lo que tenía este hombre totalmente desconocido? ¿Acaso…?
Volver arriba Ir abajo
Invitado
Invitado




El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyDom Dic 23, 2012 6:23 pm

Miro tus ojos rojos que le observaron detenidamente, casi como un desafío silencioso, o mas bien un reto. Fue extraño pero le parecieron excitantes y seductores, si, realmente fue extraño puesto que Frau no sentía ese tipo de atracción por aquellos que usaban el mismo baño, pero...tenías algo extraño, mas trato de no reparar en ello. Tu dijiste tu nombre como una orden de querer ser llamado así.

-"Shin"- susurró el nombre de una manera ronca y seductora, sin que esta fuera realmente la intención, solo que su voz era de esa manera, aunque el susurró fue mas para grabar el nombre y no olvidarlo, aunque no había razón para ello, al menos no una obvia para Frau, pero, puede que una mas profunda si existiera.

Siendo respetada, y con el cenicero cerca, agarro el crucifijo de su collar, y apretó un botón especial en este, al instante una llamarada de base azul y punta amarillenta apareció, eso era lo mágico de la insignia de Frau. Era capaz de mostrar su religión y al mismo tiempo satisfacer su vicio, era una joya invaluable y única que, solo Frau y nadie mas de la iglesia sabía. Con el cigarrillo en la boca, lo acerco a la llamarada y el papel que envolvía al narcótico se encendió. Dio una profunda calada, la sensación de la droga por su sistema respiratorio fue exquisito, y tras guardar el humo dentro suyo unos instantes, lo expulso a la atmósfera.

-"¿Siempre están así de solitarios, Shin?" - dijo mientras atrapaba el vaso en su diestra y lo llevaba en una inclinación hasta su boca para poder así darle otro trago, trago que supo por mucho mejor que el anterior, ya que el sabor del cigarro que se resguardaba en la boca de Frau, acompaño el del alcohol y lo convirtieron en un menjurje de Dioses.

-"¿O es que es la suerte de un clérigo el tener al bartender Natsume Shin solo para él?"- fue un flirteo, sin lugar a dudas Frau había flirteado, pero ¿por que? lo había dicho sin pensar, su boca y su instinto ataco antes que su escasa razón, la sorpresa de Frau no fue obvia para nadie, no, es mas supo disimularla perfectamente ya que dio otra calada a su cigarro y deposito elegante y sobrio las ceniza en el cenicero que le habías otorgado.

Ese desliz fue algo extraño, Tú tenias un aura extraña rondándote ¿Que tienes Shin?

Volver arriba Ir abajo
Shin Natsume

Shin Natsume


Mensajes : 277
Fecha de inscripción : 04/12/2011
Edad : 32

El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyDom Dic 23, 2012 6:43 pm

Inconscientemente presioné los dientes contra mi lengua en más de una ocasión. No era una acción que doliera pues lo hacía con moderación, sin embargo, ésta negación a mostrarle mi evidente felicidad al ser llamado por mi nombre, me obligaba a repetirlo innumerables veces. Sentí que mi nombre sonaba especial cuando él lo pronunciaba, fuese en un susurro o de manera nítida.

Observé con precisa atención el cómo ese pequeño crucifijo, adornando su cuello tenía más que ésta función, pues al cabo de unos movimientos, éste provocó una ignición. Quise hacer un comentario al respecto pero pensé que sonaría de muy mala educación y ante todo éste hombre de cabellos rubios y yo, no éramos nada más que un par de personas, con etiquetas en la frente que decían “cliente”, y “bartender”. Me afligí en silencio por ello, mientras el humo de su cigarrillo inundaba mi olfato. Lo inhalé sin tener el cuidado o la preocupación de que al hacerlo, también dañaba mi sistema. Poco me importó. De hecho, a veces el olor, el humo de un cigarrillo o un puro, me parecían deliciosos.

Pero no nos desviemos del tema. Vuelve a hacerme una pregunta a lo que yo respondí con astucia. –Siempre es un absoluto. –le sonreí tratando de no parecer un sabelotodo. –Casualmente, quedaría mejor. –di un paso hacia atrás, para recargar parte de mi cuerpo en el estante donde guardábamos los hielos y un montón de cosas más. –De cualquier forma, las casualidades no siempre son... malas.. –hice un enfoque en la última palabra, dándole a entender que tenerlo allí, frente a mí, era una dicha, incluso podría decirse que un privilegio.

Volví a suspirar lentamente. ¿Cómo era posible que alguien desconocido me pusiera de ésta forma? Sí, lo acepto, me trae, pero ¿por qué? Ya que siendo sinceros él no entra de ninguna forma dentro de la categoría que tengo como “gustar”. Crucé los brazos pues de ésta forma me sentía más cómodo (y no porque me negara o me cerrara a hablar). Me estaba haciendo muchas preguntas innecesarias así que volví a entonarme, tras escuchar su totalmente recibido flirteo. –Parece ser que hoy es su día de suerte. –declaré. –Sin embargo y sin querer sonar insolente, me parece una pena que yo no conozca su nombre. –le exhorté.
Volver arriba Ir abajo
Invitado
Invitado




El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyDom Dic 23, 2012 7:22 pm

Te miraba atentamente todo el tiempo, fuera directamente o de soslayo, Frau no podía quitarte los ojos de encima, sentía como que si lo hacía, perdería detalle alguno tuyo, y eso es algo que consideraría un pecado. Tu piel pálida que parecía ser tersa, tus ojos en contraste con lo claro de tu cabello, y sin negar tu apariencia fornida y grande, casi tanto como la de él, le obligaban a no dejar de mirarte ni un misero instante.

Parecía mas una demanda tu comentario, aunque no tuvo que esperar mucho por una contestación, Frau dejo el cigarro atorado en un lateral hundido del cenicero, especializado para esta función.

Zehel...- dijo mientras extraía algo de humo desde el interior de su sistema- Soy Frau Zehel, un simple clérigo, Shin..."- sonrió de medio lado con algo de sátira, y clavo sus zafiros en tus ojos rojizos, tenían algo que le hacia verlos cada que tenia la oportunidad.

Dio el ultimo trago a su vaso con el whisky, y se lo terminó, en un eco característico deposito el vaso sobre la mesa, te miro, y sonrió.

-"Sirveme otro whisky, Shin...Por favor"- al final fue educado y amable, Frau era un hombre que no se embriagaba, eso era por las peculiaridades de su anatomía, pero si era necesario hoy bebería tanto como fuera necesario, tenía que estar ahí contigo, sentía que quería hacerlo, y la razon... eso es otro tema.
Volver arriba Ir abajo
Shin Natsume

Shin Natsume


Mensajes : 277
Fecha de inscripción : 04/12/2011
Edad : 32

El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyLun Dic 24, 2012 4:06 pm

Aguardé pacientemente. Cuando escuché su voz de nuevo, me volví a poner atento, aunque por supuesto lo oculté perfectamente. Digamos que sé mentir, sé actuar, y lo sé hacer muy bien. –Un clérigo. –repetí la palabra pues ésta parecía querer salir de mis labios una y otra vez, como queriendo convertirla en una referencia, y para cada que escuchara esa palabra, la imagen éste hombre rubio y de nombre Frau Zehel, apareciera en mi mente. Pero me fue imposible. No lo imaginaba como un clérigo, pese a que de ésta forma la cruz multiusos colgando de su cuello tendría sentido.

Contuve una risa, que más bien se dio a conocer con una media sonrisa en mis labios. –Jamás me imaginaría que un clérigo tuviese este tipo de gustos. –comenté tratando de no sonar grosero, sino mas bien, curioso. Mis palabras guardaban curiosidad implícita. En fin, alargué la mano y tomé el vasito de cristal sin dejar de mirarle a los ojos; era como si de alguna forma los tonos azules que lo convertían en perfectos zafiros, estuviesen llamándome constantemente. Yo no me negaría por supuesto. –Ahora mismo. –tristemente tenía que girarme para tomar la botella de nuevo, pero tras haber mencionado lo anterior, apenas y tardé un segundo en hacerlo. Desvié mi mirada hacia la cristalería y serví con cuidado el líquido que momentáneamente abrumó mis sentidos; el olor era fuerte y muy, muy agradable. No quise aceptar que me sentí algo celoso de que un objeto cualquiera recibiera sus delicados besos, en lugar de… Basta, Shin. ¿Qué demonios estás pensando?

Volví a dejar el vasito frente suyo, pero esta vez me incliné un tanto hacia enfrente, mostrando mi curiosidad, mi atracción hacia él. Los mechones de cabello me rozaron las mejillas, produciéndome un cosquilleo familiar. Unas cuantas pulgadas nos separaban pero qué va, de esta forma pude percibir su colonia, sobreponiéndose a la esencia del alcohol. Olía jodidamente delicioso. Cerré mis ojos un instante y respiré hondo para después sacar el aire en un hilo. –Espero que lo disfrute. –inconsciente relamí mis labios. Sabía que Frau Zehel era mi cliente, pero no podía negar que me atraía cuan vil imán.
Volver arriba Ir abajo
Invitado
Invitado




El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyLun Dic 24, 2012 4:28 pm

Te miro, te miro cuando le diste la espalda y llenabas el vaso. No pudo evitar ver tus manos grandes y blancas, eran armoniosas con las proporciones de todo tu cuerpo, grandes.

Carraspeo ligeramente para sus adentros, el no se proponía como un hombre cuidadoso o de mente cerrada pero espera ¿un hombre le provocaba tales pensamientos? " anden a callar demonios internos de la lujuria y la gula" se gritoneo internamente, tratando tontamente de acallar las voces internas que hacían eco en su pensamientos, de los cueles te adueñaste durante unos instantes. Triste fue la realidad, Frau se percató de que sus gritos internos no se podrían superponer a los otros.

-"Los clérigos pueden tener otros gustos que no incluyan niños, Shin"- tomo el vaso que le dejaste enfrente, mas no lo levanto, no aun no, solo le daba refugio en su mano, mas por inercia que por otra razón.

-"Quiero creer que mi vicio al cigarro, y mi gusto por las bebidas embriagantes son por mucho mas sanas que el gusto por menores de edad, los niños son niños, no deberían robarles la infancia. ¿no crees?"-

Notó claramente la cercanía, pero no le molesto en lo absoluto, a decir verdad, estaba agradecido de ella, olio tu aroma, un aroma que dentro de su mente ahora se llamaría "aroma a shin", daba igual si la colonia tenia diseñador y marca registrada, Frau era el tipo de hombre que se pasaba las reglas por donde ...tuviera mejor acceso. Se fijó en tu lengua, que se paseo seductoramente por sobre tu labio superior, joder ¿ como podía verse un hombre tan sensual mientras hacia eso? ¿que eras?... Frau tuvo que aguantar el impulso de tomarte por la nuca y robarle todo el elixir a esa boca y a esa exquisita y rosada lengua. Joder costaba tanto guardarse la compostura, pero eso haría, aunque no durara mucho tiempo.

Levanto el vaso y lo llevo hasta su boca y dio un sorbo, el movimiento de su hioides marcó el paso del liquido a travez de la faringe. Te miraba fijo a los ojos rojos, sublimes en todo su aspecto, esos ojos rojos también le veían fijo.

-"Estas en horas de trabajo, pero ¿ Gustas un trago? "- te sonrió ampliamente. -"yo te lo invito"- seductor, arrogante, varonil y sereno. Ese es Frau.
Volver arriba Ir abajo
Shin Natsume

Shin Natsume


Mensajes : 277
Fecha de inscripción : 04/12/2011
Edad : 32

El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyVie Dic 28, 2012 8:18 pm

Su comentario astuto no hizo sino sacarme una risita. Era cierto. No porque fuese un clérigo, suponía que tendría que actuar como los demás. Los estereotipos no debían robarse imágenes visuales, ni mucho menos ser la única idea que se tenga en mente sobre el comportamiento de las personas. Pero bueno, la cosa es que me hizo reír y eso, sinceramente, era bastante difícil de cometer.

Continuó hablando, de manera elocuente, cosa que yo agradecía. Me comunicó que el cigarro y las bebidas eran, ciertamente, una mejor elección, si la comparábamos con robarles la infancia a un par de mocosos menores de edad. Asentí, estando de acuerdo en su argumento. Y también compartí un poco de mis ideas. –Ya de por si muchos adultos les maltratan con palabras, llevándolos al punto de la locura, la depresión, del aislamiento, o incluso, con ese tipo de violencia o abuso, los llevan a cometer actos que ni siquiera uno podría concebir. –sí, están en lo cierto: hablé desde mi experiencia. Miré hacia un horizonte inexistente mientras lo hacía, pero esperé que él no se diera cuenta de ello. ¿Por qué? Porque por alguna maldita razón que me era abusivamente desconocida, no estaba en mis planes darle una mala impresión de mi persona.

Redobles, mi querido maestro de ceremonia, que aquí vienen de nuevo esa mirada suya mientras degusta un trago de su bebida. Casi me muerdo los labios, casi. Joder, estaba sumamente celoso de que ese pequeño vaso bastardo tuviera la oportunidad de besarle en mi lugar. “Qué idiota eres” me dijo la voz dentro de mi cabeza. La patee mentalmente y dejé que mi cuerpo hablara en lugar de la razón. Podía contar con los dedos de las manos la atracción que había tenido hacia las personas, pero indudablemente, Frau no se encontraría en esta escala, no, él apartaba una para sí mismo. Sus manos invisibles parecían querer arrastrarme hacia él, y yo, tan indeciso como era (mentira), me dejaba llevar por ellas.

Volví a relamerme los labios, pasándome intencionalmente la lengua de una manera lenta. Le invitaba a besarme. Le estaba persuadiendo a que se acercara más a mí, para que de esta forma yo pudiese probarlo en más de un sentido. ¿A qué sabría su boca? Deseaba averiguarlo con todas mis fuerzas. Deseoso como me encontraba, también deseaba pasar mis labios por su cuello, y joder, ni siquiera me importaría compartirle con sus ropas. Estaba seguro de que podría divertirlo y divertirme un rato, sin necesidad de desnudarlo.

Ahora bien, su pregunta terminó sacándome de mi fantasía mental y me trajo a una realidad que no se veía tan mal después de todo. Me erguí, regresando a la distancia impuesta por mí. Elevé una mano y me la llevé a los labios, aguardé un segundo y después respondí con una sonrisa. –Es una sorpresa que un cliente que no sea una chica despechada me invite un trago. –bromeé un poco. –Así que acepto. Gracias. –Por dentro reía tanto que el estómago me dolía. Encontraba sumamente irónico el hecho de que yo tenía que servir mi propio trago pues mi cliente, éste hombre sumamente atractivo, había querido entablar conversación conmigo. Y no, no era que me quejara. Es que simplemente la idea me daba mucha risa. Pero claro, supe guardar esta idea, y me dediqué a servirme un trago, el cual se trataba de un shot de tequila.

Tomé la cristalería pequeñísima con naturaleza y choqué el borde con el otro vasito. Intenté descubrir las verdades ocultas en sus ojos, pero mis resultados fueron vanos. Pensé en leer su mente, pero al instante deseché la idea. Muchas cosas son mucho más hermosas, cuando no las conoces realmente. Y por el momento, quería que esto fuese así. Ya las cosas se darían. Y aunque fuese por una noche, le disfrutaría. Seguramente mañana añoraría su compañía, pero por hoy, por esta noche –… tú eres mío. –murmuré sin pensarlo mucho, antes de llevarme la bebida a la boca, tomándola de un trago, resintiéndola en la garganta, por todo mi sistema, produciéndome un calor maravilloso y un sentir aún mejor.
Volver arriba Ir abajo
Invitado
Invitado




El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyVie Dic 28, 2012 9:45 pm

cambiare a primera persona ))

-Maldita sea, de nuevo esa lengua tuya navegaba por tu labio superior, si, la mire, clave mis ojos en aquel musculo rosado que se movía por sobre la nebula de la superficie tersa de tu labio, maldita lengua, ¿Por que rayos deseo que sea mía?¿Es una broma? claro, si era una broma, me alegro de estar siendo yo presa de ella, algo me decía que ese movimiento de tu boca era por mi culpa, no puedo negar que eso me regodeaba internamente.-

- Me alegre internamente el no entrar en la categoría de damas lloronas con corazones rotos, no, yo no tengo un corazón roto, solo tengo este increíble deseo de estar con un hombre, y no cualquier hombre, si no este bartender que me esta atendiendo en este preciso momento...

"tu eres mío" te escuche decir antes de permitir que el elixir de propiedades adictivas invadiera tu garganta y después el resto de tu fisiología, a vaya vaya, pese a que yo sabía que no era el único que lo pensaba, no puedo negar que fue un agasajo el que lo dijeras, pero, no lo dijiste con la intención de que yo escuchara, se bien que mis oídos con una capacidad naturalmente potente habían captado el susurró, debo de aplaudirle a mis tímpanos y huesecillos del oído medio.

Me sonrío, ampliamente cabe agregar, no puedo evitarlo, el éxtasis fue espontaneo e incontrolable, pero ahora ¿lo haría?, mientras el liquido resbalaba por tu garganta note la piel de esa área, tu cabello lacio que caía con gracia cerca de esa parte anatómica, joder no puedo mas señoras y señores, me contuve, lo intente pero... tengo limites, y para ser completamente honestos, no tengo ninguna molestia en romperlos.

Cuando dejaste el vasito en la mesa me acerque un poco a ti, casi como si intentara susurrarte algo pero, esa no fue mi intención. Mis manos son hábiles, y se los agradezco tanto, la diestra fue a posarse detrás de tu nuca, siendo algunos de tus cabellos un envoltorio sedoso y cálido. te acerque a tal nivel que sus rostros estaban separados por milímetros, milímetros que yo elimine, fusione mis labios con los tuyos, me di tiempo y goce, deje que mi dermis se uniera a la tuya, te acariciara, sintiera la perfecta suavidad de tus labios que sabían tenuemente a tequila, exquisito.

Me podría empujar, si, si podrías, pero no me importo, extraje mi lengua y lamí el labio inferior, joder ¿Como puede ser tan delicioso?, humecte esa parte de piel con mi musculo rosado, pero no me detuve con eso, abrí mi boca y con ligereza, aprese ese mismo labio que anteriormente lamí, lo recubrí con mis extensiones anatómicas de hueso y flúor y presione ligeramente, después hice mi cabeza hacia atrás, me lleve un poco de tu labio conmigo, se estiro de manera sensual y exquisita. a demonios pero no quise darme el banquete completamente, no, había que guardar un poco eso dicen en el templo... estúpidas leyes del templo.

Deje en libertad al incauto de tu labio y me separe apenas un poco de tu rostro, te mire con mis ojos azul profundo, tu iris rojo era una aventura en el averno o en algún cuarto de hotel, o demonios, soy un pervertido ¿verdad?, no importa, te mire fijo esperando respuesta a tu atrevimiento.

-"¿Y si tu eres mío?"- susurre.

Volver arriba Ir abajo
Shin Natsume

Shin Natsume


Mensajes : 277
Fecha de inscripción : 04/12/2011
Edad : 32

El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyDom Ene 06, 2013 7:21 pm

Me permití tener la duda de si ese par de palabras fueron comunicadas o no. Tuve unos segundos para pensármelo y concluí, erróneamente, que habían sido sólo escuchadas únicamente por mí. Dejé el vasito en la barra sin ahogarme en la vergüenza de haber sido descubierto, de hecho, le sonreía porque de alguna forma inexplicable me resultaba increíblemente agradable saberme suyo por esa noche. Éste momento era suyo, mío, nuestro, y nada ni nadie se podría atrever a negarlo.

De pronto, el hombre al frente mío decide extinguir la distancia entre nosotros, y sus movimientos me indican que quiere susurrarme algo, por lo que le ayudo a desvanecer esa distancia impuesta. En un segundo todo cambia. Alarga una mano y la deja reposando detrás de mi nuca. El contacto de sus dedos envueltos por unos guantes de cuero, me hace estremecer. Es frío, pero extrañamente, también me parece cálido. Y es que me ha tomado tan suavemente que no me importa nada más. Siento su respiración y su aliento chocar contra la piel de mi rostro. Me siento tan atraído a él que no hago el mayor esfuerzo por querer separarme, de hecho, llego a ser poseedor del pensamiento más absurdo que alguna vez he tenido: podría vivir así para siempre, sólo respirando junto a él, sólo teniendo su aliento mezclarse con el mío.

Por otra parte, la luz parece hacer maravillas con su rostro pues he de jurar que vi como se iluminaron los zafiros, que tiene por ojos, antes de besarme. ¡Me ha besado! Me está besando… es lo que dice la voz dentro de mi cabeza. Permito tener el lujo de quedarme quieto un segundo (joder, cuántos segundos), pero después correspondo a su toque sutil, frío y delicioso. Tengo la fortuna de probar sus labios pues éstos se acoplan de manera perfecta a los míos. Puedo percibir que los suyos son suaves, tal vez demasiado suaves. Y fríos. Termino preguntándome si todo él es frío o sólo ésta condición aplica para ciertas partes de su cuerpo.

Creí que se sentiría satisfecho con esto, sin embargo, fue el segundo error de la noche. Sorpresivamente, dejó en claro que deseaba seguir con el contacto. Lo cálido y húmedo de su lengua me permitió probar el sabor que allí, donde provenía el músculo, guardaba a por mí. –¡Uhm! –su mordida, tanto como su beso, hizo tercera en el acto. Joder, ¿acaso deseaba terminar conmigo? No podía soportarlo, las piernas amenazaron con temblarme por lo que tuve que apoyar ambas manos sobre la barra, buscando un apoyo físico. Mis labios terminaron siendo presa gustosa de sus malas intenciones.

El hombre llamado Frau Zehel, poseedor de los zafiros, decide separarse de mis labios, no sin antes dejarme perplejo. Siento que esto es una especie de sueño. No puedo creer que mi fantasía se haya cumplido, sencillamente no puedo. ¿Acaso había leído mi mente? ¿O quizá yo, en mi descuido, terminé por decírsela?

La poca distancia entre nosotros era casi un consuelo para mis dudas. Me di cuenta de que mi respiración se había vuelto aparatosa, entrecortada incluso. Entonces habló. Abrí los ojos como platos, incrédulo de lo que acababa de escuchar. – ¿Ser tuyo? –pregunté en el mismo tono, no queriendo romper esa atmósfera creada por él, por mí, por nosotros. Pude darme cuenta de que sí, en efecto había sido descuidado. Me regañé a mí mismo, pero luego me felicité. Reí por lo bajo y entonces le sonreí. – Otra vez. Hazlo otra vez y seré tuyo. –le aseguré.

Pero para éste momento ya era yo quien ahora lideraba, extinguiendo de una vez por todas esa distancia entre nosotros. Regresé a sus labios y misteriosamente me sentí cómodo y protegido entre ellos. Eran fríos, sí, pero repito, extrañamente también me resultaban cálidos. Frau me provocaba sensaciones y pensamientos contradictorios, por lo que yo deseé vengarme con mis actos: ladeé mi rostro, no permitiendo que se escapara y al mismo tiempo, compaginándonos como si fuésemos un par de piezas de un puzzle, una pegada a la otra. – Mmhm. –un sonido ronco, demostrando mi gusto, brotó de mis labios para ahogarse en los suyos. Me aparté de cualquier discreción y ahora fui yo quien se introdujo a su cavidad. Y, “¡ah! ¿Cuánto tiempo habría estado esperando por mi?”, pensé egoístamente. Mi lengua bailó con la suya de aquí para allá. Toqué su paladar, provocándole un intencional cosquilleo, y después degusté su saliva, el sabor y la esencia que provenía en conjunto.

No le di tiempo de darme una respuesta, ya la estaba sintiendo.

Volver arriba Ir abajo
Invitado
Invitado




El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyMiér Ene 30, 2013 8:55 pm

Tu cara perpleja casi me hizo reír por lo bajo, parecías realmente impactado por mi declaración de que fueses mío pero ¿Qué tenía de malo?, quiero que seas mío, de eso no tengo ni la mas mínima duda, pero y si no solo eres mío y yo tuyo y si ¿Somos de nosotros?. Fue sorpresa la mía cuando me aseguraste, aseveraste y reafirmaste que si lo hacía de nuevo serías mío, me sentí como colegiala, patética declaración pero simplemente honesta. Tú, de alguna manera extraña y peculiar, solo tú me estabas haciendo desvariar, en primera yo Frau Zehel, interesado por un hombre y segunda yo Frau Zehel sintiendo mariposas en el estomago cuando sentí tus labios robarse la frialdad de los míos y otorgarles esa sutil y exquisita sensación de confort, como si ese fuera su hogar, como si ese fuera el lugar donde siempre debieron estar…pegados a los tuyos.

El aliento del que eres dueños es tan exquisito que lo convertiré en el manjar más delicioso en mi haber. Un estremecimiento recorrió mi cuerpo desde la punta de mis cabellos rubios hasta la punta del dedo gordo del pie, un movimiento tan suave como el deslizar tu musculo húmedo sobre de mi paladar me causo tal reacción tan sublime. ¿Qué tienes Shin Natsume? ¿De qué sustancia química estas lleno que me vuelves adicto? . En aquella danza entre mezcla de tango y otro baile, nuestras lenguas danzaron entre caricias, actos dulces a la vez decisivos, paseándose una sobre de la otra, humectándose, haciendo que nuestras papilas gustativas se inundasen con el sabor del otro.

–“Mmgh”- mi voz resonó ronca contra las fauces ajenas mientras continuaba aquel beso tan cargado de…de… de algo que no entiendo, pero me está encantando. Mi mano aún se mantenía cautiva entre los mechones de tu cabello ausente de melanina, se deslizaban entre mis dedos como si fueran más que cabellos, seda. Deje que mis falanges jugaran con algunos de esas hebras, suaves. Las yemas mis dedos se movían con suma suavidad, dando superficiales toques a tu cuero cabelludo, algo así como un masaje específicamente para ti, a la vez que la postura me otorga la posibilidad de mantenerte cerca de mí, de no darte ningún escape, aunque la pregunta es ¿Deseas escapar?.

Nuestras lenguas se paseaban ladinas, sintiéndose, haciéndose el amor entre ellas con seductores toques y eróticas caricias, en un momento me atreví a tomar tu lengua cautiva entre mis dientes y darle una ligera mordida, era un juego, un juego pasional que se llevaba a cabo en el interior de nuestras fauces. Joder, me daba vueltas la cabeza, me sentía mareado, me agrado de estar sentado porque si no sentiría mis piernas temblar. Nuestras cabezas encajan, nosotros lo hacemos, tus labios calientes, mi cuerpo frio…¿Es esto lo que llaman destino?, no creo en el destino, pero tampoco creo en Dios y soy un clérigo, así es, soy un incongruente, solo creo en una cosa que es…

Me separé sin realmente desearlo, pero aún así lo hice, pero me quede a una nada de tus labios, les permití estar lo suficientemente juntos como para que siguiesen rozándose, como si fuesen gemelos incapaces de separarse. ¿Cómo le dicen a eso? ¡Ah sí!...mellizos.

-“Y bien. ¿Ya somos de nosotros?”- miraba aquellos ojos rojos de los cuales eres dueño, me preguntaban cómo podían ser tan brillantes, me regodeaba con el hecho de que en ese preciso instante me estaban viendo a mi…solo a mí. Espere su respuesta, paciente y ansioso, así es, tan incongruente como siempre soy.
Volver arriba Ir abajo
Shin Natsume

Shin Natsume


Mensajes : 277
Fecha de inscripción : 04/12/2011
Edad : 32

El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptySáb Feb 23, 2013 8:24 pm

No podía creer lo que estaba pasando. Tardé todo el tiempo suficiente en sentirme suyo, en sentirlo mío, en besarlo sin importarme que alguien entrara por esa puerta y nos viera, o si mi jefe saliera de su despacho y atravesara la puerta a mi derecha, o si de pronto –y de alguna extraña manera- fuésemos presa de algo que apenas comprendíamos. No me importó nada más que besar los labios de un hombre del que apenas era consciente, tampoco me dejé hacer de la idea que en otro momento me hubiera atormentado durante varias noches, provocándome insomnio: sentí que nos pertenecíamos en más de un sentido. De hecho, he de confesar, siempre pensé que eso de “amor a primera vista”, “es cosa del destino” o el típico “hay un lazo indestructible entre nosotros” eran puras patrañas del cine romántico. Pero ahora era diferente. Era impresionante cómo un hombre como yo podía cambiar de una idea a otra en cuestión de segundos. Supongo que le atribuiré el cambio a la experiencia física más que a la consciencia.

Sus dedos proporcionándome caricias tan cerca de la nuca me hicieron perder el suelo. Luché con todas mis fuerzas en no gemir de placer, pero lo único que conseguí fue un sonido extraño, uno que denotaba que me estaba excitando con un simple beso. No. Corrección. No era un simple beso. –F... Frau. –le llamé en la oscuridad pues mis ojos se encontraban cerrados; no quería que la vista fuese un factor determinante a la hora de sentirlo junto a mí, por lo que me vencí a mi sentir, a la necesidad de contacto humano, a mi necesidad por éste hombre desconocido pero familiar a la vez.

Nos imaginé en una de las habitaciones del dojo de mi familia, recostados en un futón individual desmarañado mientras que el otro (el que se supone era suyo) se encontraba en perfecto estado. Él se colaba a mi futón y susurraba palabras que me indicaban su deseo mientras que yo le permitía la entrada a mi hogar, a mi cuerpo, a mi alma. –“Quiero ser tuyo, ahora.” –le respondía el yo de mis fantasías. Y entonces ambos se juntaban y se hacían uno, en una tarde en la que los cerezos del árbol eran distribuidos por el viento, dándole la bienvenida a la primavera.

¿Sería una visión del futuro?

En mi familia era usual que todos naciéramos con un poder sobrenatural –mi hermana menor, Maya, fue la única excepción de ésta condición- y el mío era precisamente el poder “escuchar” las cosas que sucedían a mi alrededor, fuesen palabras o pensamientos, era como tener un tipo de oído extraordinario. Aunque a veces, lo digo aquí ahora, también podía ver escenas en mis sueños que pocos días después se hacían realidad. Pero esto último era tan poco casual que la última vez que me sucedió algo parecido yo apenas era un chico de 12 años. ¿Tendría que ver con la extraña aparición de Frau? Me pregunté sin obtener una respuesta menos ambigua que la negación.

Y todo esto pasaba por mi cabeza mientras mi cuerpo reaccionaba a cada estímulo suyo. Me resultaba absolutamente imposible el poder negarme ante una pequeña muestra de necesidad de mí, proveniente de él. Me sentía como esa polilla, quien no se cansaba de ir a la luz del fuego, aún si sus alas se quemaban, aún si su cuerpo, desmembrado, todavía se arrastraba por el suelo en su búsqueda. Hm. No sería la primera vez que me sucedía, y sin embargo, me pareció que en esta ocasión no terminaría de la misma forma. Así que cuando se separó de mí, dejándome con el pecho respirando algo agitado (de arriba abajo), inclusive con las manos un tanto temblorosas, lo único que pude responderle fue: –el tiempo que tú quieras lo seremos. –afirmé sin ser consciente de que esto era un evento que cambiaría nuestras vidas. Le sonreí ampliamente, todavía desequilibrado y abrumado por lo excitado que me encontraba.
Volver arriba Ir abajo
Invitado
Invitado




El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyLun Feb 25, 2013 10:34 am

Te mire, mis piernas temblaban de una manera imperceptible para todos, pero para mi mas que notorias, el regalo del banco fue una bendición, nada equiparable con el esplendor de tu rostro.
Tus ansias que eran equivalentes a las mías.
Te vi, esos ojos rojos, esa piel blanca, esos mechones blancos que caían sobre de tu frente y se perdían en el anonimato de las curvas de tus pómulos llegando a más allá de mi vista periférica.
No necesito ver más, con solo esa mirada tuya me basta.
Tus palabras que salieron susurrantes casi hicieron que se me saliera el corazón del pecho, sentí una euforia indescriptible que nunca había sentido, y sinceramente nunca pensé sentir. No sólo seríamos nuestros, si no que afirmas que será el tiempo que yo quiera. ¿Qué tal si te digo que por el resto de mi vida y no vida? ¿Estarías dispuesto a tolerar tal carga?
Es estúpido, estúpido el destino y lo irreverente de la vida, el que jamás creyó en el amor a primera vista, siente que esta perdidamente enamorado.
Si dios existe, le gusta jugar con nosotros. Y si no existe, pues entonces alguien debe de gozar con una burla constante contra nosotros, incluso puede que nosotros mismos.
Una sonrisa no ladina, más entremezclada con gratitud y deseo se formo en mis labios algo carnosos. Tus palabras fueron recibidas y guardadas dentro de mí, no dejare que se escapen de mí, incluso el día que todo sea destruido.

Sin querer apartarme mucho di otro ósculo, untando nuestros labios, embriagándonos una vez más con las texturas de nuestra piel, pero aquel que se burla no nos dio consuelo ni lealtad.
Al otro lado del recinto la puerta crujió y se abrió, un cliente había llegado.
Era bueno para el bar, y me supongo que para tu economía, pero no mentiré al decir que me dieron unas profundas ganas de destripar a aquel joven que allá entrado he interrumpido este momento, y si era una dama, un pequeño regaño bastaría.
No deseo separarme de ti, no mientras pierdo mi conciencia de todo, se nubla mi mente y sólo esta la figura de tus labios que dibuja mi lengua y mis dientes. Pero son conscientes de ciertos aspectos que en este punto maldigo que existan, pero también repudio que yo los contemple.

El cliente que llegó se asomó a todos lados buscando alguna mesa donde reposar y pedir una bebida, ¿A quién crees? Al barman del lugar, en cuyo caso eres tú, aquel al que me entrego y que se me entrega.
Mis dedos no dejan de dar caricias a la nuca, porque saben que no las darán más al menos por unos minutos, así que trato de que la ultima tomé una mera postura posesiva y jale escasamente esos cabellos sin melanina. Para hacer eco con una mordida suave, y al final un susurro.
“Quiero ser tuyo, ahora, después y siempre que lo desees.”
Ronco, seductor y también excitado. Un beso, un beso basto para enloquecerme y perder el aliento. Tienes armas que no conozco, pero me gustan.

Me separo sin ganas y me remuevo en el banco, relamiéndome los labios en el proceso, volviendo a saborear tu esencia. Al soltar tu nuca, me coloco en una posición confiada que disfraza mi debilidad, mis piernas flaquean, estoy casi seguro de que si intento caminar, caeré sin retorno. Sería doloroso puesto a mi altura y mi orgullo.
El cliente se acerca nervioso a la barra, vio algo que no quiso ver, pero vio.
Dos hombres besándose.
Dos hombres que se mantienen las miradas por el rabillo del ojo, con semblantes insanos y deseosos.

Me volteo y tomo mi vaso, para mirar a otro lado por un momento y dejarte atender al rebuscado hombre bajo de complexión corpulento y botija resaltada, que viste una aburrida camisa abierta que deja entrever su pelo en pecho mientras que un brillo dorado trata de hacerse notar entre toda esa maraña de cabellos insanos. La pobre cadena de oro no encuentra lugar entre todo ese pelambre.
Si continuo así no resistiré el abalanzármele encima y abrazarlo, hasta ahora he sentido sus labios, suficientes para tenerme en este estado de ansiadas y deseo, sentir su cuerpo abrazado contra del mío, refugiado uno entre la musculatura y calidez del otro.
Me pregunto si no te molestara mi frialdad física, o si en su lugar la encontraras excitante.
¿Cuántas horas pasaran antes del cierre?
Pueden pasar miles, por que me quedare aquí, a su lado, a su espera.
Ahora somos nuestros.












Volver arriba Ir abajo
Shin Natsume

Shin Natsume


Mensajes : 277
Fecha de inscripción : 04/12/2011
Edad : 32

El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyLun Mayo 20, 2013 10:17 pm

A veces desplomarse sobre una realidad alterna no es tan malo, pensé. En esa realidad alterna, por llamarlo de alguna forma, nos encontrábamos el rubio y yo. Nos veía compartiendo comentarios para después reír de ellos, también nos veía demasiado juntos, como una pareja que lleva muchísimo tiempo de estar juntos. Eso era extraño. Sinceramente yo jamás me había comprometido al cien por ciento en una relación. Me sentía enjaulado si lo hacía. Y, en el pasado, cuando llegué a hacerlo, terminé lastimando a una de las personas que más he querido.

Reprimí un suspiro.
El chico con el que ahora susurraba palabras incomprensibles (no por no entenderlas, sino que no deseaba entenderlas) se apartaba momentáneamente de mi no sin antes besarme furtivamente. Parecía un ladrón que tenía la urgencia de irse pero al mismo tiempo quería permanecer en el lugar donde ha cometido sus crímenes. Así que le devolví la sonrisa, atribuyéndole su encanto.

Clavé mis ojos en los zafiros que me observaban con un deseo insano y con una necesidad que iba más allá de nuestras entidades corpóreas. Tragué saliva y me percaté de que tenía un sabor diferente: quizá era el suyo mezclado con el mío. Sonreí para mí mismo y tras carraspear la garganta, por fin atendí mi trabajo: –¿Le puedo ofrecer algo? –fingí que no me había dado cuenta de que el nuevo cliente presenció nuestro pequeño acto. Le sonreí cálidamente puesto que así me era indicado y entonces habló con voz temblorosa. Ordenó un trago fácil y rápido de preparar puesto que sólo se componía de alcohol con hielo y un toque de sabor aparte. Unos movimientos de mi parte mezclaron todo y al cabo de un momento ya le estaba sirviendo su bebida en una pequeña copa de cristal. –Aquí tiene, espero que lo disfrute. –recurrí a mi habitual tono sutilmente amenazante. Al parecer el tipo captó mis intenciones y dejó la barra para después irse a sentar a un rincón del bar, donde usualmente los esposos despechados se sentaban a platicar de las aventuras que sus increíbles esposas tenían detrás de sus espaldas.

Bufé. ¿Alguna vez yo estaría en ese puesto? Por como las cosas eran, quizá yo era algo así como la esposa que tenía mil aventuras por doquier. Negué con la cabeza sin percatarme mucho de que mis pensamientos estaban dirigiendo mis actos. Volví a carraspear la garganta y dirigí mi mirada hacia el rubio. Arqueé una ceja al percatarme de que él estaba un poco… me atreveré a decir, inquieto. ¿Habrá sido por esa interrupción? ¿O por el beso? ¿Se habría excitado también? Entonces alargué mi mano y con la yema de mis dedos toqué los suyos que se encontraban cubiertos por un par de guantes. Relamí mis labios intencionalmente para después preguntarle algo totalmente convencional. –¿Hay algo más que pueda ofrecerle, caballero? –incliné mi cuerpo hacia él, manteniendo ese ambiente íntimo en donde los susurros se escuchaban perfectamente.
Volver arriba Ir abajo
Invitado
Invitado




El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] EmptyMiér Jul 10, 2013 5:06 pm

Proferí un amargo suspiro, algo similar a una aletargarte inspiración. Aunque algo altivo y negligente hasta yo se hacerme a un lado.

Mientras servías el trago al otro hombre,  movía mis pupilas en tu dirección para captar con sutileza los movimientos sencillos de tus dedos, casi hipnotizado no dejo que ni por un segundo los singulares movimientos de un arte no reconocida como tal (De la adecuada mezcla de sabores y metodologías para lograrlo) escapasen de mi percepción, estoy atontado por ello, pensando algunas cosas algo insanas que me despiertan ¿Qué otras habilidades tienes?
¿Qué otros aspectos destacas?
¿En qué otros aspectos te desenvuelves con soltura natural y atrayente?

Mi visión se paseo por el perfil de tu quijada, la queda subida y bajada de la mandíbula al resurgir la educación “Aquí tiene, espero que lo disfrute”. En mi garganta se guardó un suave gruñido cuando por mi mente surgió el complemento perfecto “Y ahora largo”.

Al parecer el recién llegado era un lector de mentes puesto que sin tardanza partió. Sus pisadas hicieron eco sobre el suelo mientras se alejaba calmadamente, casi como si el resonar de las suelas pudiera traducirse a una amarga derrota. No supe si pensar que la derrota aparente se debía a que técnicamente el aura amenazante tuya y mía lo ahuyento, o si su propia historia que lo había llevado a beber lo catalogaba como empedernido.

Me giré y ya sin disimulo te vi a los escarlata que se hacen llamar tus ojos. El vidrio del vaso se deslizo por sobre la superficie en un recorrido corto puesto que tu mano cálida se interpuso aunque no hay queja alguna por ello. La sensación de tu dermis es caótica en mi ¿No me ves que estoy lo suficientemente enloquecido por ti? ¿Me estas tentando apropósito, Shin?.
Pues está funcionando de maravilla.

Pues sírveme otra bebida, sorpréndeme lo dejo a tu habilidad aunque…- me relamí los labios y debido a la cercanía de la inclinación de tu cuerpo, tomé ventaja y me aproximé un poco más.
Nuestros labios se rozaron, un roce tan tenue que era un insulto a los besos anteriores, pero es como elixir de copa alta para las inspiraciones posteriores. Fomenté el rocé, entreabriendo ligeramente los ojos para ver tu rostro de cerca.
-Te reto a que intentes a que sepa casi también como tus labios.- nos seguimos rozando los labios mientras hablo, la bebida es un mero pretexto seductor, quiero sentirte cerca.
Volver arriba Ir abajo
Contenido patrocinado





El primer encuentro [Priv. Frau] Empty
MensajeTema: Re: El primer encuentro [Priv. Frau]   El primer encuentro [Priv. Frau] Empty

Volver arriba Ir abajo
 
El primer encuentro [Priv. Frau]
Volver arriba 
Página 1 de 1.
 Temas similares
-
» Terapia de Licor [Priv Frau]
» Primer Encuentro [Priv -Patrick C.]
» Frau Zehel
» Honor. Sangre. Deber. -Dojo Natsume [Shin Natsume & Frau Zehel]
» Mi primer depa.

Permisos de este foro:No puedes responder a temas en este foro.
Ciudad Esmeralda :: Z O N A - O E S T E :: ·· Bar, Cantina y Karaoke-
Cambiar a: